—Feliz año nuevo a todos—dijo mi padre viendo el reloj marcar las 12:00 AM. Lanzó los fuegos artificiales al cielo de todos los colores hermosos, azul, rojo, dorado entre otros... Sonaban sin cesar a medida que explotaban hacían formas que parecían peces globos expandiendo todas sus púas, eran tan hermosos que una lagrima de felicidad bailo sobre mi mejilla. Toda la familia estaba reunida y se daban abrazos celebrando este nuevo año 2016 mi mamá saco las botellas de vino que había comprado y brindamos todos, hasta yo que no tomo me bebí una copa bueno termine tomando más de lo debido

Ya son las 2 AM y todos estábamos un poco embriagados, mi madre me permitía tomar vino y ponche solo para Navidad. El ruido de la música entraban y salían por mi cerebro como brisa en el ocaso, mi cabeza daba vueltas creo que había tomado demasiado así que me despedí de todos y entre a la casa.

Mientras subía las escaleras me sostenía del pasamano casi a rastros y subir las escaleras cada vez era más difícil ni siquiera recordaba que fueran tan largas, abrí la puerta de mi habitación con dificultad y la cerré con seguro cosa que nunca hacia pero lo hice esta vez para que nadie de mi familia subiera a molestarme.

Sentía que el mundo me daba vueltas lo único que quiera era dormir, pero al ver lo que estaba en mi cama borre de mi mente la idea inmediata de dormir.

Al principio pensé que era parte de mi imaginación y mi estado yo no salía que hacer ¿Estaba tan borracha? Me acerqué lentamente a la cama y empecé a llorar creo que se me había pasado la borrachera por tal sorpresa. Había un letrero en una cartulina escrito con escarcha de brillo morado que decía "feliz año nuevo bonita" decorado de flores blancas ¿Cómo llegó esto aquí? ¿Acaso fue el? Tome el letrero y lo bese y empecé a buscar en la habitación entera hasta debajo de la cama si él estaba escondido, pero no lo estaba ¿Qué clase de broma es esta? Lloraba desconsolada al ver que cuando me levante del piso el letrero no estaba .

—Lo imaginé—susurré

—No lo imaginaste, estoy aquí

Cuando voltee a ver Jou tenía el letrero sostenido aún sentado en la ventana, entro al cuarto silenciosamente y cerró la ventana. Luego puso el letrero en la cama y abrió sus brazos en señal de que fuera a abrazarlo. Tenía puesto unos jeans rasgados oscuros y una camisa de cuadros con una franela por debajo, que guapo se veía con sus rizos tan perfectos como siempre. Una sonrisa estrecha cubría su rostro.

No podía describir lo que sentía en ese momento solo que me sentía la persona más afortunada del mundo al volver a verlo. Corrí hacia sus brazos y lo abrase con todas mis fuerzas.

—Eres tú, eres real, estoy completamente borracha no lo puedo creer ¿eres tú?—le susurré

—Mírame soy real, estoy aquí

—No lo puedo creer

—Maddi, estabas tomando

—¿Cuándo llegaste?

—No me cambies el tema

Empecé a marearme y casi no podía estar de pie, Jou me cargo y me acostó en la cama.

—Quédate—musité

—No iré a ningún lado—me dijo acostándose a mi lado y abrazándome. Yo tenía muchas ganas de hablar con él y preguntarle cómo le fue en su viaje pero ya no podía más

—Te amo-—dije al quedarme dormida en brazos de Jou