Parte 8 Visitando el palacio real
(El caso del Príncipe parte 2)
***
Ming Yi se dirigía al Burdel de la Alegría haciendo uso de sus artes marciales, se deslizaba entre los tejados de la casas, mezclándose con la oscuridad y pasando de ser percibido.
Para un artista marcial como él, no le sería difícil ingresar en aquel lugar y estaba seguro que Shi Qing Xuan se había infiltrado para reunir pistas para aclarar la inocencia del Qi Rong.
Lo imagino bebiendo, riendo y rodeados de mujeres obscenas hizo que su humor se volviera oscuro.
Se detuvo un momento teniendo a solo un metro del burdel, notó que en el edificio de enfrente una persona salía por la ventana y con un gran sobreesfuerzo subió al techo.
Era una mujer, por su forma insegura e inexperta de intentar equilibrarse sobre techo indicaba que no era un artista marcial, solo una persona común que huía de algo.
Iba a ignorarla cuando escuchó su grito. La mujer perdió el equilibrio y cayó.
Solo basto un paso para pudiera atraparla en el aire antes de estrellarse con el suelo. Aterrizó en el piso sin problemas y bajo sus ojos llevándose una gran sorpresa.
Shi Qing Xuan no solo estaba sorprendido de ver a Ming Yi sino que también estaba sonrojado hasta las orejas. No solo cayó de forma vergonzosa sino que además fue salvado por su mejor amigo mientras aún vestía de mujer.
Observando a la dama delicada y frágil como flor, Ming Yi supo de inmediato que era Shi Qing Xuan. Su peso, su altura, el color de su cabellos incluso su ojos, todo coincidían, pero entre más miraba cría que estaba equivocado, la cosa en su brazos era una mujer.
—Ming-Xiong ¿Me veo bien?— Al notar que estaba observando de forma tan intensa , Shi Qing Xuan se sintió muy feliz y no pudo evitar molestarlo.
Recuperándose de su asombro, Ming Yi iba a dejarlo caer, pero Shi Qing Xuan se aferró a sus hombros —Ming-Xiong ¿Cómo puedes ser tan cruel? Soy tu mejor amigo.
—No tengo amigos que visten de esa forma. — Dijo fríamente Ming Yi.
Shi Qing Xuan bajo la mirada un poco avergonzado— Hay una explicación para esto, por ahora sáqueme de aquí. Este lugar es peligroso, hay agentes en todos lados— Lo último lo dijo con tono de voz serio que Ming Yi no pudo ignorar.
Sin preguntar a qué se refería y en silencio, Ming Yi aseguró a Shi Qing Xuan en sus brazos y saltó hacia el techo de las casas. Aun cargando a otra persona, su velocidad no disminuye, ni parecía importante llevar una carga extra.
Shi Qing Xuan lo miró sorprendido, él no era liviano, pero Ming Yi parecía no notar la diferencia. Sabía que era fuerte, pero no imaginó que portara brazos fuertes. Él viento golpeó con fuerza su rostro y se vio obligado a girarse encendiéndose en el pecho de Ming Yi.
Ming Yi bajo sus ojos y vio esa acciones, no le importó, pero sin darse cuenta, la comisuras de sus labios se curvaron hacia arriba.
Para Shi Qing Xuan fue como estar flotando en el aire un momento y cuando menos se los espero ya estaba de regreso de nuevo a la mansión Shi
Ming Yi permitió que se bajara y se miraron mutuamente en silencio durante un buen rato, Ming Yi esperaba que se explicara mientras que Shi Qing Xuan no sabía por dónde comenzar
— ¡Ahh, bien te lo diré todo desde el principio!— Shi Qing Xuan se sentó sobre el tejado y contó — Cuando era niño solía ser muy enfermizo, los médicos no sabía porque mi cuerpo era así, así hubo todo tipo de supersticiones sobre mi enfermedad.
—Algunos decían que era el interés de un fantasma que roba la juventud, otro de que llame la atención de un ser que se come la fortuna, en fin todos creían que estaba maldito y para alejar a la criatura me hicieron vestir de mujer hasta los 12 años.
—Por aquel entonces mis padres todavía estaban vivos y de veces en cuando le insistía a mi padre me llevaran con ellos, por supuesto solo me dejaban en el jardín jugando, ya que las personas no autorizadas no pueden ingresar al palacio, pero mi padre tenía la confianza del anterior emperador y le permitía cumplir mi capricho.
—Por aquel entonces, fue cuando conocí a su majestad, la Emperatriz Viuda.
Una sonrisa cariñosa se formó en el rostro de Shi Qing Xuan. Sus ojos resplandecieron con un cariño sincero y profundo. Ming Yi quiso fingir que no se dio cuenta de esa expresión, pero fue incapaz de apartar sus ojos de él.
—Su majestad, la reina madre, me vio jugando solo y me llevó a su palacio a comer dulces y tomar el té. No me preguntó quién era o mi estatus, solo jugó conmigo. Cuando llegó la tarde me mandó de regreso con la promesa de visitarla de nuevo.
—La siguiente vez que visite el palacio, fui directamente a su residencia, pero no sabía que estaba cometiendo un error.
La alegría anterior en la mirada de Shi Qing Xuan fue reemplazada por culpa. Ming Yi no esperaba que pusiera expresión.
Shi Qing Xuan escondió su rostro detrás de su rodillas antes de continuar la historia— La Emperatriz viuda es una persona mayor, ella no se dio cuenta que era un niño. A medida que me acercaba a la edad de los doce años, con mis padres muertos, Ge tenía un cargo en departamento de comercio, así que insistió en que dejara de usar estas ropas. Cuando volví a visitarla, ella no me reconoció.
—Entonces, el actual Emperador le pidió a Ge que me vistiera de niña solo para complacer a la Madre real, para eso recibí educación especial para mujeres. Por supuesto este asunto, solo lo sabemos yo, mi hermano y el rey.
—La Emperatriz Viuda ha envejecido mucho, su vista no es muy buena. Aunque ya soy un adulto, ella piensa que soy la hija de un ministro.
—Ming –Xiong y-yo— Shi Qing Xuan levantó apenas su cabeza para mirar al General. Ming Yi estaba comiendo un bollo de carne sin prestarle atención.
Shi Qing Xuan no podía soportar ser ignorado por un bollo de carne y comenzó a sacudirlo de un lado a otro— Ming-Xiong, te he contado toda mi historia ¿ Es esa tu reacción?
Tras devorar todos sus aperitivos, Ming Yi preguntó con indiferencia — ¿Por qué no le has dicho la verdad?
—No quiero verla triste— Shi Qing Xuan suspiró — Ming-Xiong mañana ingresará al palacio a verla. Quiero que me acompañes.
Ming Yi lo miró— ¿Por qué?
—Hay algo que necesito preguntarle a su alteza.
—¿Tiene algo que ver con que fuiste al Burdel?
El tono de voz de Ming Yi era más frío de lo normal, en cada palabra Shi Qing Xuan notó enojo — No me ibas a dejar ir, si te lo decía— Se explicó y luego agregó con emoción — ¿Ming-Xiong te iba a vestir de mujer para acompañarme?
—En tus sueños. — Ming Yi miró en otra dirección.
La luna en los alto de cielo iluminaba sus silueta, aún esa leve iluminación, Ming Yi se dio cuenta que la piel de Shi Qing Xuan era más blanca de lo normal. No necesitaba de maquillaje para resaltar su mirada era naturalmente bella sin ella.
Como estaban haciendo un escándalo en techo de la casa, el mayordomo de la shi los descubrió y los regaño.
Desde el condado Shang se podía apreciar el gran palacio imperial. Aunque sus altos muros lo separaban de la ciudad, el castillo donde el Emperador vivía era visible desde cualquier rincón de la prefectura.
Actualmente solo los ministro y sus suboficiales podían ingresar a diario sin ninguna inspección, pero aquellos que eran ajenos a la corte real debían no sólo presentar un pase de entrada escrito por alto funcionario, sino que también tenían prohibido llevar cosas encima.
Sin embargo, cuando el carruaje donde iba Shi Qing Xuan se detuvo en las puertas, lo guardias solo agitaron la mano y los dejaron pasar, la razón fue porque el transporte fue diseñado con el emblema de la flor de loto, lo que significaba que era un invitado de la Emperatriz Viuda.
—Ming-Xiong ¿Cómo luzco? —Shi Qing Xuan acomodó sus cabellos detrás de su oreja. — ¿Soy linda?
Frente suyo, Ming Yi mantenía sus ojos cerrados ignorando el parloteo de esta falsa dama, sin embargo, todavía sus sentidos eran astutos y se agudizaron permitiéndole sentir su perfume de flor de ciruelos. Una esencia rara que se decía que solo las concertés y las concubinas del palacio solo podían comprar.
Pero Shi Qing Xuan había impregnado su cuerpo con esa fragancia que era de agrado para cualquier hombre que estuviera a pocas distancias de él.
— ¡Ming-Xiong di algo! — Protestó Shi Qing Xuan sentándose a lado de Ming Yi y pegándose a su brazo — ¡Dime que estoy bien!
Ming Yi abrió sus ojos y se encontró con sus brillantes orbes y sonrisa coqueta. Para la ocasión, Shi Qing Xuan se había puesto un vestido blanco de seda de hilos, delicado con bordados de peonias, encima traía una túnica del mismo color que se amoldaba a su figura. En sus orejas dos pendientes colgaba y parte de su cabellos estaban sujetos por una corona con delicadas horquillas de flores.
Como hombre era apuesto y elegante, como mujer era delicada y hermosa como una flor que florece en la intemperie.
Por su comportamiento, Ming Yi podía adivinar que sabía cómo comportarse como una señorita mimada, incluso se inclinó hacia él dejando que viera su delgado cuello y su clavícula.
Se percató que parte de su vestido estaba revelando más de lo que debería. Lo subió sin mostrarse perturbado — Te ves ordinaria.
Parpadeando varias veces, Shi Qing Xuan bajo sus ojos y vio que su mano subía vestido y más que eso, Ming Yi seguía mostrándole una expresión indiferente.
— ¡No puede ser! Ming-Xiong ¿Cómo puedo verme ordinario si me tomo varios incienso quemador para prepararme?
—Apuesto que no eres popular con las mujeres. Eres un bruto.
Shi Qing Xuan se había inclinado lo suficiente para casi terminar en regazo de Ming Yi. El carruaje se sacudió de forma repentina tirándolo directamente a los brazos del Ming Yi.
"Porque parecía que me arrojé a sus brazos" — Shi Qing Xuan se sintió nervioso de repente al tener una mano en su cintura. Buscó moverse rápidamente cuando escuchó la voz de Ming Yi cerca de su oído.
—Mi señora es una dama delicada y hermosa.
—¡Ming-Xiong deja de búrlate de mí!
Molestó, Shi Qing Xuan corrió a un lado de la carroza y lo ignoro.
Ming Yi tomó de forma inconsciente un largo mechón antes de que se alejara por completo. Un deseo inexistente su corazón apareció, uno que nunca pensó que volvería a sentir, pero tan pronto se hizo consciente de esa emoción soltó su cabello.
El resto del recorrido permanecieron callados y sin mirarse. Una vez cerca del palacio de la Emperatriz Viuda el transporte se detuvo y un eunuco abrió la puerta para ayudar a Shi Qing Xuan a bajarse.
El eunuco Zhou ya estaba finalizado con Shi Qing Xuan y encontró algo extraño que viniera acompañado de un hombre—Señorita, su invitado..
—Es parte de los hombre de ministro Shi —Dijo a la ligera Shi Qing Xuan— Se que no se permiten los hombres dentro del palacio de la Emperatriz Madre, pero está aquí para protegerme.
—Entiendo— El eunuco Zhou conocía la actitud del ministro Shi, si hacía algo que le disgustara podría perder la vida por lo cual no preguntó más.
— Por favor acompáñenme.
Mientas caminaba, Shi Qing Xuan bajo la velocidad de sus pasos quedando al apartar de Ming Yi y susurro en voz baja para solo Ming Yi lo escuchara antes de entrar al palacio, recordándole que se hiciera pasar por un subordinado de Shi WuDu
— Ming-Xiong no puede irte sin mi ¿Entendido?
Ming Yi no respondió, Shi Qing Xuan había sido muy insistente en traerlo con él, no ofreció explicación, pero sabía que había una razón para eso. Movió su cabeza de forma afirmativa, pero no se dio cuenta del alivio se manifestó en el rostro de Shi Qing Xuan.
—Gracias Ming-Xiong.
Como estaba lleno la residencia de la Emperatriz Viuda, Shi Qing Xuan se adelantó.
—La señorita Qing Xuan ha llegado.
Shi Qing Xuan se adentro al interior del palacio dorado y camino sobre una alfombra roja hasta llegar delante del trono del fénix (1) y se postró en suelo.
—Chen (2) saluda a la madre real.
Sobre el trono se encontraba una mujer de edad avanzada. La anciana sonrió con alegría al ver a Shi Qing Xuan.— Qing Xuan ven aquí, deja que la abuela te vea mejor.
—Sí, su majestad.
Reincorporándose, Shi Qing Xuan se acercó hasta la Emperatriz Viuda Zhou y se arrodillo de nuevo. La anciana tomó su rostro suavemente y acarició su mejilla.
La Emperatriz Viuda ya tenía casi sesenta años, había vivido durante la peores eras del reino y visto toda clase de cosas, sin embargo, su corazón se mantuvo sincero y recto. En su juventud fue una mujer hermosa y ahora, aún en la vejez conservaba su encanto.
Aun siendo madre del actual Emperador, ya no se involucraba en la política al menos que sea necesario, se mantenía alejada de los problemas de la corte y vivía su vida tranquila en su palacio.
Sin embargo, la Emperatriz Viuda Zhou era una figura importante, su poder era absoluto, incluso dentro del harem imperial, si había que le disgustaba sería borrado, si consideraba que había una política o ley corrupta usaría su influencia para desaparecerla. Por eso mucho buscaba obtener su favor, pero la Reina Madre no ponía buenos ojos a cualquiera, era incluso difícil verla y platicar con ella.
—Cariño te has vuelto más hermosa desde la última vez que te vi.
—Majestad...
—Ya te he dicho que no me llames así— Lo regaño la Emperatriz Viuda Zhou .
Shi Qing Xuan sonrió— Abuela, haces que me avergüence. Un hombre desalmado me ha dicho que soy ordinaria.
Ming Yi que estaba cerca de la entrada arrodillado rodeo los ojos.
—Tontería, seguro era tímido ese hombre y no quiso decirte lo bella que eres. Debes gustarle mucho— La Emperatriz Zhou hizo una seña con mano e inmediatamente los sirvientes prepararon una silla para Shi Qing Xuan.
—Lo sé — Shi Qing Xuan dejó que la Emperatriz sostuviera sus manos, él también reforzó el agarre— Abuela lamentó no haber venido antes, sé que me estaba esperando.
—No te preocupes cariño. El ministro Shi me informo que he estado haciéndote cargo de la casa, y has tenido mucho trabajo, la abuela entiende.
—Pero, la abuela me estabas esperando y...
—Y has venido, eso es lo que importa.
Shi Qing Xuan quería mucho a la Emperatriz Viuda Zhou, la consideraba su abuela y también una segunda madre, ella lo había mimado y consolado cuando perdió a sus padres. Le permitió llorar en sus brazos libremente y lo protegió
Por eso le dolía el alma tener que engañarla, en ocasiones tenía la sensación de que ya sabía que era un hombre, pero no podía saber con exactitud si lo sabía o no.
—Cariño, cuando el ministro Shi vino a verme, le comente que ya estás en edad de casarte. Le dije que debe encontrarte un buen esposo pronto.
Shi Qing Xuan casi escupe el té que iba a beber. Nervioso habló—Abuela creo que aun sigo siendo joven para casarme.
