—¿Qué está pasando aquí?—no podía creerlo era la maestra de historia encargada de mi autobús—Están en serios problemas

Jou y yo nos separamos de inmediato, nuestros labios apenas se rozaron y nos separamos tan rápido que nuestras cabezas chocaron con las estrechas paredes de aquel viejo ascensor, ¿Por qué ha venido la maestra? ¿Dónde está Mal?. Un hombre con pinta de reparador de ascensores tenía en mano una herramienta y entre sus piernas una caja de la misma.

—Maddi, Jou están bien—dijo Mal al fin quien estaba detrás de la maestra junto a Yen

Jou y yo estábamos en shock sabíamos que estábamos en problemas por entrar a los cuartos y que nos cacharan a punto de besarnos, no lo entendía dijo que me considera una amiga y me iba a besar. Hubiese deseado que el ascensor no se abriera justo en ese momento .

—Salgan de una vez por todas muchachos—la maestra frunció el ceño

Salimos del ascensor y nos dirigimos a la salida donde ya todos estaban en el autobús listos para irnos, todos los chicos nos miraban a través de las ventanillas con gesto de que parecíamos los típico chicos que se metían en problemas en los lugares. Jou se fue a su autobús y me miraba con cara de vergüenza y preocupación pues sabía que estaba yo en problemas, él no, los chicos y chicas de ultimo año casi siempre no le daban importancia a sus problemas en cambio a mi seguro llamarían a mis padres y si estaba en problemas.

—Directo a la oficina de la directora cuando lleguemos a la escuela—me dijo la maestra. Yo temblaba de miedo si mi mamá se entera de que me encontraron a solas en un ascensor con un chico encerrada y no solo eso, a punto de besarnos—Ni una palabra de esto a ningún estudiante jovencita

Me senté junto a Mal a quien le exigí una explicación de cómo rayos apareció la maestra si yo la había llamado a ella.

—Fui a abrirlo y no podía Maddi, tuve que pedir ayuda a la maestra—Mal tenía razón—Pero no sabía que te estabas besuqueando con Jou. Cuéntame

—No pasó nada entre nosotros, ya no quiero hablar de eso

No volví a abrir la boca hasta que llegamos a la escuela ya eran las dos de la tarde. La maestra me hizo una seña en dirección a la oficina de la directora.

Mientras caminaba por el largo pasillo vi a Jou quien me dijo perdón a seña de labios, yo le hice un gesto de que no se acercara pues empeoraría las cosas.

—Maddi, que te trae por aquí—me dijo la directora Ana asombrada casi nunca me metía en problemas por lo que nunca venía a la oficina—¿Maestra?

—Maddi ha roto las reglas del paseo, y la encontramos a punto de besarse con un chico de la escuela en un ascensor—dijo la maestra con su pacífica voz. Sus bellos rizos se movían a medida de que ella hablaba

—Eso es muy grave señorita Maddi tendré que avisarle a su madre

—Me van a suspender señora directora—susurre

—No, puedes irte, llamaré a tu madre y espero que esto no vuelva a pasar

—Le prometo que no—le dije y salí de la oficina

Sabía lo que me esperaba en casa ni quería llegar seguro mi madre me castigará o me prohibirá hablar con Jou lo que sería muy triste para mí.

Ese día no me fui con Mal, me fui sola a la parada y llegue a casa a las tres de la tarde.

—Tenemos que hablar jovencita

Estaba perdida, lo sé...