Capítulo 18: No dejar que escape
Recostado en la cama, Bakugo observaba el techo de la habitación. Pensaba en todo lo que había sucedido, pensaba en sus padres, la decepción en el rostro de su madre que creía que le ponía los cuernos a Shoto cuando en realidad no tenían nada, pero sobre todo, pensaba en Shoto.
"Si de verdad te gusta Tetsu, no dejes que se escape por miedo al compromiso"
Esa frase que Shoto había dicho le caló por alguna razón que él aún no podía comprender del todo. Ahora mismo, dudaba de absolutamente todo. Ya no estaba seguro si le gustaba Tetsu o le gustaba Shoto. Ese chico se había confesado antes de largarse y él, como un idiota, no pudo decir ni una palabra.
Era el hermanito de su mejor amigo, la única persona que para él estaba prohibida pero... se sentía siempre tan a gusto a su lado. A veces sentía que sólo junto a Shoto era él mismo. Podía ser un friqui total y Shoto jamás le habría mirado mal, podía ser un idiota a veces y Shoto le entendería, podía sacar su lado romántico y él no se reiría ni le vería con malos ojos. Shoto era especial, eso lo sabía bien. Perderle ya fuera incluso como amigo, le dolía demasiado. En estos momentos, sentía que ya le había perdido.
‒ ¿En qué piensas?
La voz a su lado captó la atención de Bakugo. Esa noche se había quedado en el hotel con él porque no quería volver a esa vivienda vacía donde Shoto recogió sus cosas. No quería pensar, quizá sólo estaba huyendo.
‒ Nada importante – dijo sin más.
‒ ¿Es por Shoto? – preguntó Tetsu esta vez teniendo las cosas algo más claras – dijiste que se ha ido, ¿no? ¿Ha vuelto a Tokio?
‒ Sí. Tenía trabajo.
‒ Ya... ¿y no tendrá nada que ver con esa confesión que te hizo en el último momento?
‒ Claro que no. No tiene importancia.
‒ Pero le das vueltas al tema – sonrió Tetsu aunque Bakugo se giró hacia él con un rostro más serio de lo habitual, como si ese tema no le gustase –. Venga ya Katsuki, te conozco desde el instituto, te he visto proteger a ese chico toda tu adolescencia, siempre tuve un poco de envidia de cómo eras cuando estabas con él.
‒ ¿Y como era?
‒ Diferente, como si fueras tú mismo. Con él hablabas de todo mientras que conmigo sólo tenías sexo. Enserio Katsuki, si yo encontrase a esa persona con la que pudiera ser yo mismo, esa persona con la que puedo hablar de todo, que ya no es que me incomode sino que encima estoy a gusto a su lado, yo no la dejaría escapar. No seas idiota.
‒ ¿Estás diciendo que no somos compatibles tú y yo?
‒ Algo así. El sexo es genial, pero no hay nada más. No tenemos temas de conversación, no nos divertimos juntos fuera de esta cama, no hay nada de química, al menos no como la que tienes con ese chico. Ojala yo encontrase a alguien como él, alguien que fuera compatible conmigo a ese extremo. No sé aún qué haces aquí. Vuelve a Tokio, ve a por él.
Por un instante, Bakugo sonrió. Era cierto que Shoto era diferente en todos los aspectos, con Shoto él era diferente. ¡Siempre fue Shoto por el que haría lo que fuera! Vivía sus peores días, le escuchaba, le ayudaba a salir de algunos líos en el instituto como la vez que se hizo pasar por su hermano ante la directora. Quizá por eso jamás quiso comprometerse con nadie. Ahora se daba cuenta de lo más importante. Quería a Shoto y nadie podría ser como él, por eso siempre huía de los compromisos. Pero esos días conviviendo con Shoto, le habían hecho darse cuenta que la convivencia o el compromiso no eran el problema, siempre fue la persona. Nadie era Shoto. Con él no había tenido ni un problema y podía ver toda su vida a su lado.
***
Eran las seis de la tarde cuando finalmente pillaba la autovía en dirección a Shinjuku donde él vivía. Su apartamento estaba muy cerca del parque de bomberos de Shinjuku donde trabajaba. Durante el trayecto en coche desde el aeropuerto, no dejaba de pensar en que no tenía ni idea de cómo iba a encontrar a Shoto en Tokio.
Le había preguntado a Izuku sobre él, pero Izuku comentó que jamás había hablado con Shoto sobre su vivienda, no había ido a Tokio a verle en esos años, así que no tenía ni idea de donde estaba su apartamento. También era cierto, que Izuku y él eran muy amigos, posiblemente, incluso si Izuku supiera donde vivía, no se lo diría después de ese desastre. Touya tampoco era una opción. Estaba claro que sabía donde vivía su hermano pero no se lo diría ahora.
Fue entonces cuando recordó lo más importante en su estancia con Shoto. Era locutor de radio. Con eso en mente, puso la radio. Él odiaba poner la radio en el coche pero esto se había convertido en una urgencia. Empezó a cambiar de emisoras tratando de encontrar la voz de Shoto en algún lado, ni siquiera sabía a qué horas trabajaba. Puede que a las seis de la tarde, él ya hubiera terminado su jornada y estuviera en su casa. Buscarle le llevaría un buen rato.
En su trayecto a casa, pese a cambiar de emisoras constantemente, no le encontró.
Al llegar a su apartamento, dejó la maleta en el salón y caminó hasta su ordenador para encenderlo y seguir escuchando las emisoras. Tenía que encontrarle como fuera. Podía escuchar la radio mientras vaciaba la maleta y ordenaba todo en los armarios.
***
Él no era muy dado a hablar demasiado de su vida privada, pero hoy lo necesitaba. Hablando con su mejor amigo Kaminari, Bakugo mantenía sus dominadas en el gimnasio del parque de bomberos. Vestido con su pantalón de campaña y su camiseta oscura corta, subía y bajaba de esa barra ejercitándose en su día de trabajo. Kaminari seguía en la cinta de correr a su lado tratando de escuchar toda la historia pese a que Bakugo cortaba las frases cuando hacía un gran esfuerzo para subir su peso hacia la barra, por lo tanto, se callaba en esos instantes.
‒ Nunca imaginé que te interesaría alguien a ese nivel – dijo finalmente Kaminari.
‒ Ni yo – se quejó Bakugo – y ahora ni sé donde está el muy desgraciado. Tokio es demasiado grande para ir buscándole.
‒ Has dicho que es comentarista de radio. ¿Le has buscado en Internet? Suelen salir en la emisora en la que están. Son entidades públicas dentro de lo que cabe.
‒ Eso es cierto.
‒ ¿Cómo has dicho que se llamaba?
‒ Shoto, Shoto Todoroki.
‒ Me suena mucho ese nombre.
‒ ¿Enserio?
‒ Sí. Diría que me suena de un programa de las mañanas. Mi novia suele escuchar ese programa por la música y los mini juegos que hacen con la audiencia y esas cosas.
Al ver que Kaminari bajaba de la cinta y buscaba su teléfono en la chaqueta que dejó sobre una de las sillas, Bakugo soltó sus brazos de la barra y dejó que sus pies tocasen el suelo para observar la situación. Parecía estar hablando con su novia por mensajes. Tardó un buen rato, unos minutos que a Bakugo se le hicieron realmente eternos.
‒ Pon la Tokyo FM 80.0 – comentó Kaminari – probemos a ver. Ahora es por la mañana, si trabaja ahí por las mañanas, debería estar en programa ahora mismo.
Bakugo buscó con la mirada la cadena de música y al encontrarla, la encendió sintonizando la emisora que su amigo le había dado. Era la voz de una chica que presentaba unos nuevos artistas. Preparaban las nuevas canciones que sonarían y entonces, lo escuchó, sin duda la voz de Shoto que hablaba con uno de los oyentes de su programa y que iba a participar en un juego que evidentemente, llevaba Shoto.
‒ Jugamos al juego de las cinco palabras. Bienvenido Kai, llamando desde Kamakura, preciosa ciudad. Muchas gracias por llamar a nuestro programa – sin duda era la voz de Shoto, Bakugo la reconocería en cualquier lado –. A ver si hay suerte y coincides en las respuestas con mi compañera Sora. Ella ya ha salido del estudio así que no puede escuchar nada. Kai, voy a decirte cinco palabras, a cada palabra tienes que decirme otra palabra, lo primero que se te pase por la cabeza, luego haré lo mismo con mi compañera Sora y si coincide contigo en la palabra entonces celebramos la coincidencia.
‒ Perfecto – se escuchó al oyente al otro lado.
‒ Empiezo entonces. Primera palabra: "postureo" – comentó Shoto.
‒ "Lujo" – dijo el oyente llamado Kai.
‒ "Achuchar" – continuó Shoto con la segunda palabra.
Bakugo sonrió porque le resultaba un juego divertido y más que con esa segunda palabra, él pensaba en Shoto sin lugar a dudas.
‒ "Pareja" – comentó Kai.
‒ "Cotilla" – siguió Shoto.
‒ "Vecina" – dijo Kai.
‒ "ojo" – pronunció de nuevo Shoto continuando con la lista de las cinco palabras.
‒ "pestaña"
‒ Y por último: "ordenador" – comentó Shoto.
‒ "Ratón"
‒ Muy bien, ya las tenemos. Ahora voy a pedir a mi compañera que entre de nuevo al estudio y comprobaremos sus respuestas.
Bakugo escuchaba atentamente el programa, más embelesado por la voz de Shoto y haber descubierto en qué emisora se encontraba que por el mismo juego.
‒ Ya se está colocando los auriculares mi compañera, recordamos que necesitamos una coincidencia al menos para celebrar la victoria. Sora te presento a Kai, Kai, Sora.
‒ Buenos días Kai – le dio la bienvenida la compañera de locución de Shoto.
‒ Pues bien, vamos a ver qué pasa. ¿Preparada Sora? – pronunció Shoto – empiezo. "postureo".
‒ "Instagram" – soltó Sora lo que provocó que sonase una bocina de error indicando que la respuesta no había coincidido.
‒ "Achuchar"
‒ "Abrazar" – dijo Sora volviendo a producir el sonido de la bocina en error.
‒ "Cotilla" – dijo Shoto.
‒ "Vecina" – el sonido del acierto llenó el lugar al igual que las risas de Sora y Shoto que felicitaban al oyente por ganar el premio.
‒ Genial Kai, te mandamos el altavoz del programa y muchas gracias por participar – comentó Shoto.
‒ Un beso fuerte Kai – se despidió Sora también – y ahora más música, os dejamos con lo nuevo de Momoiro Clover Z.
Bakugo miró hacia su compañero una vez la música empezó a sonar y ya no pudo escuchar a Shoto. Su compañero parecía expectante aunque imaginaba la respuesta, aun así, frente al silencio de Bakugo, prefirió preguntar para salir rápido de dudas.
‒ ¿Es él? – preguntó Kaminari con una sonrisa en su rostro al ver que Bakugo sonreía al escuchar su voz.
‒ Sí, es él. ¿Dónde está esa emisora?
‒ En el barrio Minato según Google. Te mando la dirección. Aunque no sé si coincidirás con él, dudo que te dejen entrar sólo con decir que quieres verle o que le conoces. Eso podría decir cualquier fan del programa.
‒ Le esperaré fuera.
‒ No creo que sea tan fácil. Posiblemente tendrán parking privado, saldrá conduciendo para evitar exactamente eso, que la gente pudiera interceptarle o que le pudiera ocurrir algo por algún loco. ¿Sabes qué coche conduce? ¿Sabes tan siquiera si va en coche o en moto o en qué va?
‒ No – dijo Bakugo.
‒ Ya... pues entonces lo tienes un poco complicado. ¿Alguna idea?
‒ Puedes intentar llamar a la radio – dijo Kirishima – quizá si participas en algún programa de los suyos, te reconoce.
‒ Ya, pero no podría quedar con él.
‒ Pero él sabría que estás intentando contactar con él, podría llamarte. En la emisora guardarán tu número.
Bakugo pensó en esa opción. No era mala del todo.
‒ Él ya tiene mi número, sólo que no contesta a mis llamadas.
‒ Entonces, intenta contactar con él por la emisora. No te queda otro remedio. En la emisora podrían descolgar tu llamada y Shoto no tendría que saber que es tú número, son los del equipo los que pasan las llamadas.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro