Capítulo 6: "Hagamos una tregua"
Dos semanas después: "Fin de semana"
Un atractivo joven de cabello alborotado caminaba por la mansión de su maestro mientras un pensamiento se venía a su cabeza: ¿Porqué hay tanto movimiento?, pensaba el joven al ver a los empleados ir y venir con diversos objetos, mientras otros limpiaban la casa.
¿Por qué hay tanto alboroto?, pregunto Gokú a uno de los empleados.
Es que hoy es el cumpleaños del señor Roshi y vendrán sus familiares y algunos amigos de negocios dijo un hombre.
No lo sabía, dijo Gokú sonriendo.
Pues sí, también vendrá el padre de la niña Milk y su nueva esposa e hijastra, dijo otra de los empleados.
Habitación de Milk:
Hoy llegan, pensaba con molestia la pelinegra, mientras buscaba en su armario que ropa ponerse para ese día.
Sala:
Todo está quedando perfecto para el cumpleaños del tío abuelo, decía la madre de Marón.
¿A qué hora llega Ox?, pregunto su esposo.
Por la tarde, dijo la mujer.
¿Invitaste a la familia Android y Ouji?, ya sabes que son nuestros principales clientes decía el padre de Marón.
Por supuesto querido, dijo la mujer.
¿Y Marón?, dijo el padre de la joven.
Fue a comprar un nuevo vestido para la noche con Bulma, dijo la madre de la peli azul.
Habitación del abuelo:
Toc toc toc, escucho el anciano.
Adelante, dijo el anciano.
El joven de cabello alborotado, ingreso a la habitación con una gran sonrisa y una fuente con el desayuno para su maestro. Me dijeron que no se sentía muy bien y decidí traerle esto, dijo Gokú sonriendo.
¡Gracias hijo¡ dijo el anciano.
¡Feliz cumpleaños maestro¡ dijo Gokú.
¡Gracias hijo¡ ¿pero sabes cuál sería mi mejor regalo?, dijo el anciano.
No tengo idea, dijo Gokú sonriendo con una mano tras su cabeza.
Que me digas abuelo, porque tú para mí ya eres un nieto, dijo el anciano.
¡Feliz cumpleaños abuelito¡ dijo Gokú abrazando a su maestro, justo en ese momento una bella jovencita pelinegra al ver la puerta entre abierta de la habitación de su abuelo entro y quedo fastidiada con la escena que encontró y con lo que llegó a oír.
¡Disculpa la interrupción abuelo¡ ¡feliz cumpleaños¡ dijo la pelinegra dejando su regalo en su cama y con los ojos llorosos fue a su habitación.
Milk, dijo el anciano con tristeza.
No se preocupe abuelo, ahora voy a hablar con ella, dijo Gokú saliendo a buscar a la pelinegra.
Habitación de Milk:
No solo es un arribista sino también pretende quitarme a la única persona que me quería en esta vida después de mi madre, dijo la pelinegra sollozando abrazando a su almohada.
La pelinegra escucho la puerta de su habitación sonar:
Toc toc toc
Gokú al no escuchar respuesta giro la perilla, que para su sorpresa estaba abierta y entro a la habitación de la pelinegra que al ver abrirse la puerta se sentó en su cama y al ver ingresar a su habitación y caminar hacia ella al joven de cabello alborotado lo miro con sorpresa.
¿Qué haces aquí?, ¿cómo te atreves a entrar así?, sin mi permiso, dijo Milk mirando a Gokú con rabia.
Vengo a pedirte algo, dijo Gokú calmadamente.
Tú no tienes nada que pedirme, dijo la pelinegra.
Por favor escúchame, hazlo por el abuelo, no por mí, si lo quieres como yo hagamos una tregua el día de hoy, para que el abuelo pase un cumpleaños feliz rodeado de la gente que ama, mañana vuelves a portarte como siempre si lo deseas pero hoy hay que tratar de que el abuelo sea lo más feliz en su cumpleaños, dijo Gokú.
¿Y por qué tendría que aceptar lo que propones?, dijo Milk con molestia.
Por que se que quieres al abuelo así como lo quiero yo y quieres verlo feliz, solo por hoy Milk, ¡te lo pido, por favor¡ dijo Gokú.
Luego de unos minutos de pensarlo Milk dijo; está bien pero a cambio de ello quiero que te vayas de mí casa, dijo la pelinegra.
No puedo hacer eso, el maestro me pidió que viva en su casa, dijo Gokú con tristeza.
Entonces procura cruzarte la menor cantidad de veces posible conmigo, dijo la pelinegra.
Está bien te lo prometo, dijo Gokú
Horas más tarde:
Un joven de cabello alborotado, vestido de manera elegante estaba junto al maestro y sus familiares y amigos en el jardín de la mansión dónde se llevaba la fiesta en su honor, cuando en eso un gigantesco hombre y dos rubias entraron al lugar.
¡Felicidades suegrito¡ dijo el hombre abrazando al anciano, mientras una rubia no dejaba de mirar al jovencito de cabello alborotado que se encontraba junto al maestro causando la molestia de Marón.
¿Y mi hija?, dijo el hombre.
Con su prometido y su familia, dijo una mujer rubia madura.
Qué bueno que esa niña empieza a entender, decía el padre de Milk.
Vegueta bailamos, dijo Bulma acercándose al joven de cabello de flama que miraba con molestia a Diecisiete platicar con Milk.
Está bien, dijo Vegueta.
Gokú ¿bailemos?, dijo Marón tomando del brazo al joven de cabello alborotado y llevándolo al centro de la pista mientras Lunch lo miraba partir.
Él es el arribista, está bastante guapo como para pasar un buen rato con él pensaba la rubia mirando cada facción del joven.
Mientras en el grupo de Milk:
Milk, ¿quién es ese joven que baila con tu prima?, decía Dieciocho.
Ni se te ocurra poner los ojos en el hermanita, ese es un arribista, arrimado, dijo Diecisiete con molestia.
Milk miro a su prima y Gokú bailar mientras un sentimiento de nostalgia se apoderaba de su corazón.
Así sea un arribista está bastante guapo, dijo la rubia mirando a Gokú y a Milk.
Mientras tanto, Gokú mientras bailaba con Marón no dejaba de mirar a la pelinegra a distancia.
Qué bueno qué Milk no está haciendo sus acostumbrados berrinches contigo, dijo Marón mirando a Gokú.
No digas eso de tu prima, ella no es ninguna berrinchuda, dijo Gokú.
Porque siempre la defiendes a pesar de que ella te trata tan mal, a poco ¿Estás enamorado de ella?, dijo Marón con celos.
No como se te ocurre, dijo Gokú al verse descubierto.
Pues pareciera que sí pues siempre he notado que la miras mucho, dijo Marón.
No digas eso Marón, eso no es cierto, dijo Gokú.
Qué bueno, porque ella como te abras dado cuenta te odia y solo te quiere hacerte la vida imposible, dijo Marón.
Gokú al escuchar ello una inmensa tristeza se apodero de su corazón y más al ver a Diecisiete tomar su mano y traerla muy cerca a él para bailar con ella.
Minutos después:
¡Vamos hacer un brindis por el abuelo¡ decía Marón levantando su copa.
¡Hola¡ dijo Lunch, acercándose coquetamente a Gokú.
¡Hola¡ dijo Gokú.
Soy Lunch, hermanastra de Milk, dijo la rubia mientras tomaba dos copas de la mesa y le daba una a Gokú, hagamos un brindis por nuestra nueva amistad.
El joven de cabello alborotado al ver a Milk que seguía bailando con su prometido, acepto la copa y la tomo de manera rápida.
¿Otra?, dijo la rubia, mientras el joven de cabello alborotado asentía.
La pelinegra al terminar la música decido sentarse, mientras Diecisiete hablaba con su padres. Vegueta al verla sola decidió acercarse a ella.
¿Porqué sigues con él, sino sientes nada por él?, se nota el sacrificio que haces para bailar con él, dijo el joven cabello de flama.
Ya sabes que lo hago por mi padre, dijo la pelinegra, mientras tomaba una copa de coctel que había en la mesa.
No deberías tomar Milk, los problemas no se resuelven con licor, dijo Vegueta.
Lo sé, ¿pero qué quieres que haga?, no puedo traer abajo el negocio de mi padre, tengo que ser una buena hija, sino quiero que alguien que no lo es me lo gane, dijo la pelinegra con melancolía tomando una nueva copa.
Milk tú sabes que yo...., decía Vegueta siendo interrumpido por la pelinegra.
No lo digas, yo te quiero mucho como amigo, nada más, vuelve con Bulma, ella aun te ama, dijo la pelinegra mirando con tristeza hacia dónde estaba Gokú sonriendo mientras bebía una copa con Marón, Bulma y Lunch.
Está bien acepto que tampoco me quieres, pero ¿qué va a pasar cuando te enamores?, dijo Vegueta.
Eso no pasara, dijo la pelinegra.
Pues yo pienso lo contrario, dijo Vegueta observando hacia dónde miraba Milk. ¿Quieres un consejo?, dijo el joven cabello de flama quitándole la copa de bebida de la mano a Milk.
No te enamores de alguien que no es de nuestra clase pues solo te traerá sufrimiento, dijo Vegueta.
¿Por qué lo dices?, dijo Milk que ya estaba un poco ebria.
Yo sé porque lo digo, solo escucha mi consejo, dijo Vegueta.
Será mejor que vaya a descansar, no me siento tan bien, dijo la pelinegra.
Te lo dije, te dije que no tomaras más, dijo Vegueta riendo.
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