23
~023~
Nací sin saber de donde soy o quienes fueron mis padres, como si de una maldición se tratara mi condición, me dijeron una y otra vez que todo era culpa de ser un doncel, que soy defectuoso, débil un inútil, que mi cuerpo solo servía para complacer al resto.
-Deja de gritar estúpido doncel. - me decía aquel hombre arriba de mi pequeño cuerpo, mientras era ultrajado con fuerza.
-No sirves para nada, solo eres un débil doncel. - me dijo aquella mujer del olfanato, mientras pateaba mi estomago, porque no tenía la fuerza suficiente para cargar una cubeta de agua.
-No eres más que una aberración. - me dijo aquella pequeña niña, compañera del olfanato.
He llorado muchas noches solo por de ser diferente, por parecer hombre y mujer a la vez, por tener un cuerpo distinto a lo que es lo tradicional , quien decreto lo que era normal y lo que no?.
He intentado quitarme la vida, porque sentía que jamás sería amado, o tan solo ser mirado con ternura.
Mi cuerpo, mi vida y mi alma no valía nada para aquellas personas de mi pasado, solo por ser un doncel.
Mi pasado no tiene lugar, apellido, familia, ni amor. Solo dolor, un dolor que marca el alma, aquel que te hace perder tu humanidad y dejas de sentir, ya nada importa, solo esperas el beso de la muerte, donde nada más existe.
Quisiera borrar todo aquello de mi memoria, pero no puedo porque me recuerda a donde no quiero volver.
-Por qué no te quejas doncel estúpido. - me dijo aquel hombre que terminaba de usar mi cuerpo y luego me golpeó.
No respondí solo me quedé en un rincón abrazando mis rodillas, ¿qué sabía él que a mis corto doce años no era el primero en hacer eso?, trataba de no mostrar mi dolor frente a él, si dolía, pero me lastimaba más el seguir vivo en este infierno llamado tierra.
Una y otra vez, mi cuerpo era golpeado y marcado de muchas formas, solo por ser DIFERENTE.
Todo cambio cuando alguien del reino Agua supo de mí, tenía su alma quebrada como la mía, pudo ver mi dolor porque era compartido, algo nos unía, el ser una abominación, el ser diferente, ser un Doncel.
El me salvó, sano mis heridas no solo las de mi cuerpo, también las de mi alma, me hizo ver que aún había esperanzas para nosotros, que podíamos ser libre juntos, él era tan prisionero de esta maldición como yo.
Él me demostro amor, no de pareja, un amor puro sin pedir nada a cambió, en sus ojos podía ver su tristeza aún así, me demostró que podiamos ser felices al final de esta tormenta.
-Eres tan hermoso Jimin en cuerpo y alma, algún día encontraras el amor. - me dijo una tarde en donde el había sido encerrado en un calabozo oscuro por no cantar bien en una de sus visitas,me pregunté con mis ojos llenos de lágrimas, de donde salía tanto amor, el sufría en silencio y quería que yo fuera feliz, él sabía de mis miedos por mi pasado, y cada una de sus palabras iban sanando aquellas grietas.
-Yo quiero ser feliz junto a ti Tae. - murmure, solo quería estar a su lado, él es mi salvación, mi alma gemela.
Solo me dio una sonrisa triste, por que nuestras alas eran cortadas una y otra vez.
Pero la salvación llegó para ambos de la mano del fuego...
~El día que lo sacaron del palacio~.
-Saquen de aquí a esos sirvientes. - habló fuerte la reina señalandonos a la señora Choi y a mi,dos guardias nos tomaron por la fuerza.
-Majestad no puede hacer eso, pertenecemos al príncipe Taehyung. - hablé asustado, no quería que me alejaran de él.
La mujer se acercó, tomó mi mentón con fuerza.
-Cierra la boca estúpido doncel, el príncipe no tiene nada. - murmuró mirándome a los ojos, en ellos podía ver su odió.
