Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Parte 16

Mi vida es una mierda desde la muerte de mi padre.

Ya han pasado un mes y cada día mi vida se sumerge en la oscuridad total. Mi madre ha sido internada en el hospital en dos ocasiones por la depresión que está atravesando y mi tía permanece encerrada en su habitación, mientras Sophia no volvió a ser la misma.

Toda mi familia se derrumbó por completo, ya nada tiene sentido, ya nada importa.

No hemos vuelto a saber de Cristóbal, Cosa que agradezco. En algunas ocasiones lo extraño y en otras  quisiera verlo muerto; la verdad es que ya nada me importa.

Estuve meditando mucho hace días y he decidido acabar con toda esta mierda de una vez por toda. Hace días conocí a alguien, una señora que me hizo darme cuenta que no puedo descansar hasta vengarme de esa mujer y acabarla con mis propias manos.

Soraya, una mujer que esta postrada en una silla de ruedas por un accidente, me dijo que ella nunca pudo seguir con su vida hasta que se vengó de la persona que la dejo paralitica en un accidente de auto; que hasta que no hizo pagar ese hombre que la dejo postrada a una silla de por vida, no pudo descansar.

Así que decidí viajar hasta Barcelona y buscar a esa mujer y matarla con mis propias manos.

Entro despacio a la habitación de mi madre, todo luce oscuro sin vida. Sin que mi madre se dé cuenta voy hasta el armario de mi padre y dígito el código de la caja de seguridad y saco dinero y el arma de mi padre; con esta misma matare a esa mujer.

Antes de salir me dirijo donde está mi madre, la veo por un momento y acaricio su rostro quitando el pelo que cae en su cara. Luce demacrada, su cabello rojo sin brillo y su belleza ausente.

Beso su frente y cierro despacio, mi madre por más ruido que haga no se dará cuenta de nada ya que el medicamento la mantiene en ese estado.

Bajo las escaleras y le pido al chófer que me lleve al aeropuerto; al principio se niega pero con sola mi mirada sabe que no puede detenerme.

Como voy en unos de nuestros aviones privados, no tengo problemas en esconder el arma y salir a rumba hasta Barcelona. No me importa mi vida, no me importa lo que pueda pasar, solo quiero acabar con ella y si Cristóbal interfiere, acabare con él.

Llego a Barcelona en la noche, está empezando el invierno y la noche se siente fría. Así como mi alma.

Me registro en un pequeño hotel y aunque trato de dormir me es imposible. Ya ni recuerdo cuando fue la última vez que lo hice sin problemas, sin tener que tomar algún calmante o cuando fue la última vez que ingerí una comida decente.

Miro mi reflejo en el pequeño espejo del baño. Tengo grandes ojeras, mi cabello luce desarreglado y las costillas han empezado a reflejarse en mi cuerpo. Suspiro por un momento pero unos toques en la puerta de mi habitación me hacen aclamarme, tomo el arma de mi padre escondiéndola a mis espaldas; abro despacio y me encuentro con la persona que menos pensé en ver.

― ¿Qué haces acá?― Pregunto de mal humor sin abrir por completo la puerta.

― ¿Puedo pasar?― Sonríe de medio lado.

― ¿Qué quieres? ¿Cómo sabes que estaba acá?―

― ¿Quieres que te conteste en pleno pasillo?― Abro la puerta y miro si alguien viene con ella, al confirmar que está sola abro la puerta y ella entra.

―Vaya, esto si es una pocilga― Hace una mueca de desagrado mirando el lugar.

―Vienes a criticar es mejor que te largues―

― ¿Por qué te quedas en este sitio? Tengo entendido que el dinero les fue devuelto― Priscila se sienta en unos de los muebles.

La observo y luce diferente de cuando la conocí. Antes se veía elegante, hermosa. Ahora luce un sencillo Jean, una camisa oculta en una chaqueta y unos sencillos converse.

― ¿Qué paso contigo? No luces tan...― La veo rodar sus ojos.

― ¿Tan perra?― Sonríe ―No cariño, ya no tengo que simular ser alguien que no soy― Empieza a buscar algo de su chaqueta y saca una cajetilla de cigarrillos, me ofrece uno y yo me niego; encoje sus hombros y enciende uno ―Lo había dejado, pero con toda esta mierda volví a caer― Da una calada mientras cierra sus ojos y se ve la satisfacción en su rostro ― No se lo digas a Mario― Susurra dando otra calada ― Odia que fume―

―Pero si él fuma― Digo sentándome al frente de ella.

―Sabes que los hombres son machistas― Encoje sus hombros ―Ahora si dime ¿Cómo has estado?―

― ¿Cómo crees?― Hago una pausa ―El hombre que amas mando a matar a tu padre y a tu tío, tu madre es una depresiva que solo quiere morir para juntarse con su esposo, mi tía y mi prima― Hago una mueca ―Que te puedo decir, estoy mejor que nunca―Le digo con sarcasmo mientras le doy una sonrisa hipócrita.

―Mira sabes que él tuvo que hacer todo...― Levanto mi mano interrumpiéndola.

―Si vienes a interceder por él, es mejor que te largues de acá― Priscila muerde sus labios ―Por cierto ¿Cómo sabes que estaba acá?―

―Siempre has estado vigilada― Dice dando la última calada de cigarrillo para luego tirarlo al suelo y apagarlo con su zapato ―Sé a qué has venido y de inmediato te digo que es una mala idea― Se levanta y sacude su ropa ―Ve por tus cosas que te llevo al aeropuerto ahora mismo―Disimulo una fuerte carcajada levantándome del asiento para encararla.

― ¿Tu quien putas te crees a mí para decirme que hacer?― Paso por su lado y abro la puerta ―Es mejor que te largues y dile a tu amigo que si él se mete no me importara meterle un tiro― Priscila camina hasta donde estoy.

―Estas arruinando todo― Dice mientras cierra la puerta quedando ella adentro ―No sabes en lo que te estas metiendo, esa mujer sabe que estas acá― Me toma del brazo y me lleva hasta el baño ―Toma tus cosas antes...― No termina porque se escucha unos golpes en la puerta, ella me mira por un momento asustada y saca un arma de su espalda; me hace señas que haga silencio y me señala que me encierre en el baño.

Mi corazón empieza a palpitar, voy al baño y me encierro con seguro. Mis manos tiemblan y escucho un fuerte golpe en la puerta de afuera. Me sobre salto sabiendo que no hay tiempo que perder así que voy hasta mi maleta y meto la pequeña arma que me dio mi padre y la escondo en mi tobillo. Se escucha un tiro y empiezan a golpear la puerta con fuerza, sin perder más tiempo tomo el bisturí quirúrgico que tengo y lo meto entre mis nalgas, me levanto y apunto hacia la puerta hasta que esta sede y se abre despacio.

Le quito el seguro a mi arma y cuando estoy a punto de disparar aparece el rostro de Priscila. Me alarmo al ver que le sangra la nariz y la boca, sus ojos se llenan de lágrimas cuando me ve y niega con la cabeza y al dar unos pasos me doy cuenta que alguien le apunta a ella.

―Cariño es mejor que bajes el arma antes que alguien salga lastimado― Dice alguien escondido a su lado.

―De todas maneras nos vas a matar, así que más da si disparo en este momento― Escucho una pequeña carcajada.

―Vamos preciosa, no te matare o si no ya estarías muerta― En ese momento veo que entra un hombre alto y empuja a Priscila hasta donde estoy ― ¿Qué dices? ¿Eres más rápida que yo?― Dice apuntando a mi cabeza.

Observo a Priscila y veo que su cuerpo temblar en medio de nosotros. Sin poder hacer nada bajo el arma y se la entregó al hombre que ha entrado.

―Buena chica― Dice tomándome fuerte del brazo y me empuja junto a Priscila y nos saca de la habitación.

Ambas caminamos por el pasillo y bajamos por las escaleras de servicio saliendo por detrás del hotel sin ser vistos de nadie. AL salir veo que una camioneta nos espera, ambas somos empujadas hacia dentro y al momento de subir nos ponen algo en nuestro rostro haciendo que ambas perdamos el conocimiento.

Voten y comenten...

Últimos capítulos...

Próximamente...

MI PILOTO... MI PERDICIÓN...

Un hombre que te puede llevar al cielo como al infierno.

Xoxo

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro