
Cap. 58
Narradora Pov
En el transcurso del día las cosas parecieron clamarse un poco entre la reina de Soris y la líder del Norte. La reina no le dirigió la mirada y comió como pudo gracias a sus amigas que la animaron con palabras y acciones. Diana, permaneció con Dylan durmiendo en sus brazos, mientras que Akko se encargaba de alentar a Lotte. Majorlaine, observo a Barbara y Harry saltar en el lago más de una vez; y cada vez más alto o con diferentes trucos.
Lotte, observo con nostalgia a Barbara jugar con su hijo, exhalando varias veces de manera pesada y triste. Akko, quien se encontraba a su lado en ese momento, acaricio su brazo y le dio palabras de ánimos, sin embargo, una pregunta la hizo erizarse y ponerse nerviosa.
—¿Sabías que los instintos de los Kaiser los protegen de personas como yo?
—Bu-bueno... —miro a otro lado—. Digamos que si... pero creí que el sentimiento que guardaba Barbara, no dejaría que eso le impidiera estar contigo.
—Suspira nuevamente—. Es una Kaiser, Akko —aclaro, volteando a verla—. ¿Qué harías en mi lugar?
—Tensa su mandíbula observándola con duda—. ¿Enserio quieres escuchar esa respuesta?
—Asiente con la cabeza en afirmación y seguridad—
—Me rendiría... —susurro en un tono audible sorprendiendo a la reina de Soris, y virando a ver a Barbara con Harry—. Aunque me doliera sé que no conseguiré volver a su lado y simplemente tomaría la decisión de buscar a alguien más o esperarlo —sonríe suavemente—. ¿Aun crees tener una oportunidad?
—Niega sutilmente con la mano bajando la mirada—. Pero pienso intentarlo.
—La mira de reojo, con un semblante neutral—. ¿Estas segura?
—Si, quiero tratar. Y si no resulta me daré por vencida.
Amanda: Podrás salir más lastimada.
Sucy: Sencillamente olvídala, Lotte. Parece que está mejor con Mary y su hijo —dijo con un poco de molestia por la decisión tomada de su amiga.
—Niega de nuevo utilizando la cabeza y apretando sus puños—. Una vez... lo intentare una vez —contesto firmemente.
Sucy, rodo sus ojos y cruzo sus brazos, dirigió su mirada a Diana teniendo a Dylan dormido en sus brazos mientras habla con la líder de los Ranter. Suspiro resignada, volteando a ver a Helena quien al parecer ha hecho nuevos amigos. Recordó los exámenes e investigaciones pendientes que debe realizarle. Suerte mente después de todo este tiempo ha conseguido un avance para deshacer la alergia del plomo que tiene, sin embargo, aún necesita hacer unas pruebas más antes de inyectarle el suero.
Amanda: Tengo muchas preguntas —murmuro mirando el cielo.
Akko: ¿Cuáles? —pregunto curiosa.
Amanda, permaneció unos segundos en silencio para después, ver a Akko sobando el brazo de su amiga desanimada.
—Las líderes, aclararon que el aspecto del animal de la líder Sur, no es como lo recuerdan. Entonces... ¿Qué sucedió? ¿Acaso se pintó el pelo? Claro que no —ríe con sarcasmo por la tontería dicha—. Algo más debió haber sucedido, cuando estuve en su palacio no había ningún rastro de sus padres, y Barbara menciono que no había recibido alguna noticia de su fallecimiento. Si están vivos... ¿Dónde están? —frunce el ceño—. Mi madre me conto que esos libros poseen conocimiento que pueden beneficiar mi reino. Si los libros hablan de eso, ¿Porque los tiene la líder Sur? ¿Porque lo protege tanto?
—Arquea una ceja Akko, escuchándola con atención—
—Cuando los vi en sus manos no pude evitar sorprenderme de que los tuviera. ¡Los había estado buscando desde que mi madre... murió! ¿La que escribió esos libros es un animal o una humana? E incluyo la siguiente pregunta ¿La reina de Anglacia es un animal o una humana? ¿Quién comenzó primero el encuentro? ¿La líder de los Ranter o ese reino?, ¿Porque tuvieron una guerra? ¿Cuáles fueron los motivos de iniciarla?
—Amanda... —llamo Lotte con una mirada preocupada.
—¿Por qué solamente Mary puede entender la mentalidad de la reina de Anglacia? ¿Es realmente peligrosa? ¿O solo están metiéndonos miedo?, ¿Porque ella es considerada como la líder superior? ¿Eso quiere decir que Diana también lo es en su raza por tener el pelaje albino? —pregunto confundida con su ceño aun fruncido, volteando a ver a Harry—. ¿Porque Mary cometió ese acto en primer lugar sin consentimiento de Barbara? Debe haber una razón, ¿no? Harry es un niño inteligente y conoce lo que nosotras no hemos podido descubrir después de tanto tiempo —señala a Diana—. No has notado que ha estado más seria y tensa de lo normal alado de Majorlaine, ¿Ocurrió algo entre ellas? —hizo una pausa regresando su mirada a sus amigas que la escuchan atentamente—. ¿Barbara en verdad iba a morir ese día?
—¿Qué quieres decir? —pregunto Lotte cambiando su expresión a una de confusión.
—La líder del Sur, no se preocupó tanto por verla en ese estado. Aparte de ser una Kaiser que parece no tener simpatía con nadie, simplemente le golpeo un lado de su cuerpo y volvió a respirar. ¿Acaso estaba conteniendo algo? —observa a su amiga de cabello castaño—. Akko, Diana ¿No te ha dicho porque el reino de Anglacia nos tiene en la mira también? Recuerden que Harry dijo que, Mary tiene planes para cada una de nosotras.
—Exhala sutilmente—. Entiendo tu desesperación, Amanda. Pero no poseo ninguna información relevante del reino de Anglacia, hablemos con Majorlaine luego si te parece.
Amanda exhalo cansada, dio un leve asentimiento y escucho el aviso de la retirada por el anochecer que caerá en menos de una hora. Las reinas se levantaron del mantel puesto en el césped y observaron a algunos guardias recoger las sobras de la comida. Barbara, quien se encuentra con Harry, lo cargo en sus brazos y empezó a caminar aun lado de Diana que también carga a su crio dormido en una posición cómoda para él.
En el trascurso, Diana monto su caballo con cuidado y agilidad, no queriendo despertar Dylan. Empezó a andar en un trote lento acompañada de Barbara, mientras las demás reinas siguen su ritmo en silencio. Majorlaine, aviso de su ida antes excusándose del trabajo que tiene pendiente y las cosas que debe realizar para una pequeña ceremonia que se llevara a cabo en unos días con el líder de los Aslandar.
Al llegar al palacio, permanecieron en la entrada con tranquilidad para despedir a las invitadas y agradecer por venir a esta reunión. Diana, no dijo ninguna palabra desde que Majorlaine se despidió con sus guardias, mirando a Dylan como su única atención. Sinceramente, la líder del Oeste deseaba pasar su día en compañía de su reina e hijo, pero debido al problema reciente entre Barbara y Lotte, eso no pudo darse y en cierta parte... lo entiende, y en otra... le molesta.
Los Kaiser no son humanos, eso lo aclaro antes de que formara el lazo con la reina de Benum. Debe admitir que, le sorprendió que funcionara la primera vez y no tuvieran que volver a repetirlo para crearlo, sin embargo, ese no funciono en el caso de Barbara, quien aún debe hacerlo una vez más para que funcione, lo que quiere decir que entre las razas animales de Baristar y Kaiser, es un poco más dificultoso formar aquel lazo.
Encontrándose todas frente a la gran puerta principal del palacio, con autos en espera de las reinas y única líder presente aparte de la dueña de esas tierras. Akko, a punto de darle las palabras de despedidas a sus amigas, un fuerte sonido que callo como piedra en el suelo desperto al instante a Dylan, llamando la atención de todas e incluyendo al pequeño Harry.
—¿Otro...? —susurro sorprendida Barbara apretando a Harry ligeramente contra su pecho.
Frente a ellas, se halla ni nada menos que una bestia con hocico de Aslandar, pelaje de Kaiser y cuerpo corpulento y musculo de un Ranter, teniendo algunas cicatrices visibles en su piel y su ojo derecho cerrado por una cortada demasiado profunda que hizo que perdiera la visión, pero que desde el punto de vista pareció haber cerrado completamente esa herida, dejando simplemente una marca en esa zona.
El animal miro con firmeza a Harry, enseñando sus dientes y respirando entre rugidos pequeños, pero audibles para las presentes. Los guardias que sintieron y espectaron la aparición de una nueva bestia, se colocaron algunos en posición para disparar y otros para atacar físicamente, esperando una orden directa de su líder. Los pumas de sangre pura que se alertaron en el momento, se posicionaron aun lado de Barbara en protección al siguiente líder de sus tierras.
—Me encargare —hablo Diana entregándole a Dylan con complicación a su reina. El pequeño cachorro antes que lo pasaran a manos de la mujer que lo tuvo, se encontraba aferrado firmemente de la líder temblando de miedo al sentir una presencia amenazadora. Ahora Akko, teniéndolo en brazos intento calmarlo con caricias y besos pequeños en su cabeza, pero el cachorro... aullaba y rogaba por el calor y protección de su segunda madre.
Diana lo miro de reojo haciendo una expresión de lastima y arrepentimiento por haberlo dejado, puesto que, al reconocer ese semblante y ganas de llorar, entendió perfectamente el desear de su pequeño y los instintos incontrolables que imploran su persona. No obstante, dirigió su mirada a la bestia preparándose para atacar, pero antes que pudiera dar un paso hacia al frente, algo o mejor dicho alguien cayo de pies ante sus ojos, sorprendiéndola y confundiéndola al instante.
La cola de Harry se movió agitadamente, y una sonrisa de felicidad apareció en sus labios reconociendo a la persona que apareció repentinamente en un momento requerido.
—¡Hola mama! —exclamo Harry alegre.
—Lo mira de reojo encima de su hombro—. Hola cariño —contesto con sutileza, sonriendo ligeramente.
Mas guardias de las tierras de los Baristar aparecieron rodeando a la criatura que amenaza la vida de su siguiente líder, causándole confusión y aumentado su furia. Estos hombres y mujeres que están bajo el mando de la líder superior cargan armas de tranquilizantes, nada que pueda llegar a matar al enorme animal.
—Lo quiero con vida —aclaro Mary con tranquilidad, preparándose para lanzarse contra el enemigo. Quito con delicadeza sus guantes blancos transparentes de encajes que llegan hasta sus codos, entregándoselo a una mujer Baristar que se acercó con calma y confianza.
Diana, retrocedió ante la aparición inesperada de Mary en sus tierras, y entendiendo de inmediato sus motivos se acercando nuevamente a Akko para tranquilizar a Dylan. Lotte que anteriormente se hallaba sorprendida, frunció el ceño por la presencia de Mary, y Sucy y Amanda al darse cuenta de ese cambio de emoción en ella, la agarraron de los brazos y susurraron palabras para que se tranquilizara, ya que, Akko se encuentra ocupada como para ocuparse de su imprevisto malhumor.
El animal rugió con más fuerza, y Mary se impulsó con pies derecho acercándose a una velocidad impresionante que asombro a la líder del Oeste y Norte, e incluyendo a las reinas y guardias Kaiser que bajaron sus armas lentamente. Cuando Mary se halló cerca del animal que sobrepasa su tamaño ''humano'' dio un salto de espalda sobre él, de una manera ágil y sencilla. Los Baristar con las armas tranquilizantes empezaron a disparar incrustando sus dardos en el cuerpo de la criatura, mientras que su líder lo entretiene. Sin embargo, este aun no callo después de unos diez inyectores.
La bestia se recompuso a la vez que Mary paso por su brazo levantando y dio una vuelta para luego, regresar utilizando la misma velocidad anterior y aparecer de un brinco en su espalda de nuevo. Rápidamente aprovecho la distracción que le causo por su increíble movilidad para golpearlo con un poco de su fuerza la columna con su talón, causando que al impacto su pecho abriera un agujero en la tierra.
Mary callo de pies encima de su cuerpo, tanteando con sus pies en espera de que se levantara, pero después de unos minutos en silencio, nada sucedió... dando por entendido que se había dormido, ya que su respiración es lenta y calmada.
Barbara, bajo a Harry de sus brazos cuando la bestia quedo derrotada en cuestión de pocos minutos, dejándolo aun lado de ella. Mary se acercó a las reinas en un caminar elegante, pero súbitamente se detuvo agachando su cabeza y cerrando sus parpados al percibir alguien cerca. Lentamente levanto su mano izquierda y las reinas, no podían encontrarse más confundidas por su acción.
—Chasquea sus dedos señalando con rapidez el muro de su costado que rodea el palacio—
Los Baristar que la observaban actuaron velocidad, corriendo agresivamente a donde apunto su líder. Una vez que desaparecieron en el bosque persiguiendo... algo. Mary, abrió sus parpados y les sonrió a las presentes.
—Lamento entrar a tus tierras sin ningún permiso, líder del Oeste.
—No causa ninguna molestia su presencia en mis tierras —aclaro con corteza devolviéndole esa sonrisa sutil que se dibujó en sus labios—. ¿Puedo preguntar como sabía que ese animal vendría nuevamente a mi hogar? —pregunto en un tono autoritario y elegante exigiendo sin ninguna excusa una respuesta.
—Sencillo —contesto con tranquilidad volteando a ver a Barbara—, vino por... —Se detuvo de inmediato al no ver a Harry en sus brazos—. ¿Dónde está? —Su tono cambio a uno de molestia, y su entrecejo se frunció mirando fijamente a la líder del Norte que, no comprendió sus palabras en el momento, pero que luego de unos segundos entro en cuenta a lo que se refería.
Barbara bajo la mirada en donde lo había dejado, no encontrando rastro de él. Su cuerpo se tensó y sus nervios se hicieron presente, riendo de manera inquieta y tímida.
—¿Donde esta? —volvió a repetir levantando un poco su tono de voz, moviendo su cola de un lado a otro sin control en demostración de su enojo.
Todas, voltearon a ver a Barbara con preocupación y extrañes.
—Bu-bueno... —coloca su mano en la cabeza, pensando en cómo responderle.
Barbara volteo a ver a los guardias Baristar que la acompañaron, descubriendo la falta de uno.
—Barbara... —llamo entre diente, gruñendo levemente.
—¡E-espera! —grita nerviosa—. Y-yo había puesto un Harry aquí —señalo a su lado, esperando que la líder entendiera y no le hiciera daño con esa mirada contundente que le dedica.
—Te doy cinco segundos para que vayas a buscarlo y lo encuentra antes de que te arranque todos los pelos que tienes —dijo amenazante y furiosa, intimidando a la líder del Norte.
Repentinamente la puerta del palacio se abrió, escuchando una vocecita reconocida que salió acompañado del escolta restante, mientras que come una paleta de caramelo entregado por una de las sirvientas del lugar.
—Esta delicioso —dijo animado moviendo levemente su cola y enseñando uno de sus colmillos por su sonrisa de felicidad presente en sus labios.
—Me alegra que sea de su agrado —contesto cordial el guardia en asentimiento, sonriendo ligeramente para él.
Mary suspiro aliviada y Barbara aún más, lo cargo en sus brazos y regaño con gentileza, llevándose una mirada curiosa de Mary, sin embargo, su vista se dirigió de inmediato a los guardias Baristar que fueron mandados a perseguir algo detrás del muro, trayendo a otros de su propia raza vestido con un pantalón largo de seda y una camisa manga larga con una banda llena de cartuchos de lo que parece ser explosivos de humo.
El joven se pasmo ante la presencia de la líder superior en persona, su cuerpo empezó a temblar mandando malas señales, teniendo ganas de salir corriendo. Mary lo observo por el rabillo del ojo con un semblante neutro, pero contundente.
—¿De qué tierras eres? —le pregunto con ironía.
El hombre trago pesado sudando de los nervios.
—¿Quién está bajo tu mando? —volvió a preguntar retóricamente.
Las reinas presentes contemplaron el panorama curiosas y confusas de lo que hallaron tras los muros vigilando posiblemente el encuentro de la bestia y la líder.
Al no espectar una acción que la incitara a continuar a hablando, chasqueo sus dedos en orden a los guardias que lo sostiene para que lo inclinaran ante su persona. Lo pusieron de rodillas y bajaron su cabeza con fuerza, ya que el joven se opuso a hacerlo.
—T-tus tierras caerán... —susurro temeroso—. Y con ello tu hijo... Po-podrás matarme, pero no conseguirás nada a cambio.
—¿Amenazas la vida de mi hijo? —respondió con tranquilidad sin quitarle la mirada de encima—. ¿Acaso tengo que enviarles a tus nuevas lideres una advertencia mayor para que dejen sus planes? —volvió a preguntar, ganando una expresión de sorpresa y terror del joven arrodillado—. Escúchame con atención porque este será el ultimo aviso que les enviare. —Inclina sus piernas para estar a su altura, deslizando con lentitud sus delicadas manos y uñas en la piel tentadora de su cuello—. Se meten con mi reino y las hare desaparecer en un parpadeo de ojo, dejen de querer mis recursos y llevemos esto con calma. No tengo nada en contra de ustedes, humanas insensatas y predecibles, pero espero no volver a enterarme de algo vinientes de su parte, o prometo acabar con todos los seres queridos que se encuentran en la habitación seis, nueve y doce... —sonríe con dulzura—. Piensen mejor sus acciones y con quien se han involucrado.
Mary, hizo una pausa pequeña creándole un rasguño en un sitio en específico en el cuello del hombre, retomo su postura firme y segura, chasqueo nuevamente sus dedos y lo soltaron. El joven se llevó la mano en la zona ardida, miro su palma y contemplo la gran cantidad de sangre saliente.
—Sera mejor que te apresures o morirás dentro de unos minutos —dijo con diversión preservando su sonrisa.
El hombre dio pasos hacia atrás y empezó a correr sin más a la salida frontal del palacio. Cruzo la reja y desapareció.
—¿Como estas segura de que llegara a tiempo para decir esa advertencia? —pregunto Barbara sosteniendo aun a Harry que come tranquilamente su paleta de caramelo.
—No vino solo —respondió sin verle—, el mensaje será trasmitido a los demás que se hallan en su espera.
—Mi li-lider... —hablo temerosa su informante, interrumpiendo.
—Voltea a verla—
—Acaba de morir... —murmuro con timidez, refiriéndose al animal ''desmayado''.
Mary lo miro de reojo encima de su hombro, encontrando con tan solo verlo la causa de su repentino fallecimiento, llegando a una conclusión que la hizo sonreír y bajar la mirada analizando lo acontecido.
—Que astuta, eso me gusta... —susurra relamiendo sus labios.
¿Como es eso posible? Se pregunto así misma Diana cargando a Dylan en sus brazos aun lado de su reina.
—Lleven su cuerpo —ordeno con simpleza, recibiendo un asentimiento de su informante hembra quien camino hacia los guardias para dar el nuevo mandato.
—Entonces... ¿Las reinas lejanas están involucrado con el reino de Anglacia?
—Escuchas bien, reina de Zahara.
—¿Y cómo sabes eso? —cuestiono con un poco de enojo.
—Levanta sus hombros en desinterés—. No lo sé —mintió, dedicándole una sonrisa suave a la reina que provoco que su molestia incrementa, pero ningún musculo de su rostro que diera esa clara señal se movió después de esa contestación—. Aprovechare que están todas presentes para invitarlas a mis tierras unos días antes de las festividades navideñas, como ustedes lo consideran. Si pueden asistir a esta celebraron, serán bienvenidas e invitadas especiales en mis tierras. Debo aclarar que ese día en la celebración de este año se dará un anuncio especial por mi persona.
—Gracias Mary, pero ¿a qué se debe esta invitación? —pregunto Akko.
—Tendremos una reunión, reina de Benum. Hablaremos de muchas cosas que son de su interés, pero por el momento no puedo proporcionarle ninguna información al respecto de lo que desean saber, así que por favor no hagan ninguna pregunta referente a eso —voltea a ver a Harry en brazos de Barbara—. Les estaré enviando la invitación unos meses antes —finalizo, sonriendo dulcemente al espectar a Harry, dándole ternura de cómo se encuentra acostado—. Cariño —llamo con sutileza provocando que la líder también alzara la mirada confundida—. Tu no —aclaro con un poco de molestia.
—Frunce el ceño—
—Volvemos a casa —aviso acercándose para tomarlo en brazos.
—¿Tan pronto...? —pregunto en forma de queja, acurrucándose más en los brazos que lo sostienen—. Dijiste que podía quedarme una semana, quiero permanecer con mama Barbara.
Mary hizo una mueca de disgusto, observando a Barbara de reojo con enfado. La líder del Norte, simplemente levanto sus hombros y sonrió en victoria. Mary rodo los ojos y escucho un pequeño estornudo que la hizo voltear ligeramente a ver de dónde provino.
Observo con sorpresa al cachorro en brazo de la líder del Oeste, y sin dudar, se acercó lentamente pasando frente los ojos de la reina de Soris, quien le dedico una de esas miradas de enojo, pero que Mary ignoro completamente, no dándole importancia a esa ''ridiculez'' como le suele decir. Ella, no perdería su tiempo discutiendo de lo que probablemente hablo con Barbara.
—¿Puedo? —extiende levemente sus brazos dirigidos a Dylan.
Diana, no lo pensó dos veces y asintió, entregándole con cuidado a Dylan. Este no respondió de la mejor manera, gruñéndole bajito a la líder superior. Mary se rio enternecida y aproximo su mano derecha atrás de cuello cerca de su pequeña columna vertebral, acaricio la zona con las yemas de sus dedos de una manera gentil y dulce, provocando en Dylan un ligero escalofrió que, causo que su pelaje en sus únicas dos extremidades en su forma se esponjase, sorprendiéndolo de esa nueva repentina sensación que le provoco un sentir agradable y confortable.
Dylan rio y sonrió agarrando sus piecitos con sus dos manitas, balanceándose levemente en los brazos de la líder. Mary le dedico una sonrisa complacida y miro a Akko que la observa con sorpresa y asombro.
—Los cachorros Kaiser tienen sus puntos débiles. Cuando crecen y se convierten en adultos estos desaparecen.
—Mama... —refunfuño Harry mirando a Mary con un poco de molestia y envidia—. Me cambias.
—Lo mira de reojo—. Tú lo hiciste primero, cariño.
—Suelta un quejido largo extendiendo sus brazos en dirección a la líder superior—
Mary rio nuevamente y devolvió a Dylan con cuidado en manos de Diana, dirigiéndose ahora hacia su hijo y pasar de brazos de Barbara a los suyos.
—Las veré pronto, otra vez —dijo con sutileza.
Mary se dio la vuelta dispuesta a retirarse con sus hombres que la esperan con paciencia, sin embargo, Barbara al ver la expresión triste de Harry alzando su mano en despedida, hizo una mueca de disgusto y se aproximó clamando el nombre de la líder quien se detuvo de inmediato al escuchar su mención.
—¿Quieres quedarte en mi palacio? Es de noche y podrán irse por la mañana.
—Arquea una ceja, no muy convencida de la propuesta—
—Sus tierras quedan a unas doce horas de nuestra ubicación y las mías a tres. Sería más preferible que descansaran en mi hogar por el anochecer que se acerca.
—¿Podemos? —pregunto Harry, mirando con emoción a su madre de cabellos azules.
Mary lo miro de reojo y suspiro resignada al no poder negarse a esa carita de felicidad de su hijo, aceptando la amabilidad de Barbara. Se retiro de las tierras junto a la líder del Norte, que se despidió de las demás con una sonrisa en su rostro y menear ligero de su cola por la presencia de la superior. Lotte, suspiro profundamente en un intento de olvidar lo sucedido recientemente, subiéndose sin ánimos a uno de sus cinco autos.
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—¿Porque no es posible? ¿No hay alguna manera? —consulto irritada la reina de Benum, caminando de un lado a otro en su pijama casual que consiste en un pantalón largo y camisa de tiras.
Diana la miro de reojo terminando de dormir a Dylan recién bañado y cenado. El, se había dado una ducha con la líder, mientras que la reina se encontraba terminando de peinarse con sus pensamientos hecho un rompecabezas sin armar.
—No responde dejando al pequeño en la cuna—
—Diana.
—¿Sí? Akko —dijo con neutralidad terminando de envolver al pequeño entre las sabanas.
—Los instintos de los Kaiser, ¿no pueden ser... cambiados?
¿Cambiados? Repitió en su mente la líder, mirando con sorpresa a su reina.
¿Qué pensaba hacer? Se pregunto nuevamente a si misma cambiando su semblante a uno de desinterés.
—Ya hemos hablado de esto —dijo con cansancio—. Aprecio que la intentes ayudar, pero las cosas no funcionan de esa manera Akko. —Se aproxima a la cama sentándose en su lado, dándole la espalda a la reina—. Se acabo.
Sin nada más que decir, se acostó y dispuso a descansar luego de ese largo día. Akko la observo no muy satisfecha de su contestación, pero entrando en cuenta de que tal vez se había sobrepasado un poco con esa pregunta. En cierta parte si desea ayudar a su amiga como ella lo hizo en su pasado, pero en la otra siente que no debe meterse mucho en la situación y dejar que las cosas fluyan con naturalidad.
Antes de que la reina recostara su cuerpo en el suave y cómodo colchón de su cama, se dirigió a ver a Dylan para desearle las buenas noches con un pequeño beso en la frente. Sin embargo, permaneció unos minutos contemplándolo descansar, rememorando esos días en los cuales dudo en criarlo debido a todo lo que está aconteciendo.
No se siente acta para ser una madre, pero tampoco puedo dejarlo apartado y que corra por cuenta propia. Es un cachorro, y la líder no lo dejaría aun lado e intenta dedicarle el mayor tiempo posible. Hace tan solo unos minutos lo había alimentado, recordando en ese momento el cosquilleo que le provoca cuando empieza a beber con ansias sacándole una sonrisa inconsciente en sus labios.
No puede evitar sentirse feliz y a la vez un poco... comprometida con ese deber que trajo al mundo. No está sola, eso es cierto, pero ¿porque no se sentía completa? Tal vez... ¿Por toda la información oculta que posee Mary? ¿O porque esos sin fin de preguntas de Amanda le provocaron ese malestar?
—Suspira profundamente estando acostada en la cama, con su mirada perdida en el techo celeste—
Giro su cabeza observando la espalda de Diana, en esa noche, la líder se comportó un poco distante.
¿A qué se deberá? Otra nueva pregunta en su cabeza que se unió con las demás.
—Diana sé que no estas dormida, ¿Puedes hablarme?
—¿De que deseas hablar? —contesto enseguida sin voltearse a verla—. ¿No quieres descansar? Estoy segura de que tendrás mucho trabajo que hacer mañana.
—Me gustaría hablar con mi esposa —dijo dulcemente, esperando que la líder la viera, sin embargo, no lo hizo—. Diana... —susurro entristecida, acercándose entre las mantas y tomando su cola con sus dos manos en atrevimiento.
Diana se sobresaltó y giro a verla de inmediato con sus mejillas ruborizadas, frunciendo levemente el ceño ante tal acción sin su consideración. Akko hizo un puchero y se lanzó a sus brazos, sentándose encima de la Kaiser que se encuentra ahora totalmente confundida por su comportamiento.
—¿Que sucede? —pregunto arrugando un poco su entrecejo sin soltar la extremidad peluda de su pareja.
—Exhala cansada, quitando con delicadeza las manos de su reina—. Simplemente me encuentro agotada, por favor tome un descanso también.
—Diana... —susurra—. Quiero dormir abrazada a ti, así que por favor, no me des la espalda.
Diana contemplo su expresión de imploración, accediendo en cuestión de escasos minutos su petición, puesto que, no podría negarse si su reina desea estar junto a ella.
No importa lo que haya hecho o como haya actuado, ella seguirá siendo la persona de la cual se enamoró, y daría su vida con tal de que se encuentre bien.
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—Gracias por aceptar mi invitación.
—Cruza sus brazos mirando la puerta del baño—. Está bien, gracias por las habitaciones.
Silencio... Barbara, aprovecho el momento de distracción de Mary para mirarla de arriba abajo, encantándose de su cuerpo bien desarrollado y delineado con curvas sumamente atrayentes. Dirigió su mirada a su rostro maravillándose aún más de la belleza de aquella mujer frente a sus ojos, no deseando aparta la vista de la superior.
Siempre fue una hermosa mujer, pensó fascinada
—¿Hablaste con la reina de Soris? —pregunto de repente sobresaltándola y sonrojándose al hacer contacto visual con sus esferas azules.
—Asiente nerviosa—. Parece no habérselo tomado bien.
—Lo note, por cómo me miraba —suspira con pesadez—. Espero que las cosas hayan quedado claras porque no deseo volverme enemigas de ninguna de ellas.
—¿Puedo quedarme a Harry en el otro mes?
—No —contesto de inmediato virando nuevamente a verla—. Esa cosa vino por mi hijo. No subestimo tu capacidad de protección Barbara, pero prefiero que este bajo mi cuidado.
—¿Como sabias que estaría...
—Arquea una ceja—
Ella no responderá.
—Nada —callo, mirando la puerta del baño donde se encuentra Harry preparándose para dormir.
Nuevamente la habitación permaneció en silencio. Barbara, pensó que era mejor retirarse y dejarla con Harry, pero una nueva pregunta la lleno de curiosidad, no evitando hacerla.
—¿Que querías decir con que ese día seria especial?
—Son las celebraciones Crocar para ti, ¿no es así?
—¿No hay algo más? —consulto no muy convencida, indagando en sus palabras.
—¿Por qué te interesa? —pregunto molesta y cansada al recibir tantas preguntas en un solo día ajetreado.
La estoy molestando y pareciera que estorbo en su camino.
—Suspira profundamente—. Sera mejor que me retire. Me levantare temprano para recibirlos en el desayuno y despedirlos.
—Buenas noches —dijo cortadamente, mirando nuevamente la entrada del baño con sus brazos aun cruzados.
—Baja sus orejas—
¿Porque la trata así? Entiende que anteriormente la halla molestado con sus travesuras con Harry, pero en todo ese tiempo ella no ha demostrado ninguna muestra de cariño desde aquella vez. Simplemente se siente que la aprecia por ser la otra madre de su hijo, nada más.
Barbara la observo unos pocos segundos más, esperando al menos un abrazo de su parte, ya que anteriormente después de hablar con la reina de Soris, ella estuvo a punto de pedírselo a la líder del Oeste, pero fue interrumpida por su hijo. Claramente eso no le molesto e hizo su esfuerzo para darle ese cariño y felicidad a su pequeño en ese día, aunque sus sentimientos y emociones se encuentren por el suelo.
—No pienses que seré la única persona que te aceptara, Barbara —rompe el silencio.
—Levanta la mirada—
—La observa de reojo—. Tienes muchas opciones, eres una líder —aclara—. No te aferres a mí en ese estado en el cual te encuentras, no me veas como la única persona que puede estar contigo. Explora y conoce.
—¿Porque me dices eso?
—Porque lo que estás haciendo está mal —hace una pequeña pausa, enfrentándola directamente—. Lo noto, estoy empezando a gustarte porque terminaste con la reina de Soris, y eso no se ve bien en perspectiva de muchos. No me aprovechare de tu mal estar, eso tenlo por seguro, pero no te aferres a mi como tu única salida de ese sentimiento de tristeza que te invade.
—¿Puedes responder al menos mi última pregunta?
—¿Segura quieres saberlo? —levanta una ceja mirándola con el mismo semblante neutral.
—Asiente en afirmación juntando sus manos nerviosamente—
—Suspira con profundidad—. El día de la festividad... Escogeré a alguien para que sea mi pareja.
—La mira con sorpresa—
¿Que...?
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Fin del Cap. 58
¿Mary no estará con Barbara? D:
¿Akko todavía con pensamientos negativos?
Quien sabe ʕ•́ᴥ•̀ʔっ
Capitulo de 5000 palabras, lol
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