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Cap. 4

Atsuko Kagari Pov

En tres horas abandonare este palacio y demorare dos en llegar al mío, tengo listas las cosas que llevare en mi maleta y me falta... ¡Oh! ¡Mi Kaiser! Pero ella se fue a la ciudad y dijo que volvería en una hora, han pasado cinco y aun espero su regreso antes que me retire de este lugar. Para entretener mi mente he leído sobre los Cavendish y las características que estos poseen; me dio curiosidad saber porque son los líderes. Los Cavendish de sangre pura tienen un gran fuerza, agilidad y velocidad que lo hacen especiales y únicos, aparte de su fuerte aullido que hace alertar a la gran mayoría de los Kaiser, pero aún no he podido apreciar esa forma animal de ella y me gustaría hacerlo, quiero ver a ese ejemplar lobo y el tamaño que posee, sin embargo, no será hoy, tal vez después.

Lo que me ha sorprendido de los Kaiser es su comunicación, son muy sociables y les gusta convivir con muchas familias de diferentes tipos y se acoplan a cualquier habitad. He escuchado sus aullidos cuando terminan de procrear, pero ¿Como será uno...de verdad? Quiero decir, un aullido de llamado o victoria cuando ganan una pelea. Aparte de eso, ellos utilizan su cola para transmitir fuerza, sumisión, agresión y miedo; pero no he visto estas características en Diana.

Bueno, lo otro que averigüe es que los Ranter cazan solos y le gusta el agua para estar siempre frescos. Diana menciono que cuando estuvieron aquí aruñaron sus cortinas demostrando su enojo y estrés en una conversación que estaban teniendo, también que después de causar un daño en su palacio los encontró bañándose en una de las fuentes y sus empleados tardaron tres horas en quitar los pelos que quedaron en el fondo. En los primeros días, antes de lo contado anteriormente, demostraron sus buenos modales y conducta al momento de hablar. Por último, incluyo que el líder de los Ranter conoció a su madre y tuvieron una alianza que duro poco.

La ciudad de Diana es grande y me encanta jugar con los cachorros que pasean en las calles. Las veces que he salido del palacio y me los he topado les regalo unos dulces que compro en las tiendas cercanas, solo los Kaiser que trabajan en el palacio conocen mi relación con la líder gracias al aroma que dejo en mí, puedo tener un olor a jabón y ellos olfatean otra cosa; cosas de Kaiser.

Me encuentro en los jardines en una banca comiéndome unas fresas que recolecte en una canasta y lave antes de degustarlas, sostengo un libro con mi mano libre y lo que estoy leyendo es un mito que trata sobre dos lunas, con mayor explicación seria que, si dos diferentes especies tienen relaciones en un mes especifico con motivos de procrear y lo vuelven a hacer el próximo año en el mismo mes y fecha, los cachorros podrían di-

—Buenas tardes—saluda una voz a mis espaldas.

—Cierro el libro—que bueno que te dignas aparecer.

— ¿Estas bien?

—Si—doy palmadas en la banca.

—Tengo una pregunta respecto a los humanos—se sienta a mi lado— cuando se enojan ¿Qué es lo primero que hacen?

—Volteo a verla—eso depende de cada uno ¿Que ocurrió?

—Uno de ellos se molestó porque un Kaiser pequeño lastimo a su hijo en un juego y el padre del cachorro se disculpó personalmente y excuso que su cría apenas está aprendiendo a controlar su fuerza.

— ¿Que le hizo al niño?

—Le quito unos tejidos de su brazo cuando estaban jugando algo llamado... ¿La queda? —dice insegura lo último.

¿Que? ¿Casi le arranca el brazo? ¿Cuánta fuerza tiene un cachorro?

—La miro sorprendida—bu-bueno...eso es un daño grande.

— ¿Enserio? Lo vi normal, el niño solo lloraba.

—Di-diana, que un cachorro Kaiser estuviera a punto de arrancarle el brazo a un niño humano, no es natural—aparto la mirada—tal vez deberíamos agregar algunas nuevas reglas respecto a eso.

— ¿Es normal que los humanos reaccionen de manera agresiva cuando suceda un daño como ese?

—Si, tal vez estés acostumbrada a este tipo de cosas, pero cuando los niños juegan entre sí, el daño que sucede puede ser menores que eso.

—Pone una mano en su mentón—entiendo, entonces... ¿Hice mal en darle una ventana nueva al Kaiser?

— ¿Ventana nueva? —la miro confundida.

—Si, el humano le tiro una piedra a su ventana.

Oh...

—N-no hiciste mal—doy palmadas leves en su hombro—solo evita que eso vuelva a pasar.

Agregare eso a la lista de cosas que no pueden suceder cuando más humanos comiencen a convivir con los Kaiser, no quiero que tengan una mala perspectiva de ellos; aunque eso ya lo tienen, pero debo cambiarla y no empeorarlas.

—Asiente— ¿Tienes tus cosas listas?

—Si, solo espero la hora y me retirare—observo las fresas.

—Entiendo.

—Extrañare estar aquí—agarro una fresa— recuerda, si tienes alguna duda de los humanos, puedes guiarte con los libros de la biblioteca o preguntar-

Voltee a verla y me sorprendí al tener su rostro muy cerca del mío, su expresión es neutral y la mirada que posee es intensa...me quede estática en mi lugar y mis mejillas se sonrojaron cuando la punta de su lengua paso por la comisura de mis labios, luego retrocedió y coloco nuevamente su mano en el mentón.

—Sabe a dulce—hace una pausa—y algo ácido—relame sus labios.

Eso es fue extraño... ¿Acaso es un comportamiento normal en los Kaiser? Diana nunca había hecho esto antes. Me quede en silencio y mire sus acciones confundida y sonrojada.

— ¿Po-por qué hiciste eso?

—Voltea a verme—impulso, creo—se levanta—el almuerzo estará listo en unos minutos, te esperare en el comedor.

¿Impulso? No creo que haya sido eso, Diana siempre ha tenido una buena conducta, extraña vez ríe y nunca la he visto divertirse, pero lo que acaba de ocurrir es nuevo y no me desagrado, pero esto me hace sospechar de su forma animal y las causas que puede tener al retenerlo, ayer partió un tenedor con un movimiento sumamente ligero en sus dedos. Espero, que no sea lo que estoy pensando porque traería muchas consecuencias más adelante.

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Después de despedirme de la líder de los Kaiser y de los habitantes de su ciudad, recorrí un camino de dos horas para llegar a la mía, algunos caballos rodean el vehículo y banderas son extendidas por los soldados que me escoltan, las personas que se encuentran fuera sonríen alegremente al ver el auto donde estoy, teniendo papeles grandes en sus manos dándome una bonita bienvenida con sus palabras bellas y para no dejarlos sin respuestas, saque mi mano y los salude.

Me baje del vehículo al estar en la entrada de mi hermoso palacio, creándome una sensación de extrañes e incomodidad; no tengo recuerdos bonitos de este lugar, mis padres no me trataron como una joya preciada cuando se enteraron de mi amistad con la Kaiser, obligándome a estar encerrada en mi habitación la mayoría de mi tiempo; ya que creían que podía escapar e ir a verla, pero eso era imposible en esos momentos.

Mi padre murió en la primera guerra contra los Kaiser, mi madre de una enfermedad dos años después y quede a cargo de este lugar cuando la única reina portadora del trono falleció. No me dio tristeza perderlos y maneje este reino mucho mejor que ellos, llenándolo de prosperidad y un futuro prometedor, las cosas y mandatos que tenían era una completa basura; ¿quién pondría de regla que puedes bañarte dos veces a la semana para ahorrar agua? o ¿Comer solamente vegetales para la cena? o ¿No dejar descansar a sus guardias después de hacer ronda nocturna? Esos hombres casi mueren de cansancio.

En conclusión, no me daría lástima que derrumbaran este palacio, así acabaría con todos esos recuerdos horrendos cada vez que habito en este sitio. Suspire y las puertas fueron abiertas, sonreí al ver a mis amigas esperándome; Sucy y Amanda, no imagine que viniera a recibirme también.

—Bienvenida—dice Lotte extendiendo sus brazos y avanzado.

Me acerque y al abrace saludando a las demás, Amanda se unió al abrazo y Sucy no le gusta compartir afecto; es entendible, supongo.

—Me alegran mucho que estén todas aquí—sujeto las manos de Lotte— ¿Como han estado las cosas?

—Tranquilo, los problemas son comunes y fueron resueltos a su tiempo, las personas están emocionas de leer tus primeras palabras.

Cierto, necesito escribir un discurso.

—Después lo haré, hablemos entre nosotras, dudo que tengan mucho tiempo para conversar.

—Es cierto, vamos a comer algo—propone Amanda.

—Oh, ya almorcé, pueden ustedes ingerir lo que gusten.

— ¿Que te dieron de comer en ese palacio? —pregunta Sucy.

—Me ruborizo un poco—diferentes... ¿Platillos? —la miro nerviosa.

—Levanta una ceja— ¿Como sabe la carne de búfalo cocida? —cruzas sus brazos.

— ¿Búfalo? —dice Amanda asqueada.

—Aclaro mi garganta—vamos al comedor.

—Bu-buena idea—dijo Lotte.

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Los empleados del hogar me saludaron y dieron la bienvenida amablemente, observe a mis alrededores el cambio mínimo de mi palacio; las cortinas están de diferente color y los muebles son nuevos, me pregunto ¿Como estará el armamento?, Lotte no me ha hablado de eso y ahora que lo pienso, ella tuvo comunicación con uno de los líderes de los Kaiser, Barbara, si mal no recuerdo. Encontrándonos todas en la gran mesa, fue servida la comida y la cocinera me ofreció un dulce con gelatina, mire el plato y lo acepte gustosa; extrañaba esto...

—Entonces, cuéntanos ¿Como estuvo tu estadía en ese reino?

—Lo cachorros son adorables y los demás Kaiser me recibieron muy bien, pensé que me odiarían—agarro un poco de mi dulce con mi cuchara pequeña—soy la persona...de la cual tuvieron una guerra de cinco años, pero...—frunzo el ceño—ocurrió todo lo contrario y me agradecieron por la valentía al entregarme y acabar con su sufrimiento.

—Toma sus cubiertos y los sostiene correctamente—eso quiere decir que esos Kaiser estaban consiente que la provocadora de esas guerras sin sentido era su líder—dice Lotte.

—Si...y Diana se disculpó personalmente con ellos, luego los favoreció con buenos alimentos, materiales y nuevas reglas que aligeraron las otras.

—Lo material no trae devuelta a los muertos—dijo Sucy.

—Eso es cierto, pero los que fallecen no pueden volver a la vida, una vez cometido, no hay vuelta atrás—defiende Amanda.

—Es verdad, ¿Qué otras cosas hiciste en ese palacio? —pregunta Lotte empezando a comer.

—Mi rutina diaria era despertar, prepararme para el desayuno, desayunar, ver a Diana desaparecer en los pasillos para seguir con su trabajo en la oficina, luego ir a la biblioteca, después al patio y me comía las frutas sembradas, el tiempo se me pasaba volando, almorzaba sola y luego cenaba con ella y volvía a dormir.

—Eso...suena un poco aburrido—dice Amanda.

— ¿Ella no pasaba tiempo contigo? —dijo Lotte.

—Muy poco, los Kaiser tienen...—rasco mi mejilla nerviosa—unas reglas estrictas pero entendibles, creo—digo lo último en un tono muy bajo.

— ¿Al menos tuvieron un momento de despedida? —pregunto Sucy con burla.

—Me sonrojo—eso no es relevante—pruebo mi dulce—oh—tapo mi boca con mi mano derecha—esto esta delicioso.

—Sonríe—Anna lo preparo con mucho amor para ti, está feliz con tu llegada.

¿Anna? La sirvienta del palacio de Diana también se llama Anna, esto será un enredo después.

—Lotte ¿Que quería la líder de los Kaiser del norte?

—Se sonroja un poco—bu-bueno, solo hablamos.

—La miro con sospecha—

—Voltea a verme—no te hagas ilusiones, llevo tres semanas en conocerla.

—Así que... ¿Ha estado visitándote últimamente? —pruebo de mi dulce nuevamente sin dejar de verla.

—Su sonrojo aumenta—ta-tal vez, es...una buena chica—concluye siguiendo con su comida.

—Rayos, todos consiguiendo novia y a mí nadie me quiere—dijo Amanda actuando ''dolida.''

— ¡No es mi novia! —aclara Lotte más roja que antes.

—Pero pronto lo será—ataca Sucy.

—Sonrió—tranquila, ser pareja de un Kaiser es...agradable y te gustara cuando duermas junto a ella, parecen unos bebes buscando el calor físico—coloco mi mano en su brazo—pero trata de acomodarte bien o te podrás asfixiar.

— ¡Cállense! —oculta su rostro avergonzado con sus manos.

—Ríe—cambiemos de tema—hace una pausa—en mi reino tengo un pequeño problema.

—La miro con curiosidad— ¿Que sucede?

—Últimamente los alimentos que son llevados a otros lugares están siendo robados, uno de los sobrevivientes en las últimas carretas enviadas contó que quien los ataco fue un animal.

—Frunzo el ceño— ¿Como era?

—No tenía manchas, dicen que era completamente negro.

¿Negro? ¿Sera una pantera? ¿O un oso?

— ¿Puedes describirlo mejor?

—Asiente—cabeza redonda, cola larga y fina, patas posteriores con cuatro dedos y cinco en las anteriores. Este caminaba en dos patas y sus mandíbulas se mostraban fuertes y grandes, la altura de ese animal era de unos tres metros y cuando caminaba en cuatro patas, dos metros.

— ¿Corrían rápido?

—Asiente nuevamente—menciono que no lo vieron venir, era como... ¡Una bala! —dijo asombrada.

Baristar... ¿Porque están atacando a los humanos? Además ¿Ellos no eran unos cazadores nocturnos?

—Sera mejor prepares bien a tus hombres.

—Me mira confundida— ¿Sabes quiénes son?

—Agacho la cabeza observando mi dulce—se les conoce como Baristar y el que está atacando no es cualquier Baristar, es el líder de ellos, tal vez Diana sepa como detenerlos.

—Por ahora sería mejor que suspendas esas entregas—dijo con obviedad.

—Sucy tiene razón, hay que protegerlos—voltea verme—sería bueno que enviaras una carta a Diana y hablaras con las personas de tu reino.

—Si, pero primero necesito tiempo para arreglar algunas cosas—miro a Amanda—es necesario que prepares algunos contraataques por si quieren sobrepasar tu limite y sé que eres capaz de extinguirlos, pero no queremos más muertes.

Amanda, el reino con mayores armas explosivas, esta posee tantos suministros de este tipo que pueden causar una desaparición de un reino completo en cuestión de unos pocos minutos.

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Fin del Cap. 4









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