Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Cap. 14

Barbara Parker Pov

Que Diana enserio tome del bebedero de cachorro me sorprende, sinceramente no creí que funcionaria, pero está tranquila trepada en el árbol de manzanas bebiendo la leche. Creo poder ser una buena niñera algún día. La reina Lotte me hablo de las posibles cosas que hará en sus tierras, también incluyo los preparativos que tiene para el invierno. La mayoría de nuestra conversación se basó en nuestro reino, nada malo, todo normal. Su palacio es totalmente relajante para mí y me hace sentir tranquila.

En los primeros días que comencé con mis visitas constantes a este lugar aclarando mis intenciones, ella pensó que tenía algún plan para atacarla y luego robar sus pertenencias. No me molesto que la reina pensara de esa manera de mí, ganamos mala reputación por las guerras de Diana, pero le demostré lo contrario y así fue durante un tiempo, hasta que me agarro confianza. Sigo pensando que aun duda de mi amistad, aunque no estoy segura, siempre me ha tratado bien y recibe amablemente cada una de mis visitas, a veces...imagino que me espera con ansias y anhela mi llegado a su reino.

Suspire y mire el cielo. En muchas ocasiones me pregunto... ¿De que vale vivir? Es absurdo viniendo de mi parte, pero son preguntas que se pasan por mi cabeza cuando me encuentro sola en mi habitación e inconscientemente mi mente comienzo a recordar las cosas pasadas, por eso me distraigo saliendo de ese encierro y me pongo a disfrutar de las bellezas del mundo; su naturaleza es hermosa.

— ¿Te sientes bien? —pregunto Lotte.

—Cierro mis ojos y coloco mis brazos detrás de mi cabeza—sí, son solamente pensamientos—recuesto mi espalda en la banca.

— ¿Malos?

—No, algunos...—susurro y exhalo levemente recomponiendo mi postura recta—. Entonces—volteo a verla— ¿Quieres jugar a una batalla de nieve cuando el invierne llegue?

—Desvía la mirada y vuelve a verme—no creo que me ganes—sonríe con seguridad.

—Sonrió enseñando mis colmillos—eso lo comprobaremos, reina de Soris.

—Hagamos un trato—extiende su mano—, si gano, tendrás que aceptar mi estadía en su palacio por tres días.

—La miro sorprendida— ¿Deseas quedarte tres días?

—Asiente con una sonrisa—me parece lo más justo, has estado visitándome durante estos tres meses, conoces a los míos y me gustaría conocer a los tuyos.

Eso es...un bonito detalle de su parte.

—Tomo su mano sutilmente—puedo concederte la entrada y estancia sin necesidad de hacer un acuerdo.

—Se ruboriza—gracias, pero planeo hacerlo cuando termine mis trabajos y tenga tiempo libre.

—Está bien—suelto su mano—, esperare su carta—me levanto.

—Me sigue con la mirada— ¿Te vas?

—La observo encima de mi hombro—viajare al reino de Hannah, después devolveré a Diana con la reina Atsuko.

—Se pone de pies y agarra mi brazo— ¿Ella acepto que fueran? La última vez n-

—Lo sé—situó mi mano sobre la suya—, pero conozco a la líder del Sur. Cuando llegue con Diana, ella no tendrá otra alternativa que dejarnos pasar.

—Está bien...—dice insegura—ten cuidado, por fav-

—A...gua—dijo Diana estando aun arriba del árbol.

—Miro hacia arriba—acabas de beber algo liquido ¿Y tienes sed?

—A...gua—respondió en un tono ¿Desanimado?

—No creo que este sedienta—dice Lotte observándola.

Si no lo está, ¿Entonces que desea?

— ¿Akko se demorará?

—Antes de que anochezca ella estará en su palacio.

—Comprendo—me mira—, sospecho que tendrás que entretenerla con algo más que no sea comida.

—Arqueo una ceja— ¿Por qué lo dices?

—Está comenzando a extrañarla.

¿Que? Ha estado solamente tres horas separada de su pareja. Espera, no tiene el peluche, ¿Dónde lo habrá dejado?

—No tiene su juguete—suspiro.

Tendré que buscarlo donde sea que lo haya abandonado. Avisé a la reina Lotte sobre la búsqueda del muñeco, pedí permiso para transformarme y así lograr encontrarlo con más rapidez. Ella acepto con una condición, ''No destrozar nada''. Antes de cambiar de aspecto despoje mi chaleco y camisa dejándolo en la banca y quedándome en mi top.

Demore unos diez minutos en encontrarlo enterrado en la tierra a una profundidad increíble, ¿Cuándo lo hizo?, Las personas que se encuentran trabajando fuera de la mansión, se sorprendieron y atemorizaron al verme, pero, cuando vieron a la reina Lotte acercarse con confianza hacia mi dirección, sus expresiones se calmaron y siguieron con sus deberes, no obstante, algunos soldados se quedaron para cuidarla. Mi apariencia animal es, un lobo de color gris, blanco y negro con mechas azules que pueden brillar un poco en las noches de luna llena.

— ¿Puedo? —pregunte con mi tono de voz grave estando aun transformada.

—Mira el suelo— ¿Lo sepulto?

—Si, esta abajo—señalo con mi uña.

Levante mis orejas escuchando unas pisadas acercarse, use mi olfato percibiendo a Diana a unos metros cerca. La observe de reojo y ella ladeo su cabeza y junto sus manos confundida. Lotte, concedió mi pedido y tomo su distancia. Alce mi pata derecha un poco y saque mis garras, lentamente las introduje en la tierra y poco a poco fui abriendo un agujero. Cuando termine, examine el peluche con mi nariz, luego, lo deje a un lado y devolví la tierra tapando el agujero. Al terminar, sentí una mano pequeña posarse en mi hocico. Voltee a verla extrañada y ella comenzó a ¿Analizar? mi forma.

Me quede en silencio observándola curiosa. Recosté mi pecho en el suelo y dejé que la reina terminara de inspeccionarme. Sus dedos se deslizaron una y otra vez por el puente de mi nariz, moví mi cola levemente y aprecié cada facción de su bello rostro. Las pequeñas pecas en sus pómulos, sus ojos color celestes que son ocultados un poco por sus anteojos y esos delineados labios que...quisiera, tener la fortuna de probarlos algún día.

Después de unos segundos, Lotte subió la mirada topándose con la mía y haciendo un pequeño contacto visual por unos minutos que, quedamos admirándonos mutuamente. Hasta que un peso grande cayo en mi espalda sacándome el aire y provocando que la reina retrocediera asustada.

—Ba-bájate—exigí con enojo.

No recibí respuesta y a la fuerza tuve que levantarme para quitar su cuerpo de encima. Diana, cayo de espaldas convertida en su forma animal, la observe unos cortos segundos y ella se puso en cuatros matas moviendo su cola, teniendo su cabeza cerca del suelo y mirándome de una manera juguetona. Suspire cansada entendiendo sus motivos y volví a mi apariencia natural antes que ocurriera un desastre.

—Esto no es un parque de juegos—dije molesta.

—Agacha sus orejas entristecida—

—Exhalo fuertemente y apoyo mis manos en mi cintura—nos vamos, Diana. Vuelve a tu forma y camina hacia el auto.

—Se da vuelta dándome la espalda y levanto su hocico en señal de retención a mi orden—

—No te daré tu peluche si no me obedeces.

—Agua—dijo ¿indignada?

—No llamara a Akko, ¿Agua? —pregunto la reina.

—Alzo mis hombros—no hablo su idioma.

—Ríe—ustedes los Kaiser son interesantes y tiernos—dijo con una sonrisa.

¿Tiernos? .... Mi corazón late rápido otra vez, ¿Esto es normal?

.

.

.

Llegamos al reino de Hannah después de unas tres horas y eso significa que, solamente tenemos una hora para quedarnos a charla y luego volver antes del anochecer. En ese trayecto no dormí y me dediqué a observar por la ventana la belleza de sus tierras, mientras Diana se dedicó a tomar leche y jugar con su peluche.

Nos bajamos del auto y milagrosamente no fuimos retenidas por ningún guardia, solamente se quedaron observándonos atónicos. Es la primera vez en años que volvemos a este reino y comprendo ese sentir. Las puertas se abrieron dándonos la bienvenida, Diana fue la primera en ingresar y mirar todo a su entorno con su juguete en las manos.

Cuando estuvimos dentro, las puertas se cerraron y Hannah apareció hablando con una Kaiser mujer sobre algunos arreglos, luego ella se percató de nuestra presencia, dedicándonos una mirada de confusión y molestia.

—Hola, Diana—se acerca— ¿Que te trae por aquí?

—A...gua—dijo extiendo el peluche hacia su pecho.

—Levanta una ceja desorientada—

—Es gusto verte otra vez, Hannah—dije un poco ansiosa entrelazando mis dedos.

— ¿No ha vuelto? —pregunto manteniendo una expresión neutra.

—Ladea su cabeza y avanza olfateando su cabello—

—N-no, por ahora me encargaron de cuidarla—respondo nerviosa.

—Ya veo—observa de reojo las acciones de Diana— ¿Que necesitan?

—Pongo una mano detrás de mi cuello—vi-vinimos a hablar, bueno, yo, ya que Diana solamente saber decir, agua.

—Aleja a Diana con su mano izquierda—no tengo tiempo para conversaciones infantiles, estoy en medio de una investigación impo-

—Muerde su mano—

—Cierra sus ojos y aprieta su mandíbula con fuerza—

—Le caes bien.

No lo creo—dijo entre dientes, para después abrir la boca de Diana con esfuerzo para que la soltara.

Diana bufo y le gruño enseñando sus colmillos, también apretó su peluche contra su pecho queriendo protegerlo. Después, camino hacia una pequeña esquina donde se sentó y abrazo sus piernas.

—Quita su guante—si no requieren nada, les pido que se retiren de inmediato—examina la herida.

—Hannah, lamento si Diana no se presentó correctamente, pe-

—Barbara—me mira—, estoy ocupada.

— ¿Cinco minutos? —sonrió insegura jugando con mis dedos.

—Frunce el ceño—

— ¿Por favor?... —muerdo mi labio inferior.

Hannah, observo de reojo a las personas que se encuentran contémplanos con asombro y murmurando cosas entre sí. Ella suspiro resignada y me guio a una parte despejada de la mansión. Aproveché ese momento para admirar un poco las paredes y los cuadros que contiene, pero, extrañada menté no se encuentra ninguno de sus padres, creo que recuerdo ver uno de ellos puesto, debe estar en otro lugar.

Recuerdo haberlos conocido tres veces, no parecían amable pero siempre nos las arreglábamos para que dejaran a Hannah jugar con nosotras. Sus padres a plena vista de los demás parecían una excelente pareja de Kaiser y manejaban todo con eficiencia.

—Cinco minutos—junta sus manos detrás de la espalda.

—Asiento— ¿Como te ha ido?

—Arque una ceja— ¿Enserio eso preguntaras teniendo cinco minutos? No desprecies el tiempo que te ofrecí.

— ¿Que quiere que te diga?

— ¿Algún dato importante de lo que está ocurriendo de los Baristar?

—Espero que la reina Atsuko me de información sobre ese tema.

—Me mira interesada— ¿Donde esta?

—En el palacio de Diana.

—Sonríe con burla—por fin están tomando esta situación enserio.

—Nunca lo agarre de otra manera—aclaro.

—Cruza sus brazos—dos minutos.

— ¿Que harás para el invierno?

—Lo mismo de todos los años, no hay ningún cambio en mi agenda.

— ¿Que has investigado?

—Exhala suavemente—los ataques recientes vienen un reino lejano al mío.

— ¿Conoces su nombre?

—No y no estoy interesada en colaborar con esas personas, humanas—dice con desagrado.

— ¿Te pidieron tu ayuda? —dije sorprendida.

¿Reinos lejanos pidiendo protección de los Kaiser?

—Si, parecen que necesitan apoyo de animales ''buenos'' —hace comillas con sus dedos.

— ¿Que te detuvo? —pregunte curiosa.

—Arruga su frente enojada—no colaborare con ningún humano, ellos están matándonos por dinero y me niego rotundamente a cualquier pedido de amparo.

Tiene un buen punto.

—Comprendo, ¿Crees qu-

—Se te agoto el tiempo—pasa a mi lado—, sabes dónde está la salida.

—Hannah—agarro su mano—, ¿Puedo venir otro día? Yo sola. Se que te molesta que, Diana tuviera un colapso como ese en una situación important-

—Lo estoy, ¿Por qué retuvo algo que es? Si intento ser una humana para agradarle a la reina que tiene como pareja ahora, cometió un grave error.

— ¿Lo dices porque la reina Atsuko la ama como es?

—Niega con la cabeza y lleva dos de sus dedos al puente de su nariz—Barbara, desconocemos información importante por culpa de Diana, ella no debió ocultar lo que estaba sucediendo.

— ¿Y qué harías si te enteraras antes? ¿La ayudarías? o ¿Te negarías como la vez que pidió tu ayuda para una guerra?

— ¡Esa guerra no era mi incumbencia! ¡No iba a sacrificar a mis hombres por algo tan!... ¡Estúpido!

—Pero, era una guerra contra un reino grande, necesitaba apoyo en ese instante y le diste la espalda. Ahora, Diana, la líder del Oeste, te debió haber escondido ese suceso por esa razón.

—Suspira fuertemente—

—Y a mí—me señalo—, probablemente no me aviso porque pensó que no quería molestarme después de lo ocurrió con ese reino.

—Calma su enojo y vuelve a mirarme seriamente— ¿Algo más? ¿O tengo que llevarte personalmente a la puerta?

— ¿Que?... —la miro enojada y confusa.

—Lo que escuchaste—dijo en un tono grave—, fuera de mi reino.

—Hannah, soy tu amig-

—No lo eres, eso se acabó hace mucho tiempo.

Auch...

—Y-yo...

—La próxima vez que nos reunamos, será para una charla y planeación contra esos Baristar.

—Trago pesado—Hannah—menciono con tristeza.

Mire sus ojos en busca de una consolación a las palabras que lastimaron mi corazón y elimino esa pizca de esperanza que tenía con ella. Creí que...

—Ten un buen viaje de regreso—dijo para después darse la vuelta y retirarse, dejándome sola.

¿Que...le habrá pasado para que actué de esa manera? Rayos...no debería darme por vencida ahora mismo, pero...necesito pensarlo. Mire hacia la puerta topándome con los ojos color azules de Diana que...me miran con preocupación, como si entendiera lo que acaba de suceder.

--------------

Fin del Cap. 14
















Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro