Cap. 57
Narradora Pov
Diana, se sentó alado de Akko, sosteniendo su mano para sacarla de su pequeño trance. Parpadeando la reina de manera confusa y desviando la mirada hacia la líder, quien le dedico una suave sonrisa y un leve asentimiento. Rápidamente algo en su mente hizo ''click'', volviendo a posar su vista en el pequeño que se encuentra sentado entre las piernas de Barbara.
Amanda: Es bonito.
Sucy: Otro saco de pulgas —dijo, de manera ''divertida'' y disgustada.
Majorlaine: Es un gusto conocerte, Harry. Parece que los aprendizajes que obtienes cada día han dado sus buenos frutos. Me sorprendiste con tu forma de presentarte e interactuar —agarra a Dylan por sus axilas, sentándolo en sus piernas—. Y dime, ¿Cuantos años tienes?
Harry: Cuatro. Cumplo cinco el otro año.
Majorlaine: ¿Ya paso tu cumpleaños?
Harry: Si, fue hace tres días atrás. Mama Barbara estuvo presente en mi fiesta, y mi abuela trato de golpearla con una silla.
—Ríe nerviosa, acariciando levemente el cabello de Harry—. Es una larga historia...
Lotte: Tenemos todo el día —dijo, con tranquilidad agarrando un vaso con jugo.
—Voltea a verla, manteniendo su sonrisa inquieta—. Bu-bueno... —rasca su mejilla con su dedo índice—. Intente hacer con Harry un pastel de cumpleaños, no salió bien e incendiamos la cocina. Después de que la madre de Mary tratara de golpearme con la silla al enterarse de algo, Mary la detuvo, pero luego de ser avisada de lo que sucedió en la cocina, me miro de mala manera e intento también golpearme —levanta sus hombros.
Diana: ¿Por qué Mary llegaría a ese extremo contigo? —la mira fijamente—. No creo que un accidente causara su mal humor.
—Di-digamos que en los días que permanecí en su palacio —agarra las manos de Harry—, hemos cometido algunas travesuras que la hicieron enojar. Creo que llego a su límite cuando se enteró de lo ocurrido en la cocina.
Diana, rio bajo, tomando una de las frutas. Ella, miro a Harry observar la comida, extendiéndole ligeramente su mano libre para darle el permiso que sus ojitos le pidieron cuando la miraron. Sin embargo, antes de que pudiera agarrar un plato de pastel, se detuvo de repente confundiendo a las presentes.
Harry: Tengo algo para Dylan —observa a Akko—, si no es mucha molestia, me gustaría entregárselo.
—Adelante —concedió, curiosa.
Harry, chasqueo sus dedos, recibiendo en cuestión de segundos una pequeña mochila por uno de los guardias pumas. Saco de esta un juguete en forma de hamburguesa con un pequeño orificio.
Se levanto con cuidado del regazo de Barbara, acercándose a la líder de los Ranter que lo sostiene. Una vez frente a él, se agacho sonriéndole amablemente. Recibiendo una mirada curiosa e interesada en el objecto en su mano.
Harry: Hola, Dylan. Mi nombre es Harry, y espero seamos buenos amigos—le extiende el juguete.
Dylan, lo agarro con sus dos manos, olfateándolo con sutileza. Seguidamente se lo llevo a la boca y lo ''mordió'', saliendo de este un pequeño jugo transparente que lo sorprendió, saboreándolo de inmediato.
Amanda: ¿Qué es eso?
—Voltea a verla—. Le ayudara a quitarle las molestias en sus encías, por eso empieza a llevarse todo a la boca. Mi madre lo usaba conmigo cuando era más pequeño. El juguete fue hecho por los científicos de mis tierras, cada día el jugo se esparcirá y él lo beberá —se levanta, acercándose a Akko a la vez que saca una botella de la maleta—. Puedes rellenarlo cuando se acabe, no le hará daño. Fue hecho para cachorros Kaiser, y yo soy mitad Baristar y Kaiser.
Akko, sonrió ligeramente en agradecimiento, dando un leve asentimiento para después, observarlo volver a su puesto en las piernas de Barbara, y tomar con permiso el plato de dulce con una fresa en el centro.
Dylan, paso contento a brazos de Akko, dándole un buen recibimiento a la reina quien sonrió ampliamente al verlo feliz. Diana, lo observo de reojo, ganándose una mirada amistosa del pequeño, correspondiendo con una sutil sonrisa y caricia en su cabecita. En sus manos, sostiene aun el juguete de hamburguesa, examinándolo con sus dedos, pero luego de beber el jugo, no lo introdujo más a su boca.
Majorlaine: ¿Las conoces? —pregunto, refiriéndose a las reinas humanas.
Harry: Conozco cada uno de sus reinos, pero aún me falta aprender —mira a las reinas—. Reinas de Soris, Zahara, Benum y Hexariz. Como dije anteriormente, necesito estudiar un poco más. Es mi primera vez fuera de mis tierras, y conocerlas en persona ha sido todo un honor.
Amanda: Igualmente, Harry. Igualmente, me sorprende tu manera tan fluida de comunicarte a esa temprana edad.
Harry: Mis estudios son algo estrictos —sonríe tímido—. Mi madre me lo aclaro una vez que empecé a entender. Ella menciono que es necesario todos esos requisitos para convertirme en un buen líder que tome su lugar.
Majorlaine: ¿Conoces algo del reino de Anglacia?
Harry: Anglacia... —susurro, llevándose un pedazo de pastel a su boca con ayuda del tenedor de plástico—. ¡Hm! —mastica e ingiere—. Ahora que recuerdo... —mira a Diana—. Mama me dijo que le diera un dato de las tierras de los Aslandar, leones hambrientos y llenos de orgullo, si señor —asiente tres veces, y nuevamente guio su tenedor con otro trozo a su boca.
Todas las reinas esperaron pacientemente a que terminara de masticar y tragar para que dijera el nuevo anunciado. Amanda, volvio a retomar su posición de acostarse en el césped con una manzana en su mano. Lotte, permaneció quieta en su lugar, sin ganas de ingerir algo. Sucy, mira interesada la situación, observando de reojo a su amiga con gafas para identificar sus expresiones. Majorlaine, se mantuvo calmada agarrando un plato con arroz y carne. Akko, se concentró en jugar ese minuto con Dylan, haciéndolo sonreír y reír con pequeños mimos. Y Barbara, tomo un caramelo.
Harry: Prepárate para el encuentro que tendrás con el nuevo líder de los Aslandar. Su orgullo de león no se saciará hasta que demuestre a los demás de su raza, que puede vencer a la líder que derroto al antiguo.
—Frunce el ceño—. No aceptare una pelea.
Harry: Aun no acabo —aclara su garganta—. Esto no sucederá ahora. El, se encuentra entrenando para derrotarte, y tengo entendido que no estas ejercitándote como deberías. Una guerra se acerca, recuerda eso —acabo, bajando la mirada—. No tengo permitido decir información del reino de Anglacia, es cierto que poseo conocimiento suficiente y se dónde están actualmente, pero repito, no puedo decirlo.
Akko: ¿Mary, te lo ordeno?
Harry: Si —voltea a verla—, pero ella tiene unos planes mejor para ustedes —termina de comer su dulce, abandonando el plato reciclable en la alfombra donde se encuentra los otros alimentos.
Barbara, quien se encontraba escuchando toda la conversación mientras acababa su paleta. Sonrió enternecida cuando Harry se apegó a su abdomen abrazando su cuerpo y restregando su mejilla en ese sitio.
El acto de los felinos y hechos muy pocos por los caninos.
—¿Sucede algo? —acaricia su cabeza.
—Te estuve esperando... —susurro, sonriendo con sutileza y moviendo su cola de alegría—. Mama me hablo de ti. Estaba ansioso por conocerte, y me hace muy feliz tenerte conmigo.
Flashback
—En unos minutos, Harry vendrá. ¿Desea esperarlo o buscarlo? —pregunto una de las informantes de Mary, a Barbara. Arreglando sus lentes con suma tranquilidad, manteniendo una expresión neutra y.... un poco curiosa.
—Iré a buscarlo —dijo, con seguridad. Empezando a caminar a pasos apresurados donde debería encontrarse.
Una vez que llego, lo observo sosteniendo un arco con una flecha en un lugar cerca de otros con diferentes tipos de entrenamientos y eventos. Tratando de atinarle en el centro del circulo que se halla a una distancia considerable para el comienzo de sus prácticas de puntería.
Barbara, se sorprendió al verlo. Sintiendo, una conexión de inmediata que llamo la atención del pequeño, volteando a ver a la persona que se encuentra observándolo.
Sus parpados se abrieron en grande y sus ojos se cristalizaron, bajando lentamente el arco. Su cola inevitablemente empezó a moverse y lágrimas pequeñas descendieron por sus mejillas.
—¿Ma...ma? —pronuncio conmovido, sintiendo la misma sensación de reconocimiento y unión.
La respiración de Barbara, se detuvo por unos segundos, sin poder creer lo que contemplan sus ojos, y lo que acaba de escuchar. Lentamente se acercó con timidez, dando pisadas inseguras en su andar. Inclino sus rodillas para estar a su altura, admirando sus rasgos faciales y el parentesco que posee con sus esferas.
—Eres tú... ¿E-en verdad eres tú? —pregunto nervioso, sin detener las lágrimas que fluyen sin control de la emoción.
Nuevamente de manera despacio, Barbara acerco su mano enguantada a su pecho, escuchando y sintiendo el palpitar apresurado de su corazón, recorriendo una nueva sensación que aclaro todas las dudas que recorrieron por su mente en el momento que lo observo.
Alejo de inmediato su mano cuando el pequeño se sobresaltó y abrazo su cuello, derramando más lágrimas de felicidad y emoción.
—Estas aquí... —murmuro, apretándola ligeramente.
—Estoy... aquí —repitió en susurro, aun anonadada con los sentimientos y unión encontrada.
En la entrada de la puerta trasera, Mary se encontraba contemplando la escena conmovedora. Sonriendo con suavidad y desapareciendo sin que ellos se enteraran de que estuvo presente.
Fin del Flashback
Akko, quien está atenta a las palabras de Harry, lo miro con lastima y tristeza. Estuvo cuatro años... sin compañía de su otra madre.
—Voltea a ver a Lotte—
¿Sera capaz de romper ese vínculo?, se preguntó, mirando con la misma expresión a su amiga que se encuentra impactada ante la declaración de Harry.
—Gracias por esperarme —susurro, Barbara. Sonriendo ligeramente.
—La paciencia... es una virtud que todos deben poseer —se acurruca—. Mama siempre lo repite.
—Mary, ¿No te dijo nada, Barbara? —consulto, Diana. Con sus brazos y piernas cruzadas.
—Niega con la cabeza, levantando la mirada—. Me aclaro que no tengo ninguna alianza con ella, y que, debido a eso no poseo el derecho de reclamarle por la información y respuestas que deseo.
—Suspira resignada—
—El animal que apareció en las tierras del Oeste, ¿Como sabes que viene del reino de Anglacia? —pregunto Majorlaine, mirando a Sucy.
—Levanta sus hombros—. Fácil, mencionaste que ese reino tiene objectos con tecnología avanzada, y rememorando lo que posee las tierras del fallecido rey de los estúpidos, no es posible que vengan de ese lugar.
Majorlaine: ¿Es tan... inservible como dices?
—Las personas que se encuentran viviendo ahí, sí.
Akko: Su nombre era Andrew —aclaro, observando a Sucy con enojo por referirse de esa manera a una persona muerta. Aparte de haber sido su amigo—. Su reino no tiene las capacidades necesarias para llegar a crear algo que ''era'' considerado imposible.
Majorlaine: Hay reinos lejanos —mira a verla—, constituido por las reinas Avery, Blair y Wangari. Por lo que tengo entendido, ellas estuvieron cuando los Baristar invadieron su palacio, ¿Dónde están justo ahora? —pregunto en interrogación, causando que la reina se pusiera un poco nerviosa.
—Bu-bueno... no lo sé.
Majorlaine: ¿Saben cómo son sus reinos?
—Niega con la cabeza—. Solo pidieron nuestra ayuda con los Baristar, al estar más informadas de las razas animales existentes.
Majorlaine: Entiendo... —exhala suavemente.
Lotte: Barbara —llamo, alzando la vista para mirarla fijamente. Encontrándose segura de sus siguientes palabras.
—¿Sí? Reina de Soris —dijo, con neutralidad. No mostrando alguna expresión en su rostro.
—¿Puedo hablar contigo luego? Necesito aclararte lo que sucedió esa noche.
—Suspira sutilmente, sin dejar de acariciar a Harry—. Lo siento, pero tengo en claro que su acción dio a entender lo que en verdad desea, y no pienso interrumpir más en su vida cotidiana.
—Cambia su semblante a uno de dolor para después, desviar la mirada y acariciar su brazo—. Yo...
Amanda: Al menos deja que te explique y luego olvídala si quieres —interrumpió, molesta al escuchar esa respuesta seca y sin importancia de la líder.
Sucy: Escúchala y quítate algunas dudas —siguió, levantando sus hombros en demostración a ''obviedad''.
—Este no es un tema que las incumba, sin ofender —dijo enojada, mirándolas a las dos—. Aprecio que la estén apoyando, pero me es imposible aceptarla nuevamente por obvias razones de mis instintos.
Lotte: Esta bien... no tienes por qué hacerlo, si quieres dejar las cosas como están ahora, lo aceptare.
Barbara, levanto su cabeza observando su expresión de lastima y tristeza. Repentinamente unas palabras dichas con anterioridad pasaron por su mente, relajando su semblante molesto a uno más suave.
Dime... ¿Alguna vez te pusiste a pensar que detrás de esa sonrisa, se hallaba una persona completamente insegura que solamente quería a alguien para distraer sus pensamientos?
Escúchame, Barbara. Si quieres puedes ir a verla y preguntarle por ti misma lo que acabo de decir, pero no incluyas en tus pensamientos que hice algo que perjudicara su reino o su persona. En ningún momento, cometería algo tan ridículo.
—Hablaremos —dijo enseguida, sorprendiendo a todas por su repentino cambio de decisión.
Quitarse las dudas... estaría bien.
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En un parte de la pradera lejos de las demás, se encuentran la líder del Norte, frente la reina de Soris, esperando pacientemente a que esta, empezara a relatar su versión de lo ocurrido.
Mientras Harry, juega con Dylan en sus brazos. Y las reinas se mantienen tranquilas en su sitio, aguardando el regreso de Lotte con buenas noticias.
—N-no sabía lo que hacía —hablo, después de unos minutos en silencio—, y parecías.... ansiosa, demasiado.
—Fue otro impulso, eso lo sé. ¿Por qué lo hiciste? Pudiste simplemente negarte antes de haber comenzado.
—No quería desilusionarte, otra vez. Deseaba poder hacerlo —muerde su labio inferior, conteniendo las lágrimas que imploran salir—, pe-pero... solo te lastime más.
—Lo hiciste, no lo niego —contesto con simpleza, sintiendo su pecho apretarse.
—Barbara... te quiero, te quiero mucho. En verdad lo hago, y-yo... quisiera... otra oportunidad.
—Mi cuerpo no volverá a aceptar sus roces. Mis instintos me protegen.
—¿Q-qué quieres decir? —pregunto, mirándola con confusión.
—Me disgusta el tan solo imaginar que vuelves a posar tus manos sobre mí. Ese pensamiento y sentir es normal porque causaste que así fuera. Tal vez si me hubiera decepcionado, sin embargo, conociéndome te perdonaría —exhala suavemente—. Te recuerdo que, la manera que me rechazaste fue más fuerte que un simple rompimiento sentimental. Los Kaiser, somos distintos a los humanos, y al desinclinar de esa forma, provocaste que cada rastro de cariño que tenga por ti... vayan desapareciendo.
Silencio... que duro unos minutos en el cual, la reina Soris, dejo escapar sin previo aviso lágrimas en abundancias, ocultando enseguida su rostro con sus manos.
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A la lejanía, Akko observo con miedo y preocupación la situación, deseando levantarse e ir a socorrerla. Sin embargo, Diana la detuvo al darse cuenta de sus intenciones, agarrando su muñeca con delicadeza.
—No puedes ir, no es algo de nuestra incumbencia.
—Voltea a verla, con sus ojos brillosos—. L-la está rompiendo... Diana.
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—Lotte... —susurro Barbara, admirándola sollozar frente a sus ojos. Su corazón dolió, pero su cuerpo no respondió, permaneciendo en el mismo lugar como una roca.
—¿Quieres recostarte?
—Niega con sus manos—. Estoy bien.
—Lotte... —volvio a llamar, esta vez reprimiendo el nudo que se formó en su garganta.
—Barbara, me gusto que te quedaras —sonrió encantada.
—Te quiero... —sacude ligeramente su cabeza en negación, destapando su rostro y levantando la mirada—. N-no... Te amo. P-por favor... —acerca tímidamente su mano al brazo de la líder.
—Retrocede un paso—. No lo intentes —advirtió.
—Ba-barbara... —la mira con suplica—. P-por favor...
—Lo siento, Lotte... —susurro, observándola con lastima—. L-lo siento ta-tanto... —dijo, con la voz rota, dejando escapar mínimas lágrimas al recordar esos escritos en su cuaderno.
27 de marzo 1960
La reina Lotte se sonrojo al decirle un cumplido que aprendí con unos de los libros obtenidos en la biblioteca de Diana.
—La admira con sorpresa, permaneciendo en silencio—
30 de enero 1960
Me encantan sus pecas y sus ojos azules. Extrañamente me llegan a hipnotizar mucho... ¿Como puede ser eso posible? ¿Como una humana puede haberme encantado demasiado?
—¿Que hu-hubieras hecho si el anuncio de Harry se hubiera dado después? —tensa su mandíbula, deseando escuchar una respuesta positiva que no coincidiera con lo mencionado por Mary.
—Agacha la cabeza, no queriendo contestar esa pregunta—
—Respóndeme... —dijo entre dientes, mirándola con resentimiento.
—Y-yo... n-no... Y-yo... ta-tal vez —traga pesadamente, costándole mucho hablar—. N-no po-podria... —acorto, tapando su boca con su mano, mientras más lágrimas escapan de sus ojos celestes y nublan un poco sus anteojos.
—¿No podrías... que? —pregunto herida.
28 de agosto 1960
Las cosas que hago están funcionando, ¿Debería seguir intentando? La reina es hermosa y me encanta sus tratados.
—M-me la-lastima que hallas te-tenido un hi-hijo con alguien más... —levanta la cabeza—. Y-yo quería... —guía una mano a su abdomen, observándola con tristeza.
Barbara, miro donde se posó su mano, entendiendo a lo que se refiere. Su corazón se encogió y sus ojos se cerraron fuertemente. Negó con brusquedad su cabeza y volvio a mirarla, teniendo un semblante neutral con lágrimas descendiendo por sus mejillas de sus ojos verde azulado.
—Empieza... a olvidar aquel día en el que ocurrió nuestro primer beso, olvida la vez que permanecí a tu lado, olvida esa primera vez que me dijiste que me querías y también la respuesta que obtuviste de mi parte. Comienza... a olvidar que alguna vez te hice reír; comienza a olvidar esos pequeños detalles que traerán a tu vida sufrimiento y dolor, porque de ahora en adelante... no estaré a tu lado —traga con fuerza, haciendo una pequeña pausa—. Te quise Lotte, y me duele verte llorar por mí. Mis sentimientos pueden haber permanecido porque recuerdo esos momentos, pero... —limpia sus lágrimas, con las mangas de su chaqueta—. Sera que mejor que inicies... porque dentro de un tiempo, serás solo un recuerdo pasado para mí.
—N-no... p-por favor... —rogo, deseando acercarse.
—Me hubieras gustado que me contaras tu pasado; me hubiera encantado haberte conocido mejor y entender tus impulsos e inseguridades, pero lastimosamente eso ya no se podrá... —retrocede nuevamente, alejándose de la reina—. Quiero agradecerte por todos los momentos que me creaste felicidad. Mis más sinceras gracias por haberme querido y aguantado.
5 de abril 1960
Una simple sonrisa, basta para que duerma tranquila y sueñe con ella.
—Ahora... te estoy dejando ir, Lotte Yanson —sonríe con nostalgia—. Eres una reina hermosa, y espero logres encontrar alguien que te complete y entienda. Gracias... por haber sostenido mi mano todo este tiempo, pero es momento de que también me sueltes y dejes ir... Por favor, no sufras más y no te culpes, las cosas sucedieron de esta manera y pasaran al olvido.
—¡Barbara! —exclamo con imploración, pidiendo internamente que se detuviera, y que retomara todo lo dicho como una broma.
Duele... duele mucho, por favor, detente.
—¡S-se que tengo la culpa, s-se que hi-hice las cosas de l-la forma i-incorrecta...! pe-pero no quiero perderte —dijo desesperada, guiando una mano a su cabeza—. S-se que soy una persona i-insegura y.... t-trato de re-remediarlo, lo ju-juro...
15 de noviembre de 1960
Hoy... me he levantado relajada, mi cuerpo se siente tranquilo...
Y en el día de ayer... Lotte, me rechazo.
—Las cosas entre la dos... acabaron, reina de Soris. Acabaron en esa noche —aclaro—, espero que más adelante... podamos ser amigas. No tiene por qué ser ahora; no tienes por qué presionarte más.
—¿N-no qu-quieres intentarlo? —consulto por última vez... agarrando débilmente por la punta, la manga de su chaqueta. Mirandola con rogación.
—Conozco el resultado y no deseo hacerte daño físicamente —se aparta, dándole la espalda—. Espero que la próxima vez que volvamos a hablar, sea de un asunto importante que peligren nuestras tierras, pero por ahora... esto es un adiós, Lotte —la mira de reojo encima de su hombro—. Cuídate mucho.
Con una expresion seria y relajada, se acerco nuevamente a donde se encuentran las demas. Akko, quien contemplo lo que ocurrio, se levanto de golpe corriendo hacia la reina de Soris, quien cayo de rodillas tapando su boca para ahogar su llanto.
Majorlaine: ¿Puedo preguntar porque una salida planeada termino en un mar de tristeza? —consulto, mirando a Lotte y Akko.
Diana: En resumen, Majorlaine. Hubo un intento de relación amorosa entre la reina de Soris, y la líder del Norte, pero las cosas... no resultaron como esperaban.
Sabía que pasaría...
Amanda, se levanto al igual que Sucy, caminando en dirección a donde se encuentra su amiga. Barbara, quien llego al lugar, se sento aun lado de Diana con sus orejas agachadas.
—Se abraza a si misma—. No puedo intentarlo... mi cuerpo... —acaricia ligeramente sus brazos de arriba a abajo.
—La mira de reojo, comprendiendo el cómo debe sentirse en este momento—. Lo que hiciste fue lo correcto, porque no puedes asegurarle algo incierto.
—Para que tomaras esa decisión, debió pasar una situación fuerte. Como consejo, permanece con esa elección que tomaste y no... mires atrás —dijo tranquilamente Majorlaine, bebiendo un poco de vino.
—Recuesta su cabeza en el hombro de Diana—. Necesito...
—¿Mama? —llamo confundido, Harry. Mirando su expresión de tristeza—. ¿Estás bien?
—Finge una sonrisa con sutileza, extendiendo sus brazos—. ¡Por supuesto! ¿Quieres jugar en el lago? —pregunto animada, dando palmadas en sus muslos.
—Mueve su cola levemente, entregándole con cuidado a Diana, a Dylan—. ¿Saltaremos?
—Se pone pies—. Mejor, ¿Ves esa roca? —la apunta.
—Voltea a ver—. Si.
—El que llegue primero y salte de esa altura, será el ganador.
—Hecho —dijo de manera competitiva.
Diana, bajo su mirada contemplando el bostezar de Dylan, acariciando con delicadeza su cabello rubio, como el suyo. Lo acomodo con cuidado en sus brazos para que tome la siesta, a la vez que rememoro la expresión de tristeza de la reina de Soris.
Se acabo...
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Fin del Cap. 57
I still believe...
Recordatorio:
Barbara, aún no ha hecho el lazo con nadie.
El pasado de Lotte, aun no es contado.
Akko y Lotte, son mejores amigas, pero a veces, uno no puede excederse.
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Posiblemente no entiendan lo último, pero luego se sabrá.
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