2 - Romeo y Julieta 🌒
Melanie Dashton en multimedia
MELANIE DASHTON
¿Una... Obra escolar?
No estoy interesada en participar, para empezar soy mala actuando.
Hoy pase a exponer y me puse nerviosa por exponer frente a muchas personas.
Ahora imaginemos a cientos de personas viendo mi desempeño en una obra clásica.
I can't.
—Pero no van a participar solamente ustedes, la clase 503 también va a participar.
¡No puedo creerlo!
¡En la clase 503 está Samantha!
Tengo que participar.
Pero ese solo fue el comienzo del desastroso día por delante...
ALLISON RODRÍGUEZ
Después de terminar lo que había hecho después de irme de con los populares, llegué al aula a atender la clase de Literatura.
Pero no contaba con que haríamos una obra escolar.
Y que yo estaría nominada a hacer o el papel de Julieta o el de Romeo. Cualquiera de los dos.
Aunque si bien, el romance ya no entra en mis planes, soy capaz de disfrutar de una obra romántica clásica como está lo es.
Pero no quiero participar.
—¡Adelante jóvenes! —dijo la señora radiante de energía—. ¡Ya vamos a empezar!
Dicho eso, la señora María Elena organizó un grupo donde haría que todos eligieran su papel en la obra.
Yo estaba recostada en la pared blanquecina, con los brazos cruzados, mirando a mi alrededor.
Hasta que se me acercó Jelyna.
—¿Y tú serás...?
—Ninguno. —respondí.
—Ya veo —dijo.
—¡Allison Rodríguez! ¿Ya sabes que papel escoger? —me dijo la señora María.
—De hecho no quiero participar —dije.
—Pero eres perfecta para cualquiera de los dos papeles. ¿Por qué no quieres...?
Antes de que la profesora María Elena continuará, apareció Samantha Hoffman. Una chica de diecisiete años con cabello rojo y ojos azules. De estatura alta y complexión delgada a decir lo siguiente:
—Si Allison no quiere ser ni Romeo o Julieta, yo puedo ser Romeo.
—Mmm... No lo sé.
—Digo, no es como que la necesitemos —agregó.
—Te puedo escuchar —le recrimine.
—Ja, ja perdón. —dice con un tono más falso que las mentiras que dice mi mamá—. Es que como dijiste que no querías participar, pues dije eso. Pero no te quería molestar. En serio.
Sé ve que quiere provocarme.
—No lo hagas de nuevo —le dije.
—Uy, pues perdón.
Sé que sus disculpas no son sinceras. Sin embargo no diré más al respecto.
Solo me límite a lanzarle una mirada y ella se giró sobre si misma y se dirigío a la señora María.
—También no hace falta que escoja a Julieta, Melanie Dashton es perfecta para ello —siguió.
—¿Melanie Dashton? —repitió la señora María Elena—. Lo tomaré en cuenta. Ahora ve a tu asiento.
Antes de que se fuera Samantha, se dirigió hacia mi y me dijo: —Si no quieres ser Romeo o Julieta, me da igual. Solo sal de mi camino, ¿entendiste?
MELANIE DASHTON
—¿De verdad voy a ser Julieta? —le pregunté a Samantha nerviosa.
—Si —afirmo con una gran sonrisa—. Y yo Romeo.
—¿Cómo lo hiciste? —le pregunté sin poder contener la emoción.
—Magia.
Sonreí y me acerqué a Samantha, pero en eso...
—Estoy dispuesta a hacer el papel de Romeo —dijo Allison Rodríguez.
—¿Cómo? —dije yo en voz alta.
—Pensé que no querías participar —dijo la profesora Elena.
—Tsk —le escuché decir a Samantha.
—¿Samantha? —pronuncié.
—Ah, no es nada dulce nectar —afirmó con una suave sonrisa.
Yo sonreí también.
Allison Rodríguez va a participar, jamás me lo imaginé...
¿Ahora qué haré?
—Bueno, dado el caso —dijo la profesora María Elena captando nuestra atención. —Allison y Samantha competirán por el papel de Romeo. Y Ivonne por el de Julieta.
¿Ivonne Hadson?
NO PUEDE SER.
—Te deseo suerte —me dice Ivonne cuando pasa por mi lado—. La necesitarás.
***
3 HORAS DESPUÉS.
Ya no me quedan uñas. Se los juro.
Aunque al principio no quería participar, heme aquí.
—Pero madre mía, lo que es el chisme —dice Lucía.
Le doy toda la razón a mi amiga. ¿Quién no ama el chisme?
Todos, claramente.
—¿Y si gana Allison Rodríguez? —pregunté preocupada.
—Simplemente te salís y ya —respondió Camila salvandome la vida.
—¡Oh! ¡I have it! —dije yo.
Y ahí se terminó nuestra conversación.
Estaba sacando tres libros de mi casillero, cuando de repente, la persona menos esperada apareció. Y era Allison Rodríguez.
—Escucha Dashton, Hoffman no es lo que aparenta —dijo con su voz tranquila y pausada—. No deberías acercarte a ella.
—¿Allison? —dije yo incrédula. —¿Qué haces aquí? No, de hecho, ¿por qué quieres ser Romeo? ¿Y a qué te refieres con que Hoffman no es lo que aparenta?
—Responderé todas tus preguntas una por una —dijo con voz calmada—. Estoy aquí para avisarte de Hoffman. Y quiero ser Romeo porque no quiero que ella se lleve el papel. Cómo te dije no es lo que aparenta. No te dejes engañar por su bonita apariencia.
Me encuentro en un dilema.
No sé ni que creerle a Allison Rodríguez.
—Samantha es buena persona. —dije—. La conozco. Es mi amiga y sé que no haría nada malo para perjudicar a los demás.
Denle un sape a mi yo del pasado.
—Eso es lo que ella quiere que creas —siguió Allison Rodríguez—. ¿Desde hace cuanto la conoces?
—Pues desde hace dos semanas...
—¿Qué tanto puedes conocer a una persona en dos semanas? —continuó.
—Bastante. Ya me tengo que ir —le dije—. Adiós.
¿Será coincidencia?
Si, es lo más probable.
Samantha es una chica dulce. Me lo ha demostrado en más de una ocasión.
ALLISON RODRÍGUEZ
Intentar hablar con Dashton fue una tarea difícil.
Pensé que al menos me creería, y aunque me escucho, no me creyó.
Demonios...
—¿No te dije que no intentaras ser Romeo?—me recriminó Samantha en un lugar desolado.
—¿Acaso te importa? —le dije fastidiada.
—Claro que me importa estúpida.
—No me vuelvas a llamar así —le dije.
—¿O qué? —dijo acercándose peligrosamente hacia mi.
—A pesar de todo no te quiero hacer daño, Hoffman —dije.
—Ja, ja —se río agriamente. —Ese puesto de Romeo solo es para mí. ¿No te das cuenta que yo soy la más apta para ese papel? Tan solo mírame. Soy perfecta.
—Bájate de tu nube imaginaria.
—Ja, ja, ja —más risas—. Que condescendiente eres Rodríguez. Pero te lo dije, ¿no? Que te mantuvieras alejada de mi camino.
—Tarde o temprano todo el mundo sabrá la verdad acerca de ti —le dije antes de irme del lugar.
—Eso quisieras! —le escuché gritar antes de irme.
Esta chica es increíble.
Regresamos a clases, y por fin, después de tres largas horas terminaron cada una de las clases.
Me subí a mi auto deportivo negro, mientras llevaba a mi conquista del día.
Ella y yo nos besamos con pasión y la atraje hacia mi en un movimiento lento.
—¿De verdad vas a ser Romeo? —me dijo ella despegandose de mis labios. —¿Sabias que te vas a besar con la que gane el papel de Julieta?
—Lo sé —le dije— Pero no pensemos en eso, preciosa.
—Trataré —murmuro ella sobre mis labios.
Pronto se hizo presente una erección en mis jeans.
—No voy a aguantar —le susurré en su oído.
—Hagamoslo aquí —propuso ella.
Yo no tenía objeciones.
Arranque y nos lleve a un lugar desolado fuera de la preparatoria.
Y como si la vida se me fuese en ello, le arranque la ropa.
MELANIE DASHTON
—Bueno chicas, ya me tengo que ir. —les dije a mis amigas.
—Cuídate —me dijo Mamá Camila. —Y mantente alejada de los desastres.
—¡Sip! —le dije.
Azote la puerta y me subí al camión.
Pagué la cuota y después me senté en un asiento disponible.
De camino al trabajo me mensajeaba con Samantha.
Samantha: Realmente me gustas.
Espera un momento... ¿Mi crush acaba de decir que le gustó y no es un sueño?
Alguien pellizqueme.
Samantha: Espero no haberte incomodado.
Yo: ¡Para nada! Es que... No sé cómo reaccionar. Tú... Tú también me gustas.
Samantha: Ow. ¿En serio? :D
Esbozé una sonrisa parecida a las que hace Charlie de Heartstopper.
Yo: Sí... Estoy realmente nerviosa. No lo puedo creer.
Samantha: ¿Quieres que nos veamos?
Yo: ¡Sure! Pero voy al trabajo...
Samantha: Cuando termines. ^^
Yo: Seguro.
Y con eso termino nuestra conversación.
***
Trabajo en una cafetería a tiempo completo en la que actualmente me va muy bien. Por sorpendente que parezca, mi torpeza no se hace a notar cuando trabajo.
Es más, parece que se va.
—Melanie —me llamó el gerente. —Ayuda a que la nueva se integre rápidamente.
¿Nueva?
—Claro. ¿Quién es la nueva?
—La señorita Ivonne Hadson.
—¿Cómo dice que dijo?
—Ayudala a integrarse. —finalizo antes de irse.
Díganme que no escucharon lo mismo que yo.
Cómo si se tratase de una broma de mal gusto, apareció una chica teñida de rubia de estatura media, aproximadamente 1.65 centímetros, frente a mis ojos avellana.
Ivonne...
La rubia teñida.
—Oh —dice con un tono de sorpresa fingido—. Con que tú trabajas aquí.
—¿Qué haces aquí Ivonne? —le dije claramente disgustada.
—Eso debería preguntartelo a ti, Melanie.
Hoy va a ser un largo día...
ALLISON RODRÍGUEZ
Después de estar con Celina, ella se fue a su casa y yo aproveché para salir con Paúl y Saúl.
Los únicos dos mejores amigos que tengo en la vida.
—Escuche que abrieron una nueva cafetería —dijo Paúl ganándose mi atención. Con ellos no tengo que fingir ser la chica perfecta, puedo ser yo misma—. ¿Vamos a verla?
—Claro —dije yo. Soy team café sin azúcar.
Un momento después me levanté de mi asiento y salimos del club de billar.
Y fuimos a la nueva cafetería.
Al entrar noté un ambiente ambientado de los años 80s algo que realmente me dejó maravillada.
No es tan común ver cafeterías así hoy en día.
—¿Cuando abrieron esta cafetería? —le pregunté a Paúl.
—Desde hace tres días —respondió Paúl.
—Es realmente hogañera y cálida —observé. —No hay nadie que trabaje aquí del bachillerato, ¿cierto?
—Así es, darling.
Empezamos a chismear Paúl y yo, hasta que más adelante vimos a Melanie Dashton tropezar con todo y la orden que seguramente alguien le había pedido.
—¿Te ayudo? —le pregunté agachandome al mismo ritmo que ella.
—¡Allison? —respondió ella en un susurro.
-¿Tanto te quita el aire verme? -dije con una sonrisa.
—¿Cómo? —dijo Melanie Dashton poniéndose roja.
—Es broma —aclare con una risa—. Toma.
Le ayude a levantar el plato y Melanie me agradeció por lo bajo.
—Es tu primera vez haciendo esto? —pregunté.
—No, no ya llevo semanas. Es solo que... Estoy nerviosa.
—¿Por qué? —me interese.
—Ivonne Hadson es la nueva que trabaja aquí —empezó a decir—. Y además... También vino alguien más.
—¿Quién?
—Samantha Hoffman.
No puede ser.
—¿Samantha Hoffman? —repetí y Melanie asintió.
Era lo último que me faltaba.
—Hola, Melanie y... Hola Allison. —nos saludó Samantha.
Joder.
MELANIE DASHTON
Hoy estoy más torpe de lo normal.
Santo cielos.
Pero son por las palabras de la maldita rubia teñida...
FLASHBACK
-Eres una simplona -dijo ella despectiva-. ¿Quién se fijaría en ti? No eres más que una pobre chica torpe y distraída. Siempre la vas a a cagar.
-Eso es lo que tú crees -me defendí.
-Ja, ja, ja -se burló -. Ve y demuestra que me equivoco.
Y eso hice.
Mala idea...
FIN DEL FLASHBACK
Las palabras de la maldita rubia teñida cobran fuerza cuando terminó por tropezar y hacer caer todo el pedido que me habían pedido.
No. No. No.
Maldita sea...
-¿Te ayudo? -dijo de repente Allison Rodríguez logrando impresionarme. ¿Qué hace ella aquí?
-¿Allison? -respondí incrédula en un inaudible susurro.
-¿Tanto te quita el aire verme? -preguntó ella con una sonrisa sincera.
-¿Cómo? -sin quererlo, mis mofletes se tiñeron de rojo.
—Es broma —aclaró con una suave risa—. Toma.
—Gracias... —le agradecí por lo bajo cuando me ayudó a levantar las cosas que se me cayeron.
—¿Es tu primera vez haciendo esto? —preguntó.
—No, no ya llevo semanas — contesté—. Es solo que... Estoy nerviosa.
-¿Por qué? -se interesó.
-Ivonne Hadson es la nueva que trabaja aquí -empecé a decir-. Y además... También vino alguien más.
-¿Quién?
-Samantha Hoffman.
-¿Samantha Hoffman? -repitió Allison y yo asentí.
-Hola, Melanie y... Hola Allison. -nos saludó Samantha y yo sonreí tímidamente.
* * *
-¿Entonces cuál sería su orden? -pregunté tímida.
-Mira querida, un capuchino -dijo Paúl.
-¿Y ustedes? -dije anotandolo en la libreta que traía para anotar pedidos.
-Un café normal cargado y sin azúcar -dijo Allison.
-Lo mismo -dijo Saúl cruzado de brazos.
-Enseguida se los traigo -dije y corrí del lugar.
Ahora estoy más nerviosa. Está aquí Allison Rodríguez, con dos chicos que no conozco, junto a Samantha Hoffman y Ivonne Hadson...
¿Este día podría ser más peor?
-¿Te pasa algo Melanie? -me preguntó Ashley.
Ashley es otra de mis mejores amigas y confidentes que tengo desde hace meses.
La conocí en el club de Arte y desde entonces congeniamos bastante bien. No la cambiaría por nada del mundo.
-No te preocupes. Es solo que, estoy nerviosa...
-Tipíco de ti -dijo ella con una ancha sonrisa.
-Sí... -sonreí cabizbaja.
-Otra vez vas a cagarla -me susurro la maldita rubia teñida antes de que me fuera-. Y está vez me encargaré de que mi Allison no te ayude.
¿Escuché bien?
¿Su Allison?
-Desde hoy me vas a dejar de molestar Ivonne -dije con imposición.
-¡Maldita! -chillo ella y posteriormente se fue.
Un momento después cogí la orden de los chicos y fui con toda la actitud triunfante después de haberle plantado cara a Ivonne.
Pro entonces...
Tropecé con mi pie.
Así es señores ya la cagué.
-¿Estás bien? -me preguntó Allison.
-Sí... Solo me caí.
Nombre qué gran descubrimiento hiciste Melanie.
-Qué distraída eres -se burló y yo fruncí el ceño.
Iba a decir algo, pero apareció Samantha y me ayudó a levantarme.
Mis mejillas estaban sonrojadas.
-G-Gracias -agradecí tímida.
-Vámonos de aquí -cogió mi brazo. Yo me sonroje a más no poder-. Ya hablé con tu jefe, Allison te remplazara.
-¿Y qué tal si me opongo? -dijo Allison cruzada de brazos.
-Claro, eres Allison Rodríguez, la que nunca piensa en nadie -empezó a decir Samantha-. La sarcástica y popular que nadie quiere. Tanto como por adentro, como por afuera eres una egoísta.
-No hace falta que Allison me remplace -hablé-. No puedo ir, lo siento Samantha...
Samantha me miró afligida.
-Está bien, ya será en otra ocasion. Hasta luego, Melanie.
Me hubiera gustado ir con ella...
Pero tengo que trabajar.
AL DÍA SIGUIENTE
-¡Buenos días Jovenes! -saludó la profesora María Elena. -Vayan al salón de obras. Ya empezaremos con la obra.
Me levanté de mi pupitre en compañía de mis amigas y fuimos a el salón mientras les contaba (con lujo de detalles) todo lo que pasó ayer en mi trabajo. Lucía me cotilleo con Samantha, mientras que Camila siguió diciendo que Samantha no le agradaba nada.
Llegamos al salón y la profesora María Elena dijo: -Samantha Hoffman y Allison Rodríguez vengan aquí.
Después del nombramiento Samantha y Allison subieron al escenario.
-La que mejor lo haga tendrá el papel de Romeo -dijo la profesora. Muy seguramente quiere drama-. Lo mismo va para ustedes, Ivonne y Melanie.
Oh, no.
No debí aceptar.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro