Ming Yi lo contempló sin ningún cambio en su expresión esperando que continuara con lo que estaba diciendo, pero de repente escucharon fuertes y desesperados gritos, por su tono eran de mujeres.

Shi Qing Xuan salió de la habitación corriendo en dirección de dónde provino los gritos, coincidentemente estaba cerca del estudio del Duque Wen.

Extrañamente ellos no fueron los único que fueron atacados. Dentro de la habitación,las damas de compañías de la Duquesa estaban intentando proteger a su señora de un grupo de asesinos. Al parecer los guardias de la mansión fueron derrotados y solo ellas quedaron para defenderla. 

Sin tiempo para pensar, Shi Qing Xuan ordenó— ¡Ming-Xiong acaba con ellos!

Ming Yi que estaba detrás de él, lo miró importándole poco y nada que esas mujeres fueran asesinadas. No tenía la obligación de ayudarlas.

Como no hubo movimientos, Shi Qing Xuan tomó una espada del suelo y se lanzó a salvar a la Duquesa. Estos asesinos eran profesionales, con sus artes marciales prometido, contra los formidables enemigos apenas podía defenderse.

— ¡Ming-Xiong si me ayudas te invitare a comer!— Dijo mientras derrotaba a un matón y esquivaba a otro mostrando elegante estilo de espada.

Rápidamente, Ming Yi asedio actuar, ya que había una recompensa en el medio. Como un resplandor negro y con un solo movimiento acabo con todo los rufianes que habían asaltado a la Duquesa.

— ¡Eres increíble Ming-Xiong!—Elogió Shi Qing Xuan con una gran sonrisa —Luego te llevaré a comer.— Le guiño un ojos, pero Ming Yi lo ignoro.

Shi Qing Xuan no se molesto ,solo se dio la vuelta y sus ojos se enfocaron en Ling Wen. La mujer estaba tranquila a pesar de que acaba de pasar por un momento crítico, las sirvientas que la rodeaban se mostraban más asustadas y conmocionadas, pero la Duquesa Wen hacía honor a su reputación. Fría y calculadora.

— ¿Se encuentra bien mi señora?

—Si, agradezco la ayuda da-ren. — Ling Wen se inclinó levemente mostrando su agradecimiento. Como todo miembro de la realeza, la dama no era modesta y solo mostró ese gesto.

A Shi Qing Xuan no le importo, en cambio se enfocó en otro asunto— Duquesa ¿Puedo preguntarle algo?

—Adelante.

— ¿Tiene alguna idea porque el Duque Wen murió?

—No—Sin dudar Ling Wen habló con un tono de voz neutro y distante—Los asuntos de mi esposo eran un misterio para mí. Como su esposa solo me he ocupado de los cuidados de la casa. 

— ¿Conoce si tenía algún rencor personal con alguien?

—No, mi esposo era una persona amable y se llevaba bien con sus colegas.

—Entonces ¿Puede imaginar alguna razón por la cual vinieron a matarla?

Esta vez la respuesta de Ling Wen demoró en salir, pero respondió con la misma tranquilidad que las anteriores—No, todos los tesoros que poseo fueron dados por mi familia como parte de mi dote (1). Los demás han sido reglas de su majestad, el Emperador, pero son objetos sin mucho valor.

Los Wen provenía de una familia cuyo linaje había dado muchas generaciones eruditos literarios, muchos habían sido altos funcionarios aclamados por su inteligencia, sin embargo, el ministro Wen tuvo como primogénita a una niña, según las leyes de dinastía Ming (2), una mujer no podía ser jefe de la familia al menos que haya enviudado. El ministro Wen fue bastante infeliz con el nacimiento de la niña, hasta que su concubina  preferida dio a luz  un varón y enfocó toda su atención en cuidarlo, mientras a su hija la casó con una rama lejana de familia Wen. 

El Duque Wen era un pariente lejano del Emperador, una vez fue un soldado que estuvo en la guerra, lo cual lo hacía el perfecto caballero para ofrecer a su hija. Con el candidato ideal, los arreglos fueron rápidos ya que el Duque Wen aceptó rápidamente la propuesta matrimonial.

La boda también fue bendecida también por el Emperador, la fortuna del cielo les sonría y debió continuar hasta que alcanzaran la otra vida, pero de repente el Duque Wen fue asesinado y la razón era un misterio.

—Mi Duquesa, regresaré a la prefectura para analizar el caso, debido a que los yarman que traje fueron asesinados, traeré más para su protección lo más pronto posible .Por favor no salga de la mansión y si ocurre algo, envíe alguien a buscarme.

—Entiendo.

Despidiéndose al juntar sus manos, Shi Qing Xuan se dirigió directamente a la salida de la casa, Ming Yi lo siguió algunos pasos atrás y notó que el joven estaba pensativo.

Ingresaron a una calle concurrida mezclándose con la multitud de personas. MingYi miró por las esquinas de sus ojos hacia atrás y noto que alguien los seguía. Con tanta gente y comerciantes era difícil saber la localización exacta de esos perseguidores, pero todavía podían perderlos.

Aceleró sus pasos, hasta ponerse a la par de Shi Qing Xuan. No le advirtió del peligro, porque el Maestro Shi tenía una expresión seria indicando que era consciente de la nueva situación en la que se encontraban.

—Ming –Xiong ¿Qué opinas?

—No son los mismos que ingresaron a la casa de la Duquesa.

—Con qué otro grupo.

Shi Qing Xuan pensó en algo, luego se detuvo — ¿Se fueron?

—Sí.

— ¡Bien!— Shi Qing Xuan aplaudió —Vayamos a comer. —Señaló el puesto que estaba aún costado.

Parecía una coincidencia, pero Ming Yi sabía que el joven maestro Shi no llegó aquel puesto de comida por casualidad y más cuando estaban siendo vigilados por alguien.

Los dos hombres se sentaron en una mesa lejana del resto de los clientes con vista a la calle donde podría salir rápidamente por si algo sucedía.

—Dos tazones de fideos— Ordenó Shi Qing Xuan a la dueña del local.

— ¡Salen en seguida!

Apoyando sus codos sobre la mesa, con sus palmas abiertas, Shi Qing Xuan dejó que su cabeza se apoyara sobre ellos mientras miraba a Ming Yi. —Qué pasa? Te he traído a comer como prometí.

Mirándolo fijamente, Ming Yi lo interrogó — ¿Conocías a esas personas? 

—Más o menos—Shi Qing Xuan tomó un par de palillos de la mesa en el momento justo que una empleada llegaba para dejar sus órdenes. —No puedo decir que son mis amigos, pero no harán nada. 

Imitando su acción, Ming Yi comió los fideos. La mesa quedó inmersa en un silencio, donde solo las charlas de los demás los pasantes de oía junto con cruces de las carrozas por la avenida.

El joven Shi no era delo que mantenía callado, siempre tenía algo de qué hablar y en esta situación no era diferente — Nunca espere encontrar al General del campamento Negro en Pekin(2)

Apenas mostrando una expresión en su rostro frío, MingYi no se molestó en esconder su identidad. — ¿Cómo lo descubriste?

—Pues, uno de los sirvientes vio que traía una placa de plata entre tus ropas sucias mientras te bañabas y pensó que podrías ser asesino contratado así que me lo enseño. El sello tenía la insignia de olas del mar junto con el símbolo de la casa He grabados, al principio pensé podría ser una imitación para asustar a los matones, pero cuando vi tu Kung Fu me dio cuenta podría alguien que pudo haber estado en el ejército y pertenecer a la familia del antiguo Marqués He.

—Lo que confirmó que eras el General, fue que no saludaste a la Duquesa Ling Wen, un súbito real del Emperador solo se arrodilla ante él. Tipico los grandes generales y comandantes.

Aun con todas esa explicación. MingYi, mejor conocido como He Xuan el General del campamento negro de región de Yan (4) ordeno otros dos tazones de fideos y los devoró en menos de un parpadeo.

Shi Qing Xuan se sintió bastante molesto al ver que Ming Yi no reaccionaba a su brillante deducción. — Además, tienes músculos fuertes y eres diestro con la espada, un soldado común no tendría ese nivel de habilidad. He visto a muchos artistas marciales, pero puedo asegurar que eres uno de los más fuertes que conozco, además cuando caminas no haces ruido, ese es un hábito que solo los veteranos logran alcanzar.

Finalmente He Xuan decidió prestarle atención a este niño que no conocía las palabra silencio. —Hay muchos veteranos en la capital ¿Por qué pensaste que podría ser yo?

Viendo que por fin le prestaba atención, Shi Qing Xuan amplió su sonrisa. — Eso es fácil, primero no reaccionaste cuando dije mi nombre, si fueras algún soldado que vive en la capital sabrías o al menos tendrías que haber escuchado sobre mí.

—Puede que no me interesan los chismes, ni las personas relacionadas con la corte—Lo probó He Xuan pidiendo otras clases de fideos. — Los soldados que vienen de las fronteras, lo que menos quieren es saber sobre las notas peleas que hay en la política.

—Tal vez— Sin perder su sonrisa, Shi Qing Xuan sacó su carta de triunfo— Pero la última guerra fue hace dos años contra los tártaros (5)  fue una batalla terrible ,principalmente en el norte, donde el campamento del negro estaba establecido, se dice prácticamente todo el ejército fue destruido una noche. Gracias a esa terrible victoria nuestro país no fue invadido.

—Como las pérdidas fueron grandes, casi no hubo sobrevivientes entre ellos, está el General He. Escuche el rumbo que se salió del ejército, el Emperador no lo detuvo ya que no ha habido enfrentamientos desde entonces,además hizo una gran contribución al país . Nadie ha sabido donde está o que está haciendo, pero fue gracias a sus esfuerzos que la capital está a salvo.

Hubo un corto silencio, donde ambos jóvenes se miraron a los ojos, la sonrisa en los labios de Shi Qing Xuan se había borrado y su rostro era serio. 

—La mayoría de los guardias imperiales son hombres corruptos, algunos ni siquiera han estado en el campo de batalla, pero cometen todo tipo de actos fraudulentos.

De repente, cuatro hombres vestidos con túnicas de la guardia imperial fueron arrojados al suelo por un grupo de soldados perteneciente a la prefectura Shang. Shi Qing Xuan había estado esperando esto.

—Señor, estos son sujetos que los habitantes reconocieron como los que estaban intentando propasarse con la mujer y ataron al caballo al señor.

Los cuatro reclutas estaban amarrados con sogas y con la cabeza abajo, uno de ellos miró hacia adelante y sus ojos se ampliaron con incredulidad.

— ¡Tu! —Escupió con ira —Cómo se atreve un mocoso como tu apresar a los guaridas de su majestad sin ninguna prueba ¡Nosotros somos trabajadores que protegemos a la gente todo los días de los malos!

— ¿Quién te crees que eres para acusarnos falsamente?

Los otros tres que habían permanecido callados por temor a ver ofendido a alguien poderoso, se animaron a reclamar ya que su amigo habló primero.

— ¡Cierto! Nosotros solo estaba vigilando la ciudad, cuando vimos que se mendigo atacó a un oficial.

— ¡Solo le dimos su merecido!

Shi Qing Xuan frunció las ceja molesto, pero conservó la calma y su aire de erudito enfocando su atención en He Xuan. — General ¿Cuál es el castigo por la desobediencia y mal comportamiento?

He Xuan miró a los hombres que se pusieron pálidos al escuchar la palabras General —Azotes.

— ¡Bien! Llévatelos a la prisión —Ordenó Shi Qing Xuan.

—Sí, señor.

Con las instrucciones dadas, los guardias de la prefectura Shang tomaron los soldados para llevarlos a las mazmorras.

— ¡Espere, mi señor! —El que se había estado quejando comenzó suplicar al escuchar el nombre de Shi, cualquier idiota sabría que el mayor de ellos era jefe del gabinete, cualquiera que lo ofendiera no terminaba bien

— ¡Estamos equivocados! Tenga misericordia, hemos recapacitado.

—¡Le aseguramos que no haremos nada malo a partir de ahora!

Las palabras vacías era algo que Shi Qing Xuan estaba acostumbrado a escuchar, por eso ignoró sus ruegos e hizo un gesto con la mano para que su gente se los llevará más rápido.

Ming Yi no había abierto la boca desde que dijo esa corta oración, solo se quedó al margen mirando a Shi Qing Xuan. Parece ser era el tipo de joven que no temía arriesgar su vida por su justicia e ideales, era imprudente sin saber que podría meterse algún día en un callejón sin salida.

Tan ingenuo y lleno de pureza, algo raro en su generación, pero no extraño. Todos eran así al principio, pero todo con el tiempo se volvían corruptos ¿Quién recordaría lo que alguna vez fue o los sueños que tuvieron?

—Le he devuelto esta deuda—Shi Qing Xuan interrumpió sus pensamientos. — Gracias por salvarme la vida General He.

—No he hecho nada que merezca tu agradecimiento. Solo te salvé porque me diste comida y curaste mis heridas.

Shi Qing Xuan hizo un puchero inconforme. Este hombre no podía decirle algo lindo por los menos, había pasado las puertas de la muerte juntos hasta hace poco tiempo.

— ¡Ming-Xiong! ¿No estás siendo un poco frío? Acabo de vengarte. —Protesto.

—No te lo pedí.

— ¡Eso es lo que hacen los amigos! Como mejores amigos es normal hacer justicia por el otro.

—¿Quién es tu mejor amigo?

— ¡Pues tú! ¿Hay alguien más aquí?

—En tus sueños.

Después de comer, Shi Qing Xuan fue a la prefectura Shang a dar unas cuantas órdenes, luego regresó a la mansión Shi donde permaneció en su estudio hasta alta hora de las noches. Cerca de la media noche ingresó a su habitación para dormir.

Ming Yi se había instalado en una habitación dentro de la casa y había estado dentro de ella fingiendo descansar .Cuando la luz de la luna se filtró a través de su ventana supo que era el momento de marcharse.

No tenía muchas cosas para empezar a excepción del emblema del antiguo campamento negro, Shi Qing Xuan lo dejo entre sus desgastadas ropas y no lo uso para sobornarlo.

Siendo iluminado por la pálida luna, miró el objeto en sus manos. El único que quedaba vivo de su campamento era él, el resto murió en el campo de batallas y aquellos a quienes salvo se suicidaron poco tiempo después.

Todo todavía escuchar sus gritos en sus sueños y ver sus cadáveres marchitarse como hierba seca sobre la tierra.

Cerró sus ojos por un momento para alejar aquellas memorias y aprovechando la oscuridad de la noche, se mezcló con el negro del pasillo para poder salir de la mansión, no tenía razón o motivo para quedarse y menos ser guardaespaldas de un niño mimado.

Paso por una puerta percatandose que la persona de adentro todavía estaba despierta, probablemente esta era la habitación de Shi Qing Xuan. Estaba dispuesto a salir sin que lo notara, pero de repente escuchó su voz.

— ¿Ya te vas?

No respondió.

Del otro lado de la puerta, Shi Qing Xuan estaba soltando sus cabellos para pronto irse a dormir, sabía que Ming Yi estaba detrás de la puerta y no le diría nada, así que habló por su cuenta.

—No le he informado al Emperador que estás aquí, puedes abandonar la capital sin la necesidad de que te escondas. En la puerta de salida encontrarás un pequeño presente de mí para el viaje.

He Xuan ya no siguió escuchando y se alejó sin hacer ningún ruido hacia la puerta trasera, ahí había un bolsito relleno con algo, probablemente de plata, también había una caja en el cual halló comida para varios días.

El Maestro Shi no había planeado mantenerlo, sino que lo salvó por un capricho y de la misma forma lo dejó ir. He Xuan no sabía cómo sentirse respecto a eso, pero tomó ambos objetos y dejó la casa.

El sol ya se había alzado lo alto del cielo y un grupo de viajeros estaba por abandonar la capital por una de las entradas principales, pero primero tenía que pasar la inspección por parte de la guardia estacionaria.

Mientras esperaba en una corta fila, algunos comerciantes hablaron entre ellos sobre la muerte de Duque Wen. La noticia se esparció rápidamente como pólvora  durante la noche y ahora estaba en boca de todos los habitantes de la ciudad.

—Escuche que el oficial a cargo es el Maestro Shi. Esta vez lo han puesto en una situación difícil, el asesino no dejó huellas e incluso la Duquesa Wen fue atacada a plena luz del día mientras estaba viendo la escena del crimen.

—Es una lastima que sea tan joven, si estuviera presumiendo de sus logros, tal vez los altos mandos no intentarían revocarlo con este caso.

—Tienes razón, si fuera solo un caso común, tal vez podría salirse, pero este involucra a un miembro de la realeza. Su majestad seguramente pronto convocará a los ministros judiciales para que se hagan cargo. Entre ellos hay algunos que tienen fuertes deseos de verlo caer, sobre cómo pierde la cara su hermano mayor.

—Es una verdadera lástima que su carrera acabe tan pronto.

—Je je, amigo mío no es una razón para lamentarse, se joven Shi ha estado cortejando la muerte desde hace bastante tiempo al exponer a varios funcionarios que han estado robando fondos, si lo retiran de este caso, tal vez pueda vivir más tiempo.

—Me temo que es tarde.

— ¿Por qué lo dices?

—Hace poco, mi caravana pasó la calle donde está la mansión Shi  y vio que había unos extraños hombres frente sus puertas, uno de ellos lo subió a una carroza, al parecer el funcionario Shi no estaba muy feliz.

— ¿En serio? Entonces ya...

La conversación no siguió, los comerciantes avanzaron cuando vieron que era su turno de mostrar su pase de salida.

— ¿No había un hombre delante nuestro?

— ¿Había uno?

—Estaba seguro que sí.

Con la ayuda del conductor, Shi Qing Xuan bajo de la carroza. Frente suyo, había una gran mansión, llamativa y de estructuras hecha de la más alta calidad.

Apenas en la entrada de sus puertas, dos guardias de aspecto rudo vigilaban los movimientos del exterior, se notaba que la persona que vivía ahí era poderosa y con dinero si podía pagar a tales personas con un alto nivel de artes marciales.

—Por aquí, Maestro Shi — Un joven lo saludó desde la entrada. Shi Qing Xuan no lo había notado y casi se asustó por ser llamado de forma repentina.

—Sí, sí ya voy — río ocultando su nerviosismo detrás de su abanico.

Aquel sirviente le dio la espalda adentrándose al gran palacio. Primero por un pasillo, cuyas paredes estaban abiertas, lo que permitía a los visitantes ver el jardín de la casa y los patios que albergan todo el terreno.

Sin miedo alguno, Shi Qing Xuan siguió al criado hacia el salón principal, luego atravesaron otro largo corredor hasta una habitación.

El sirviente se detuvo ahí y abrió las puertas, luego se hizo a un lado indicando a Shi Qing Xuan que ingresara primero.

Sin importarle aquel detalle, Shi Qing Xun dio un paso hacia su interior encontrando que la nueva habitación era dos veces más grande que el resto de la casa. Una larga alfombra se extendió por el centro hasta llegar a un enorme sofá, la distancia no grande, pero a medida que avanzaba noto que detrás de las columnas que formaban parte de la decoración había otras puertas que probablemente conducían a otros patios.

Sobre el sofá, se encontraba un muchacho. Su espalda se apoyaba sobre el respaldo con una de sus piernas fuera del mueble y la otra estaba flexionada sobre el tapizado. El rojo de sus túnicas resaltó su pálida piel y sus los largos cabellos negros que caían como finos hilos de tinta sobre sus hombros.

El joven noble era demasiado perezoso para moverse aún cuando tenía un invitado, solo curvo ligeramente sus labios y soltó una frase. — Lo que es necesario para demostrar una reverencia es poseer un corazón honrado y una cosa más... Una ofrenda.

Ni bien terminó de decir aquellas palabras, una daga apareció en el cuello de Shi Qing Xuan puesto ahí por el mismo criado que lo condujo.

—Por supuesto que lo traje.

— ¡Señor, tenemos un problema!—Un sirviente ingresó con el rostro pálido y se arrodillo en el piso

El joven noble no se mostró preocupado. —¿Qué pasa?

—Tenemos un intruso.

—Mátenlo.

—B-Bueno... Eso intentamos, pero es demasiado fuerte. Además dijo que vine por el joven maestro Shi.

— ¿Por mí?—Shi Qing Xuan estaba sorprendido.

Hola queridos lectores.Gracias por leer

Espero que les haya gustado el cap. Antes de entrar a resolver el crimen, un personaje debe aparecer, lo considero una futura fuente de vinagre para HX jajaj

Aunque esta historia mencionara algunos hechos históricos, no me enfocare mucho en ellos.

(1)la dote o dos es una donación especial que se hace al marido, de parte del jefe familias de su mujer, con la finalidad de contribuir a las cargas económicas derivadas de la celebración del matrimonio.

(2) La Dinastía Ming fue la penúltima dinastía china, que gobernó entre los años 1368  y1644

(3)Pekin era su capital hasta que cayo cayó en 1644

(4) La región de Yan era el norte de China.

(5) Originariamente se llamaba tártaros a los pueblos que dominaron partes de Asia y Europa bajo el liderazgo mongol.