No podía decirle a mi madre que estaba con Jou.

—Hija sabes que después de lo que te pasó no puedes salir a la calle sin protección

—Lo siento mamá solo quería tomar un poco de aire—le digo totalmente destrozada al acordarme de ese desastroso suceso

—¿Estás bien? Mañana tenemos cita medica

—Si, iré a mi habitación estoy cansada

Desde aquel suceso ocurrido hace dos meses la relación entre mi madre y yo había cambiado y se había vuelto más estrecha, eso es bueno... Creo.

Al subir a mi habitación me acuesto rogando que Jou aún no lea la carta pues si lo hace ahora estoy más que segura que vendrá a mi casa a exigir respuestas, mi corazón está literalmente destrozado. Pensé que al verlo las heridas iban a cesar pero no fue así aunque verlo me hizo sentir menos miserable, mañana tengo cita el el psicólogo, y tengo que decirle todo lo ocurrido. Narrar eso no será nada lindo.

***
Al día siguiente me paré de la cama por obligación literalmente, me pongo lo primero que veo en el closet, unas sandalias y un vestido crema yo normalmente uso botas y chaqueta pero últimamente todo me da igual. Me siento mal de no tener el valor de decirle a Jou todo lo que me pasó frente a frente, solo en letras pude escribirlo de que si lo hacía en persona no iba a resistir ver lo mal que se pondría.

Bajo para buscar a mi madre e irnos, quien ya está lista en el auto esperándome.

Al llegar a psicólogo dudo mucho en contarle todo pero creo que será mejor para mí si me desahogo. El consultorio es lindo y pasivo, me indica que me acueste en un sillón cama y me relaje. Es un señor delgado y serio hasta me dio un poco de miedo pero tuve valor y empecé a contar 

—Todo fue en una noche cuando venía de casa de mi madrina...—inmediatamente empecé a llorar