-Somos un regalo del príncipe del reino fuego majestad. - habló con miedo la señora Choi.
De pronto soltó una risa escalofriante, mi piel se erizo al escucharla.
-La boda fue cancelada, el doncel no será del reino fuego.
Trague largo, supe de inmediato que las puertas del infierno habían sido abiertas de nuevo.
-Qué hacemos con ellos majestad?. - preguntó el guardia que me sostenía.
-Los venderé como esclavos.
Al escuchar eso la desesperación se adueñó de mí.
-Majestd por favor no me alejé de mi príncipe. - rogué y mis lágrimas comenzaron a salir.
-Cierra la boca. - me dijo y me golpeó en el rostro, no me importo, solo quería quedarme a lado de mi salvador.
Taparon nuestras bocas, cubrieron nuestras cabezas, nos subieron a un carruaje y nos llevaron lejos.
Al llegar aquel lugar, un matrimonio nos esperaban.
El hombre de inmediato nos coloco cadenas.
-Pueden hacer lo que quieran con ellos. - dijo la reina, para luego retirarse, sin mirar atrás, para ella nuestras vidas no valen nada.
Dormíamos con los animales, apenas nos daban de comer, solo lo justo para seguir con vida, trabajamos duro, nos golpeaban sin motivos como si nuestros cuerpo fueran basura.
Una noche aquel hombre se acercó al establo, me tomó por el cabello, me arrastro hacia donde estaban las herramientas de trabajo, intento ultrajar mi cuerpo, pero logré salvarme gracias a que su esposa llegó, ella comenzó a golpearme, caí al suelo y me levanto de mi larga cabellera, tomé una de las tijera grande y corte mi pelo lo más corto que pude, solo para que me soltara, la mujer se alejo con mi cabello en sus manos.
-Maldito doncel. - me grito, y se fueron del lugar.
Esa noche miré las estrellas rogando que mi vida acabará, aún así llegó a mi memoria mi príncipe, me pregunte si él también estaría en el infierno.
También recordé al guardia de mirada tierna y sonrisa hermosa, me estarás buscando?,prometio cuidarme, en el fondo de mi alma se que me encontrarás.
Aquélla tarde estaba bajo el sol trabajando cuando vi dos caballos a lo lejos.
Lo supe de inmediato era él, quería correr, pero las cadenas y mis pocas fuerzas me lo impidieron, mi corazón latía cada vez mas fuerte al verlo que se acercaba a mi.
Levante mi cabeza y al verlo mis ojos se llenaron de lágrimas sentía un nudo en mi garganta, tan solo logré decir.
-Si viniste.
-Yo.. Lo siento.. Esto no debía pasar. - me respondió,como si esta pesadilla fuera su culpa. vi como sus manos temblaban.
-Ey, aléjese de mi esclavo. - grito el hombre saliendo de su cabaña.
Mi guardia no necesito más, saco su espada y corrió hacia el hombre.
-Me lo llevó, donde está la mujer?. - lo amenazó con su espada en alto.
-No se llevará a nadie, ese de ahí. -me señaló. - es mi maldito esclavo.
Min no perdió el tiempo hablando, giro rápido agachandose cortando en dos el estómago de aquel hombre.
Su mujer salió gritando de la cabaña.
-Mi esposo, que hizo desgraciado?. -gritó entre llanto.
-Donde está la anciana?. - preguntó sin rodeas de nuevo con su espada en alto.
-Adentro. - se puso de rodillas recostado su cabeza sobre el cuerpo de su esposo llorando.
Volvió hacia mi liberandome y mirándome con ternura,el comandante fue en busca de a la señora Choi adentro de la casa.
-Perdóname, debía protegerte y deje que esto pase. - sollozo abrasandome.
-No importa, ahora estas aquí. - susurre y mis fuerzas me abandonaron me dejé caer en sus brazos.
En el camino hacia el reino fuego, pregunte por mi príncipe, supe que al fin ambos estábamos a salvo, la noche se acercaba entonces nos detuvimos en un hostel de reino aire para descansar, nos dieron dos habitaciones en una nos quedamos con mi guardia y en la otra la señora Choi con el comandante, lo extraño era que la anciana que nos atendió no dejaba de verme raro. Todos nosotros estábamos vestidos del reino aire, para no crear algún caos.
-Eres un doncel hermoso. - murmuró la mujer.
-Gracias. - dije con temor tomando fuerte la mano de mi guardia.
-Igual a tu padre. - soltó de pronto llorando. - no puedo creer que estés vivo. - quiso tocar mi rostro, yo me coloque detrás de Min.
-Lo siento no entiendo. - estaba asustado, esa mujer era mi abuela?.
-Te busque por años. - secaba sus lágrimas que no dejaban de salir. - mi esposo te llevó lejos el día que naciste porque eras un doncel como tu padre, dijo que no pasaría dos veces por el mismo infierno, desapareció en la noche contigo en brazos. - suspiro. - cuando volvió le rogué que me dijera dónde estabas, pero se llevó el secreto a la tumba.
-Mi padre,el esta vivo?. - mis manos temblaban.
-No mi niño, el murió tres días después de que tú naciste. - bajo su mirada. - puedo abrazarte?.
Me sentí tan mal, esa mujer era mi abuela, quería abrazarme, yo solo sentía dolor y miedo,crei que jamás conocería a mi familia. Así que por curiosidad asentí con mi cabeza y ella me rodeó con sus brazos.
-Perdóname. - susurró.
En ese momento supe de dónde era, quienes eran mi familia de sangre. Aún así el pasado estaba muy atrás mire mi guardia me dio una leve sonrisa y supe que el era mi futuro.
-Lo siento señora, un gusto conocer a mi abuela, no obstante solo pasaré la noche y seguiré mi camino. - no me interesaba saber más, para que?, Se que seria dolorosa el resto de la historia.
-No importa si no te vuelvo a ver, se que estas vivo y espero que seas feliz, el verte es un regalo que jamás creí que llegaría a mi vida, eres igual a él, tan hermoso y radiante como una piedra presiosa.
Asentí con una sonrisa, luego nos fuimos a la habitación.
-Cómo te sientes por saber quien eres?.-me pregunto mientras limpiaba mis heridas.
-Confundido, ahora se de donde era, pero... Elijo seguir adelante a donde quiero pertenecer.
-Quieres pertenecer al reino Fuego?. - me pregunta con un brillo especial en sus ojos.
-Quiero pertenecer en donde tu estés. - le sonreí.
-Entonces perteneces a mi corazón. - me dio un suave beso en mis labios, tan tierno como su mirada.
Esa noche dormimos juntos, abrazados, sin más que decir, era suyo y el mío, el resto quedó en el olvidó.
A veces es mejor dejar todo atrás, y avanzar hacia lo nuevo.
~Reino fuego~.
Esa mañana Jungkook despertó primero.
-Buen día mi amado. - llenaba de besos el rostro ajeno.
-Buona giornata tesoro.
~Buen día cariño~.
-Vamos a desayunar.
-No comes aquí?. - preguntó confundído, en su reinó él siempre había sido separado de todos,creia que así era para todos.
-No mi amor, mi padre nos espera.
-Todos juntos?. - preguntó con una gran sonrisa.
-Si Mio caro, todos juntos. - acuno su rostro. - Te vez hermoso. - le dio un fugaz beso.
Ambos se vistieron y fueron con el rey, para el doncel todo era tan soñado.
-Buen día Tae. - saludo el guardia.
-Jin. - corrió abrazarlo.
Jungkook era celoso, aún así no de Jin, sabía el cariño que había entre ellos.
-El puede... - bajo su mirada.
-Mi amor, tu puedes hacer lo que quieras, si deseas que Jin desayune con nosotros, así sera.
-Gracias, gracias. - daba pequeño saltos.
El desayuno había sido tan agradable, el rey del reino Fuego era tan diferente a su padre, era un hombre amable y no se creía superior al resto.
Luego salieron a los jardines, el castaño permanecía a su lado.
Jungkook y su padre se quedaron en una banca observando.
-Mira Jin,es una mariposa. - la persiguió hasta las rosas.
-Es hermosa.
-Tae. - llamó con una catarina en su mano,se la pasó al nombrado.
-Hace cosquillas. - se río.
~El Rey y Jungkook.~
-Cuando vas a decirle que tienes a su padre encerrado?.
-Luego de matarlo.
-Jungkook eso sería tratarlo igual que ellos, dile la verdad no le ocultes más secretos.
-Tienes razón padre, pero por que dices más secretos?. - preguntó confundido.
-Dile todo, lo de su padre, tus planes y el cuadro.
-Cómo sabes lo del cuadro?.
-Hijo soy tu padre, hace más de dos años que vi que habías cambiado, que solías ir de noche a la habitación donde guardas tus cosas, una noche te vi mirándolo, pasando tu mano sobre él, supe que estabas enamorado, aunque tu aún no lo sabías.
-Aún así me dejaste seguir con mis planes, aunque sabias la verdad?.
-Si, sabía que harías lo correcto, por eso te apoye.
-Papá tengo miedo que se enoje conmigo cuando sepa la verdad. - suspiró mirando a su amado que sonreía.
-Míralo Jungkook, es la persona más pura de este mundo, crees que se enojaria por que lo amas?. La respuesta está en su sonrisa hijo.
-Gracias papá,tienes razón, pero se que él no querra hacerle daño a su padre, por eso no quería decirle.
-Solo dile la verdad, él sabrá que hacer.
El doncel se acercó.
-Mio caro, podríamos poner flores en nuestra habitación?. - preguntó con sus manos llenas de lodo.
-Si mi amor elige las que quieras y las mandare a colococar a nuestro cuarto.
-Quiero hacerlo yo. - el azabache asintió con una sonrisa.
-Mi amor debemos hablar. -
El rey le dio una leve sonrisa y se retiro.
-Qué sucede, hice algo malo?, es por el lodo?,yo lo siento, no volverá a pasar. - comenzó a llorar.
-No mi amor, no llores por favor, me encanta verte feliz así lleno de lodo. - lo abrazo.
Le era difícil entender que todo aquello había terminado, seguí sintiéndose inseguro, sentía miedo de hacer algo mal.
-Mio caro, no debes sentir miedo, nada de lo que hagas podría molestarme, solo quiero verte feliz. - acarició su espalda. - Solo quería hablar de tu padre y la reina.
-No es por el lodo?. - levantando su rostro y una pequeña lagrima recorría su mejilla.
El azabache sonrió.
-No mi amor, quiero saber que quieres hacer con ellos, luego iremos por el príncipe Jun.
-Yo no podría hacerles daño Kook. - el nombrado seco sus lágrimas con sus pulgares. - Es mi padre aunque lo odié, no sabría que hacer.- el silencio se hizo presente unos minutos. - Si quiero vengarme de Jun.
-Quieres que me encargue yo de ellos?.
-Quiero que me termines de entrenar, en ese tiempo decidiré que haremos.
-Me gusta.
-Kook, te bañas conmigo?. - una sonrisa sexy apareció.
-Lo que tu quieras Amore mío.
(Más adelante).
-Aaah doncel bastardos. - gritó de dolor la reina al sentir el aceite caliente en su pierna.
-No llores Amore mio.
-Y si no puedo darte que hijos...
-Jungkook el reino Aire y Tierra, están listos para atacar...
Hola mis dulces obsesiónadas por el Taekook.
Espero que les guste el capitulo, en el próximo veremos el regreso de mimi🤧 algo de los adelantos🫣🫣
Y tal vez Smutt 😂.
🌸 Se me cuidan,tomen mucha agüita.
🌸 Los quiero mucho.
🌸 Nikki🌸
💜
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