14 - Fiesta de Bienvenida II 🪐
MELANIE DASHTON
Me sentía bastante nerviosa, porque una parte de mi sentía que se trataba de Allison, la que me estaba besando.
Pero no aguante más la tentación de no saber con quien me estaba besando, y me quite el vendaje y lo que ví, fue una cabellera castaña, piel medio morena y unos labios rosados con ligereza tendencia a estar rojizos, besarme. Era Allison.
Me sonroje y cerré los ojos y posteriormente con timidez lleve con lentitud mi mano hacia el rostro de Allison, y dudando de si hacerlo o no, termine por acariciar su rostro y dejar mi mano en su mejilla.
—Creía que eras alguien más —dijo Allison logrando exaltarme. —Pero esa chica no huele a fresas.
No supe que decir, por lo que me quedé callada.
¿Le digo que soy yo?
¡Santos cielos! ¡¿Qué hago?!
—Sé que es extraño... Pero, ¿te puedo volver a besar? —volvió a hablar Allison, logrando que mi corazón diese un vuelco.
¡Dios mío! ¡No sé que decir!
—Sí... —susurre logrando cambiar mi tono de voz.
Y entonces Allison me besó.
Abrí los ojos y pese a que no veía nada por los vendajes, sentía que Allison me estaba mirando a través de la tela. ¿Cuántas posibilidades habían de que esto pasará? ¡Cero probablemente! ¡No lo puedo creer!
Mi primer beso, con el que tanto había soñado, lo estaba teniendo con la Alfa que más me gustaba. Pero por unos instantes, sentí un sentimiento extraño que me decía, que corriera, que escapara, pues Allison es una rompecorazones, pero por otro lado, quería quedarme y asumir las consecuencias. Pues ella es la que hacía latir mi corazón así.
—¡Allison! —escuché gritar a Geraldine afuera del salón y yo me tense. —¿Estás ahí?
Allison por un instante más, me besó como si no quisiera despegarse de mis labios y me dió un último beso antes de alejarse con lentitud de mi.
—Sí, aquí estoy —dijo Allison pero antes de irse, se dirigió hacia mi y agregó: —Espero volver a verte —y posteriormente se fue del salón azotando la puerta.
¿Qué... rayos acaba de pasar?
¡¿Acaso se quitó el vendaje y me vio?!
Y lo que es aún más importante... ¿Así actúa con todas Allison...?
¿Solamente me ligo o lo dijo de verdad?
Cuánta intriga tengo...
.
.
.
Un momento después, me quite el vendaje y toque mis labios. Aún siguen tatuados sus labios rosados sobre los míos.
Esto es malo, muy malo...
Aunque estoy feliz por dentro, sé que tal vez para Allison pudo haber significado nada.
Salí del salón y me encontré a Camila y a Lucía buscándome.
—¡Chicas! —las llame y ellas voltearon de inmediato.
—¡Melly! —dijo Lucía y se acercó hacia mi con Camila. —Te estábamos buscando.
—Yo también las estuve buscando —respondí—. Chicas, tengo que contarles algo...
ALLISON RODRÍGUEZ
En medio del salón oscuro donde estábamos a ciegas, percibí un olor a fresas que me dejó con la sensación de querer olerlo por más tiempo. La chica con la que estaba aquí adentro, por unos momentos pensé que se trataba de Geraldine. Pero tras besarla y darme cuenta de su inexperiencia y de su característico olor, supe de inmediato que no se trataba de ella. Sino de alguien más.
Al momento de besarla, se volvió algo adictivo. De pronto, algo que nunca había sentido con ninguna otra chica, lo había sentido por ella.
¿De verdad esto me estaba pasando a mi?
Poco después ella acaricio mi rostro, su mano era cálida, y ante eso sentí algo en mi interior.
¿Hace cuánto tiempo que no sentía esto?
—Creía que eras alguien más —le dije. —Pero esa chica no huele a fresas.
No obtuve respuestas de su parte. Pero tenía una llama en mi interior, una pasión de volver a besarla, así que abrí la boca y dije: —Sé que es raro... Pero, ¿te puedo volver a besar?
—Sí... —respondió ella con la voz un poco extraña.
Me acerqué a su rostro y un momento después la bese con lentitud. Ella correspondió algo tímida, y así estuvimos durante unos segundos, olvidandonos de todo el mundo.
—¡Allison! —escuché mi nombre salir de la boca de Geraldine, y yo me sobresalté—. ¿Estás ahí?
—Sí, aquí estoy —respondí—. Espero volver a verte.
Y sin más, me fui.
Por un momento me reí de mi misma, al darme cuenta de lo mucho que había disfrutado ese beso, pero sobre todas las cosas... Por querer encontrarme de nuevo con aquella chica de olor a fresas.
—¿Quién era ella? —me preguntó Geraldine.
—No lo sé, pero espero volver a verla.
***
Aunque la fiesta continúo, no podía pensar en nada más que no fuera en esa chica.
Sé perfectamente que lo que siento por ella, es atracción. Pero no dejo de preguntarme porque. No la conozco, y ni ella me conoce. Pero... Aún así, eso no le importa a tu corazón si se trata de enamorarse. Melanie Dashton es la única que me puede sacar de dudas. Ella estaba enamorada de mi como la chica del piano. Ella puede ayudarme a descubrir que siento por esa chica.
—Te noto algo diferente —me dijo Geraldine—. ¿Pasó algo?
—¿Recuerdas a la chica de cabello rubio y de ojos avellana?
—Ah, si claro que la recuerdo —respondió un segundo después. —¿Qué pasa con ella?
—Necesito hablar con ella.
—¿Por qué?
—Tengo una duda...
—Ahora que la mencionas... La ví bailando en la pista con una chica de cabello pelirrojo y otra con gafas. ¿Te sirve?
—Demasiado, gracias Geraldine.
Fui hacia la pista y posteriormente camine hasta dar con Melanie, quien al verme, se sobresalto y sonrojo.
—Allison me da gusto verte —habló Melanie—. ¿Pero qué haces aquí?
—Venía a preguntarte algo.
—Oh, seguro.
—En privado —le susurré.
—Oh, claro. Eh, chicas ahorita vengo.
—Vale —respondió Lucía y seguido de eso, nos fuimos Melanie y yo hacía un lugar desolado, dónde no se escuchará la canción de "Rabiosa" de Shakira.
—Y bien... ¿Cuál era tu pregunta?
—Melanie, antes tú gustabas de mi cuando no sabías que era la chica del piano, ¿cierto?
—Emm... Sí.
—¿No te importo que no me conocieras? —añadí confidente—. Quiero decir, ¿no te importo no saber quien era la chica que te gustaba?
—Oh, eso... —se rasco la nuca avergonzada. —Pues... Quería conocerla, digo conocerte. Pero me gustabas. Aunque no supiera quién eras. Y aunque fue raro al principio, poco después me di cuenta de que... Me gustabas aún sin saber quién eras. Pocos son valientes para enamorarse de alguien que no conoces, pero solo son contados los que aman de verdad pese a eso.
Pocos son valientes para enamorarse de alguien que no conoces, pero solo son contados los que aman de verdad pese a eso.
Vaya. Esas palabras se grabaron profundamente en mi corazón, el cual creí que no volvería a latir por alguien más.
¿Es posible enamorarse de una desconocida con la que solamente te besaste?
—Tiene sentido —respondí. —Pero ahora imaginemos que con esa persona llega a pasar algo más, como un beso. ¿Tú crees que es posible enamorarse de algo tan simple como eso? ¿Cuáles son las probabilidades?
—Pues... Creo que si es posible —contestó.
—¿Y como por qué podría ser posible? Digo, al final de cuentas no la conoces.
—Creo que eso no importa si de verdad hay amor —dijo Melanie. —Al final en el corazón no se manda. Te puedes enamorar por la cosa más simple.
—¿Y qué harías si te gustará una chica con la que te besaste pero no sabes quién es?
—Yo...
Creo que mis dudas se están disipando.
—Yo... Bueno, sería raro, ya que no la conocería y solamente... —añadió tímida. —la he besado, es que es tan difícil el amor.
—Y vaya que lo es...
—¿Qué dijiste? —preguntó Melanie confundida.
—Que el amor es una complejidad y el reto más difícil que existe en el jodido mundo.
—¿Por qué lo dices? —me preguntó con las cejas alzadas.
—Porque... —dije y me acerque confidente—. Creo que hay alguien que ha hecho que mi corazón vuelva a latir.
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#AllisonDateCuenta
🕯️ Velitas 🕯️, para que Melanie le diga a Allison que es ella con la que se beso.
Quiero darme un momentito para agradecerles por leer mi historia, muchísimas gracias por haberle dado una oportunidad a mi historia. 😭💗
Si llegaste hasta aquí, te mando un fuerte abrazo desde México. 💕
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