7: Vestido
Ambos adultos se encontraban encerrados en la oficina ya que tenían mucho que preparar para la semana próxima. El diseñador observó a su asistente con una sonrisa en sus labios.
- Nathalie, no quería decírtelo hasta el día de la gala, pero te tengo una sorpresa
- ¿Encerio, y de que se trata?
Él se levantó de su asiento y sacó de un absceso secreto un vestido violeta aún sin terminar.
- Como debemos ir de etiqueta pensé en hacerte el vestido acorde a la ocasión, además estoy seguro de que te quedará bastante bien pues lo hice especialmente para ti, considerando tu tipo de cuerpo, que color va con tu tono de piel, etcétera
- Yo... no se que decir, no debías haberte molestado
- No te preocupes, tu nunca has causado molestias. En fin ¿Por qué no te lo pruebas?
Esta se dirigió a un pequeño vestidor que estaba ahí mismo, a pesar de que no podía verla aún así el rubio optó por darse de todas formas la media vuelta, quería respetarla y si a pesar de que la noche anterior habían estado en la misma bañera no logró verla, no lo haría sin su consentimiento. Cuando la mujer salió Gabriel se quedó boquiabierto y carraspeo nervioso.
- Ujum... Te lo dije, te queda bastante bien y me alegra saber que te gustó, puedo verlo en tu rostro
Sonrió - Cierto, sabes que yo admiro demasiado tu trabajo, gracias, es un vestido realmente precioso
- De nada, bueno aún me faltan algunos detalles ¿Me permitirías en darle los últimos toques?
- Adelante, está bien
Mientras el Agreste mayor estaba concentrado en el vestido, Nathalie trataba por todos los medios no ponerse más nerviosa de lo que ya estaba. La voz de su jefe la sacó de sus pensamientos.
- Gracias por avisarme lo que estaba pasando con Adrien
- Bueno aunque admito que por unos momentos creí que se molestaría conmigo, por suerte no fue asi
- Mi hijo te quiere mucho demasiado, tu siempre estás ahí para nosotros... estaríamos perdidos sin ti
Se sonrojo - Son muy lindas tus palabras, ustedes saben que son como mi familia y también los quiero mucho y de igual manera me sentiría pérdida sin ustedes
- ¡Listo! - Se apartó un poco para poder verla - Wow, no mw cansaré de decirlo, te ves encantadora
- Gra... - No pudo terminar la frase ya que él la besó - Gabriel, debemos considerar esto
- ¿Qué es lo que debemos considerar, no te gusta que nos besemos?
- Claro que me gusta y mucho me atrevería a decir, pero no creo que podamos seguir con esto, ¿Adrien que pensaría de esto?
- Él sabe que tu y yo pasamos mucho en tu habitación y en la oficina, no estoy seguro de que tanto sepa y se que él no piensa mal de nosotros, pero...
- ¿Pero?
- Olvídalo, ¿En que estábamos?
Se siguieron besando hasta que ella volvió a separarse.
- Oh... tal parece que esto te molesta
- No es cierto, solo... - Suspiró - Creo que debo descansar un poco, me siento un poco débil
- Entiendo ¿Quieres que te lleve a tu habitación?
- No, gracias, estaré bien. Te dejaré trabajar ¿Puedo llevarme el vestido?
- Seguro, descansa
Y se fue.
Gabriel golpeó el escritorio con su puño.
- ¡Maldita sea! No entiendo porque no puedo simplemente dejarme de hacer esto, soy casado y sigo sin entenderlo ¿Cuál es mi puto problema? ¡Carajo! Lo único que conseguiré es lastimarla y de paso yo sufrir con este deseo por ella
[...]
Más tarde, Nathalie despertó de su siesta, se llevó la sorpresa de que además de que ya era de noche Gabriel estaba a su lado, en cuanto este la notó despierta le sonrió.
- ¿Gabriel, que hora es?
- Casi las 11 pm
- ¿Qué? oh rayos, en verdad que estaba cansada
- ¿Tomaste tus medicamentos antes?
- Si
- Nathalie
- Dime
No dijo nada, en cambio la besó, ella le correspondió aunque en el fondo dudó un poco en hacerlo. Él la tomó de la cintura y se subió encima suyo sin separarse del beso. Nathalie no entendía nada y se separó un poco.
- No entiendo tu actitud, Gabriel, parece que estas dudando
- No dudo
- Se que por una parte no quieres engañar a tu esposa y por otro lo deseas, tal vez ya no debemos hacer esto además la semana está por acabar, así que también debemos acabar con esto
Suspiró - Si... tienes razón, lo lamento - Se levantó y acomodó sus ropas - Por cierto, el viaje a Barcelona se adelantó, mañana salimos en la tarde y Adrien nos acompañara
- ¿Mañana? Pero si la gala es el miércoles
- Tengo que resolver unos asuntos de último minuto y no puedo hacerlo desde aquí. En fin, descansa ok, buenas noches
- Buenas noches
El hombre salió y al dirigirse a su recámara se encontró en el pasillo a su hijo.
- Lo lamento padre, no creo poder acompañarlos
- ¿Por qué?
- Bueno, Marinette estará sola un par de días ya que sus padres tuvieron que salir de emergencia a Marcella por un familiar enfermo y quiero acompañarla
- Humm... pues ella podría acompañarnos en el viaje, dile que le pida permiso a sus padres
- Eso haré, gracias, buenas noches papá
- Descansa hijo
[...]
Al día siguiente, los 4 se dirigieron al aeropuerto y subieron al avión privado de la compañía, Marinette aprovechó que Adrien y Gabriel estaban dormidos para poder hablar con la asistente.
- Gracias por las palabras del otro día
- De nada, yo me veo reflejada en ti cuando tenía tu edad
- Oye, tengo una duda y espero no parecer una entrometida
- Dime tu duda, descuida
- ¿El señor Agreste y usted tienen algo?
La mujer carraspeo nerviosa - Emm... Marinette, es una situacion sumamente complicada, yo diría que es todo confuso
- Entiendo lo que dice, pero me disculpo por haberle hecho esa pregunta
- Descuida, se que tenías curiosidad - Sonrió
De repente notó los aretes de la chica, al no haber tenido la oportunidad antes de verlos de cerca ahora se preguntaba si solo eran aretes comunes o de un miraculous, el de Ladybug
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