Me siento frustrada, desesperada y con ganas de salir corriendo y renunciar a todo esto. Llevo dos semanas que no me he podido ver con Cristóbal y eso me tiene al borde de la locura.

Dicen que el peligro te provoca adrenalina, y esa adrenalina hacia que nuestra relación de alguna forma fuera increíble; ya que tener que vernos a escondidas, hacía que fuera más placentero nuestros encuentros íntimos.

Pero al llegar a casa sola y no poder verlo todos los días, hablar con él por chat o teléfono; me hacía ver que lo que estaba viviendo no era una fantasía ni nada romántico como lo que se ven en las películas, me daba cuenta de una triste realidad que cada vez veía más lejos de que él y yo por fin pudiéramos estar juntos como una pareja normal.

Otra cosa que me tenía muy mal era mi familia. No sé porque pero intuía que algo estaba pasando con mis padres ya que sus llamadas se hacían cada vez más corta y cuando hacíamos videos llamadas, podía ver que los rostros de mis padres llenos de preocupación, pero como cosa rara ellos me mantenían al margen con lo que estaba pasando en casa ya que siempre evadía los temas o solo terminaban la llamada con alguna escusa.

―Vamos nena, solo será un ratico― Suspiro un poco sin saber qué decisión tomar.

Mireya, una compañera de la universidad me está insistiendo en que la acompañe a una pequeña fiesta que van a hacer en unas de las fraternidades de mi Universidad y la verdad es que con tanta cosa que está pasando, esto tentada en ir para poder relajarme un poco.

―Lo siento, no creo que pueda ir― Sigo caminando por el pasillo.

―No me digas que tu noviecito se molestara porque sales con tus amigas― Ella se sitúa a mi lado ―Vamos querida, no seas aburrida mira que no quiero ir a divertirme sola― Muerdo mis labios fuertes sin saber qué hacer.

―No se... La verdad es que tengo otros planes― Mireya hace mala cara.

―Me imagino está súper ocupada ya que tienes que irte a encerrar a tu departamento― Suspiro de nuevo.

―Está bien― La veo sonreír ― Solo espera y le marco a Mario y le aviso donde voy a estar ―De inmediato borra su sonrisa.

―Si le dices a ese bravucón de seguro te dirá que no vayas ― Toma mi mano y la jala para que camine con ella hasta donde están nuestros compañeros ― Yo digo que si una relación debe funcionar, debe de haber confianza y ese chico no confía en ti ―

― ¿Por qué lo dices?― Pregunto un poco desconcertada.

―Por qué ese chico no hace más que estar detrás del culo tuyo y se ve muy bien que monitorea todo lo que haces y es como si vigilara todos tus pasos y él decidiera que es lo que puedes o no hacer ― Sonrió un poco burlándome por su comentario, si supiera quien es mi verdadero chico y ese sí que es más controlador y posesivo.

Hemos llegado a la fiesta de fraternidad con algunos de mis compañeros de clase y con los poco que hablo ya que mi vida solo es estudiar e ir a casa y esperar la llamada de Mario para vernos y así poder ver a Cristóbal, así que no le veo lo malo que salga un poco a divertirme con mis pocos amigos que he conseguido.

La verdad es que tuve miedo en llamar a Mario y decirle donde estaba, así que le mande un mensaje diciendo que estaba reunida con unos compañeros haciendo un trabajo en grupo; el solo contesto que le avisara cuando terminara para venirme a recoger.

Me he divertido mucho de verdad, necesitaba este tiempo para mí misma y poderme relajar y olvidarme de todo lo que estaba pasando. Mario no ha hecho más que llamar a mi celular y yo solo ignoro las llamadas mientras estoy sentada a un lado de la piscina riendo como loca con mis amigos escuchando sus anécdotas.

No he bebido un solo trago de alcohol, me he mantenido con una botella de agua en mis manos y no la he soltado para nada. Aunque los chicos han insistido que beba, no lo hago; solo bebo mi agua y me rio de sus estupideces.

―Se te acabo el agua ¿Quieres que te traiga otro tarro?― Me pregunta Mireya y yo solo asiento mientras reprimo mi risa y la veo levantarse para ir al interior de la casa.

― ¿Te has divertido?― Me pregunta Bruno un compañero de clases.

―Si la verdad la he pasado súper bien―

―Me sorprendí mucho al verte acá la verdad―

― ¿Por qué lo dices?―

―Tu perro faldero no te deja sola un minuto― Sonrió sin mostrar los dientes, si ellos supiera que lo hace por cuidarme.

―No lo menciones que se aparece ―Murmura Mireya entregándome la botella ―Toma―

―Gracias― Susurro y ella solo sonríe sentándose a mi lado.

― ¡Mierda!― Susurra Mireya.

― ¿Qué sucede?― Pregunto y antes que me pueda contestar tengo en mi frente a un enfadado Mario.

―Ho... Hola― Tartamudeo un poco al verlo, se ve que está furioso ―Yo...―

―No digas nada― Dice entre dientes tomándome de la mano y jalándome donde estoy sentada haciéndome que me estrelle fuerte con su cuerpo.

― ¿Qué te pasa no la trates así?― Dice Bruno parándose a mi lado enfrentándolo.

―Tú no te metas mocoso― Lo empuja y él cae fuerte encima de Mireya.

― ¡Oye que te pasa!― Mario toma fuerte mi mano y empieza a sacarme de la fiesta mientras todos me observan ― ¡Suéltame! ¡Me lastimas!― Siento como aprieta más su brazo mientras me jala con fuerza hasta salir donde está su auto― ¡No tienes por qué tratarme así!― Le grito sobando mi mano que él ha soltado para abrir la puerta de su camioneta ―Tú no eres nadie para tratarme así o a mis...― Mario no me deja terminar ya que me ha empujado hasta adentro del auto y cierra azotando la puerta fuerte.

―Cállate― Me dice al subirse ―No sabes en la mierda que nos has metido ― Murmura encendiendo el auto y sale a toda velocidad.

―No tienes derecho de tratarme de esa manera, solo Salí un poco a divertirme...―

― ¡Que te calles!― Me grita golpeando fuerte el volante haciéndome sobresaltar en mi asiento.

No digo nada para evitar que nos estrellemos ya que este hombre está manejando como loco. Miro por la ventana mientras sobo mi mano; tengo mucha rabia pero a la vez miedo. No porque él me haga daño, pero sí sé que el que se va a enfadar mucho va a ser Cristóbal y por lo que veo me iré a enfrentarme con él ya que conozco muy bien el camino por donde estamos yendo.

Mi corazón está palpitando con velocidad al estacionarnos afuera de la cabaña donde me veo con Cristóbal y puedo distinguir el auto que está estacionado a nuestro lado. Mario baja furioso del auto y sin decir ni una palabra entra a la cabaña dejando la puerta abierta.

Suspiro y decido que es hora de enfrentar a Cristóbal. Entro a la cabaña y veo que Cristóbal está sentado en el sillón mientras sostiene un vaso con whisky, mi mirada se dirige donde esta Priscila y abro los ojos asustada al verla golpeada.

― ¿Qué te paso?― Me dirijo donde esta ella pero Cristóbal me detiene.

―No te acerques a ella― Dice con brusquedad.

― ¿Pero...?― Cris se levanta del mueble y se acerca furioso donde esto parada.

― ¿Acaso no sabes cumplir una maldita orden?― Dice con rabia ―Te dije que si ibas a estudiar no fueras a salir con nadie de fiesta ―

―Pero yo... ― Trato de hablar pero no me sale palabra ―Estaba aburrida y...―

―Ohhh la niña estaba aburrida y por eso decidió irse de fiesta mientras está en peligro― Dice con sarcasmo poniéndose a mis espaldas ― Ahora mira muy bien como la dejaron a ella y todo por tu maldita culpa―

― ¿Yo? ¿Por qué?― Susurro con lágrimas en mis ojos.

―Porque la maldita Débora se dio cuenta que tú me importas y por torturarme a mí la torturo a ella y ahora todo se salió de nuestras manos―

― ¿Qué quieres decir?― Digo enfrentándolo.

―Débora ya sabes que me importas y eso es un arma para ella― Dice pasando por mi lado y para servirse de nuevo un trago ―Priscila me conto lo que te iban a hacer y yo enloquecí y Débora se dio cuenta― Bebe de un solo trago la bebida que se sirvió y vuelve a servirse otro ―Golpeo a Priscila y por poco la mata y le iban a hacer lo mismo que a ti―

― ¿De qué hablas? ¿Qué iban a hacer conmigo?―

―Sabias que esos ¨amigos¨― Dice haciendo comillas ― De los que estabas reunida son más que cómplices de esa mujer― Abro mis ojos asustada.

―Imposible ellos son compañeros míos...― Cristóbal ríe con sarcasmo.

―Ni siquiera están inscritos en la universidad― Interrumpe Mario ―Ellos trabajan para esa mujer― Dice para sentarse al lado de su mujer y la toma con delicadeza y la acuesta encima de su regazo.

―Ellos te iban a drogar e iban a hacer que un montón de hombres te violaran y después te iban a tirar tu cuerpo afuera de la casa de tus padres― Ahogo un sollozo tapando mi boca con mi mano.

―Imposible, yo no recibí nada de ellos―

― ¿Esa agua te la dio ellos?― Asiento y Cristóbal se acerca y me arrebata la botella de mis manos, la abre y saca un pequeño sobre de su bolsillo y lo vierte en el líquido; lo sacude y el agua se torna azul haciendo que yo caiga de rodillas en el suelo.

― ¡Esta agua está contaminada Emily!― Cristóbal tira la botella a la chimenea.

Tapo mi rostro mientras empiezo a llorar con fuerza, no puedo creer que esas personas que confié fueran hacerme una cosa de eso.

―Te iban a hacer lo mismo que a mi madre, pero esta vez iba peor ya que te iban a violar entre varios hombres ― Susurra Cristóbal acercándose donde estoy ― Ella ya sabe que eres mi debilidad y ahora me tiene en sus manos ― Cristóbal me levanta del suelo y me abraza y siento como ha empezado a llorar en mi pecho ― Sabe que haría todo por ti...― Solloza apretándome contra su cuerpo.

―Lo siento mucho― Digo entre llanto ― Lo siento― Cristóbal me abraza más fuerte y ambos nos derrumbamos en el suelo de la cabaña.

***

Pasamos la noche en la cabaña, Después de disculparme varias veces con Mario y Priscila, ambos se fueron a dormir a la habitación y Cristóbal y yo nos quedamos a dormir en el sofá cama que hay en la cabaña.

Bueno la verdad no dormimos, hicimos el amor toda la noche. Pero esta vez lo sentí más como una despedida, no quería separarme de su lado pero sabía que lo que venía de ahora en adelante iba a hacer delicado.

Cuando llegue a casa me di cuenta de que los problemas iban en aumento, mi madre me llamo llorando pidiendo que viajara lo más pronto posible que me necesitaba a su lado; sin saber que era lo que había pasado ya que no me dio repuesta solo tome el vuelo sin despedirme de nadie y llegue a casa y me encontré con la sorpresa de que mi padre y mi tío estaban presos.

Ambos fueron culpados de lavado de activos, enriquecimiento ilícito, narcotráfico y muchos cargos más. Súper que todo había sido una trampa de esa mujer, ella quería ver a mi familia destruida en especial mi padre ya que él fue quien disparo y mato a su hijo.

Todo era un caos, mi familia se estaba derrumbando y yo necesitaba hablar con Cristóbal para que me aclarara que era lo que estaba pasando, pero la única repuesta que obtuve fue darme cuenta que la trampa y todo este caos había sido perpetuado por el mismo Cristóbal. Que más preferible era verlos encerrados en una cárcel que enterrados bajo tierra.

Bueno aca un capitulo un poco fuerte... Y lo que le espera.

Les informo que ya empieza el drama en esta novela, les dije que iba hacer corta ya que llevo mucho tiempo con ella. 

disculpen la tardanza, de ahora en adelante escribire dos veces por semana.

ya vamos llegando a su fin... Solo les dire que lo que se viene va hacer dificil para esta hermosa pareja, vamos a ver si esto lo pueden superar o no...

a veces tenemos que hacer sacrificios por los que amamos

Les daré un pequeño spoiler... Próximo capitulo habrá muerte, caos, lagrimas y separación...

capitulo sin corregir..

xoxo