Ya te ví.
Roier tenía un sospechoso.
Basandose en la apariencia física de Rubius y Vegetta (sumando su lógica) el chico debía ser castaño, con ojos de color.
Nadie en su clase cumplía con esas características así que debió abrir más sus horizontes e ir salón por salón.
Llegando hasta la clase "A" donde encontró al candidato perfecto, solo que este parecía que heredó la estatura de Vegetta. No es que diga que es pequeño, pero a comparación de Rubius si había diferencia.
Sabía que se llamaba Carre, tenía casi su edad (diferencia por unos meses) y era un poco... Raro.
¡Tenía que ser él!
Sus ídolos podrían ser los mejores héroes de Karmaland, pero estaba seguro que les faltaban algunos tornillos.
Estaba listo para acercarse "casualmente" cuando algo sucedió.
Fue como si los dioses estuvieran de su lado que terminó conociendo a su boleto dorado.
Ocurrió en las clases de gimnasia justo cuando estaban pasando para la prueba fisica.
En primera no presto tanta atención, solo vio pasar a un chico cualquiera.
Moreno.
Un poco alto.
Que siempre usa lentes sin importar donde esté.
Con ojos violetas.
Lindos labi-...
Espera.
¿Ojos violetas?
Escupió el agua que estaba tomando.
No, no.
Ese tono de violeta solo lo había visto en una persona.
¿Estuvo mal en su teoria?
El chico no era castaño, ni siquiera tenía ojos verdes.
¡Ni siquiera era un lobo!
Esperen.
No podía alterarse.
Quizás también se estaba equivocando.
No podía ver si tenía orejas porque estaba usando un gorro y de la colita, no se diga, usaba prendas algunas tallas más grande y se negaba a quedar como un loco al querer revisarlo.
Tampoco podía llegar con él y decir ; "acá de chill, muéstrame el culo."
No, no.
Quizás después pero ahora no.
O tal vez existía la posibilidad que ocultase esa parte hibrida, ya saben, por protegerse.
No había muchos híbridos en el pueblo.
Menos ositos y/o lobos.
Si existía alguien lo suficientemente dedicado (por no decir loco) a prestar atención desde que la noticia círculo, podría ser que alguien más estuviera buscándolo.
¿Cómo sacarse de dudas?
Tendría que ir a hablarle.
O aprovechar un descuido y ver si tenía colita, orejas, incluso se conforma con ver algo de pelo que cubriera más partes de las que debería.
¿Y si lo espiaba en las regaderas?
Es por el bien de su investigación o tendría que volver a buscar a Carre aún si ya dudaba.
Ya si los veía a ambos era matar dos pájaros de un tiro.
Meterse a espiar sin quedar como un pervertido para poder hablarle al hijo de sus ídolos, hacerse su amigo al punto de que tenga la confianza de invitarlo a su casa, casualmente encontrarse con sus padres para así poder llegar a ellos para decirles lo mucho que los adora y en un futuro llegar ser casi tan famoso e idolatrado como ellos.
Fácil.
Como aprender a andar en bicicleta.
Aunque aquí nadie te avienta en una calle inclinada esperando que aprendas rápido o termines estampado en el pavimento.
Okay.
Solo necesita una excusa para...
— A las regaderas todos, se terminó la clase.—
¡GRACIAS DIOSES!
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