Final
Empiezo a mover mi cabeza un lado a otro sin abrir los ojos. Todo mi cuerpo me duele y cuando trato de levantar las manos para tocar mi cabeza, me doy cuenta que no puedo hacerlo.
Abro los ojos y al principio me cuesta enfocar bien mi vista ya que veo borroso. Parpadeo varias veces hasta que mi visión se vuelve más clara y me doy cuenta que estoy en una habitación amarrada a una silla.
Los recuerdos invaden mi mente, de inmediato miro hacia todos los lados y doy con el cuerpo inconsciente de Priscila que se encuentra de la misma forma que yo.
―Priscila...― Susurro un poco alto, pero ella no se mueve y temo que no esté con vida ―Priscila― Digo más alto y me relajo un poco al ver que empieza a mover su cabeza de un lado a otro.
― ¿Qué... Sucede?― Susurra sin levantar su rostro.
―No lo sé, acabo de despertar― El rostro de Priscila se encuentra oculto por su gran cabellera que cae en toda su cara, logra levantar un poco y empieza a mirar hacia su alrededor.
― ¡Mierda!― Murmura mirándome ―Estamos en unas de las bodegas de la bruja― Empieza a mover su cara de un lado a otro y a soplar su pelo que cae en su rostro y poder quitárselo.
― ¿Y ahora qué?― Pregunto y ella me mira molesta.
― ¿Y ahora qué?― Pregunta con sarcasmo ― ¡Todo es tu maldita culpa! Si no hubieras venido esto no hubiera pasado―
―Yo no te dije a ti que vinieras verme― Susurro desviando mi vista a una pequeña ventana que se encuentra a mi lado ―Ya me importa una mierda si me matan o no―
― ¡Ohh, no te preocupes de que eso lo van a hacer!―Dice levantando la vos y la escucho susurrar ―Nos matara a ambas― Su voz se empieza a romper ―Solo espero que sean rápido― La observo por un momento y tiene su mirada perdida.
―Lo siento― Le digo ―No quería meterte en esto― Cierro los ojos y pienso en mi mamá. Si la muerte de mi padre no la mato, mi muerte lo hará.
―No te preocupes, yo sabía en lo que me metía― Abro los ojos y la miro ― Aunque aún guardo la esperanza que ellos nos encuentre antes que sea demasiado tarde― Sonríe de medio lado ―No todo está perdido aun―
Ambas nos miramos por un momento al escuchar que alguien trata de entrar por la puerta, Priscila me sonríe.
―Se fuerte― Susurra despacio y en ese momento ambas nos sobresaltamos al ver que la puerta se abre con fuerza.
Observo como entran unos hombres a la habitación y reconozco a uno de ellos que es el tipo que nos sacó del hotel. Él nos mira por un momento y tiene una sonrisa en su rostro.
― ¿Cómo durmieron las princesas?― Pregunta con burla.
―Vete a la mierda―Susurra Priscila y este hombre la observa relamiendo sus labios.
―Voy a disfrutar mucho estar contigo― Le dice acercándose a ella y pasa el arma que sostiene sus manos por el rostro de Priscila ―Voy a follarte hasta que pidas que te mate― Priscila levanta su rostro y le sonríe coqueta pasando su lengua por los labios, el hombre no pasa desapercibido ese movimiento y se acerca más a ella, cuando lo tiene más cerca hace su cabeza hacia atrás tomando impulso y golpea la frente de ella con la nariz de él haciendo que el sujeto de un grito de dolor y su nariz no tarda en salir sangre ―¡Maldita!― Con la cacha del arma golpea la cabeza de Priscila haciendo que su cabeza caiga hacia adelante.
― ¡Déjala maldito!―Grito y este me ignora tomando el cabello de Priscila y levanta su rostro y cuando le va a propinar otro golpe alguien le interrumpe.
―Déjala, no dañes la mercancía― Dice una mujer entrando a la habitación y me doy cuenta que es la maldita bruja.
― ¡No viste lo que me hizo!― Dice el hombre exaltado mientras se suena la nariz con su mano y expulsa la sangre que sale de ella.
―Eso es asqueroso, ve y límpiate― Le dice la bruja ― ¿Te gusta la mercancía?― Le pregunta ella a otro hombre que ha entrado y ha permanecido en silencio todo momento.
―Es una fiera― Sonríe mirando a Priscila ―Me encantara domarla―
―Es tuya― Le dice mirando con desprecio a Priscila ―Esa maldita me traiciono y no la quiero volver a ver jamás ― Se acerca dónde estoy y me sonríe ―Esta también estará disponible, pero quiero que esta tenga un trato especial ―Levanta su mano para acariciar mi rostro y de inmediato esquivo su toque y la miro con asco ―Así que viniste a matarme― Se burla ―Pobre de ti niña estúpida― Toma mi mandíbula y la aprieta con fuerza ―Tienes un bell7o rostro y me vas a hacer ganar mucho dinero― Me suelta y yo la aprovecho en tenerla cerca y escupo su rostro.
― ¡Eres una maldita!― Grito moviéndome del asiento ― ¡Hija de puta! ¡Te aprovechas porque estoy amarrada vieja...― No término de insultarla ya que la vieja me ha dado una fuerte bofetada.
―Eres una vulgar igual que tu madre― Dice mirándome con desprecio.
― ¡No nombres a mi madre! ¡Hija de puta!― Mira a los otros hombres que han permanecido detrás de nosotras ―Llévenselas antes que llegue el bastardo ― Dice sacando un pañuelo y empieza a limpiar su rostro ―Voy a disfrutar en acabar contigo y el resto de tu familia― Murmura saliendo de la habitación.
Priscila y yo somos tomadas de los brazos con violencia y somos arrastradas por un pasillo hasta llegar un gran salón; como decía Priscila, se ve que es una bodega y observo que la bruja nos espera junto con el hombre que dijo que iba a domar a Priscila y al que ella golpeo.
― ¡Vamos de prisa!― Grita la mujer ―No quiero que el inútil de mi nieto llegue― Caigo de rodillas justo de frente de ella, la muy maldita sonríe con burla ―Es hora con acabar con todo esto― Baja un poco el rostro y abre la boca para decir algo pero alguien la interrumpe.
―Es mejor que la sueltes en este momento― Una voz nos hace sobresaltar, ella me suelta con brusquedad y mira hacia donde viene la voz ―Tú y yo teníamos un trato― Dice Cristóbal acercándose a nosotras con un arma en sus manos sin apuntar a nadie.
―Tú mismo lo dijiste querido nieto― Dice ella pasando por mi lado para acercarse ―Teníamos ―Dice mirándome ―Ella vino aquí a matarme y yo no permitiré eso― Lo mira ―Ese trato se rompe, tendré que deshacerme de ella por mi seguridad― Le sonríe.
Cristóbal me mira por un momento y puedo ver el vacío en sus ojos, desvía la mirada a Débora y alza su mano y le apunta a la cabeza, de inmediato se escucha un alboroto en toda la sala y varios de los hombres que acompaña a Débora empiezan a sacar sus armas y apuntan a Cristóbal con ellas y varios hombres salen ocultos y apuntas a los hombres de la bruja.
Mi corazón late deprisa, aprovecho que todos están distraídos y bajo mis manos hasta mi tobillo y me doy cuenta que han quitado el arma que escondí en ese lugar, así que subo una de mis manos y saco el bisturí y lo escondo empuñando mi mano.
―Es mejor que sueltes el arma querido Cristóbal― Dice una mujer en las espaldas de Cristóbal.
El salón se queda en silencio y solo se escucha el ruido de una silla eléctrica moviéndose hasta donde estamos todos y reconozco de inmediato a la mujer que está en ella. Soraya se acerca apuntando a Cristóbal con un arma y puedo ver como el rostro de Cristóbal palidece al verla.
―Tu... Maldita― Dice apretando sus dientes ―Pensé que estabas muerta ya― Cristóbal la mira con odio, aún más odio de lo que miraba a su abuela.
―Ohh no cariño, estoy más viva que nunca― Le sonríe con rabia ―Aunque estoy esclavizada a esta maldita silla por culpa de tu familia―
― ¡Eres una maldita Cristal!― Le grita Cristóbal ― ¡Tú me hiciste daño a mí y a mi familia deberías estar muerta!― Quedo en show al escuchar ese nombre, claro que sé quién es ella, nadie puede olvidar a la mujer que le hizo tanto daño a Cristóbal cuando era pequeño.
―Te dije que lo mejor que puedes hacer para seguir con tu vida es vengarte del que te hizo daño― Dice mirándome ―Tu familia me dejo en esta silla, por eso deben pagar ―
No puedo creer que me haya dejado influenciar por esta mujer, maldigo internamente.
―Bueno, bueno, al parecer la familia está reunida― Dice con sarcasmo Débora dándole la espalda a Cristóbal y se me acerca donde estoy ―Es mejor que bajes el arma querido, no vayas a salir lastimado―Le dice a Cristóbal.
―Yo creo que eso no va a hacer posible― Mario Sale de su escondite y se acerca a Cristal pero antes que pueda quitar su arma, ella dispara haciendo que este se dispare antes de caer al suelo.
Todo pasa en cámara lenta.
Veo como Cristóbal cae hacia atrás, grito y trato de levantarme pero alguien toma mi pelo y lo jala hacia atrás haciendo que me tambalee y caiga al suelo. En ese momento la misma persona toma mi brazo y yo aprovecho para sacar el bisturí e incrustárselo en la mano.
Un momento a otro se empieza a escuchar varios disparos, los hombres de Cristóbal encontrar de los hombres de Débora. No me detengo a mirar a nadie y salgo corriendo hacia donde está el cuerpo de Cristóbal que yace en el suelo inconsciente, cuando me acerco puedo ver que su pecho esta brota sangre; de inmediato hago presión y mientras mis lágrimas caen por mi rostro.
Miro hacia los lados pidiendo ayuda, en ese momento veo como Débora se acerca con un arma y me apunta a la cabeza, cierro los ojos esperando el impacto pero este nunca llega.
Cuando abro mis ojos en encuentro con el cuerpo sin vida de Débora a mi lado, miro para saber quién le disparo y un hombre encapuchado vestido todo de negro se acerca hasta donde estoy.
Mi corazón se detiene al ver que el hombre se ha descubierto su rostro. Una sonrisa de tristeza inunda su rostro.
Todo ruido a mi alrededor desaparece en ese momento, solo nos quedamos viendo él y yo como si todo se hubiera detenido en ese momento y varias imágenes vienen a mi mente.
Mi padre se me acerca junto con mi tío se acerca, veo que mueve sus labios pero no logro escuchar nada de ellos. Desvió mi mirada hacia Cristóbal y veo que una sonrisa aparece en su rostro. Alza su mano y acaricia mi mejilla, ambos nos miramos por un momento hasta que veo que vuelve a cerrar sus ojos y su mano cae hacia un lado cayendo inconsciente.
Llego el momento, el gran final. Espero que les haya gustado y me gustaría saber sus opiniones. aun falta el Epilogo, vamos a ver que va a pasar con esta hermosa pareja y con su familia.
Espero seguir contando con sus apoyos, no olviden en seguirme y de que lean la nueva novela. Mi piloto, mi perdición...
Capitulo sin corregir.
xoxo
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