Capítulo 8: "Cena de navidad"
2 semanas después:
No puedo creer que ese pobretón ya lleve más de un mes viviendo con nosotros, decía furiosa la madre de Marón.
Ni yo, no hay forma de que se largue de aquí, decía molesto el padre de Milk.
Lo único bueno es que por los desplantes de Milk, el no se sienta a la mesa con nosotros dijo el padre de Marón.
¿Cómo que por los desplantes de mi hija?, dijo el padre de la pelinegra.
Si mi querida sobrina desde que llego le ha hecho la vida imposible a ese muchacho y su gran triunfo fue evitar que este se vuelva a sentar a la mesa con nosotros ya que antes de que Milk viniera él lo hacía, dijo la madre de Marón.
Vaya querido veo que Milk, siguió al pie de la letra lo que le dije, dijo una rubia.
Si ahora lo que me preocupa es el interés de mi Marón y Lunch, en el zarrapastroso ese, decía despectivamente el padre de Marón.
Si tú hija es la que se le nota interesada en el, en cambio mi Lunch solo quiere pasar el rato con él, tenerlo de entretenimiento y no la culpo el jovencito ese a pesar de todo es muy apuesto, pero mi Lunch sabe muy bien que un chico pobre como el no es futuro, dijo la madre de Lunch.
Tenemos que hallar la manera de sacarlo de aquí, decía el padre de Milk.
Si tiene que haber alguna forma, dijo el padre de Marón.
Habitación del maestro:
¿Cómo se siente?, preguntaba preocupado el joven de cabello alborotado a su maestro.
Mal hijo, mi salud se irá complicando día con día, decía el anciano.
No diga eso abuelo, ya verá que se curará y estará tan bien que compartirá con su familia la cena de noche buena de mañana y recibirá el nuevo año como un jovencito de 20, decía Gokú sonriendo.
Ojala hijo, pero no lo creo, aunque me gustaría tener 20 años como Bulma y Marón y ser tan felices como esas niñas, decía el anciano sonriendo contagiado por la cálida sonrisa de Gokú.
Horas después:
El abuelo me dio permiso, decía una peli azul feliz.
Si mi padrino te lo autorizo, yo encantada te apoyo para organizar todo, dijo Bulma.
¿A organizar qué?, dijo Lunch.
Bulma miro a Marón rodando los ojos en referencia a Lunch.
Una fiesta por fin de año, dijo Marón.
Ah, era eso, dijo la rubia.
Si ¿qué otra cosa pensabas?, dijo Bulma.
Ah, sí gustas te ayudo para no aburrirme aquí, dijo la rubia.
Pues si piensas quedarte debería inscribirte a la universidad, como lo piensa hacer Milk, dijo Bulma.
No, como crees para algo tengo dinero, para no andar perdiendo mi tiempo estudiando, dijo la rubia riendo.
Dinero que le pertenece a Milk y a su padre, dijo Bulma.
Mira......, iba a decir Lunch, cuando en eso vio bajar a Gokú de las escaleras.
¡Hola bombón¡ dijo la rubia acercándose a saludarlo con un beso en la mejilla.
¡Hola chicas¡ dijo Gokú.
¿Sucede algo?, dijo Marón.
No, dijo Gokú, ya que él abuelo le había pedido que no comentara nada con lo que respecta a su salud con su familia.
¿Entonces tú podrías también ayudarme?, dijo Marón de forma coqueta acariciando el rostro de Gokú, justo en ese momento Milk, entraba a la mansión, con algunas bolsas de ropa en la mano que las dejo caer al piso al ver la escena.
Gokú se separo de Marón y fue ayudar a Milk a recoger las bolsas y sin darse cuenta el joven coloco su mano sobre la mano de la pelinegra que estaba dispuesta a recoger su última bolsa, haciendo que ambos se sonrojasen del contacto y separasen sus manos rápidamente, ante la vista de las tres chicas que observaban atentamente la escena.
¡Gracias¡ pero yo puedo sola, mejor sigue coqueteando con ellas, dijo la pelinegra arrebatándole las bolsas de la mano y subiendo a paso rápido hacia su habitación, mientras Gokú la miraba con nostalgia.
Déjala, ella es así de orgullosa y despectiva, mejor ven sigamos planeando la fiesta, dijo Lunch tomándolo del brazo y llevando junto a las dos peli azules.
Al día siguiente: "Gimnasio Dragón"
Que tengan una feliz noche buena y navidad, decía Gokú a sus amigos.
Tú también, decía Yamcha sonriendo.
Disfruta mucho la increíble cena de esa familia que de seguro debe estar espectacular, decía Krilin.
Yo escuche que Vegueta y Diecisiete están invitados a esa cena en casa del maestro, dijo Ten.
Claro, son los novios de su nieta y ahijada, dijo Piccolo, sin darse cuenta de la imprudencia que cometió, ya que Gokú al recordar que Milk estaba comprometida entristeció.
Por la noche:
Ya está todo listo, decía la madre de Marón a la madre de Bulma.
Voy a ver al abuelo, dijo la madre de Bulma.
Mientras en el jardín:
Qué gusto que estés aquí amor, decía Bulma besando a Vegueta.
A mí también me da gusto, dijo Vegueta al separarse de ella. ¿Y Milk?, pregunto el joven cabello de flama, al no verla en el jardín, donde estaban todos los jóvenes.
Debe estar en su cuarto, ¿Vegueta aún sigues interesado en ella?, dijo con tristeza Bulma.
Claro que no linda, no seas celosa, es solo que ella es mi amiga y yo se que ella está teniendo problemas desde la muerte de su madre, dijo Vegueta con tristeza.
Si yo también lo he notado, cambio mucho y más cuando su padre se volvió a casar, dijo Bulma.
¿En dónde estará Milk?, decía Diecisiete con molestia mirando a su alrededor.
Hermanito, se paciente, se ha de estar arreglando para ti, dijo Dieciocho.
Dieciocho, me ayudas a tomar fotos, dijo Marón, dándole una cámara a la rubia.
Por supuesto, dijo la rubia tomando la cámara.
Habitación de Milk:
Toc toc toc, escucho la pelinegra.
Adelante, dijo Milk.
El joven de cabello alborotado entro a la habitación donde la jovencita pelinegra se encontraba aun acostada con los ojos cerrados, audífonos, vestida con un polo color rojo y pantalón jean y zapatillas, sin darse cuenta que alguien lo había seguido y lo había visto entrar en la habitación de la pelinegra..
Gokú se acerco a la cama y se sentó en cuclillas mirándola dulcemente mientras le hablaba: ¿No piensas bajar a cenar con tu abuelo?.
Milk al escuchar esa voz, a pesar de tener los audífonos, apago su música, se quito los audífonos y giro su rostro, encontrándose con la mirada dulce y llena de bondad del joven de cabello alborotado. No tengo ganas de bajar, dijo la pelinegra.
Milk, podría ser la última navidad que compartas con tu abuelo, dijo Gokú.
¿Por qué lo dices acaso sabes algo que yo no sepa?, dijo la pelinegra sentándose en su cama, mientras Gokú se paraba.
Claro que no, pero uno no sabe lo que pueda pasar mañana, dijo Gokú.
¿Qué intentas, ser mi amigo, porque ya eres amigo de mi prima, hermanastra y amiga?, dijo la pelinegra en tono celoso.
No, no intento eso, ni tampoco quiero robarte el cariño de tu abuelo, como alguna vez me dijiste, solo quiero que sean felices, lo tienen todo para serlo, dijo Gokú.
Si tú no estuvieras aquí, lo seriamos, dijo Milk.
¿Quieres que me vaya?, es la segunda vez que me lo pides, dijo Gokú con tristeza.
Si, dijo la pelinegra con tristeza.
Está bien, cuando acabe este año, hablare con el abuelo, pero ahora baja, si, dijo Gokú mirándola dulcemente.
Lo haré si me prometes que lo cumplirás, dijo la pelinegra.
Te lo prometo por mi abuelito Gohan que ya no está conmigo, dijo Gokú con nostalgia, mientras Milk sentía una tremenda opresión en el pecho.
Está bien, ahora bajo, dijo la pelinegra parándose de su cama.
Toma, dijo Gokú antes de salir de la habitación de la pelinegra, entregándole una pequeña bolsita con una caja de regalo dentro que tenía en sus manos.
La pelinegra recibió el obsequio sin decirle nada y lo dejo sobre su mesa de noche, mientras pensaba, porque no eres de mi clase, todo sería más fácil si tuvieras dinero.
Gokú salió de la habitación de la pelinegra, sin darse cuenta que Lunch, lo vio hacerlo, la rubia decidió esperar la salida de Milk, para luego entrar a su habitación y poder saber que le había regalado el joven de cabello alborotado a la pelinegra.
Lunch, entro y vio el obsequio forrado dentro de una bolsa, pero aparte de ello un papel , doblado, la rubia tomo la carta y dejo la bolsa con el regalo en el mismo lugar.
Minutos después:
En una gigantesca mesa el anciano maestro compartía una deliciosa cena con sus familiares y amigos. Gokú y Milk estaban cada uno sentado a un respectivo costado del maestro, frente a frente.
Gokú miraba disimuladamente a la pelinegra mientras pensaba: Lo abra leído ya.
La pelinegra también miraba por momentos al joven de cabello alborotado, sin darse cuenta que un jovencito cabello de flama observaba atentamente al par de pelinegros.
Luego de compartir la cena, Milk conversaba con la familia de su prometido, mientras Lunch, se dirigía a su habitación, para leer la carta de Gokú.
Habitación de Lunch:
Una rubia leía furiosa una carta, cuando termino de hacerlo, decidió quemarla, mientras pensaba: lo sabía el bombón está enamorado de la estúpida de Milk, tanto que le dice en esta cursi carta que la ama tanto que estaría dispuesto a hacer lo que sea con tal de verla feliz.
Jardín:
El joven de cabello alborotado al ver a la pelinegra separarse de su grupo de amigos, decidió acercarse a ella con la finalidad de saber si Milk había leído su carta y había cambiado su opinión con respecto a él.
Muñequita ¿abriste tu regalo?, dijo Gokú.
No y no lo pienso hacer, no tienes derecho a darme nada, además ya te he dicho que no me digas así, estoy comprometida, ¿o es que no lo entiendes?, dijo Milk.
Ese compromiso es por obligación, dijo Gokú.
¿De dónde sacas eso?, ¿quién te lo dijo?, decía furiosa la pelinegra.
Gokú iba a responder algo, pero justo llegó Diecisiete:
¿Sucede algo preciosa?, dijo el joven mirando con desprecio a Gokú, mientras abrazaba de la cintura a Milk a él.
No, ¡vámonos¡ dijo la pelinegra yendo con Diecisiete junto a su familia y su padre.
¿Te gusta Milk?, escucho Gokú, dando vuelta a ver a la persona que le hablaba.
No, yo......., decía dubitativo Gokú.
Se te nota mucho, eres muy transparente como el agua. Milk es muy terca y aunque no lo creas ella actúa por miedo a su padre, siempre hace lo que él le dice para que él este feliz sin importar que ella no lo sea, por eso anda con ese, aunque no lo ama, ya lo abras oído en el gimnasio. Aunque no eres de nuestra clase, tengo que reconocer que eres una gran persona y deseo de todo corazón que Milk te de una oportunidad y puedan ser felices, porque estoy seguro que ella siente lo mismo que tu, dijo Vegueta dejando sorprendido por sus palabras al joven de cabello alborotado.
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