006
006.
La habitación de cristal.
-Deberíamos atacar, robar al doncel. - sugerido Hyun-jin el príncipe del reino aire.
- y luego matarlo, así evitaríamos que el reino Agua y el reino Fuego se unan. - agregó Ji-Sung el principe del reino Tierra.
- Pero antes jugaremos un poco con el doncel. - sonrió con malicia Hyun-jin.
- Ho-Seok tu vigilaras al reino Aire.
- Si Majestad.
-Y tu Mi-Ho al reino Tierra.
-Si Majestad.
- Se tienen que infiltrar, tenemos que estar preparados, y atacar cuando más distraídos estén,adelantarnos a cualquier situación.
- Como ordene Majestad. - respondieron a unison, los cuatro guardias del reino Fuego.
El rey Kim Sung, no era tonto, sabía que con la propuesta de que algún príncipe despose a su hijo, crearía el caos, la perfecta armonía que existía, se iba a desvanecer, cada reino era una pieza un pequeño, un engranaje de la gran máquina, pero el rey Kim deseaba ser la máquina.
La propuesta del príncipe Namjoon era la mejor jugada,la más deseaba, si no fuera por aquel guardia, su plan sería perfecto, unirse con el reino de los mejores soldado lo haría muy poderoso.
Su hijo Kim Taehyung era un simple peon en ese juego de ajedrez.
Con lo que nunca contó, que para el príncipe de el reino Fuego su doncel era más que un peon.
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-Qué ahí debajo de esa tela?
-Un cuadro.
- Puedo verlo?.
-No, solo yo lo veré, y lo guardaré bajo llave.
-Cuanto pagaste por el?.
-Mucho, pero lo vale.
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Cada vez que le informaban sobre las visitas de noche, Tae dormía muy mal, era lo que más odiaba, se sentía vulnerable, débil.
Llorar era lo único que podía hacer para desahogar un poco de esa frustración. Cuando su cuerpo no aguanto más de tanto llorar se durmió.
Jungkook lo escucho todo ese tiempo.
-Por qué llora?. - pregunto el azabache a Jin.
- No lo se, suele hacerlo antes las visita de la noche. Me duele no poder ayudarlo.
- Qué es la visita de la noche?
- No lo sé, jamás me dejan ir. - contexto con su mirada triste.
-Mañana necesitare tu ayuda, vamos a ver que es las visita de la noche.
-Si, cuenta con mi ayuda.
Tae estaba dormido, mientras las pesadillas llegaban de apoco.
Jungkook estaba en la habitación de a lado, aún así, lograba escuchar lo quejidos del doncel.
- No... No...ya no quiero. - sollozo entre gritos.
Jungkook se levantó rápido y se dirijo a la habitación de Tae, golpeó su puerta varias veces, pero no obtuvo respuesta.
-Majestad.. - llamo, aun golpeado la puerta, y otro grito se volvió a escuchar. - Tae, voy a pasar. - aviso.
El doncel, lloraba por lo bajo, enredado en las sábanas.
- No... No.. Basta por favor. - volvió a gritar.
-Tae.. Tae, despierta. - tomando sus hombros.
-Jungkook!!!!!. - grito aún dormido.
Me llama dormido?.
-Tae despierta. - acercó su rostro al el del doncel, para no asustarlo y hablarle suave.
-Jungkook..? - respondió aún medio dormido con los ojos entre cerrado,sus labios estaban muy cerca.
-Tenias una pesadilla, lo... lo siento. - alejándose del doncel al darse cuenta, que estaba tan cerca de él.
Seco sus lágrimas, con una de las mangas de su pijama de noche, que era tres veces su tamaño.
-Gracias por no asustarme, al despertarme. - susurro.
- Qué estabas soñando?.
- No lo recuerdo. - mintió bajo su mirada y apretó las sábanas de su cama,con sus manos, aún se sentían fría y humeda, gracias a que había sudado, por culpa de aquella pesadilla.
El guardia fuego, noto que estaba mintiendo, pero decidió no presionarlo.
- Si lo recuerdas,y quieres contarme, yo lo estaré esperando. - asintió con una gran sonrisa.
-Si.. Gracias de nuevo. - su mirada seguía perdida.
-Estaré atento. - se retiró.
El resto de la noche fue tranquila, Tae descanso y Jungkook no tanto, aún se sentía nervioso por todo.
~A la mañana ~
- Buen día Majestad. - saludo la señora Choi con una bandeja con té y frutas,y el guardia detrás de ella.
-Buen día. - saludo aún en su cama. - como sigue mimi?. - pregunto con la mirada perdida en la nada.
- Bien Majestad, le llevo comida a escondidas, como me pidió.
-Gracias Choi, puedes retírate. - sin mirar a la mujer.
La anciana miró al guardia, y sin hablar pero moviendo sus labios le dijo.
- ayudalo..
El azabache asintió.
La mujer se retiro con una reverencia.
-Puedes retirarte Jungkook, hoy no saldré. - su semblante era pálido, sus ojos seguían rojo, de tanto llorar en la noche, su mirada estaba perdida, no había brillo en aquellos hermoso ojos chocolates.
- Podemos divertirnos en la habitación Tae. - quiso animar. - Qué te gustaría hacer.
- Te quedaras conmigo en la habitación?. - preguntó asombrado, los únicos que solían quedarse un poco, cuando no tenían tareas que hacer eran Jimin y la señora Choi, con Jin solía hablar pero solo, desde lejos.
- Si, solo dime que quieres hacer?.
Se levantó de la cama, dando pequeños salto, se veía tan tierno, tan dulce con ese pijama que le quedaba tan grande, se veía más pequeño, e indefenso, que de costumbre.
Aún algo despeinado y con esa sonrisa que podría derretir hasta un iceberg.
-Quiero leer. - soltó emocionado.
-Qué quieres leer?.
-Un libro de poemas italiano, que ahí en la biblioteca del palacio.
Jungkook asintió con una sonrisa y le pidió a Jin que buscará el libro.
Tae comenzó a peinar su cabellera, el azabache lo miraba atentó, cada movimiento, estaba perdido, pero no consciente de lo que estaba haciendo.
El doncel tomó una fruta de la bandeja.
-Quieres?. - ofreció.
-No, ya desayune, gracias - era verdad, pero también le preocupaba, la poca ración de comida, que recibía el doncel.
Jin llegó con el libro, el doncel lo tomó y se acomodo en su cama para leerlo. Pero inconscientemente y por la costumbre comenzó a leer en voz alta, Jungkook se acomodo en uno de los almohadones del suelo.
Voglio sentire le tue mani dolcemente sul mio corpo nudo,
Immagino il tuo viso, la tua bocca e quelle braccia forti, che mi abbracciano.
Vi auguro tanto...
- Anch'io.-susurro Jungkook.
(el poema que leyó Tae)
Quiero sentir tus manos suavemente sobre mi cuerpo desnudo, imagino tu rostro, tu boca, y esos brazos fuerte que me abrazan, te deseo tanto..
Tae se sonrojo al terminar el poema, pero el susurro de Jungkook no lo habia a escuchado.
-Mu.. muy lindo poema. - acotó nervioso.
-Sabes italiano?.
-No, no pero.. Algo entiendo. - respondió al azabache aún más nervioso.
Tae siguió leyendo, un poco más,y luego le pidió a Jin un libro de arte. Mientras esperaban..
-Te gusta Italia?. Pregunto el guardia del reino fuego.
-Si es un lugar muy lindo,ahi sería libre.
Jungkook guardo esa respuesta para él.
Jin llegó con el libro, estuvieron mirándolo, hasta que la reina Interrumpió.
- Prepárate. - ordenó sin mirar al guardia, la rabia y odio que le tenía, no lo disimulaba para nada.
Tae suspiró y asintió, la mujer se retiró.
Varias mujeres entraron a la habitación,tenian varias cosas para bañar al doncel, algunas joyas, esenciales y algo de maquillaje.
Jungkook observo todo en silencio, sin alejarse del doncel, solo en los baños, se quedó afuera, en la puerta.
Tae salió del cuarto de baño, con una bata azul clara, de seda, su cabello húmedo, y su cara roja, pero era de llorar de nuevo.
-Debe esperar afuera de la habitación, por favor. - pidió la señora Choi a Jungkook, que estaba más nervioso que lo normal, la situación lo ponía muy incómodo, no entendía que pasaba y porque el doncel estaba tan triste.
-Listo Majestad, esta tan hermoso como siempre. - alago una de las mujeres que ayudaban a arreglar al doncel.
Llevaba una diminutiva bata blanca casi transparente, era corta, apenas tapaba sus partes íntimas, su cebello suelto bien acomodado, en sus labios llevaba bálsamo, haciendo que sus gruesos labios rosas resalten, muy suave tenía en sus mejillas un poco de rubor, un collar de perlas blancas adornaban su cuello, y unos anillos de zafiro, diamantes y rubí, en sus largos y delicados dedos.
Le colocaron por último una gran bata de color turquesa para cubrirlo por completo.
-Quiero estar?
-Para que?,es tu hermano. - respondió el rey Sung
-Soy el futuro Rey, y no puedes negarme nada.
-Está bien, pero estarás como en resto de los clientes, del otro lado del cristal.
Salieron de la habitación pero varias mujeres redeaban a Tae, Jungkook le hizo una señan con la mano a Jin e iban atrás, muy atrás para el gusto del azabache.
En uno de los pasillos habían dos guardias junto a la reina, las mujeres se retiraron dejando al doncel a la vista.
-Hasta acá llegan. - se dirijo la mujer a Jungkook y Jin.
-No.
Yo debo estar con el doncel. - dijo furioso, con una mano en su espada.
-No puedes. - e hizo un movimiento con la cabeza para que los guardias del reino agua detengan, al guardia del reino fuego.
Jungkook junto a Jin sacaron sus espadas, poniéndose de espalda uno del otro para cubrirse, Jungkook desarmo a uno fácilmente, lo golpio hasta desmayarlo, el ruido de las espada de Jin y el otro guardia se escuchaba en todo el pasillo, el azabache corrió ayudar a Jin, golpio por la espalda al guardia y lo redujo en pocos segundo.
Al ver eso, la reina tomó por el brazo a Tae para llevarlo al lugar rápido, sin que Jungkook la detenga. Pero fue demasiado tarde, en un parpadeo lo tenía en frente apuntando a su garganta con su espada.
- Las Reglas eran que las visitas seguían. - grito la reina con furia.
Tae simplemente estaba con su cabeza agachada, la bata cubría desde su cabeza hasta los pies.
-Si, lo se. Pero yo iré con el. - dijo sin una pizca de duda.
-Está bien. - mufo. - pero iras detrás del vidrio.
Uno de los guardias que estaba en el piso, se puso de pie algo confundido, por la golpiza.
-Llévalo al área de visitas. - ordenó la reina.
El guardia asintió.
Jungkook no podía creer lo que estaba viendo, dentro de la habitación había otra de vidrio, todo alrededor habían asientos, el lugar era iluminado, desde el lado de adentro, con velas.
Adentro del vidrio en el centro habían almohadones grandes y uno más pequeño pegado a la pared que junto a eso había una puerta.
En total eran diez hombres,de lado de afuera del cristal, ocho clientes, el príncipe Jung y Jungkook.
De pronto entró el rey Sung del lado de adentro,e invito a todos a tomar asiento a los invitados.
Tae entro a la habitación, sin la bata larga, solo con la bata blanca.
-Siéntate. - ordenó el rey.
Los movimientos eran suave, no levantaba la vista hacia nadie.
-Levanta una pierna y pasa tu mano.
Tae siguió las órdenes levantando una pierna, pasando su mano, desde abajo de hasta pasar la rodilla.
Se veía, tan perfecto, la poca luz de las velas hacían traslúcir su piel tersa, realmente era lo más hermoso que alguien podía ver, pero Jungkook no lo estaba viendo de esa manera, quería matar, cortar en pedazos a cada uno de esos hombres por verlo así, sacarles sus ojos y tirarselos a los cuervos.
-Muestra tu hombro. - volvió a ordenar el rey.
Tae llevó su mano a su cuello, y con movimientos suave bajo la bata, acariciando su hombro hasta el codo, parte de su pecho también quedó al descubierto.
Varios de los hombres había pegado su rostro al vidrio, para admirar más de cerca al doncel.
-Levanta la vista, mira a los hombre y sonríe. - de nuevo ordenó.
Tae levantó su rostro, con una sonrisa perfecta y finjida, miró a cada uno de ellos hasta que llegó a Jungkook que lo miraba con ternura, y dolor. Tae no soporto verlo,una lagrima lo traicionó saliendo, y bajando por su mejilla.
Jungkook no soporto se lleno de ira..
Y el ruido de su espada siendo desenvainada se escucho en toda la habitación.......
Hola mis dulces obsesiónadas.
Espero que se encuentren bien!!!
Les gusto el capitulo?.
Saben lo que susurro Jungkook en italiano?
Las leo? ---->
Se me cuidan, no se olviden, que las quiero mucho.
🌸 Nikii
💜
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