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19 - Ella ☄️

Lucía López en multimedia.

MELANIE DASHTON

Jueves.

Ya no falta mucho para que llegue el tan ansiado y aclamado viernes.

Pero hoy va a ser un día difícil. Y se los digo desde ya, por la clase de Matemáticas.

—Disponen de treinta minutos para contestar la página doscientos de su libro y después pasaran uno por uno a la pizarra a resolver los ejercicios.

Jodidamente genial. 

Cada vez que estoy enfrente de la pizarra, me congelo completamente y no puedo más con la situación.

¿Qué demonios haré?

—Melanie Dashton —me nombra el profesor pasados unos minutos—. Pase a resolver la primera ecuación.

—Ojalá lo contestes mal —me susurra Ivonne.

—Cállate —la mandé a callar.

Yo tengo buenas notas en casi todas las materias, pero en lo que más fallo es en socializar. En eso soy pésima.

La ecuación es sencilla, o al menos para mí si lo es, así que contestó y anotó la respuesta en la pizarra y el profesor gesticula un: —Pase el siguiente.

Sobreviví.

—Bien hecho —murmura Lucía cuando me siento en mi pupitre. Yo sonrío y Ivonne chasquea la lengua.

—Ivonne Hadson.

La maldita rubia teñida se levanta y yo la miré con aburrimiento, colocando una mano en mi mejilla izquierda en señal de aburrimiento total.

Y así transcurrieron varios minutos, en los que pasaban mis compañeros uno por uno, hasta que llegó mi salvación. El recreo.

—Melanie, ¿tienes un minuto? —me habló Allison cuando pensaba en salir del aula.

—Sí, ¿qué ocurre?



ALLISON RODRÍGUEZ



Quizás lo estaba pensando demasiado, pero la chica que tanto estoy buscando, estoy un 80% segura de que es Melanie. Ahora, mirando la caligrafía de Melanie, que si bien no es la misma a la de la carta, tiene un detalle que había dejado escapar; la carta tiene el mismo dibujo que Melanie me hizo. Así que indirectamente se le debe haber olvidado ese detalle. O no se lo olvido, y lo hizo como indirecta.

Sea cual sea la razón, necesito hablar con ella.

—Melanie, ¿tienes un minuto?

—Sí, ¿qué ocurre? —respondió ella. 

Debe ser ella.

—¿Esta nota es tuya? —pregunté mostrándole la carta.

—¿Cómo? —dijo Melanie sorprendida y ruborizada.

—¿La escribiste tú? —seguí.

—¡Allison! —un momento después, apareció la jodida de Ivonne. Lo cual me exasperó—. ¿Me enseñas tu nueva canción?

—Estoy ocupada Ivonne —dije mientras que Melanie miraba con mala cara a Ivonne.

—¡Ándale! —continúo ella. Qué puto dolor de cabeza es esta chica...—Será rápido.

—Ivonne, ya te dije que...

—Sé quien es la chica que te escribió la carta. —susurró en mi oído.

No pude resistir mucho la tentación así que, acepte.

Pero ahora sé que no debí haberlo hecho...



MELANIE DASHTON




Que las cosas hayan terminado así, me sabe mal. 

Ya me sentía lista para confesarle mis sentimientos a Allison. Pero mis amigas dijeron que no. Que todavía no era el momento oportuno.

—En mi opinión, deberías esperar un poco más tía —me dijo Lucía mientras le daba una mordida a su hamburguesa.

—¿Ustedes creen que debería esperar un poco más...? —pregunté observando mi comida.

—Desde luego tía —dijo Lucía dándole un trago a su refresco.

—Es mejor dejar que se enamore verdaderamente de vos —habló Camila. 

—Tienen razón... —susurré—. ¿Pero en serio voy a lograr enamorar a Allison?

—No lo dudes tía —dijo Lucía—. Eres una tía muy maja, y muy amable. Si no se enamora de ti Allison es porque es una cabezotas.

—Más que enamorarla, quiero curarla de su pasado —confesé. —Quiero que Allison vuelva a ser feliz y supere su pasado.

—Eso es a lo que llaman amar de verdad —comentó Camila sonriendo.

—Je —me reí timidamente.

—De verdad que eres muy linda, Melly —dijo Lucía despeinando mis cabellos rubios.

—Jajaja —solté una carcajada y posteriormente observé a Allison mirarnos a la distancia con una mirada indescriptible.

—¡Esta oportunidad no la voy a dejar pasar! —dice Lucía, lo cual me confunde, pero más me confunde cuando me arrastra hasta con ella y me acaricia la cabeza.

—¿Lucía? —dije yo confundida—. ¿Qué haces?

—Mírala tía —respondió Lucía, señalando con la mirada a Allison.

Allison nos miraba con una mirada sombría, pero a la vez indescriptible. Era como misteriosa...

Yo me removí en mi lugar, deseando que fuera Allison la que estuviera conmigo.

Acto seguido, Allison le prestó atención a lo que decía Logan y desvío la mirada. Pero cuando yo no estaba mirándola, ella nos miraba a la distancia.

—Se puso re celosa —comentó Camila.

—¡¿Qué?! —dije yo incrédula y ruborizada—. ¿Celosa? ¿Allison? Nah.

—Tía, hasta acá le veo lo celosa.

—No creo... —susurre mirando a la distancia a Allison. —Ella... No se pondría celosa... Ni menos por mi...




ALLISON RODRÍGUEZ





Tras aceptar la propuesta de Ivonne, fuimos al salón de música.

Pero en eso, Ivonne se acercó demasiado hacia mi cuerpo. Y me dijo: —Allison, siempre me has gustado. Me gustaría que me des una oportunidad...

Yo me quedé atónita ante la situación, no reaccionaba, y fue entonces que Ivonne acaricio mi mano y se acercó a mis labios.

Yo me alejé y la miré con el semblante serio.

—Ivonne no me malinterpretes —le dije—. Solamente te veo como una compañera. A mi ya me...

Me detuve por unos instantes.

—A mi ya me gusta alguien más —agregué peinando mi cabello castaño hacia atrás. —Así que te pido de favor, que dejes estas actitudes conmigo.

—¡¿Pero por qué Allison?! —chillo Ivonne. —¡Si yo te he apoyado mucho, soy tu fan número uno! ¡He estado contigo en las buenas y en las malas! ¡Y no me vayas a decir que no es así!

—Ivonne...

—¡Pero nada! —repuso ella enojada—. Pero nada... ¿Qué tiene esa chica que no tenga yo?

—No se trata de que tengas o no tengas, ella me hizo sentir lo que nadie me ha hecho sentir —respondí. —Y por eso...

—¡Eres una odiosa! —me ataca Ivonne verbalmente—. ¡¿Y qué carajos significo yo entonces?!

—Ivonne, te repito que solamente te veo como una compañera más —agregué.

—¡¿Ahora sí, verdad?! Ahora soy tu compañera. Pero antes no decías eso cuando me besabas. Es ridículo que te hayas enamorado por un simple beso, ¡eso ni siquiera tiene lógica! —espeta frustrada. —Allison, tú ni siquiera te sientes atraída hacia esa chica, solo es calentura lo que sientes. Y te lo puedo demostrar.

—¿Y quién eres tú para decir que siento o no sobre mis sentimientos? —dije cansada—. Un beso es capaz de enamorar a las personas por el sentimiento que se produce a la hora de darlo —expliqué—. Y por lo tanto, yo me enamore no solo por el hecho de besarla, sino por lo que sentí con ese beso. Así que...

—¡Te odio Allison! —dijo Ivonne enojada—. ¡Te odio! ¿Por qué no te pudiste enamorar de mi?

—Ivonne, mira, lo siento... Pero...

—¡Pero nada! ¡No puedo creer que sea tu fan número uno! ¡Me voy!

Y sin más se fue...

.

.

.

Me dejó un sabor amargo la plática que tuve con Ivonne... Pero una vez que ella se fue, me fui con los populares.

Mientras estaba en la mesa comiendo con los populares, voltee a ver a Melanie, y ella me correspondió a la mirada cabizbaja. Pero fue entonces, que Melanie dijo algo y Lucía le despeinó los cabellos rubios a Melanie entre risas por parte de ambas.

Pero lo que me terminó por hacer sentir un sentimiento extraño e indescriptible, fue cuando Lucía arrastró hasta con ella a Melanie y le acaricio la cabeza... Me sentí confundida unos instantes, porque yo quise ser la que estuviera en el lugar de Lucía.



MELANIE DASHTON



Allison nos miraba a la distancia con una mirada difícil de descifrar. Pero todo quedó ahí, cuando timbró de nuevo la campana, anunciando que ya se había acabado el recreo.

Lucía me soltó y mis amigas se levantaron de las sillas, al mismo tiempo que yo lo hice. Posteriormente caminamos de vuelta a la cárcel, denominada salón de clases y entramos al aula.

Seguido de eso, ví a Allison entrar en compañía de los populares sin neuronas, al salón. Ella me miró y después fijó su mirada en la pizarra.

Hoy tenemos clases con la profesora de Química.

—Buenas tardes jóvenes —dijo la profesora tras entrar al salón. —Todos vayan al salón de Química, tenemos una actividad. 

Jodidamente maravilloso. (Nótese el sarcasmo).

Fuimos al salón de Química, y en el camino platicaba con mis amigas sobre Percy Jackson y El ladrón del rayo. Es el primer y —único— libro que Lucía ha leído en toda su vida.

—Decidme con quién se queda Percy —nos pidió nuestra amiga.

—Leete los demás libros —repuso Camila.

—Estoy de acuerdo con Camila —dije.

Y seguimos conversando, hasta que llegó la profesora María Elena y dijo: —El grupito de allá atrás se me separa en este momento.

Nosotras éramos el grupo de atrás.

Mierda.

—Dashton —me llamo la profesora, oh no—. Véngase para acá.

Me señaló con la mirada el lugar donde debía estar, que venía siendo al lado de Allison. A ella y a su grupito también les dijo la profesora que se separarán, y por lo tanto, he quedado con Allison, Mike con Camila, Logan con Ivonne y Brian con Lucía.

—Hey —me saludo Allison.

—Hey —respondí.

—¿Cómo vas con The Umbrella Academy?

—Bastante bien, ya voy en el capítulo siete.

—Cool.

—Sí —dije con una tenue sonrisa. —¿Y tú?

—Ya me acabe las dos temporadas —dijo Allison—. Me envicie.

—Vaya, es increible. ¿Cuál es tu mayor récord de acabarte las series hasta ahora? La mía fue en un fin de semana.

—Diria que tres días —dijo Allison—. En tres días me acabe Grey's Anatomy.

—¡¿Really?! Ay, otra vez se me salió lo gringa... —esbozé una sonrisa culposa—. Lo siento. No sé porque...

—No te disculpes —dijo Allison—. Eso te hace única.

Mis mejillas se calentaron con ese comentario suyo. Por lo que desvíe la mirada para que no me viera Allison.

—Gracias —dije sin atreverme a mirarla.

—Solo digo la verdad.

Sonreí y posteriormente la profesora dijo las respectivas instrucciones de la práctica.

—Tienen cuarenta minutos para hacer la actividad —sentencio la profesora.

—Bien, ¿empezamos? —me gire hacia con Allison, y fue entonces que nuestros dedos se rozaron simultáneamente.

—Sí. Empecemos —respondió ella.

Hicimos la práctica, entre bromas amistosas entre nosotras.

Me divertía mucho estando con Allison.

—¿Con qué así vamos chica nerviosa?

—Sí chica con complejo de escritor —me reí.

—Tendrás que buscarte una risa menos tierna —dijo Allison.

¿Cómo?

—¿P-Por qué lo dices? 

—Te ríes muy tiernamente —dijo atreviéndose a tocar mi cabello por unos instantes.

Su tacto es cálido.

Ay, Dios mío. ¿En qué estás pensando Melanie?

—¿Después de clases vienes al salón de música? —me preguntó Allison.

—Seguro.

***

2:10 PM.

Todas las clases ya habían finalizado. Por lo que les conté a mis amigas que Allison me había invitado al salón de música, por lo que se despidieron de mi con una sonrisita insinuante.

Me shippean a muerte con Allison.

Literalmente por todo y cuando digo todo, es todo.

Salí del salón y fui hasta el salón de música. Al llegar, me encontré a Allison esperándome afuera. Acto que me hizo enamorarme aún más de ella. Me estaba esperando.

Aunque...

—Hey —la saludé.

—Hey —correspondió el saludo.

Entramos al salón de música y posteriormente Allison palpo un lugar a su lado.

—Siéntate —me indicó.

Haciendole caso a sus palabras, me senté en la silla negra. Mientras que Allison destapaba su piano. Seguido de eso, se giró sobre si misma y me dijo: —¿Quieres que te enseñe a tocar el piano? 

—¡Omg! ¡Claro que sí!

Allison esbozó una cálida sonrisa y me enseñó guiandome, moviendo mis dedos. De tal manera que Allison movía mis dedos mientras me enseñaba y me explicaba como se debía tocar el piano.

—¿Cuál es tu canción favorita? —me preguntó.

—Me gusta "Rolling In The Deep" de Adele.

—Perfecto —dijo y un segundo después, valiéndose de mis dedos, empezó a recrear la melodía del inicio.

—Tocas precioso —le dije fascinada.

Allison me miró con el semblante serio y después esbozó una sonrisa. Gesto que me enamoro.

Sonríe tan bonito...

—Allison... —la llame timidamente—.  Tu cabello es realmente bonito. Me gusta.

—Gracias, el tuyo también es bonito.

—Y-Y tu sonrisa también es bonita. 

Como ya pudieron darse cuenta, doy asco ligando.

—Espera Dashton, ¿me estás ligando? —me preguntó Allison sin poder evitar no reírse.

—No qué va que dices.

Se río dulcemente y agregó: —Ligas terrible, chica nerviosa.

Yo sonreí.

—Bueno, continuemos —dijo Allison.

Y eso hicimos.

Continuamos tocando el piano, divirtiéndonos, hasta que una voz hizo eco en el salón de música.

—Yo soy la chica que buscas —dijo esa voz.

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