ALLISON RODRÍGUEZ

La única verdad acerca de mi, es que ya no entraba en mis planes enamorarme. Tal y como dice la canción de Marilyn Monroe, "i'm through with love" ya le dije adiós al amor. No necesito sentimentalismo en mi vida, y ni mucho menos de algo tan efímero como lo es una relación amorosa.

Para estos puntos, ya ni siquiera sé cuándo empezó todo esto.

Cuando empecé a actuar así...

~ FLASHBACK ~

AÑO 2021.

—Bienvenida a la familia Andrea —le dijo mi mamá a la niñera que me cuidaba.

—Gracias señora —dijo Andrea. —Es un honor estar aquí con ustedes.

Andrea fue la primer chica de la que me enamore.

Mi primer amor.

Dicen que el primer amor es ese gran amor que jamás podrás olvidar. Es aquel gran amor que siempre estará en tu corazón y demás cursilerías. Yo era una chica inocente con respecto al amor, jamás me imaginé que Andrea me hubiera enamorado solo para robarnos el dinero a mi y a mi mamá.

El amor es genuino. Es un bonito sentimiento que me hace sentir viva y querer dedicarle una canción en mi piano a esa chica. O al menos eso es lo que sentía antes de que me lastimara.

—Andrea —la llame—. Mañana ven a mi bachillerato, te tengo una sorpresa.

—Está bien amor.

Me había preparado demasiado para este día.

Estaba tan nerviosa, que sin pensarlo me movía de un lado a otro mientras esperaba a Andrea. Y cuando finalmente llego, la salude. Me acerqué para abrazarla y besarla y ella correspondió. Posteriormente me senté en la silla negra que estaba enfrente del piano y empecé a tocar la melodía de "Perfect" de Ed Sheeran.

—I found a love for me -comencé a cantar algo nerviosa—. Well, i found a girl, beautiful and sweet.

Era la segunda vez que me emocionaba tanto por tocar el piano.

—But darling, just kiss me slow...
Your heart is all I own. And in your eyes, you're holding mine. —continúe cantando, mientras cerraba los ojos y me dejaba llevar por las emociones que sentía—. Baby, I'm dancing in the dark, with you between my arms. Barefoot on the grass, listening to our favourite song.

Abrí los ojos por unos instantes y me encontré a Andrea sonriendome a medio labio y yo sonreí sin darme cuenta.

—When you said you looked a mess, I whispered underneath my breath. —me tome un respiro—. but you heard it, darling, you look perfect tonight.

Posteriormente dejé de tocar el piano y Andrea se lanzó a besarme.

—¡Eres tan preciosa! —dijo ella—. Te amo.

—Me alegro de que te gustará.

—No me gustó, me encantó.

Me reí timidamente.

—Nos vemos en tu casa —le dije.

—Okey.

***

Con un ramo de flores rojas, que eran sus favoritas, toque el timbre de su casa. Pero nadie me abrió. Toque otra vez y paso lo mismo. Así que cogí las llaves de repuesto que tenía Andrea en su maceta, y entré.

Y lo que ví me rompió el corazón en mil pedazos.

Andrea estaba teniendo relaciones sexuales con su mejor amigo Juan, en el sofá.

—¿A-Andrea?

—Oh, eras tú.

—¿Q-Qué significa todo esto...? —pregunté confundida.

—¿Qué que significa? —repitió ella con burla—. Te lo diré, amorcito. Estoy teniendo sexo con Juan, mi novio.

—¿Tu novio? —dije incrédula. —Pero... Tú y yo somos novias, ¿no...? ¡Te traje flores! ¡Tus favoritas! Acaso... ¿acaso no me amas?

—Como decírtelo querida, nunca estuve contigo por amor. Solo por interés. Solamente me interesaba el dinero de tu mamá.

—Qué... —no podía creer lo que oí. Tenía que ser una pesadilla.

Una mala pesadilla.

Pero no. Era la realidad.

Andrea me había sido infiel durante estos ocho meses de noviazgo.

Pero antes de irme de su vida, le dedique "Wrecking Ball" de Miley Cyrus.

Y desde entonces comencé a odiar todo lo relacionado al amor.

Salía con las chicas para llenar el vacío que habitaba en mi corazón, pero muy en el fondo, lo hacía para ver si encontraba el amor de nuevo.

Cosa que no funcionó.

Pero ya no me afectaba.

Solo era una rompecorazones más...

Año 2023. Actualidad.

—Ese meme está buenísimo —me dijo Melanie —Pásamelo. Oh, es cierto. No tienes mi número...

—¿Cuál es tu número?

—Es...

Posteriormente me pasó su número y la agregue en mis contactos. Y seguido de eso, le mandé mensaje por Whatsapp.

Yo: Hey.

Melanie: Hey Adora.

Yo: Ja, ja.

Melanie: JAJAJA.

—Ya estaría —le dije.

—Si.

De pronto se hizo una especie de silencio entre nosotras dos. Pero no me incomodaba.

—¿Qué canción crees que te describe ahora mismo? —me preguntó Melanie.

—Let her go de Passenger. ¿Y qué hay de ti?

—Creo que me describe ahora mismo Pov de Ariana Grande.

—¿Por qué? ¿Estás enamorada?

—No lo sé... Pero cuando estoy con esa persona, me dan ganas de reír a su lado, no sé porque pero me gusta su sonrisa. Pero lo más loco de todo esto, es que su risa antes me parecía molesta y ahora se ha vuelto mi canción favorita. Qué tonto, ¿no? Basta tan solo un segundo para enamorarte.

Abrí los ojos de par en par.

—Creo que eso es amor —le dije.

—Si... —dijo rendida.

Me recuerda a mi yo del pasado.

—Ya no creo en el amor —confesé. —¿Y que me dices tú? ¿Qué te hace creer en el?

—Pues... Creo que el amor en cierta medida es complicado. Pero... No por eso significa que sea malo. Creo en el amor, porque confió en que esa persona muy en el fondo es alguien sensible y que necesita ayuda.

—¿En qué necesita ayuda exactamente?

—Creo que esa persona quiere cambiar. Pero no puede hacerlo por si sola.

—Ya veo —dije. —Pues es increíble que quieras ayudar a esa persona.

—Si —esbozó una gran sonrisa-. Bueno, ¿regresamos?

—Me quedaré un rato más aquí —le comenté. —No me esperes.

—Oh, está bien.

Y sin más, Melanie se levantó de las gradas y se fue.

Hablar con Melanie de romance, me hizo recordar a mi yo del pasado. Yo pensaba que el romance era como Disney lo pintaba, con finales felices. Pero ahora me doy cuenta de lo equivocada que estaba.

El amor es solo un sentimiento de doble filo.

Lastimas, o te lastiman.

Y yo prefiero mantenerme alejada de todo eso.

—¿Me habías llamado? —dijo Geraldine.

—Sí, ¿podemos vernos después de clases?

—Ya sabes mi respuesta.

—Te espero en las gradas.

MELANIE DASHTON

Estoy muy feliz. Pues conocer más cosas de Allison, me hace sentir feliz, ahora sé que su color favorito es el morado, y que su libro favorito es Ciudad de Ceniza y La maldición del Titán. Y que le gusta comer spaghetti, y ver "¿Dónde están las rubias?" Y "Millonarios en Apuros" coincidimos en tantas cosas que me sorprende.

—Good afternon class —saludó la profesora Alejandra en cuanto entro al salón—. Guarden todo, menos su lápiz y goma. Tenemos examen.

Jodidamente genial.

Acatando la orden de la profesora, dejo solamente un lápiz y una goma en mi pupitre grisáceo. Y posteriormente un compañero de enfrente me paso el examen y yo lo cogí.

Okey, veamos.

Primera pregunta: She arrived at 8:00 PM, opened the door and shouted: "Good".

Fácilmente supe que era Evening.

Y así estuve contestando todas las preguntas, hasta que termine. Me levanté de mi asiento y fui hasta con la profesora, ella cogió el examen y me dijo antes de que me fuera "Muy pronto va a reprobar señorita Dashton no se confíe" ¡Qué manía!

—¿Escucharon de la fiesta de bienvenida? —curiosea un compañero.

—Es este sábado, ¿verdad? —respondió otro compañero.

—Sí.

¡Oh, demonios lo olvide por completo!

—Ostia, ya casi es la fiesta de bienvenida —dijo Lucía. —Camila, ¿quieres venir conmigo?

—Ya te estabas tardando boluda.

Solté una carcajada y el profesor me reprendió.

—Señorita Dashton cuéntenos el chiste y así nos reímos todos —dijo el profesor.

Un momento después me volví el centro de atención de todo el salón, y entre todas esas miradas estaba la de Allison, quien me miraba fijamente y con detenimiento. Yo por otro lado, me hice bolita en mi lugar deseando que se abra la tierra y me trague...

***

—¿Con quién irás al baile? —le pregunté a Allison.

—No lo sé —respondió cruzandose de brazos.

—Tienes muchas opciones...

—Realmente me da lo mismo. ¿Y tú? ¿Con quién irás?

—Pues...

¿La debería invitar?

No, no, no.

Es una mala idea.

—Allison... Hay algo que debo decirte.

—Suéltalo.

—Verás... Esto... A mi me gustas. Y me gustaría que vayamos como pareja.

Por fin se lo dije.

—¡¿En serio?! —contestó Allison y un momento después sujeto mis manos en un acto inesperadamente tierno—. A mi también me gustas. Salgamos juntas.

—¿De verdad? Me haces muy feliz, Allison.

—Eh, Melanie —me llamo Allison, pero yo me encontraba en otro mundo—. Melanie.

—¿Qué pasó? —regresé a la realidad.

—¿En qué pensabas? —me lanzó una mirada insinuante.

—¡En nada! —dije muerta de la vergüenza.

—Mientes muy mal, despistada.

—Hey, no te burles jirafa humana.

—¿Con que así vamos, chica pato? —dijo ella con una carcajada melódica.

—¿Chica pato? —repetí echándome a reír.

—En fin, nos vemos después.

—Okey. Nos vemos.

ALLISON RODRÍGUEZ

—Si que me extrañaste Rodríguez —me dijo Geraldine cerca de la comisura de mis labios.

—Como no hacerlo —le susurré en su oído, mientras tocaba cada milímetro de su cuerpo.

—¿Traes condones?

—Obvio, mujer precavida vale por dos.

—Es correcto —dijo y un momento después, estampe mis labios contra los suyos.

Lleve mi mano hacia sus pechos, los cuales apretuje y poco después bese su cuello y dejé chupetones, que le dejarían marcas visibles al día siguiente. Ella gimoteo debajo mío, y sin poder más, me quite los jeans y dejé entrever mi clara erección. Geraldine, sonrojada y con los labios hinchados, acaricio mi glande y yo dejé salir un gemido ronco.

—Estoy en mi límite —le susurré en su oído.

Posteriormente me coloque el condón y Geraldine se acostó en la cama. Me subí arriba suyo y la volví a besar con intensidad, y acaricie su clítoris, mientras que ella gimoteaba y me pedía más.

—¿Más? —pregunté.

—¡Si Allison...!

Y sin más, entre en ella.

—¡Mhg...!

Puse mis manos a los costados de ella, mientras comenzaba a variar el ritmo, sin llegar a ser salvaje. Ella gemia mi nombre extasiada, mientras que yo me dejaba envolver en la sensación de estar dentro de ella. Toda ella está húmeda y palpitando. Se siente jodidamente bien.

Poco después llegué al orgasmo, y me vine dentro del condón. Ella después también se vino y tuvo varias contracciones que me hicieron palpitar mi miembro.

Posteriormente salí de ella lentamente y me deje caer en la cama.

—¿Hasta cuándo piensas seguir en esa faceta de chica dura? —me preguntó Geraldine.

—¿Qué quieres decir? —dije agitada por lo de hace rato.

—Allison, eres de todo menos una hija de puta. Te llevo observando desde hace tiempo, y me he dado cuenta de que finges para encajar en esta maldita sociedad. ¿Qué vas a ganar con eso? Absolutamente nada —yo me quedé reflexionando sus palabras—. Tú no eres así. Y lo sabes. Dices que le tienes miedo al amor, pero en realidad te tienes miedo a ti misma.

—¿Esto es un sermón o qué demonios? —repliqué con poca paciencia. —No necesito sermones, Geraldine. Lo nuestro solo es algo casual.

—Lo digo porque te quiero.

Ante su confesión, abrí los ojos de par en par.

—Ya sabes que...

—Si, ya lo sé —dijo ella interrumpiendome—. No es un pecado querer, Allison. Tú también mereces ser feliz.

Tú también mereces ser feliz...

Se me hizo un nudo en la garganta que me impidió hablar.

—Si no tienes con quien ir al baile de bienvenida, ven conmigo —agregó Geraldine.