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Parte 18 Siempre es más oscuro antes del amanecer


Cuando Shi Qing Xuan despertó estuvo en un estado de trance hasta que pudo identificar que estaba dentro de un carruaje en movimiento. Se movió para correr la cortina y el penetrante sol que se filtró por la ventana lo obligó a cerrar sus ojos.

Hasta que pudo acostumbrarse, un camino rocoso con pocos árboles y arbustos pasó una y otra vez delante de él al igual que una docena de recuerdos angustiosos.

La mirada de Shi Qing Xuan estaba en blanco, su mano se cerró fuertemente formando un puño cerrado. Se quedó apoyado contra del asintió dejando que lo lleven a un destino desconocido.

No supo por cuánto tiempo estuvo en el carruaje hasta que el caballo se detuvo cerca de un pueblo. Bajó y miró a su alrededor, no reconocía el lugar, la entrada de la ciudad todavía estaba lejos para que pudiera identificar el nombre.

Camino a trotes, casi se cayó a mitad del camino.

Afortunadamente no había un control en la puerta, los viajeros entraban y salían a voluntad. Sólo unos pocos se detenían en las tiendas a un lado de la pared atraídos por los comerciantes.

Shi Qing Xuan detuvo a uno que pasaba y le preguntó dónde estaba.

— Amigo, estás en Yan al noreste del condado Hong.

La cara de Shi Qing Xuan palideció.

La ciudad de Yan estaba muy lejos del condado Hong, requería por lo menos un día de viaje. Contando el viaje de la noche y la mitad del día transcurrido.

El corazón de Shi Qing Xuan se llenó de miedo. Corrió por la calles en dirección a la casa del magistrado atrayendo todo tipo de miradas incrédulas y no se dio cuenta que había un gran batallón de soldados estacionado en las puertas.

Al llegar al edificio del magistrado, Shi Qing Xuan estaba hecho un desastre, su cabello estaba despeinado y respiraba con dificultad. Miró la gran mansión y luchó con la creciente ansiedad en su cuerpo. Sacó el sello en forma de tigre, al momento de anunciar su llegada, una persona salió del lugar al mismo tiempo.

Ambos estaban sorprendidos de encontrar un rostro familiar en este lugar lejano de la capital.

— ¡Hola! — Saludo Pei Ming con una gran sonrisa. — ¿Qué haces aquí? Se supone que debiste llegar al condado Hong hace unos días...

Su discurso fue tenido abruptamente por una bofetada de Shi Qing Xuan.

— ¡Eso es lo que yo debo preguntarte! ¿Porque estás aquí perdiendo el tiempo? — Shi Qing Xuan agarró del cuello al general Pei y le gritó en la cara. Tenía los ojos rojos y algunas lágrimas comenzaron a acumularse en su interior.

— ¡Ming-xiong se quedó atrás! ¡Fuimos emboscados!

Pei Ming no pudo reaccionar al feroz ataque verbal, a pesar de que la fuerza de Shi Qing Xuan no era mucha, fue incapaz de defenderse al verlo tan agresivo.

Shi Qing Xuan había estado asustado todo este tiempo, las emociones se acumularon en su pecho y estallaron como fuegos artificiales. Sacudió a Pei Ming y lo maldijo de todas las formas posibles hasta que se quedó sin energías.

Cuando se calmó, Pei Ming se lo quitó de encima sin lastimarlo. Observó la apariencia descuidada de Shi Qing Xuan, estaba pálido y completamente alterado. Ese comportamiento fuera de lo normal preocupó a Pei Ming — ¿Qué pasó?

Shi Qing Xuan le contó todo lo que sucedió desde su llegada hasta que He Xuan lo dejó inconsciente, no se olvidó de omitir el detalle de su acciones íntimas que intercambio con el general, en cambio le reveló todo lo que descubrió, incluso la muerte de la princesa.

La situación era más grave de lo que Pie Ming podría imaginar, tomó sin permiso el sello del tigre de la manos de Shi Qing Xuan y las guardó en su ropas. Algo tan peligroso no debería estar en las manos de este niño.

— ¡Qué estás haciendo?! — Para Shi Qing Xuan el sello del General del campamento del norte era la única solución que tenía para salvar a He Xuan, ahora al no estar en su poder perdió la compostura de nuevo y casi se lanzó sobre Pei Ming para arrebatarselo,

Pei Ming no fue sorprendido está vez y le dijo — ¡Cálmate! Es más rápido si voy yo, en vez de reclutar las tropas ¿Cuántos días crees que tardarán en llegar? Llevaré a mis hombres y buscaré al General del campamento negro.

Shi Qing Xuan pensó que era razonable y eventualmente se calmó, luego se apresuró en decir — Iré contigo.

Pei Ming lo miró fijamente, en el segundo siguiente extendió su mano y presionó el punto del sueño en el cuello de Shi Qing Xuan. El joven funcionario se desplomó en sus brazos,débil e indefenso.

— Señor — Un soldado se mostró preocupado por las acciones de su general.

Pei Ming sólo miró un momento la cara de Shi Qing Xuan.

El estado mental de Shi Qing Xuan no era bueno en este momento, si iba con él a buscar a He Xuan y lo encontraba muerto, seguramente no podría recuperarse de shock, pero si le daba tiempo para calmar sus nervios, ya sea que He Xuan estuviera vivo o muerto podría dejarlo ir con más calma. Shi Qing Xuan era esa clase de persona, aunque perdiera a alguien, sólo lloraría y se volvería más fuerte después.

Pei Ming se sintió un poco conmovido. Si este niño no tuviera una expresión tan triste encontraría adorable tenerlo en sus brazos. Ahora mismo era como un pequeño animalito herido incapaz de encontrar un lugar seguro, aún así al caer en sus manos ya no lucía tan afligido.

Si tan cierto hermano mayor pudiera poner la misma expresión.

Pei Ming lo dejó a cargo de unos de los hombres de confianza, pidió estrictamente que lo llevaran a una posada para que descansara y un médico debía verlo.

Tomó su caballo y unos cuantos soldados partieron hacia el condado Hong.

Cuando Shi Qing Xuan despertó ya era de noche y se encontraba en una habitación dentro de la posada más grande de la zona. Bajo la luz de la vela su cara tenía un mejor aspecto, y ya no habría rastro de cansancio, incluso el la luz había regresado a sus pupilas.

Se sentó erguido sobre el edredón , y a un lado de la cama encontró comida y medicina caliente. No tenía apetito, tampoco estaba de humor para comer, aún así se obligó a tragar el congee de arroz.

Por las noches en la ciudad de Yan, la temperatura descendía varios grados, los vientos provenientes del norte golpeaban las ventas de las casas y sacudían con fuerza las ramas de los árboles.

En el lugar donde estaba Shi Qing Xuan, la ventana de la habitación había sido dejada abierta y una brisa fría ingresó extinguiendo la única fuente de luz del dormitorio.Shi Qing Xuan se estremeció y se abrazó a sí mismo intentando preservar algo de calor.

Su cuerpo no tenía ningún abrigo encima más que la ropa que llevaba puesto, aún después de un día todavía estaba húmeda por la lluvia de la pasada noche. Shi Qing Xuan tenía dolores de cabeza, pero no le prestó atención.

En la oscuridad, su mente estaba despejada. Debido a todos los acontecimientos que pasaron tan rápido no tuvo tiempo de ordenar sus ideas. Sólo, puedo ver las pistas que había pasado por alto, desde la muerte de la princesa hasta su separación de He Xuan.

De repente, escuchó el sonido de unos pasos dirigiéndose a su ubicación. Además de las personas que quería su vida, nadie más vendría a esta ahora a verlo.

Shi Qing Xuan levantó la vista hacia la puerta justo en el momento en que se abrió. Las sombras eran densas y le impidió ver claramente de quién se trataba. Impasible, sostuvo su mirada y espero.

La otra parte permaneció en silencio durante mucho tiempo. Shi Qing Xuan sentía que lo estaba evaluando y entre más tiempo pasaba, esa mirada comenzaba a incomodarlo.

— Lo encontramos

Shi Qing Xuan saltó de la cama y su cuerpo se movió inconscientemente con prisa hacia la salida.

Antes de que pudiera abrir la puerta, aquel hombre lo sujetó del antebrazo. Shi Qing Xuan lo miró pelejo.

— ¿Qué estás haciendo? — La luz de luna se filtró al interior revelando el perfil de aquel hombre, aunque la mitad todavía seguía sumergida en la oscuridad, su atractivo rostro era suficiente para que Shi Qing Xuan lo reconociera.

No respondió e intentó liberarse de la agarré.

Pei Ming reafirmó su agarre sobre Shi Qing Xuan y dijo sombríamente — ¡Daren! ¿Ha olvidado su deber?

— ¡No lo he hecho! — Shi Qing Xuan no estaba de humor para hablar con Pei Ming. Por la mañana había estado alterado y perdió de vista muchas cosas, ahora mismo podría decir que estaba más firme que nunca.

Pei Ming notó el fuego en el interior de sus ojos y lentamente lo dejó ir.

Shi Qing Xuan se marchó sin mirarlo.

La pasada tenía dos tres pisos, un largo pasillo separaba las escalera que conducía al siguiente nivel. Shi Qing Xuan recorrió el pasillo hasta llegar a la última habitación en el tercer piso.

Al abrir la puerta se quedó congelado en la entrada y sus ojos se ampliaron con incredulidad. En la cama, He Xuan estaba completamente cubierto de vendas, desde su posición era difícil saber si estaba vivo o no

— Cuando lo encontramos había más de una docena de cuerpos sin vida a su alrededor, los rastros de una intensa lucha estaba por todo el lugar, fue una completa masacre. Esos tipos no eran personas comunes, eran asesinos profesionales.- La voz de Pei Ming vino por detrás de Shi Qing Xuan.

Shi Qing Xuan fingió que no lo escuchó. Se acercó a la cama y extendió su mano queriendo tocar a He Xuan, al final sus dedos se retrajeron y bajó la cabeza.

Pei Ming observó con atención a Shi Qing Xuan — Estaba sorprendido porque hasta el final protegió en camino hacia la ciudad de Yan. El general del campamento negro es el único que podría realizar tal hazaña. — Hizo una pausa y agregó — Está vivo por el momento, el médico dijo que no había garantía de que mejore

— Este caso es igual al de Príncipe An Le, seguramente cuando regresemos no encontraremos la mina ni los sospechosos, con la muerte de la Princesa YuShi Huang, ella quedará como la única culpable o tal vez encuentren alguien más — La voz de Shi Qing Xuan era baja y su tono era tranquilo, visto desde lado de Pie Ming parecía que se estaba esforzando demasiado en aparentar estar bien

Pei Ming entrecerró los ojos — Su majestad te envió precisamente porque no quiere otro caso igual.

Shi Qing Xuan lo miró enojado — !Si la intención de su majestad era evitar esto, no habría demorado tu llegada! ¿Qué estabas haciendo en Yan?

— ¡Sabes bien porque el Emperador me envió! — No hubo cambio en la expresión de Pe Ming, no se veía ni alterado ni enojado, sólo sus ojos se volvieron frío dándole un aspecto sombrío.

— ¡No involucres sentimientos personales sólo por un momento de confusión!

Su última oración hizo que Shi Qing Xuan se sintiera más disgustado e hizo una mueca — Si no me crees, ve tú mismo a verificarlo. Arresta el jefe de condado si es que aún no lo han silenciado. No te olvides de los ayudantes personales y de asegurar el libro de cuenta, para estás seguramente ya no queda nada.

Pei Ming frunció las cejas, se dio la vuelta y se fue con prisa.

Shi Qing Xuan encontró una silla y se sentó cerca de la cama, sujetó la mano de He Xuan y la llevó a su mejilla. La piel de He Xuan estaba fría, su palma estaba llena de cayos debido a los largo años sosteniendo espadas y lanzas, recientemente también se le habían añadido cortes volviéndola más áspera.

El corazón de Shi Qing Xuan se volvió pesado al verlo en ese estado — Ming-xiong, te pondrás bien ¿verdad? Todavía tengo cosas que quiero hacer contigo.

En ese punto la voz de Shi Qing Xuan se quebró — Tengo que preguntarte qué significa ese beso.

Cuando Pei Ming regresó a Hong, tal como lo había dicho Shi Qing Xuan, encontró que el jefe del condado había sido asesinado al igual que sus esposas e hijos. El culpable era un viejo sirviente de la familia.

La casa fue dada vuelta de arriba a abajo lo que indicaba que había sido un crimen hecho por dinero,sin embargo el dinero almacenado y las joyas estaban todas guardadas. Pei Ming revisó el estudio del gobernador y no encontró el libro de cuentas.

Más tarde mandó a sus hombres a revisar la mina que había mencionado Shi Qing Xuan, y tal como predijo la caverna había sido demolida. Además halló en el lugar cartas secretas que indicaban que el fiscal Qui se había abusado de su autoridad y había cerrado los graneros para uso personal.

Al revisar la casa del fiscal Qui, se encontraron los granos de arroz y las cosechas de todos un año guardados al igual que los granos enviados a la región a pedido del gobernador.

Toda la investigación determinó que el fiscal Qui era culpable y se asumió que la sequía de Hong era la causante de la hambruna y la migración de los ciudadanos.

Esa noche, el fiscal Qui se suicidó en prisión de la misma forma en la que murió la princesa cortando su cuello con una daga.

Un mes después, He Xuan abrió lentamente los ojos y miró alrededor de la habitación para ver a cierto funcionario durmiendo sobre él. Se apoyó en la cama e intentó incorporarse pero tiró de la herida en su pecho y siseó de dolor

— No te sorprendas. Todo este tiempo ha cuidando de ti.

Apoyado sobre el umbral de la puerta Pei Ming cruzó sus brazos sobre su pecho, su mirada era indiferente y había una sonrisa superciacial en sus labios — No ha comido ni dormido bien en mucho tiempo, hoy finalmente sus fuerzas se debilitaron, aún ignorando mi advertencia se negó a dejarte solo.

He Xuan lo observó en silencio.

Pei Ming continuó diciendo— Todos los días se sentaba con una sopa caliente a la espera que despiertes, aunque los médicos dijeron que no había muchas posibilidades de que fueran mejores, se negó a escucharlos.

— ¿Está herido? — dijo He Xuan tras un largo silencio.

Pei Ming alzó una ceja y dijo — No tiene heridas físicas

Shi Qing Xuan escuchó su conversación y despertó. Vió a He Xuan intentando levantarse y se apresuró en decir — ¡No te muevas, te vas abrir la herida! — fue a comprobar la herida del pecho y se sintió aliviado al ver que no había hemorragia, luego recordó lo que sucedió esa noche y sus ojos se volvieron ojos.

— Ming-xiong ...— Shi Qing Xuan tartamudeo por un momento y luego dijo en voz baja — ¿Duele? — Las lágrimas se desbordaron por sus mejillas antes de que terminara de hablar.

He Xuan extendió su brazo y lo atrajó hacia su pecho, soportó el dolor en su hueso en silencio y dejó que Shi Qing Xuan llorara libremente sobre él. Mientras le acariciaba la espalda dijo — No duele.

En algún momento, Pei Ming se había retirado y en la habitación sólo se escuchó los sollozos de Shi Qing Xuan hasta muy tarde en la noche.

He Xuan observó a Shi Qing Xuan durmiendo en sobre su pecho, su nariz y sus mejillas estaban rojas debido al llanto y sus cejas estaba ligeramente fruncidas, con cada respiración sus pestañas temblaba, incluso en sus sueños todavía seguía angustiado y algunas lágrimas se escapaban. He Xuan usó sus dedos para borrar cada lagrima que caída y susurraba en voz baja "lo siento, ya no duele"

Beso su frente y descendió hacia sus párpados. "Mientras estés vivo ni dolora"

Debido a las heridas del Mariscal, Shi Qing Xuan insistió en que debían quedarse en el condado Hong, Pei Ming no estuvo de acuerdo pero tampoco pudo regresar sin cerrar el caso.

El día décimo quinto, un enviado de la capital imperial llegó con una carta para Shi Qing Xuan. El emperador quería que ambos regresaran, Bai WuXian indicó en su carta que había asignado un representante para que se hiciera cargo del condado y pidió explícitamente que volvieran con los restos de la princesa para su funeral.

Shi Qing Xuan no pudo negarse, le preocupaba que el viaje sea muy duro para He Xuan, también sentía responsable por Yushi Huang, aunque YuShi Huang no era conocida, todavía era miembro de la familia real y  merecía un funeral digno.

Antes de partir, Shi Qing Xuan fue a la tumba que preparó para el fiscal Qui. No pudo probar la inocencia, su caso sería llevado al ministerio de justicia y re evaluado.

Frente a la lápida de piedra dejó un pendiente de jade, era tal vez la posición más valiosa que tenía Yushi Huang. La princesa vivió en humildad toda su vida y sirvió a los dioses con honestidad, era tan pobre como cualquier pobre aunque era una princesa.

— Lo siento, es lo único que puedo dejar aquí. Su alteza debe ser llevada a la capital y luego al cementerio real, ella no podrá quedarse contigo pero su corazón permanecerá aquí.

Después de que escuchó la forma en la se suicidó el fiscal, Shi Qing Xuan pensó que tal vez lo dos tenía una relación más profunda, aunque no tenía pruebas, quería creer que Yushi Huang sería más feliz estar en el fiscal Qui que con un montón de personas que no nunca la conocieron o amaron.

— Es hora de irnos — dijo He Xuan. En silencio se fijó en la tumba y  en el pendiente, hizo una reverencia y ofreció una oración.

Después de quemar algunos inciensos, Shi Qing Xuan se dio vuelta y ayudó a He Xuan a caminar mientras decía— ¡Ming-xiong aún no puedes caminar, estás herido!

He Xuan obedientemente dejó que Shi Qing Xuan lo ayudará. Al principio era obstinado y no quería que Shi Qing Xuan lo ayudará a comer y a bañarse, luego cedió voluntariamente y no cuestiono sus acciones.

Shi Qing Xuan estaba muy satisfecho con esa actitud y sonrió — ¡Bien, regresemos a casa!

— Mnn.

Les tomó dos semanas en regresar a la capital, durantes ese tiempo las heridas de He Xuan se curaron casi por completó y lo primero que hizo al llegar fue ir al palacio real sin que Shi Qing Xuan. Bai WuXian quería verlo.

Un eunuco llegó hasta el estudio real, anunció su presencia, abrió la puerta para He Xuan sin levantar la cabeza y se retiró en seguida. He Xuan se arrodilló en silencio durante mucho tiempo.

Bai WuXian estaba terminando de leer un memorial y sin levantar la vista dijo claramente — Es bueno saber que estás bien Mariscal.

He Xuan frunció las cejas.

— Recibir el informe de Pei Ming sobre todo lo sucedió en el condado Hong, también leí la carta de Qing Xuan, aunque él insiste de que no manejó bien las cosas, la familia He fue bastante indiferente — Bai WuXian dejó el documento a su lado y se levantó. — ¿O estás es tu idea para decirme que el campamento del hierro negro se disolvió ?

— No me atrevo.

— No te atreves, aunque es lo que piensas — Bai WuXian sonrió — Ponte de pie, sino parecerá que estoy intimidando a un héroe.

He Xuan obedeció sin decir ninguna palabra. Levantó la cabeza y vió el rostro del Emperador.

Como militar, no era su primer encuentro con el rey,en el pasado se habían reunido un par de veces, hablaron superficialmente y se despidieron de la misma forma, esa era la relación que había entre un gobernante y su súbdito. He Xuan era un hombre de pocas palabras, mientras que Bai WuXian parecía que tenía mucho que decir.

— Qing Xuan resultó perjudicado por ti — El cambió de tema, sorprendió a He Xuan.

Bai WuXian disfrutó de la reacción de He Xuan — Desde que se graduó de la academia ha enfrentado muchas situaciones peligrosas y atrapado decenas de criminales ¿Como es que desde que el Mariscal llegó, su suerte pareció agotarse?

— El siempre ha sido alguien con suerte, busca el peligro porque puede evitarlo, aunque es sentimental y caprichoso, sabe cuando detenerse. — Bai WuXian sonrió con suavidad al recordar el pasado — Es un niño muy bueno ¿No crees que sería una pena que estuviera arruinado?

He Xuan tenía un mal presentimiento y preguntó  — ¿Qué quiere decir con eso?

Bai WuXian caminó cerca de He Xuan, estaba sonriendo, sólo que la sonrisa no llegaba a sus ojos — Qing Xuan es un como ave, es hermoso porque vuela por el cielo agitando despreocupadamente sus alas por el cielo, sería una pena que alguien le corte las alas.

Se inclinó y susurró al oído de He Xuan — Incluso si  le has tomado un cariño en especial debes dejarlo ir,  él naturalmente siempre regresará a mí porque....

La cara de He Xuan cambió drásticamente

Bai WuXian le dio la espalda y regresó a su escritorio, tomó un memorial al azar — No lo olvide mariscal

Al salir del palacio real, el sol se estaba escondiendo detrás de las montañas. He Xuan fue directamente a la mansión Shi.

La casa estaba en silencio y las lámparas todavía habían sido encendidas. He Xuan fue al pasillo y encontró en el jardín a Shi Qing Xuan cerca del estanque de peces.

Los últimos rayos del sol cayeron suavemente su silueta, el viento sopló dispensando sus largos cabellos, Shi Qing Xuan pareció darse cuenta de su presencia y en ese momento se volteó — ¡Ming-xiong!

. He Xuan vio su sonrisa gentil y juguetona.

La brisa de la noche se torno fría,al igual que el corazón de He Xuan. Nunca pensó que es era la verdadera identidad de esta persona.

Entramos en el ante ultimo arco,

Espero que les haya gustado.

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