—No, ya eres toda una dama. Es momento de que te cases, tengo algunas buenas opciones de algunos funcionarios.
—Abuela— Shi Qing Xuan se postró de nuevo en el suelo frente a la Emperatriz Viuda— No te preocupes por eso, Ge se encargara todo. No hay necesidad de molestar a la abuela con ese asunto.
—Mi niño, todo lo que tenga que ver contigo no es una molestia. Deja que la abuela te consiga un buen marido.
Una vez que la Emperatriz Viuda Zhou decía algo, no había algo que la hiciera cambiar de opinión. Sus ojos resplandecieron como si ya hubiera tenido todo planeado.
—Cariño. Aquí tengo una lista de algunos buenos hombres, incluso mande a pedir que se hagan una pintura que puedas seleccionar el que más te gusta.
Una de las sirvientas colocó un pergamino, mientras que otra tenía una bandeja completa de rollos.
Shi Qing Xuan río de forma rígida. —Abuela.
—¿Quién es este caballero?— La Emperatriz Viuda Zhou interrumpió sus palabras. Al mirar atrás Shi Qing Xuan se dio cuenta que era a Ming Yi a lo que se refería.
—Es mi...
—Xuan-er — Llamó la Emperatriz Viuda de repente— ¿Eres tú?
Shi Qing Xuan quiso taparse la cara con la mano, había olvidado que Ming Yi también era parte del clan imperial. Nadie sabía que el General del campamento negro estaba en la capital, pero al traerlo al palacio dorado estaba revelando su identidad.
En todo momento Ming Yi había mantenido su cabeza abajo negándose a mirar hacia arriba y enfrentar a esta amable mujer.
Al ver que su ama estaba confiando en las personas, las doncellas intentaron convencer de que se trataba de otra persona, pero la Emperatriz Viuda no las dejo hablar.
—Xuan-er ven aquí. Sigues siendo tan serio como siempre.
Ming Yi no se atrevió a negarse y se acercó hasta donde estaba la anciana y levantó la cabeza.
—Si eres Xuan-er— La Emperatriz Viuda rio feliz —Hace mucho que no te veo, pero sigues siendo demasiado rígido.
Habían pasado casi diez años desde que He Xuan vio a la Emperatriz Viuda, en aquel entonces lucía más joven y animada, ahora con los pasos de los años encima su cálida sonrisa seguía hablando su corazón.
Su abuelo era el hermano de la Emperatriz Zhuo, el apellido de soltera de era He, lo que la hacía su tía-abuela. Aun con la lejanía de su sangre, la Emperatriz Viuda Zhuo siempre trato bien a su familia paterna, incluso mandaba regalos a sus sobrinos y primos. Entre ellos He Xuan tuve una relación cercana con ella.
Solía visitarla a menudo y en su estadía juntos, la Emperatriz Viuda también se encargó de conseguirle los mejores tutores para sus estudios, también gracias a su influencia, fue entrenado en arte marciales por los mejores artistas marciales del palacio.
Sin embargo, en aquel entonces era demasiado joven para escuchar sus consejos y se metió en el ejército, tiempo después fue enviado a las fronteras para defender al país de los extranjeros y no tuvo oportunidad de regresar ni una sola vez.
—Niño tonto— Lo regaño la Emperatriz Viuda — Te quedaba mejor ser un funcionario de la corte que ir a luchar con espadas.
Los ojos de la mujer se cristalizaron y fue incapaz de contener algunas lágrimas.— Xuan-er has crecido tanto.
Nadie se atrevió a interrumpir el momento, para la doncellas que se mantenía alejadas pensaba que finalmente la madre real había perdido algo de cordura, el Xuan-er que se refería el Márquez He, hace tiempo que no se tenía noticias sobre él, lo más probable era que estuviera muerto, pero nadie se atrevía a decirle esa palabras por temor a romperle el corazón.
Solo Shi Qing Xuan que estaba a su lado era consciente que la Viuda Emperatriz Zhou había reconocido a He Xuan.
