13. Pedida
Terminando de desayunar, Gabriel llevó a Nathalie a un parque cercano para charlar un rato antes de volver al estudio para revisar si la gala del dia anterior no había tenido problema alguno.
- ¿Verás a Adrien antes de irse al aeropuerto?
- No lo sé, aún tengo que resolver algo antes de irnos el viernes por la mañana, tal vez si uso mi tiempo de almuerzo lo alcance para despedirme
- ¿Te dijo el por qué de su ida antes?
- No con detalles, pero si me dijo que tu tienes algo que ver, bueno eso le dijo Marinette a él ¿Sabes a qué se refiere?
Ella tragó saliva, nerviosa - No lo sé, de verdad, tendríamos que preguntarle a Marinette, no creo que sea algo malo pues no hemos tenido ningún desacuerdo
Sabía que le mentía, pero no quería discutir eso por ahora. La tomó de la mano y la miró directo a los ojos.
- Nathalie, hay una cosa que quisiera dejar en claro
- ¿Qué es Gabriel?
- Cuando regresemos a París quiero que anunciemos lo nuestro oficialmente, tal vez ya lo sospechen, pero quiero decirlo directamente, claro, si tu estás de acuerdo
Suspiró - Me da un poco de miedo, pero creo que es lo correcto, no creo ser capaz de fingir
- Yo tampoco me creo capaz de fingir, además, quisiera que todos se dieran cuenta de que tengo mi lado a la mujer más maravillosa de todas
Se sonrojó ante sus palabras, se besaron y luego siguieron con su caminata.
Esa misma tarde, ambos se encontraban en el aeropuerto, Adrien y Marinette dispuestos a subir al avión privado de los Agreste, mientras el joven se despedía de su padre, Marinette se le acercó a Nathalie y en voz baja le dijo:
- Espero que hables con el señor Agreste y lo convescas de que quiero los miraculous de vuelta lo más pronto posible
- Pero aún debe hablar con Adrien primero y...
- Cambio de planes, habla con Gabriel Agreste y le seguiremos ocultando la verdad a Adrien. No quiero que sufra por todo lo que su padre y su asistente le hicieron, es mejor que no digamos nada
- Pero...
- Al contrario de ustedes yo si pienso en la estabilidad emocional de Adrien. Nos veremos después y espero tener los miraculous donde pertenecen... Con alguien que no los usará para fines malos aunque digan que no - Y con eso subió al avión
Nathalie se preguntaba por qué la franco china actuó de esa manera. Debía de admitir que le dió un poco de miedo ver la seriedad de la chica, sin dudas era una guardiana bastante dedicada con su misión.
[...]
Pasó 1 mes, las cosas entre la pareja de adultos había resultado bastante bien, su relación si había sido revelada por la prensa parisina que al principio no dejaban de ostigarlos, pero las cosas fueron tomando calma y ahora era como si por arte de magia les haya dejado de importar cosa que ambos agradecieron bastante, así podían estar tranquilos nuevamente. La mujer había tomado un rol más importante en la mansión Agreste, aún seguía trabajando (Un poco ya que aún estaba en recuperación) de asistente aunque también tomó un rol de "madre" pues convivía con los rubios tal y como si ya fuese oficialmente parte de la familia, cosa que para Adrien le gustó bastante pues consideraba a Nathalie como figura materna desde hace mucho.
Gabriel había abandonado su guarida de Hawk moth aunque aún no sabía bien como decirle a su hijo la verdad sobre su madre y sobre todo como darle a Emilie el descanso sin que se enterara la prensa, sería el mayor escándalo y deseaba que eso no sucediera para evitar que su hijo tuviese otra carga emocional encima. Nathalie estaba indecisa por hablar con el rubio mayor tal y como la azabache le había pedido, quería esperar un poco más para así encontrar las palabras correctas.
Una noche, ellos estaban en la habitación que ya también le pertenecia a la fémina, teniendo otro de sus "mágicos momentos" y cuando terminaron, se vistieron y salieron al balcón para admirar el hermoso cielo estrellado.
- El ver las estrellas me recuerda esa noche en Barcelona, nuestra primera noche juntos - Gabriel tomó de la cintura a su amada y depositó un beso en su hombro descubierto - Ese recuerdo vivirá por siempre en mi memoria y lo voy a recordar diariamente
- Amo cuando eres cursi, Gabriel Agreste - Acarició con ternura su mejilla
- He estado pensando mucho esto, y aunque sea un tanto apresurado estoy completamente seguro de hacerlo
- ¿De qué cosa exactamente?
Él sonrió, sacó de su bolsillo una pequeña caja y se arrodilló, ella se cubrió la boca con la mano de la impresión y unas lágrimas salieron sin poder evitarlo.
- Nathalie, ¿Quieres casarte conmigo?
- ¿Encerio... Estás hablando encerio?
- Muy encerio, y tal como dije, es muy apresurado pero...
- ¡Si, la respuesta es si! - Se lanzó hacía el hombre haciéndolo caer y con una sonrisa enorme se dejó poner el anillo - Me has hecho la mujer más feliz del mundo, he soñado con esto desde hace tiempo
- Es un gran paso y quiero hacerlo. Te amo demasiado y quiero que pases conmigo el resto de mi vida
- Yo también deseo pasar el resto de mi vida contigo, estoy segura de que a Adrien le va a facinar la noticia
Se levantaron y entraron a la habitación, Gabriel no pudo resistirse a recostar a su ahora prometida en la cama para después besarla con suma pasión.
- Gabriel, espera... - Intentó detenerlo para hablar
- ¿Qué pasa?
Lo miró a los ojos - Estoy tan feliz por esto, gracias
- ¿Por qué?
- Por haber entrado a mi vida. Te amo con toda mi alma - Y lo volvió a besar
Al día siguiente, luego de haberle dado la noticia al chico que era de esperarse a que reaccionara con emoción, la mujer le proporcionaba su horario habitual.
- Sabia que mi papá te pediría matrimonio aunque no creí que fuese tan pronto
- ¿No te molesta eso?
- Al contrario, me alegra que lo haya hecho, no puedo esperar a que oficialmente seas mi mamá
Se emocionó ante eso - ¿Tu mamá? más bien tu madrastra
- Me gustaría llamarte más de la otra forma ¿Te gusta la idea?
- Por supuesto que me gusta, si tu aceptas a que te llame hijo
- Claro que acepto, mamá
De repente Nathalie sintió un pequeño mareo, se sentó y el joven se preocupó obviamente.
- ¿Estás bien?
- Si, no te preocupes, no es nada
- ¿Segura,? Podemos llamar al medico o avisarle a mi padre...
- No será necesario, Adrien, ya se me pasará, solo fue un pequeño mareo
«Si supieras que vas a tener un hermanito«
Sonrió fingiendo que no estaba nerviosa ante su pensamiento.
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