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Parte 9 Envenenado


—Miren a quién tenemos aquí.

Qi Rong venía acompañado por dos guardias de aspecto rudo, seguramente había estado exigiendo salir de su arresto domiciliario y sin más opción tuvieron que acompañarlo. 

No era la primera vez que Shi Qing Xuan se había encontrado con Qi Rong vestido de esta forma, se habían cruzado más de una vez cuando venía a visitar a la Emperatriz Zhuo, pero este príncipe tenía un agujero en la cabeza e no era capaz de notar que era él

Aunque quería decirle unas cuantas cosas, ahora mismo solo era un invitado de la madre real, así que bajó la cabeza y saludó— Su alteza.

Con superioridad, Qi Rong alzó la barbilla — ¿Qué hace una puta barata como tú aquí? Aunque abraces los muslos de la Emperatriz Viuda no conseguirás nada o es que ¿Planeas abrir tus piernas al Emperador?

Una sombra negra cubrió el rostro de Shi Qing Xuan, tenía muchas ganas de golpear a este mocoso. Contuvo su mano y cerró sus ojos— Su alteza, chen tiene deberes que realizar, con su permiso.

Reverencio y quiso seguir su camino, pero su camino fue bloqueado por esos dos guardias. Frunció las cejas y miró a Qi Rong.

Qi Rong le sonrió con arrogancia —Acompañaras a este honorable un rato. Quiero ver con qué clase de habilidades conseguirte poner a la vieja de tu parte.

Si fuera otra circunstancia, Shi Qing Xuan ya habría golpeado a estos matones y de paso a Qi Rong, pero este era el palacio real, aquí estaba indefenso y sin poder.

Sin más opción, siguió al príncipe hacia su  patio. Dentro de la ciudad prohibida el castillo donde vivía el Emperador era el más grande, le seguía el de la Reina Madre y luego el de Qi Rong, sólo porque el Príncipe Heredero prefería la vida modesta y sin lujos.

Dentro era igual que el exterior, lujoso y lleno de reliquias, sin embargo, el aire que desprendía era arrogancia casi sombrío, debido a la personalidad de Qi Rong no contaba con sirvientas, solo había viejos eunucos para limpiar y ordenar.

La sala era enorme, contaba con muchas reliquias y tesoros adornando las esquinas y los muebles, en su centro disponía con un amplio sillón que también podía servir de cama, se parecía al trono del dragón solo que menos llamativo.

Obligado por los soldados, Shi Qing Xuan se sentó en aquel sillón, Qi Rong se colocó a su lado e inmediatamente deliciosa comida fue colocada frente a ellos al igual que vino para acompañar.

Tanto los guardias como los sirvientes se retiraron dejando la habitación en silencio.

—Come— Ordenó Qi Rong tomando una pata de cerdo.

Indiferente a los delicados platos frente suyo, Shi Qing Xuan mantuvo su mirada al frente— Chen no puede entretenerlo su alteza.

Viendo el perfil de esta mujer, Qi Rong escupió un pedazo de hueso— ¡Hipócrita! Fingiendo ser una buena persona, pero en realidad solo una ramera que abraza los muslos de la Emperatriz Viuda ¡Me das asco!

Normalmente cualquier cosa que dijera, Shi Qing Xuan no le prestaría atención, pero esa última frase hizo que su cuerpo se estremeciera e involuntariamente sus ojos revelaron sus emociones

"Me das asco"

Era la primera vez que alguien lo miraba con ojos frío y lleno de desprecio. El dolor todavía persistía en sus brazos como si  hubiera sido grabado con fuego, lo quemaba por dentro y hacía que su corazón se retorciera dolorosamente.

Esa expresión no pasó de ser percibida por Qi Rong, parpadeo varias veces incapaz de creer lo que presenciaba. Esta mujer siempre estaba sonriendo y desbordaba de alegría cada vez que la veía con la Emperatriz Viuda Zhou, incluso cuando se encontró con él y la molesto de miles de formas, su comportamiento jamás cambió, pero ahora vio como la luz de sus ojos se apagó.

—Jajaja— Rio llamando la atención de Shi Qing Xuan. — La mujer apestosa que es una santa e hipócrita, finalmente está mostrando sus verdadero colores ¡No puedo creerlo!

Shi Qing Xuan arrugó las cejas y oprimió sus labios.

— ¿Qué ? ¿Quieres causar lastima? — Qi Rong hizo una mueca desagradable —Mi dama, porque no les va a lamerle el culo al Emperador, quizás tengas su compasión y te haga su concubina, pero siendo tan vieja solo sirvieras para chuparle la polla jaja.

¡Plazh!

El rostro de Qi Rong fue girado hacia un costado y sin tiempo de reaccionar las secuelas de sus túnicas fueron sujetadas con rudeza casi asfixiándolo.

Shi Qing Xuan llegó al límite de su paciencia, deseaba dejar medio muerto a este príncipe desagradable, pero todavía recordaba que era un súbito de la corona. Decidió usar el hecho que podía interrogar directamente a Qi Rong para obtener una pista.

—Su alteza ¿No debería estar preocupada sobre el crimen que fue acusado? En vez de perseguir mujeres.

Sintiendo una extraña familiaridad de la forma que estaba siendo sujetado y mirado con desprecio, Qi Rong tardó en reaccionar y formar una oración — ¿Y que si lo hago? ¡Nadie creerá que soy inocente!

— ¡Esos ministros hijo de putas ya lanzaron su mierda sobre mí al Emperador! Espero que se ahoguen con excremento de perro y se mueran.

— ¿Qué sucedió ese día? — Lo interrumpió Shi Qing Xuan ignorando sus vulgares palabras. — ¿Noto algo extraño en el burdel?

— ¿Extraño?— Qi Rong encontró extraño el cambio de humor de esta mujer —Lo único raro eres tú, no intentes seducirme, no me atraen las feas como tú.

¡Plazh! Shi Qing Xuan no contuvo su palma en abofetear, su apariencia era bastante linda, pero este mocoso lo llamaba feo, sino le daba una lesión no podría estar en paz.

Levantó el brazo de nuevo solo para darle una lección al Príncipe. Qi Rong vio que no se iba a contener en golpearlo y se apresuro en hablar — ¡Espera! Este honorable recuerdo.

Deteniendo su mano, Shi Qing Xuan indago— ¿Qué cosa?

—Esa noche fui al burdel y pedí a la dama Ming, pero ya había sido tocado antes de que llegara y a este honorable no le gustan las cosas sucias, así que pedí por la señorita Yu Xin.

—La perra no era tan buena en apariencia, pero su técnica era increíble, incluso me dio ginseng (1) dijo que consiguió una versión mejorada y lo puso en el quemador de incienso.

Shi Qing Xuan no recordaba haber sentido ningún olor cuando ingresó a la habitación, tampoco vio ese quemador de incienso— ¿Estás seguro?

— ¡Por supuesto que sí! Yo lo vi —Qi Rong se molesto poco por las forma que estaba siendo cuestionado—Después eso...Esa puta demostró ser bastante resistente.

—La mujer que apareció muerta ¿Era la dama Yun Xin? ¿Con qué frecuencias la veías? ¿ Te percataste si había algo extraño en tu comportamiento?

—Sí, cuando la cortesana Ming estaba ocupada iba con ella— Qi Rong era lento para entender porque le hacía tantas preguntas, pensó un momento — ¿Estás celosa?

Shi Qing Xuan lo ignoró y lo soltó, se detuvo analizar lo que descubrió, sin embargo, su comportamiento fue malinterpretado por Qi Rong.

Las hijas de los nobles solían ser tímidas por la forma en la que son cuidadas y protegidas desde el nacimiento, no debían andar mostrando su rostro ni salir del hogar de sus padres. Pero como siempre la vio expresiva y llena de vida como el sol que sale por las mañanas, pero de repente se quedaba callada seguramente era porque se sentía avergonzada.

Sin darse cuentas cuales eran los pensamientos del príncipe, Shi Qing Xuan pregunto— ¿Estás involucrado en la trata de personas?

— ¿A quién le importa esos mendigos y gente inmunda? ¡Solo deberían morirse!

Shi Qing Xuan se levantó con la intención de irse, lo había malinterpretado, pensó que Qi Rong tenía un lado bueno, pero era una basura.

Viendo que planeaba irse, Qi Rong le sujetó del brazo— ¡No puede irte!

— ¡Suéltame!— Shi Qing Xuan lo fulminó con la mirada— Eres de los peor, mereces el exilio.

— ¿Exilio?— Qi Rong rio a carcajadas — ¡Si eso quieren! Háganlo, de todas formas esos estúpidos no durarán mucho. Esa rata de Shi Qing Xuan los atrapará.

"¿Por qué me menciona?" Shi Qing Xuan sorprendió — ¿Confía en el funcionario  Shi?

— ¿Eh? ¡Por supuesto que no! Ese infeliz siempre fue una piedra el culo, intentó derrotar a este honorable, pero siempre tuvo que besar mis pies ¡Un perdedor! Jajaj

Shi Qing Xuan iba a golpearlo de nuevo, antes de que pudiera hacerlo las palabras de Qi Rong

— ¡Se cree muy noble porque arresta a criminales menores! Su justicia es una mierda, si supiera que en realidad la verdadera mierda esta frente sus ojos seguramente se mataría por idiota.

— ¿Qué quieres decir con eso?

— ¡No es obvio!

—Si realmente es un defensor de la justicia sabría que soy inocente. No maté a esa prostituta.

— ¡Pero eres una basura que hace comercio con personas!—Le gritó enojado Shi Qing Xua.

— ¡Ese no soy yo! Ese perro...

— ¿Quién?— Shi Qing Xuan lo sujetó de los hombros.

— ¿Y a ti qué te importa? Solo eres una mujer estúpida ¿Qué puede saber?

Los labios de Shi Qing Xuan se movieron.

Qi Rong cambió el tema. Sabía de lo que no debía hablar. No era inteligente, solo apreciaba su vida, un verdadero cobarde.

Casado, Shi Qing Xuan tomó una copa de vino y se lo bajó lentamente. Había perdido el tiempo intentando hablar con un idiota, para aumentar su mal humor el vino era horrible.

Qi Rong pensó que finalmente se comportaría, pero la dama solo iba vaciando las jarras de vino una detrás de otra, incluso él no pudo seguirle el ritmo y después de dos incienso quemador se quedó dormido.

Shi Qing Xuan aprovechó para salir de su palacio, los guardias en la puertas no lo detendrían aunque quisieran, su deber solo era custodiar al príncipe. Cuando estuvo afuera y notó que el color del cielo había cambiado la ansiedad creció en su corazón.

"Tengo que salir rápido de aquí"

No corrió, pero sus pasos fueron apresurados hacia la salida. Su corazón palpitaba con fuerza y un sudor cubrió su frente, se apoyó en la pared por un momento sabiendo que algo andaba mal.

"Ese mocoso ¿Qué le puso a la bebida?"

No era experto, pero su pulso se estaba tornando débil. Podía adivinar que no estaba envenenado, pero su fuerza era cada vez menos. Intentó seguir caminando cuando su visión se volvió borrosa y cayó al suelo inconsciente.

Siendo ya la hora del toque de queda en el palacio, por aquel lugar no había nadie. La mayoría de los sirvientes y eunucos estaban en las residencias atendiendo a sus maestros, y los funcionarios de la corte ya se habían marchado.

—Lo sabía. No vi mal.

Un joven apareció en aquel camino desolado. Sus túnicas blancas se movieron suavemente con la brisa al igual que sus largos cabellos negro.  Se agacho en el suelo y reviso el pulso de Shi Qing Xuan. Al percatarse que estaba vivo, su mirada se llenó de alivio.