—He envejecido demasiado— Dijo de repente la Viuda Emperatriz Zhuo se puso melancólica — La vida parece demasiada larga con tantos obstáculos y sufrimientos, muchos de mis amigos y hermanos ya se han ido dejándome atrás, incluso el Emperador alcanzó el cielo demasiado pronto.
—Hay cosas que están destinadas a desaparecer con el tiempo, pero si algún rastros de lo que alguna vez fue es porque el destino dicta que aún es el momento de partir. Todo ocurre por un porque, no hay nada que no tenga sentido.
—Los caminos se separan pueden que no vuelvan a cruzarse, pero que aquellos se une a mitad del camino pueden ser el verdadero sendero que debemos seguir.
La Emperatriz Zhou tomó la mano de He Xuan y de la Shi Qing Xuan y la junto.
Ambos se tensaron al entender el verdadero significado de esa acción, Shi Qing Xuan quiso retirarse, pero He Xuan retuvo su mano. Sorprendido lo miró, pero el general solo mantuvo sus ojos en la madre real.
La Emperatriz Viuda Zhuo estaba muy emotiva—Xioa (3) Xuan , Xuan –er — Paso su mirada de entre los dos como si estuviera confirmando algo —Ambos han sido buenos nietos, la abuela estará tranquila si están juntos.
Una de las doncellas no pudo soportarlo más y habló— Gran Emperatriz, el General He ya está casado, me temo que no podrá ser posible su unión.
—¿En serio?— La Emperatriz Viuda Zhuo se quedó sin palabras. Sorprendida murmuró— Ah...Entonces ¿Xuan-er te casaste? ¿Por qué nadie me lo dijo?
Incluso, Shi Qing Xuan se sorprendió nunca escuchó que el General del Campamento Negro tenía una esposa. Extrañamente, un sentimiento de infelicidad se apoderó de él y alejó su mano de Ming Yi.
—No importa abuela, me casaré con quien elijas— Shi Qing Xuan tomó un retrató alzar — ¿Qué piensas de este caballero? Es muy apuesto.
Ming Yi aprovechó esa oportunidad para retroceder y salir del palacio dorado. Se apoyó sobre la pared y a cada lado de su cuerpo apretó su puño.
Mientras los seres humanos no tengas espinas en su corazón. No importa que tan buenos o que tan bien disfracen el alma, siempre hay una grieta en la armadura que hace que la protección se desmorone.
Esa grieta para Ming Yi fue Shi Qing Xuan.
Después de hablar tontería con la madre real, Shi Qing Xuan logró despistar a la mujer de su matrimonio y finalmente se atrevió a tocar el tema por el cual vino.
—Abuela ¿Escuchó que el príncipe Qi Rong fue encarcelado?
—Si
La mirada de la Gran Emperatriz cambió de una cálida a una seria— Ese niño se ha metido en un gran problema esta vez, me temo que será exiliado.
— ¿Lo enviaran a la fronteras?
—Su majestad no ha decidido nada, pero el ministerio insiste en que las malas obras de Qi Rong han ensuciado el nombre del clan real.
—¿Cuáles ministros fueron los que pidieron el exilio?
—El primer ministro Shi, el oficial Sui del ministerio de haciendas y el ministro comercio. También los suboficiales de justicia y de guerra.
Shi Qing Xuan esperaba que su hermano quisiera alejar a Qi Rong, pero no esperaba de los otros ministros.
"El ministerio de guerra"
El ministerio de guerra estaba conformado por tres subdivisiones. La guardia real que era el ejército personal de su majestad el Emperador, las tropas estacionarias que son el ejército que custodia las murallas de las fronteras y por último el ejército estatal, este último tenía sus subdivisiones, aquellos que patrullan las calles, aquellos que custodian la puertas de acceso y salida de la Capital Imperial y también, bajo las sombras de las demás las agencias secretas a cargo de investigar a los oficiales y traidores del reino.
Aunque parecía bien estructurado, este ministerio estaba podrido desde la base, Shi Qing Xuan siempre encontraba pruebas para despojar de su cargo a ministro de guerra, lamentablemente no era tan fácil.
Aunque había un ministro, el poder de todo el departamento estaba cargo del supremo comandante del ejército imperial y sus dos vice generales, dejado de ellos generales veteranos que rara vez movían los hilos bajo las sombras.
—Cariño, no te metas demasiado en este asunto— La Emperatriz Zhuo sostuvo la mano de Shi Qing Xuan preocupada— En este caso hay más de lo que parece.
—Lo sé abuela, no te angustia no haré nada, solo hay algo que no entiendo —Shi Qing Xuan le devolvió el agarre para darle tranquilidad — El delito que cometió su alteza es muy leve, entonces ¿Por qué quieren exiliarlo?
—Esto no se ha dicho al público para proteger el prestigio de la familia real, pero según las investigaciones que se le hicieron al cuerpo, encontraron que aquella mujer había ingerido una droga. Cuando revisaron los aposentos del príncipe Qi Rong encontraron recetario de dicha droga y también un listado de personas con precios.
—Su majestad ama a su pueblo, le hecho que se haya estado haciendo tales actos en su jardín lo ha enfurecido. Qi Rong negó su participación en esos hechos, pero las pruebas lo dicen todos.
Con esa palabras, Shi Qing Xuan entendió que todo estaba muy bien planeado, incluso se las arreglaron para colocar huellas incriminatorias.
La Gran Emperatriz Zhou bosteza luciendo ligeramente cansada. Shi Qing Xuan lo noto y se puso de pie—Abuela ya estas cansada, me iré ahora para que puedas descansar.
—Xioa Xuan siempre estás muy atento conmigo. Ven a verme más seguido.
—Lo haré abuela.
Haciendo una reverencia Shi Qing Xuan junto sus manos y se despidió.
Salió del palacio sin correr, pero a pasos rápidos para buscar a Ming Yi e irse lo más pronto posible. Lo buscó en las cercanías, pero no lo halló. Se dirigió al jardín donde lo halló recostado sobre la pared.
—¡Ming-Xio...!
De repente, Shi Qing Xuan fue sujetado y estampado contra la pared de forma brusca. Un jadeo de dolor escapó de sus labios y miró estupefacto a Ming Yi.
—¿Es así cómo se comportan las personas del país que defendí?— El frío y helado tono de Ming Yi dejó mudo a Shi Qing Xuan.
—Mis camaradas murieron por defender a la corrupta familia real, mi esposa, mi hermana fueron humilladas y deshonradas mientras yo peleaba en el frente ¡Luche por defenderlo!
—¿Y tan pronto me han olvidado? Todos fue ocultado.
—Ming..
—¡Cállate!
Cegado por el odio y el rencor, Ming Yi apretó fuertemente los brazos de Shi Qing Xuan. Para el funcionario fue como si estuvieran a punto de romperle los huesos.
—¡Duele!
Aun con esa súplica, Ming Yi apretó con más fuerza — En cuanto a ti... Eres repugnante. Me das asco.
En los ojos de Shi Qing Xuan, las lágrimas parecían brillar, estaba tan perturbado por las palabras de Ming Yi que temblaba incontrolablemente.
Sin conmoverse un poco, Ming Yi lo soltó y le dio la espalda, alejándose rápidamente sin mirar atrás en ningún momento.
Le tomó bastante tiempo a Shi Qing Xuan poder reunir las fuerzas para levantarse. Asustado, todavía camino en dirección hacia donde se fue Ming Yi. Atravesó los pasillos a pasos lentos mirando en todos las dirección para encontrarlo.
—¿Pero qué tenemos aquí? La zorra regresó.
Al darse vuelta, se encontró con la persona que menos quería ver en ese momento.
—Qi Rong.
(1) El fenix es el símbolo de la Emperatriz.
(2) Chen: se traduce como este este sirviente.
(3) Xiao significa pequeño.
Hola queridos lectores, gracias por leer.
Se que todo parece confuso, pero ira entendiendo mejor cuando avance el arco. En próximo capitulo vendrá in invitado especial.
Espero que les haya gustado.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro