Cap. 78
Mary Adele de Vilain Pov
Las cosas han estado avanzando bien, todo sigue su curso con naturalidad, pero algunas investigaciones no han dado resultados positivos que puedan darnos una mínima esperanza de conocer como contraer los objectos inventados de esa mujer.
Debo admitir que nos ha estado investigando muy bien, bastante bien. Eso me asegura cada vez más que la guerra que se aproxima no es una cualquiera con juguetes tecnológicos. Necesito hablar con la Reina de Hexariz para que ayude en estas investigaciones, aunque su especialidad son las medicinas.
Suspiro, dejo la hoja en la mesa y apoyo mis manos. Supongo que debo buscar a alguien en las diferentes tierras que tenga un conocimiento básico de estos objectos, pero ¿quién? Piensa, piensa. Debe haber alguien... que... No... no, no, no ¿por qué ellos? Lo último que necesito son leones orgullosos en mis tierras, sin embargo, debo reconocer que la inteligencia del encargado de crear nuevas cosas que tengan que ver con tecnología en sus tierras, es bueno; bastante bueno.
—Adelante —di el paso, al escuchar los toques en la puerta y reconocer con mi olfato a la persona que desea entrar a mi despacho.
—¿Aun no terminas? ¿Te entregaron las pruebas?
Oh, cierto... las pruebas. Me había olvidado completamente de eso.
—Salió negativo, no funciono.
Significa que no estoy embarazada, otra vez. Y eso hizo cambiar mis pensamientos un poco acerca de los cachorros. Me encuentro feliz de haber... logrado traer dos más, pero necesito un descanso y ponerme al día en muchas cosas.
—El futuro líder de tus tierras tendrá que esperar —dije, manteniendo mi mirada en los papeles.
Barbara permaneció en silencio. Escuché sus pasos acercarse y sentí sus brazos rodear con cariño mi cintura.
—Los niños quieren salir, ¿podemos?
—No es un buen momento para salir a divertirse.
—¿Sucedió algo malo? Oh cierto, llego una correspondencia nueva de las tierras del Oeste, enviada por la Reina de Benum. Recibí una de parte de Diana.
Qué curioso. La última vez que una carta proveniente del Reino de Benum, llego en mis manos, se trataba acerca de la tardía apariencia del animal del niño Dylan. Deduje después de leerla que el niño tardaría un tiempo más por ser hijo de una humana y un Kaiser, sin embargo, si una nueva correspondencia llego, quiere decir que algo mas ha pasado. Espero sea buenas noticias.
—Hablare con el Líder de los Aslandar, requerimos del león que trabaja en su laboratorio.
Tal vez necesites más que eso; tal vez necesitemos a todos los científicos actuales para encontrar alguna falla o contra en esos objectos de la Reina de Anglacia. Tengo conocimiento en la tecnología, pero no puedo dedicar mi tiempo en solamente eso; tengo otras ocupaciones que requieren mi atención. Soy una líder.
—¿No hay progresos? Si necesitas a alguien más, puedo buscar también.
—Hazlo, por favor —pedí, observándola de reojo—, las cosas se están volviendo complicadas.
—¿Harry, puede acompañarme?
—¿A dónde? —pregunte confusa, alejándola un poco para verla directamente.
—Sucedió algo grave en las tierras del Oeste, pensé hacer una pequeña visita para hablar personalmente con Diana.
—Infórmame.
—Dylan, intento asesinar a la Reina de Benum, y al no tener éxito escapo.
¿Que? ¿Por qué el...? Oh... creo saber la razón de su acción. Mas de dos años intentando sin tener un resultado que le hiciera pensar positivo. Pobre cachorro.
—La niña humana, Amelia... Ella, ¿cómo explicarlo? Creo que sería mejor que leyeras la carta.
Asentí y abrí el sobre con cuidado de no dañarlo.
—¿Podemos ir?
Cambio de apariencia... Ataque y traición...
—Sí... —susurre, continuando con la lectura.
Oh no... Intercambio. Tope de fechas... Ya sé lo que sucedió.
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Avery Hale Pov
—¡Ella lo sabía! ¡¿Como lo sabía?! —exclame exasperada.
—Nos ha tenido muy bien vigiladas —hablo Wangari.
—Sigo sin querer formar parte de esto —dijo Blair.
—Compórtate como una reina, Blair. Esos animales son peligrosos, demasiados peligrosos.
—Salvaron nuestras vidas.
—Si fuéramos personas comunes sin ningún título, no lo hubieran hecho —aclaro Wangari.
—¿Como estas segura de eso?
—Son animales —le respondí con el ceño fruncido—. Los animales no utilizan mucho la cabeza y siguen sus instintos.
—Podría escuchar su parloteo por más tiempo, pero quiero saber... porque acudieron mi presencia.
—Oh, Reina de Anglacia lamento quitarte de tu "valioso" tiempo en tus preparaciones para atacar a esas tierras llenas de bestias. Pero, te recuerdo que nosotras también estamos incluidas en tus planes, lo que quiere decir que nos necesitas.
—Y ustedes me necesitan también —dijo, con una sonrisa curva en sus labios—. La seguridad se ha aumentado, la Líder superior de los Baristar no podrá mandar a más de sus investigadores expertos en el camuflaje nocturno. No tienen por qué preocuparse por los familiares que habitan en esas habitaciones de sus palacios.
Wangari: ¿Por qué quieres atacar en ese tiempo?
Croix: Mis inventos e investigaciones están inconclusas, necesito tiempo para acabarlas, y como vamos eso me tardara mucho más. Mientras, ustedes pueden disfrutar de esta tranquilidad y entrenar al mismo tiempo a esos nuevos soldados jóvenes. Serán de mucha utilidad.
Blair: Una catástrofe está cada vez más cerca. Reinas contra reinas, lideres con líderes. ¡Genial! ¡Suena que terminara bien! —exclamo con claro sarcasmo.
Croix: ¿Tienes miedo? Eres una reina, también.
Blair: Soy una reina que no quiere empezar una guerra contra animales que no intentaron hacernos daño.
—¿Te has olvidado de los Baristar que atacaron a personas de nuestros reinos? La líder que los comanda a todos nos quiere eliminar. Las acciones de sus animales fueran más que obvias.
Blair, tenso la mandíbula y cruzo sus brazos.
Wangari: Proteger a las personas de nuestros reinos, es lo que una reina haría.
Croix: Y lo haremos. Los requisitos que me están otorgando me ha servido de mucho, lo agradezco, pero... ahora mismo necesito volver al trabajo.
—Una cosa más —dije, deteniendo que se levantara del sofá—. Exactamente, ¿cuál es el plan?
Croix, sonrió juguetonamente.
—Irnos de casería.
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La Reina de Anglacia, abandono el salón dejándome a solas con mis amigas en un completo silencio. Sinceramente, no confió plenamente en la persona que llego a mi palacio a hacerme una propuesta, sin embargo, debo reconocer que la historia detrás de Anglacia es demasiada interesante.
Si no hubiera sido por la antigua Líder del Oeste, las tierras de los Ranter hubieran desaparecido por completo. Esta guerra... es demasiado destructiva, y entiendo que Blair tenga ciertas dudas acerca de lo que haremos.
Reinas contras reinas. Quien diría que alguna vez tendríamos conexión con esas tierras lejanas a las nuestras que poseen la misma capacidad de poder. No obstante, no pienso perder. En una guerra, todos querrán salir victoriosos.
—Atsuko, no se ve mala.
Wangari: ¿Atsuko? —le pregunto a Blair.
—La Reina de Benum —le recordé.
—Tiene dos bebes, ¿enserio destruiremos eso? La Reina de Zahara dio a luz a una y la Líder superior de los Baristar tiene tres. Ellas están atacando porque nosotros empezamos.
—Blair, no hubiéramos aparecido si...
—¡Lo se! Pero fueron simples ataques, nadie murió.
Wangari: No sabíamos de ellos hasta esos rumores. Si te pones a analizar la situación, esas bestias pueden acabar con la vida de un ser humano de un solo golpe. Son un peligro si alguna vez desean revelarse y no estamos preparadas para tal... fuerza bruta.
—Estoy cansada —Se levanta y suspira profundamente—. Me iré a descansar.
Blair, abandono el salón acompañada de sus dos guardias que la esperaban pacientemente en un sitio alejado de la puerta.
Wangari: ¿Que haremos con ella?
—Mantenerla vigilada.
Wangari: ¿Por qué no hacer que la Reina de Anglacia, le muestre de lo que son capaces esas bestias?
—Lo ha visto con sus propios ojos. Recuerda, en el palacio reconstruido de Benum.
Wangari: No podemos perder y no podemos dejar rastro. Esos leopardos se metieron con mi reino, y hare que paguen por ello.
Hay que desaparecer a todos... sin dejar alguna sobra que pueda reemplazar a las líderes.
—Vamos a almorzar, hablaremos con Blair des...
—Mi reina —llamo un guardia acompañado con dos toques en la puerta—. La informante Sarah.
—Adelante.
La mujer avanzo pidiendo permiso una vez que se encontró adentro, se aproximó a pasos seguros y se detuvo a un lado de mi persona. Wangari la miro curiosa y en mi caso no le dirigí la mirada esperando que empezara a hablar, y que lo que tenga que decir sea importante como para interrumpir de esta manera.
—Aviso, mi reina. El cachorro de la Líder del Oeste, ha escapado del palacio hace aproximadamente tres semanas.
¿Que?
—¿Cual? —le pregunte, mirándola de reojo con cierto interés.
—El Kaiser.
Wangari: Manden guardias a buscarlo —ordeno.
—Enseguida. —Vira a verme—. ¿Mi reina?
—Tráiganmelo.
El cachorro... escapo.
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Diana Cavendish Pov
¿Qué supones?
—Algunos Kaiser no conviven bien con las diferentes especies de este mundo.
Pero es su madre.
—Y mira lo que creaste. Un Kaiser y una humana, tienen una cría Kaiser incompleto. Su bestia la tiene su hermana "humana" y las habilidades que nos identifican de las actuales razas, la tiene el Kaiser. Parece que los exámenes salieron incorrectos o lo hicieron mal.
Te estas divirtiendo.
—Mucho, Diana. Tu error te hizo cometer otro.
¡Akko, no es un error!
—Me perdiste gracias a que desobedeciste mi orden. Di mi vida para que gobernaras, pero ahora... ¿en qué te has convertido?
¿De qué hablas?
—No eres un buen Kaiser, si eso es lo que piensas; no has sido mejor, por tenerla a ella. ¿Aun recuerdas el sabor de la carne del hijo de Majorlaine? Estuvo sabroso, ¿no es así? Creo que te falto añadirle una pisca de pimienta antes de devorártelo y no dejar rastro alguno.
¡¡¡Cállate!!! ¡Esto no es sobre mí! ¡Mi hijo está afuera en cualquiera parte! ¡Corre peligro!
—¿Y entonces? ¿Qué haces aquí conversando conmigo en vez de buscarlo? Oh, espera, ya lo hiciste, pero no encontraste ningún rastro. Parece que lo entrenaste bien, pero en su educación... le falto, ¿no crees?
Rayos... esta situación me estresa; me estresa demasiado.
—El niño la odia.
¿Por qué lo haría? ¡Es su madre!
—¿Enserio no te has dado de cuenta? Utiliza la cabeza, Diana. Tienes un buen conocimiento.
Explícamelo, con esa sonrisa arrogante que has conservado desde que llegue.
—¿Cuánto tiempo ha pasado desde que él, intento obtener su bestia? Ese enojo... e impotencia... y desagrado hacia sí mismo. —Hace una pequeña pausa—. Debes estar agradecida de que el niño no haya visto a su hermana en esa apariencia.
No puede ser...
—Sí... Ahora lo entiendes. Si lo piensas aún más, lo comprenderás mejor. Los humanos son razas débiles que no debieron existir en primer lugar, por esa y otras razones nuestras tierras estaban divididas. —Suspira con pesadez y agarra la taza de té con elegancia—. Puedes buscarlo, o puedes... dejar que el venga a ti.
¿Venir a mí?
—Eres su madre; la madre que admira y quiere, no la que odia y desprecia.
El... No. Me niego a creer que rechace a Akko. Dylan... era feliz en brazos de mi reina, ¿por qué ahora cambiaria? Su tardío cambio de apariencia no es una excusa.
—¿Que otra excusa tendría? Es un cachorro, no un adulto. La inmadurez y falta de compresión vive dentro de él. Igual que los cambios de sentimientos y pensamientos. A esa edad, empiezan a desarrollar una actitud diferente dependiendo de lo que ocurre en el trayecto de su vida y como lleguen a tomárselo personalmente —concluyo, para después con calma darle un sorbo a su té.
Pierdo el tiempo.
—Como todas las veces que vienes a hablar conmigo, pero... déjame decirte una sola cosa antes que te vayas.
¿Qué quieres?
—Algún día... seremos una, Diana. Juntas gobernaremos.
Eso es ridículo, estas muerta.
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Han pasado tres semanas desde la desaparición de mi hijo. Los buscadores, ni me persona hemos podido rastrearlo. Eso me hace pensar que posiblemente debió haberse llevado una sustancia consigo para que no lográramos dar con su paradero. Sin embargo... eso me llega a otro posible hecho. Dylan... ¿lo había planeado? Mi hijo no es tonto, y debió haber supuesto que su "plan" tal vez fallaría.
Pero... ¿matar a su propia madre? Es una locura, es... totalmente una locura. Si él hubiera tenido éxito... sería como Hannah. Honestamente, no creo mucho en esas leyendas o mitos acerca de las diferentes razas: Baristar, Kaiser, Ranter, Aslandar y Humanos. Sin embargo... ¿él sabe eso? Tengo demasiadas preguntas encima y necesito ahora mismo atender a Barbara que viene en camino; no obstante, antes de que llegue a mi palacio hablare con mi reina e hija que ha estado demasiada confusa últimamente por su cambio de apariencia repentino.
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—Mi reina —llame, cerrando la puerta detrás mío.
—Lotte vendrá.
¿Que? No creo que sea bueno que se vean, ¿o sí? Barbara ha hecho su vida con Mary, y supongo que con lo que sucedió con Lotte, quedo en el pasado.
—Barbara, viene en camino.
—Bueno, hablare con ella en uno de los salones.
—Estaré en la biblioteca.
—¿Estoy enferma? —pregunto con ese tono inocente.
—No —le contesto Akko de inmediato.
Suspire, y seguidamente mire a un costado de mi reina, descubriendo unos papeles regados en la cama. Me acerque y tome uno empezando a leerlo.
Son sus pruebas... sus exámenes. Todo apunta a que es una humana, pero ¿qué me dicen de su animal? Ese animal, no debería tenerlo ella, si no... Dylan. Espera... Dylan conserva esas habilidades y Amelia... tiene una bestia. Tiene... a su bestia.
¡¿Por qué?! ¡No tiene sentido!
—No hagas eso —ordeno Akko, provocando que saliera de mis pensamientos.
Parpadee confusa y observe en mis manos la hoja siendo estrujada por mi mano. Amelia, me miro curiosa.
—Lo siento.
—Ve al salón y espérame.
Amelia asintió, se levantó de su asiento y abandono la habitación. Cuando la puerta se cerró, Akko se puso de pies y miro la ventana.
—¿Aun nada?
—Lo encontraremos.
—¿Y qué harás después?
—Hablar con él.
—El ya no será un líder, lo sabes —dijo, volteando a verme con esa expresión seria que ha tenido en estas tres semanas.
Lo sabía mucho antes de este descubrimiento. Dylan, ahora con siete años, y ha cometido una acción imperdonable a vista de muchas personas. El título que pensé poder hacerle unos cambios para que lo tuviera... se ha escapado completamente de mis manos.
—... El me odia —continuo, empezando a caminar por la habitación.
—No creo que...
—¡Intento matarme, Diana!
Lo sé...
—... ¡Mi propio hijo intento matarme! ¡¿Sabes lo que significa eso?!
Traición.
—... No le harás daño, no le haremos daño.
No pensaba hacerlo.
—Lo encontraremos, mi reina.
Akko, suspiro con frustración y nuevamente tomo asiento en la cama. Me acerque con seguridad, incline mis rodillas para estar a su altura y especte pequeñas lagrimas caer en su regazo y un llanto siendo contenido por sus dientes que muerden con fuerza su labio inferior. Ella me miro cuando mi mano derecha enguantada se posó en su mejilla para limpiar con mi pulgar uno de sus ojos.
—Es mi hijo... —dijo débilmente, dejando escapar más de aquellas lágrimas.
Lentamente envolví mis brazos y la abracé para entregarle consolación. Mi reina, no dudo en aferrarse y desahogarse en mi hombro. Suspire suavemente, sintiendo un pequeño nudo formarse en mi garganta al verla... llorar en mis brazos; al recordar... lo que mi propio cachorro intento arrebatarme.
Akko... es mi vida completa. Y mis hijos, son mi felicidad.
.
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La biblioteca, es el único lugar que me crea ese sentimiento nostálgico, a la vez es asfixiante y relajante. Sin embargo, son simples recuerdos del pasado que producen ese sentir negativo que intento eliminar.
El pasado, es pasado. Y el presente, es el que vivo ahora.
—Gracias por venir, Barbara.
Ella, sonrió amigablemente, pero en su rostro demuestra clara preocupación.
—Gracias por recibirme a mí y a mi hijo.
—Siempre serán bienvenidos.
Harry: Gracias, Líder del Oeste.
Ha crecido, que grande esta. Su postura firme estando sentado desprende un aura de autoridad, confianza y madurez. El porte de un... líder.
—Puedes decirme, Diana.
Harry, asintió.
—Por lo que me contaste en la carta, Dylan escapo luego de intentar un asesinato contra la Reina de Benum.
—Es correcto. ¿Mary dijo algo al respecto?
Barbara, hizo una mueca y frunció levemente su entrecejo.
—¿Cuándo hicieron a Amelia, vieron la fecha?
—¿La fecha?
¿Qué tiene que ver las fechas? Barbara, suspiro profundamente.
—Mary... Ella...
Silencio. La Líder del Norte, aclaro su garganta y bebió agua de su vaso que fue depositado anteriormente por una de las sirvientas.
Harry: Sabe lo que ocurrió con los cachorros —dijo, al notar que Barbara le cuesta decirlo.
—Tu hijo es enseguida sentenciado a muerte por intentar quitarle la vida a su madre; a una reina. Conoces las reglas. Sin embargo, como eres la líder puedes hacer excepciones.
Harry: Tienes dos opciones, aunque la primera es difícil si el no escucha.
Conozco esas reglas.
—No despojare a mi hijo de mis tierras.
—Escúchame, Diana. Tienes que estar preparada, esto es serio y... delicado. Hay vidas importantes en riesgo.
¿Vidas en riesgo?
—¿Que tratas de decirme?
Harry: El regresara, no lo encontraras. Pero, es probable que venga por Amelia.
¿Por qué por Amelia?
—¿Cuándo vendrá?
—Tendrás que ser paciente, Diana. Si lo buscas, solo empeoraras las cosas.
Harry: Vendré a visitarla en mis días libres.
¿Que? No estoy entendiendo. ¿Como eso empeoraría las cosas?
—Explíquenme sin tantas vueltas, por favor —dije, para después soltar un suspiro frustrado y recostar mi espalda en el espaldar del mueble.
Barbara, suspiro nuevamente y restregó una de sus manos en su rostro.
Harry: Si Amelia, muere. El recupera su bestia. Es una leyenda que está escrita en los tres libros más importantes que aún se conservan en las tierras del Sur.
La biblioteca, quedo en silencio unos minutos que me costaron procesar sus palabras. Su bestia... es la de Dylan. ¿Cómo sucedió eso? Exhale con fuerza por mis fosas, y aun estando un poco aturdida por esa información y las sin fin de preguntas que dan vuelta en mi cabeza, hable.
—¿Quieres decir que...?
—Matara a Amelia, para recuperar lo que le pertenece —interrumpió, Barbara.
Harry: Y luego te matara a ti, si se lo permites —dijo, seriamente.
—¡Mi hijo no me haría daño! —Gruñí, guiando la palma de mi mano a mi rostro para acariciar mis cienes.
—Pero a tu reina, sí.
Harry: Es tu decisión. Dos vidas importantes corren peligro.
—Su comportamiento. Diana, ¿el anteriormente ha lastimado a Akko?
No respondí, y simplemente di un ligero asentimiento.
Harry: Lo siento, por lo que estas pasando y por lo que pasaras.
—¿A qué se debe su comportamiento?
Harry: Al error que ustedes cometieron.
¿Error?
—¿Cuál es esa segunda opción? —pregunte, un poco esperanzada.
Silencio. Permanecimos otra vez en ese silencio por otros cortos segundos que, para mí los sentí eternos hasta que, Barbara hablo.
—Matarlo.
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Fin del Cap. 78
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Aclaraciones:
-Dylan, actualmente tiene siete años. Amelia, tiene tres. Diana, veintiocho y Akko igual. Recuerden que Akko, tuvo a Dylan a sus veinte años. Todo el tiempo que paso, ellas crecieron también (obvio).
-Lo primero narrado por Mary, son tres semanas antes que le llegara la carta de la Reina de Benum. Lo segundo narrado por Avery, son esas tres semanas que le tomo la carta en llegar a manos de Mary. Lo que quiere decir que es la actualidad. En otras palabras, han pasado tres semanas desde que Dylan escapo del palacio. También, la noticia que recibió Avery, fue ese mismo día donde Barbara y Harry conversa con Diana.
Creo que me explique bien. Bueno, a continuación, compartiré unas imágenes que me gustaron uwu.
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Mary
Arte de:
Pixiv/64794156
Arte de:
Pixiv/64794156
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Barbara
Arte de:
Pixiv/63110389
Arte de:
Pixiv/68422846
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Avery
Arte de:
Pixiv/64794156
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Blair
No tengo de Wangari, F por ella.
Y una Croix Furra.
Arte de:
Pixiv/63402641
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