— ¡Su alteza!

—No vaya corriendo por su cuenta.

Otro muchacho apuesto llegó corriendo. Tenía varias quejas en su garganta, pero cuando vio a una mujer en el piso, frunció las cejas.

—Está viva, pero será mejor que un médico la vea.

—Pero no sabemos quién es, podría ser un intruso.

Tomando entre sus brazos a Shi Qing Xuan, el noble negó con la cabeza. Sus ojos se detuvieron en el jade que colgaba de la cintura de la dama y dijo—Tiene el emblema del palacio de oro. Es un invitado de la Emperatriz Viuda Zhuo.

Sorprendido, el otro joven dijo— ¿Pero porqué estás aquí inconsciente? ¿Fue atacada? ¿Quién es tan imprudente para atacar a un invitado de su majestad?

—Eso lo sabremos cuando despierte.

Sus párpados se sintieron pesados al abrirse, cuando logró enfocar su visión  buscó levantarse, pero  un fuerte dolor de cabeza lo obligó a recostarse de nuevo.

—No te presiones, los efectos del somnífero aún no han pasado.

Al escuchar aquella suave y gentil voz, Shi Qing Xuan giró su cabeza en aquella dirección llevándose una gran sorpresa.

— ¡Su alteza, el príncipe heredero!

Rápidamente quiso salir de la cama e inclinarse, pero el Príncipe Heredero lo detuvo obligándolo a recostarse sobre la cama.

—No te preocupes por las formalidades, solo descansa.

Aunque le dijo eso, Shi Qing Xuan se puso nervioso. Se había encontrado con el príncipe Heredero Xie Lian y lo peor era que aun llevaba ropa de mujer.

El príncipe Heredero era una figura que rara vez aparecía en la corte imperial, estaba dedicado al cultivo y pasaba la mayor parte del tiempo entrenando.

Aunque no siempre estaba presente, estaba pendiente de su pueblo. En una ocasión cuando una sequía arruinó los cultivos en el condado Boling hasta la llanuras Yong , personalmente abandonó la montaña y ordenó la construcción de un gran canal para que el agua se adentrara en la tierra salvando a las personas que sufrían.

También, en una ocasión liberó una montaña completa donde lo bandidos vivían y la usaban de base para saltar el camino, sin embargo, la razón por la cual era muy famoso era por representar al Emperador de los cielos en el festival de Shang Yuan y cuando tenía dieciséis años salvo a un niño que cayó de una torre. Desde entonces era conocido como el príncipe heredero que complace a los dioses.

— ¿Puedo preguntarle a la señorita su nombre?

Shi Qing Xuan no sabía que decir, casi nunca le preguntaba su nombre—Y-Yo.

Dándose cuenta que estaba incómoda, Xie Lian no presiono— No se preocupe no tengo intenciones de interrogarla, solo quería saberlo para avisar a su casa.

Con su suspiro, Shi Qing Xuan dijo—Sí le informa al primer ministro Shi que Feng está aquí, él sabrá qué hacer.

Xie Lian se sorprendió, pero no lo demostró en su mirada. Sabía que el primer ministro tenía un hermano menor, pero nunca escuchó de que tuviera una hermana.

Miró hacia la puerta donde estaba su fiel amigo y sirviente Feng Xin estaba vigilando. Ambos no necesitaban palabras para saber qué quería el otro, inmediatamente Feng Xin fue a enviar un mensaje.

—Guniang(2) ¿Puedo preguntar porque estaba cerca de la residencia del príncipe Qi Rong?

Era normal que desconfiara de él, Shi Qing Xuan sabía que era sospechoso, por lo cual se explicó—Hoy viene a ver su majestad, la reina madre, cuando la tarde cayó e iba a regresar a casa, me encontré con su alteza y fui a su palacio. Estando cerca el cierre de la puerta decidí marcharme y comencé a sentirme mal, debí comer algo en mal estado antes de ingresar al palacio.

Con sus palabras insinuó que Qi Rong la obligó  a hacerle compañía y colocó algo en su comida, pero culpar directamente a un miembro de la realeza sin prueba era inapropiado, por eso Shi Qing Xuan al final de su oración exonero a Qi Rong.

Xie Lian conocía a su primo, Qi Rong era muy vulgar y no ocultaba su lujuria, tampoco le importaba ofrendar alguien importante.  Con el resistente caso que fue acusado, ordenó a un médico que la revisara, confirmando sus sospecha, le informaron que había encontrado una droga para dormir en su sangre, fue bueno que nada le haya pasado, esta persona tenía relación con el primer ministro y quien sabe lo hubiera pasado si algo le sucedía.

—Mis disculpas  Guniang, mi primo la ha incomodado—Xie Lian junto sus manos e inclinó la cabeza. Luciendo ni humilde ni arrogante. Solo mostró su sinceridad.

—No se preocupe por su alteza, Chen está bien. Estoy en deuda con su alteza por salvarme.

Xie Lian enderezó su espalda y miró a Shi Qing Xuan, había algo más que quería preguntar, antes de que pudiera hacerlo un eunuco anuncio.

—El primer ministro Shi está aquí para verlo.

Shi WuDo ingresó y lo primero que hizo fue fulminar con la mirada a Shi Qing Xuan, luego se dirigió a Xie Lian y reverencio. Aunque inclinó la cabeza no fue humilde.

—Su alteza, lamento haberlo molestado con este problema.

Xie Lian le devolvió el saludo con cortesía— No lo fue. No sabía que su excelencia tenía una hermana tan hermosa.

—Gracias su alteza— Shi Qing Xuan no pudo evitar hablar ganándose una mirada dura de Shi WuDo.

—No es mi hermana, es un familiar lejano que está bajo mi cuidado. No tiene buenos modales, espero que no haya ofendido a su alteza— Dijo Shi WuDo.

—No la ha hecho, es una dama refinada y bien educada—Dijo Xie Lian.

Como ya intercambiaron las formalidades y Shi WuDo no tenía nada que decirle a Xie Lian, se dirigió hacia la cama y tomó del brazo de Shi Qing Xuan, no fue rudo, pero tampoco delicado.

Shi Qing Xuan sabía que su hermano quería enterrarlo vivo, era bueno que todavía estuvieran frente al príncipe heredero de lo contrario ya le habría gritado. Para calmar las aguas furiosas sonrió con inocencia.

Las cejas de Shi WuDo se arrugaron, tiró de su hermano menor y le dijo a Xie Lian —Si me disculpa su alteza. Me despediré ahora.

—Adelante ministro.

Mientras era arrastrado por su hermano, Shi Qing Xuan le guiñó un ojo a Xie Lian sorprendiéndolo.

Tan pronto sus figuras desaparecieron por la puerta, Feng Xin se acercó y dijo— Su identidad es verdadera, la señorita suele visitar con frecuencia a su majestad. Muchos testigos pueden corroborarlo.

— ¿Cuál es su nombre?

Feng Xin dudo—No lo sé, solo pude averiguar que su majestad la llama Xiao-Xuan

— ¿Xiao-Xuan?—Repitió Xie Lian. Ese no era un nombre sino un apodo. — ¿Y porque estaba con Qi Rong?

—Fue tal como dijo, Qi Rong la obligó a ir a su palacio.

Xie Lian sintió que algo no andaba bien. Esta dama le causó una extraña sensación.

Shi WuDo arrastró todo el camino hacia su departamento a su hermano, era bueno que la noche ya había caído y nadie podía verlos o tendría que explicar muchas cosas. Una vez dentro de su estudio. La tensión que mantenía duros sus hombros se relajaron, pero en su lugar la ira lo invadió

— ¿Por qué estás aquí? Te he dicho muchas veces que no deambules por ahí vestido así.

—No fue mi culpa. Vine a ver a la abuela y el idiota de Qi Rong me detuvo— Se defendió Shi Qing Xuan.

— ¿Te estás involucrando en ese caso? Estás fuera de él.

—No lo he hecho, fue coincidencia.

El primer ministro Shi no le creía, conocía bien a su hermano y lo bien que las ingeniaba en meterse en problemas. Reprimió su ira y recuperó su calma habitual —Te quedarás aquí esta noche.

— ¡No! Ge tengo que salir del palacio hoy.

Hubo un toque de urgencia en el tono de voz de Shi Qing Xuan. Shi WuDo entrecerró los ojos sospechando —Las puertas ya se cerraron, aun siendo yo no, puedo salir sin el permiso de su majestad.

El rostro de Shi Qing Xuan perdió color, no debía quedarse en el palacio, pero no tenía forma de irse. No quería involucrar a su hermano en el problema que se metió. Apretó sus manos para detener el leve temor de su cuerpo. Suspiró en su corazón y sonrió.

—Ge me quedaré en la habitación lateral.

—Sí, iré a buscarte ropa para que te cambies.

—Sí.

Al quedar solo, Shi Qing Xuan miró a través de la ventana del estudio y vio que la luna comenzaba a elevarse en el cielo "Espero que al menos Ming-Xiong se haya ido lejos"

—oh, no esperaba verte aquí.

— ¡Tu!

La noche temprana comenzó a volverse más fría a medida que comenzaban sus etapas oscuras. Las calles dejaron de estar concurridas, principalmente en las áreas residenciales. La mansión Shi también estaba en silencio. Las linternas ya habían sido apagadas sumergiéndose en la oscuridad que parecía no tener fin.

En su habitación, Ming Yi estaba sentado sobre su cama. Había estado esperando su regreso, pero siendo tan tarde no había mostrado señales.

Hubo un ligero golpe en la puerta que los sacó de sus pensamiento, al mirar hacia adelante  vio al  mayordomo de la familia  Shi —Maestro He, hay un invitado importante que requiere atención.

Antes de que Ming Yi abriera la boca explico porque le estaba diciendo eso.

—El joven maestro no ha regresado aún, según sus órdenes, este invitado solo puede ser atendido por usted en caso que no esté.

A Ming Yi le pareció raro, pero permaneció callado y siguió al mayordomo  hacia el salón de visitas.

 Allí, sentando el sillón bebiendo una taza de té como si fuera su propia casa estaba Hua Cheng, cuando vio llegar a Ming Yi la comisuras de su labios se curvaron hacia arriba.

—El que esté aquí significa que sigue en el palacio real—No pregunto sino que afirmo. Ming Yi lo miró indiferente.

Sin impórtale la falta de repuesta de He Xuan, Hua Cheng continuo hablando  —Cuando estábamos en el burdel, le dije que tuviera cuidado. 

A cada lado de su cuerpo Ming Yi apretó su puño— ¿Estaba contigo?

Hua Cheng notó su hostilidad en su tono de voz y no se molestó— Sí, bebimos juntos y comimos juntos. Estábamos llegando a la mejor parte cuando fuimos interrumpidos

Viendo que la expresión de Ming Yi era fría, continuó como si no la viera—Le dije que si quería resolver el caso, debía ir al palacio y ver a la Emperatriz Viuda Zhuo.

—También le dije que no fuera solo, que llevara alguien de confianza.

Por un momento la expresión de Ming Yi cambió a una de asombro luego regresó a la normalidad, debido a que  encontraba parcialmente oculto en la oscuridad fue difícil de notarlo.

Hua Cheng dejó de burlarse y dijo— Aunque fuera disfrazado, el palacio dorado es vigilado, seguramente la información de que pregunto por Qi Rong llegaría a sus enemigos, por eso le dije que saliera tan pronto averiguara algo, sino no viviría para ver el sol salir.

En ese momento, el mayordomo  regresó completamente pálido e interrumpió su conversación — ¡Maestro He, llegó un mensaje del palacio. El joven maestro fue envenenado.

—El maestro viene en camino hacia la mansión. Ya he preparado a los médicos, pero...

Ming Yi fue incapaz de permanecer indiferente, no mostró una reacción enorme como el viejo mayordomo, sino que se quedó perturbado en su lugar.

Hua Cheng se levantó completamente tranquilo y apático a la atmósfera que se había formado. Le lanzó un frasco a Ming Yi y solo dijo una breve frase —Si aún no está muerto, puede ser salvado.

No espero respuesta y se marchó.

Esa noche la mansión Shi se encontraba en completo caos, varios médicos fueron traídos desde el palacio imperial para atender a Shi Qing Xuan que fue traído en grave estado.

Debido al inesperado suceso que ocurrió, el Emperador permitió que Shi WuDo saliera del palacio, incluso proporcionó hierbas raras para envenenamiento. También ordenó al ministro de justicia encontrar al culpable.

La habitación quedó impregnada de aroma medicinal. Los curanderos iban y venían constantemente trayendo posiciones para contrarrestar el veneno durante toda la noche. Solo cuando el amanecer llegó lograron estabilizar, pero Shi Qing Xuan entró en una especie de coma del cual no pudieron sacarlo.

Shi WuDo solo salió de la habitación cuando la condición de su hermano dejo de estar en peligro. Su rostro cansado no reflejó ningún quiebre. Camino derecho y cuando vio a Ming Yi en el corredor, levantó su mano y lo abofeteó.

Ming Yi no se defendió, su cabeza quedó girada hacia un costado aun después de que Shi WuDo paso por su lado sin decir nada.

Solo después de mucho, Ming Yi se dirigió hacia la recamara de Shi Qing Xuan. Lo vio recostado sobre la cama como si estuviera sumergido en el más profundo de los sueños y en cualquier momento se despertaría y comenzaría a quejarse con él.

Sin embargo, su rostro estaba pálido, las bolsas moradas estaban bajo  sus pestañas mostraban que la toxina no había abandonado por completo su cuerpo.

El veneno que le aplicaron era uno que paraliza los órganos, empezaba debilitando los músculos, luego la conciencia y finalmente causaba un paro cardiaco.

Como fue tratado en palacio real de urgencias puedo evitar que el veneno se propagara por todo su sistema, pero a cambio, según los médicos no despertará. Si seguía en ese estado moriría.

Ming Yi apretó el frasco en su mano, se acercó a la cama y  a un lado de ella estaba la silla donde Shi WuDo estuvo sentado durante toda la noche velando por su condición.

A través del velo que lo cubría , se percató que en sus brazos había dos manchas moradas que arruinaban la perfección de su blanca piel y no era por el tóxico que recibió. Fue él quien lo hirió

No había sido culpa de Shi Qing Xuan que la muerte de sus miles de camaradas fueran olvidadas, ni el gran sacrificio que pagó para salvar al país había sido tan poco cosa en la vidas de la gente que ni su nombre valía la pena  ser mencionado.

Desquito su ira con él y le dijo algo que no sentía, pero era tarde para arrepentirse, las palabras eran así de crueles porque sin importar que uno quiera recuperarlas eran incapaces de regresar.

Vertió el contenido del envase sobre un vaso y lo disolvió con agua caliente. Lo bebió sin a tragarlo y retiró el manto que cubría el lecho, se acomodo en un costado y con una mano levantó suavemente la cabeza de Shi Qing Xuan. Se inclinó hacia adelante y juntos bocas.

Lo miró en todo momento, esperando una señal, una reacción de la medicina funcionaria, pero nada ocurrió.

"No mueras"

Con su otra mano masajeó su cuello para que le fuera más fácil tragar el contenido. Implemento una vieja técnica usada en el ejército cuando los enfermos no podían comer, de esta forma podrían alimentarlo, pero no era una solución a largo plazo.

Sin respuesta, se alejó. La mano que sostenía el cuello de Shi Qing Xuan se deslizó hasta quedar en sus mejillas.

Su palma caliente se impregnó con su fría piel y tembló ante la idea de que el calor lo abandonara. Lo abrazó en un intento de preservar su calidez.

"Por favor. No mueras"

"Lo siento, no era lo quería decir en ese momento"

La mañana del tercer día, Shi Qing Xuan despertó desconcertado, le tomó un tiempo reorganizar sus recuerdos y entender que le paso. El mayordomo  le explicó cómo fue que regresó a la mansión y que pasó en su ausencia. Luego de su visita, varios médicos lo examinaron sorprendidos por su despertar.

Su cuerpo aún no estaba en buen estado, pero su vida ya no corría peligro, le tomaría al menos dos días poder recuperarse por completo. Sin embargo eso era lo menos que le preocupaba, se  perdió en su pensamiento durante la mayor parte de la mañana cuando escucho un toque en su puerta. 

Miró en la entrada donde sus ojos se encontraron con de Ming Yi.

En secreto Ming Yi se sintió aliviado de que haya despertado, durante el tiempo que permaneció dormido había querido decirle algo, pero las oraciones que repaso en su mente no abandonaron su garganta.

Vio a Shi Qing Xuan queriendo abandonar la cama y su  cuerpo se movió antes que su cabeza y lo sostuvo antes de ponerse un pie afuera. Al momento de tocarlo sintió un leve empujón, no fue fuerte, pero hizo que diera varios pasos atrás.

Un ambiente pesado los rodeó, se miraron y parecía que habían olvidado cómo hablar.

­­­­—Gracias General, estoy bien —Shi Qing Xuan sonrió con suavidad —Pero no necesito su ayuda.

Ming Yi frunció las cejas y extendió su manos queriendo ayudarlo percatándose que Shi Qing Xuan tembló levemente ante su acercamiento, confundido se fijó en su rostro. Todavía estaba sonriendo, pero no era la misma sonrisa que antes le había dedicado.

"¿Tenía de que lo lastimara?"

­—Joven maestro, ya llegó su transporte—El mayordomo Shi informó atrás de la puerta.

—Ya voy.

Shi Qing Xuan acomodo sus ropas y salió de la cama. Lo hizo de forma lenta, ya que apenas tenía fuerzas, una vez de pie caminó por al lado de Ming Yi sin mirarlo.

Fuera de sus aposentos, el mayordomo lo escoltó hasta la salida donde Hua Cheng lo estaba esperando a lado de un carruaje. No intercambiaron palabras como si supieran lo que el otro pensaba.

Hua Cheng vio en el umbral de la puerta a Ming Yi. Le sonrió de forma burlona y agarró la mano de Shi Qing Xuan ayudándolo a subir a la carroza.

Visto desde el exterior, parecía un gesto sumamente íntimo y de dos personas muy cercanas que se tenía mucha confianza.

Una vez que se acomodaron dentro, Hua Cheng subió y se sentó a su lado — ¿No lo traerás contigo?—Comentó mirando por la ventana  notando que Ming Yi todavía estaba en la entrada

—No, este asunto se relaciona con el clan imperial. Ming-Xiong es parte de la familia de su majestad, es mejor que no se involucre— Shi Qing Xuan hizo una pausa recordando lo que le dijo en el palacio.

"Eres despreciable"

—Me odia—Murmuró para sí mismo, pero Hua Cheng lo escuchó. Lo observo por las esquinas de sus ojos y preguntó

— ¿A dónde iremos?

—Al mercado negro de personas.

Hola queridos lectores, gracias por leer.

XL hizo una pequeña entrada, seguirá apareciendo más adelante, por ahora seguimos con el caso de QR.

La pregunta ¿Es culpable? 

Espero que les haya gustado el capitulo.

ginseng (1) :El ginseng en polvo es utilizado desde épocas milenarias en la medicina tradicional China.  es efectivo para estimular la producción de hormonas sexuales en hombres así como de la cantidad y la calidad de los espermatozoides. ​​

(2) Es una forma de llamar señorita o joven dama a una hija de un noble.

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