Capítulo 5
Su vista era penetrante, el tenerlo cerca me hacía sentir que nada malo podría pasarme y me sentía como en las nubes. Sentía su aliento soplar sobre mi cara tardamos unos minutos sin decir una palabra, solo, nos mirábamos.
—Párate!—dije al fin rompiendo la ley del hielo
—Lo siento Maddi—dijo Jou alejándose suavemente de mi y ayudándome a parar, el alejarme de él me hizo sentir como un pez fuera del agua
—Es mejor que nos marchemos de prisa, el autobús
—Vamos—dijimos al mismo tiempo y echándonos a andar rumbo al autobús. Su autobús era otro, me dolió verlo alejarse en el otro bus pero mi único consuelo es que lo volvería a ver dentro de una hora
Me senté junto Mal quien expresó una cara de alivio al verme.
—Creía que ya no ibas a venir—me dijo—Invite a Jou y Yen a mi casa, vendrán con nosotras en dos semanas
—Estas loca!!!!—traté de disimularlo pero la idea me parecía perfecta, verme con Jou fuera de la escuela y fuera de la vista de los chismosos
Llegamos al museo llamado "obras antiguas" siempre había querido venir pues amo las obras de artes clásicas. Tenía una gran entrada sin duda la más grande que había visto, pintada de bronce con cadenas colgantes. Todos del autobús se estaban desmontando y entrando al museo, buscaba a Jou con la mirada pero no lo encontré. Solo podía ver a todos moviéndose.
Empezamos el recorrido y exhibían todo tipo de obras desde copas hasta muebles y cuadros inclusive la réplica de la nave que uso Cristóbal Colón al descubrir América. Media hora después del recorrido salimos al gran balcón a merendar.
Más arriba habían cuartos con ascensor para llegar al último nivel pero nos habían prohibido ir a esa área ya que aveces los ascensores fallaban pero yo tenía mucha ilusión de ver que había arriba.
Me notaba algo inquieta al mirar de lejos los cuartos, me pare silenciosamente y sin que los maestros me vieran me dirigí hacia allá. Cerré la puerta.
Eran unos cuartos antiguos y escalofriantes con ventanas de ladrillo y ascensores, empecé a mirar las obras cuando siento una presencia detrás de mí.
—Veo que no soy el único curioso—me susurró Jou al oído, saber que estábamos completamente solos me hacía mucha ilusión ¿y si me besa? No te hagas ilusiones
—Qué haces aquí
—Lo mismo que tú. Maddi
El pronunciaba mi nombre de una manera única, el solo hecho de estar cerca de él ponía mis pelos de punta y al decir mi nombre casi los perdía.
—Jeje si, debí suponerlo
—¿Subimos?—dijo llevándome de manos hacia el ascensor
—No deberíamos, la maestra dijo que fallan además no es correcto que estemos aquí solos—no podía creer que había dicho eso—Es decir.... Nos prohibieron entrar aquí
—Vamos no pasará nada, ya lo he hecho antes—dijo con mirada de niño travieso
—Está bien, no porque lo digas es que tengo ganas de subir
—Como digas Florinda—dijo en tono sarcástico
Entramos al ascensor que tenía telarañas en las esquinas del techo, el aire para respirar era brusco y el ascensor era tan pequeño que solo estaba a 20 centímetros de Jou. De repente un ruido se escucho y el ascensor de detuvo.
—Estamos encerrados
No podía creer que justo yo quedara atrapada con aquel chico en el ascensor.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro