Pasamos todo lo que restaba del día hablando de cosas sin sentido pero divertidas. Tocaron el timbre de salida y busque a Mal pero estaba muy ocupada ya saben😏 así que me fui con Jou hasta la parada y otra vez empezamos a charlar de cosas.

Llegamos a la parada y esperamos un autobús pero el se iba en coche así que espero a que mi bus cruzara primero para luego irse, la verdad no era tan patan como yo pensaba sino todo lo contrario.

—Viene mi bus, adiós—le dije mientras me despedía con las manos pero fue justo cuando el se acercó para darme un abrazo

—Adiós Maddi

Llegue a mi casa una hora después y tenía como mil llamadas perdidas de Mal .

—Ops! Te olvidé—me dije a mí misma con una sonrisa de enamorada. Acaso dije enamorada? No esto no me puede estar pasando apenas tengo 13 años además él tiene 17 mejor debería dejar de hablar con el y juntarme con chicos de mi edad, pero es que él era tan fascinante y único era inevitable no sonreír al estar a su lado, basta no puede gustarme

—Oye bájale el volumen te quedarás sorda—me dijo mi hermana quien apenas escuchaba

—Lo siento me quedé dormida—dije bajando el volumen con la sonrisa nuevamente en mi rostro

—Vale—dijo marchándose

Y así era mi vida, de la escuela a casa y de la casa a la escuela pero por qué tenía el presentimiento de que mi vida iba a cambiar de que el la iba a cambiar? No lo sé, veremos qué pasa.

—Maddi vienes a mi casa en la semana próxima?—me escribió Mal por WhatsAap

—Si está bien—le contesté

Al día siguiente había un paseo al nuevo museo que habían inaugurado, nos dividieron por grupos en diferentes buses, pero antes de que el bus arrancara dije:

—NECESITO IR AL BAÑO—le grité al maestro encargado de nuestro grupo

—Esta bien jovencita vaya rápido o se queda

—Gracias

Corrí lo más rápido que pude hasta llegar al baño. Llegue e hice mis necesidades de prisa para que no me dejara el autobús, la verdad amaba los museos y no quería perderme el paseo.

Pero cuando salí de vuelta al bus corriendo noté que alguien también había hecho lo mismo que yo no le di importancia y seguí corriendo pero fue entonces cuando chocamos de frente haciéndonos caer al suelo y quedar nuestras bocas a un centímetro de cerca. No podía creer que estábamos a punto de besarnos.

—Lo siento mucho—dijo acercándose más a mi