Me desperté a las nueve y baje a cenar, los tacos estaban tan fríos que parecían hielo a la merced de la noche, yo le di una calentada en el microondas y me los comí rápido pues quería escribirle a Jou para ver cómo había llegado y asegurarme de que algún vecino no lo haya visto y también decirle que tenía su cadena, ya en mi habitación tome mi celular para enviarle un mensaje pero él se adelantó. Tenía cinco mensajes de el.

—Maddi perdí mi cadena, me muero, no sé dónde está, ayúdame, Dios😭😭😭

—Tranquilo, está aquí 👌🏻

—Pero ¿cómo?🤔

—Al parecer se te cayó cuando estabas aquí, mi mamá lo vio y le dije que es de Mal

—Uf casi 😅

—Eso te pasa por venir fue muy peligroso ¿te vio un vecino?😳

—Claro que no, fui muy cuidadoso 😎

—Más te vale

—¿Qué haces?😏

—Ya casi me iré a dormir ¿y tú?💕

—Escuchando música ✨✨

—Me iré a dormir Jou

—Buenas noches bonita😘

— 😊💤😴

Al día siguiente íbamos a casa de mi tía así que me desperté temprano, no me gustaba ir mucho por hay ya que esos chicos de por allá me molestaban, la última vez que fui casi peleaba con uno de ellos. Íbamos de camino y mi padre me pregunto cómo me iba en la escuela (OBVIO BIEN😍) le conté lo bien que me iba y él asintió en un abrir y cerrar de ojos llegamos.

Salude a mi tía, mi mamá se puso a hablar con ella y yo a leer un libro en la galería, los chicos esos cruzaron por hay pero yo no les hice caso y continúe leyendo y bastante interesante que estaba el libro.

—Maddi ven aquí—me voceo mi madre desde adentro de la casa, yo me pare y me dirigí a donde ella

La casa de mi tía es mediana y antigua con las paredes pintadas de naranja y muebles de caoba me ensuciaba los pies de polvo al caminar por el largo pasillo que me llevaría a donde está mi madre, finalmente llegue esos minutos me parecían eternos.

—¿Si?—pregunte con los ojos un poco cansados de tanto leer y usar mi celular

—Ve cómprame algunas cosas al mercado—suerte que el mercado quedaba cerca ya que no estaba dispuesta a caminar tanto con aquel sol (lo odio) mi madre me dio dinero y me indicó que iba a comprar—Compra pasta y queso para la cena—eso me dejó dicho que estaré aquí hasta la noche (lo que me faltaba). Yo asentí y me limité a ir al supermercado

Pero que me interrumpieran mi lectura justo en el mejor momento del libro para que vaya al mercado no era lo peor, lo peor es que aquellos chicos me estaban persiguiendo ¿Qué carajos? Yo no les hice caso y disimuladamente camine más de prisa (casi corriendo) la vuelta de la esquina me parecía eterna hasta que al fin llegue al mercado.

Es tan mediano como la casa de mi tía y tenía tres pasillos con diversos tipos de comida, oh vainilla la amo, pero no fue a eso que vine. Empecé a recorrer los estrechos pasillos que estaban repletos de personas, al fin encontré la pasta y salí de aquellos pasillos casi sentía claustrofobia.

Suerte que la fila para pagar no era tan larga solo habían unas cuantas personas primero que yo (pensé en el) saque el billete de mi bolsillo y le pague, no me sobro así que salí de ahí lo más rápido posible y los chicos seguían afuera, no les hice caso y seguí caminando pero ya no soportaba esto así que me detuve a la vuelta de la esquina solitaria.

—Qué quieren—dije casi a gritos y enojada

—Vengarme—dijo uno de ellos

—¿Qué?—había recordado—No puede ser eres Carlos

Estudié primaria con Carlos y me acorde que en el tercer grado le había pegado un chicle en su cabello que por cierto tenía bastante y tuvieron que cortárselo. Y ahora que lo veo ya casi no le crecen como antes, él tenía un paquete de chicle en la mano y supe lo que tenía planeado.

—Oh!—susurré. Debería correr ahora

Me eché a correr lo más rápido que pude pero ellos seguían detrás de mí, por fin llegué a la casa donde estaba segura. Suspiré de alivio .

—Maddi ¿estabas corriendo?—pregunto mi tía

—Es que tengo hambre y quería llegar rápido—le pase las cosas que compre—¿Y mi libro?

—En la mesa

Fui a buscarlo y seguí leyendo esta vez en el patio, no quería asomarme más hasta que me fuera (son unos maniáticos) solo fue una broma.

Después de media hora la pasta estaba lista, ya tenía hambre, pero aquí cada quien comía de su cuenta así que cené en el patio y mi madre y mi tía afuera, solo estábamos las tres en casa pues su marido e hijos estaban de viaje. Después de un rato de comer y reposar mi padre llegó a buscarnos.

Nos despedimos de mi tía y nos fuimos.