Cuando Azrael reclamo la vida de su hermano, sintió la mirada dolida de su padre sobre él, pero no reclamó, no dijo nada, un simple asentimiento de cabeza fue todo lo que recibió.

Lucifer sonrió aliviado, dejando caer todo su peso en los brazos de Alastor, quién, aún cansado, lo sostuvo con fuerza.

—Todo está bien —murmuró el demonio con una ligera sonrisa.

Lucifer asintió agotado, pero feliz de saber que todo finalmente había terminado, abrió los ojos para mirar a su padre, quién sonreía un poco al mirarlo, extendiendo los brazos.
El ángel no lo pensó dos veces, y con esfuerzo, se alejo de su pareja y emprendió el vuelo, rápido, alcanzando los brazos de su padre, quién gustoso, lo estrechó entre estos, dejando que Lucifer llorara en su pecho.

—Sí qué tardaste... —murmuró el Rey a su padre, quién soltó una risa ante el comentario.

—Me tomé un tiempo —corrigió—, nunca debí tomarlo, y nunca debí desterrarte...

Fue el ahora el turno de Lucifer para reír un poco—. Me lo merecía papá, ambos sabemos que mandarme a este lugar como un castigo era lo que merecía.

Hubo un ligero silencio.

—¿Y Charles, Charlie?

—Tus hijos están bien, están ambos en el cielo, debes ir por ellos.

—Yo no puedo subir de nuevo...

—Luzbel —acaricio su mejilla—, tú padre permite que su hijo menor vuelva a casa.

Alastor miraba todo desde el suelo, estaba claramente confundido, observo el cuerpo de Sera y Gabriel, luego sintió la presencia de Azrael a si lado.

—Ya acabo —el ángel de la muerte sonrió un poco—, al fin podrás vivir en paz y ser un buen padre.

Alastor soltó una carcajada.

—Ya soy un buen padre.

—Tengo mis dudas —el demonio lo miro y el sonrió—, ya, está bien, ya eres un buen padre.

Ambos rieron un poco antes las palabras que emitió Azrael.

—¿Qué harás ahora? —Alastor dijo la vista nuevamente en su pareja, quién sonreía al hablar con su padre.

—No lo sé, superarte.
Han pasado casi cien años y...no sé, ¿Sabes?
Hay un angelito muy lindo, se llama Leroy, todo el tiempo anda muy al pendiente de mí.

—Mereces a alguien que pueda amarte de la misma manera en la que tú amas, Azrael.

—Ojala esa persona hubieras sido tú —soltó un suspiro.

—El Alastor que te amaba murió hace mucho, lo sabes bien.
Ese hombre humano que sentía tanto amor por ti, que habría dado su inútil vida mortal por un segundo más a tú lado, ha muerto hace noventa años y es hora de que lo dejes ir.

—Lo sé...

Alastor le sonrió un poco.

—Deberias conocer a ese tal Leroy, no sé, las cosas podrían resultar.

El ángel asintió antes de reír, pensar que su amor imposible le daba permiso de olvidarlo, le daba cierto alivio.

—¿Has visitado el cielo?

—Evidentemente no.

—Bueno, será una buena oportunidad para que veas el ambiente en el que tú hijo deberá convivir en ocasiones.

—¡Charlie! —Lucifer abrazó a su hija con fuerza cuando finalmente entro al cielo, sus ojos se llenaron de lágrimas y solo pudo sonreír llen de felicidad.

Alastor se acercó a Amenadiel, tomando a su hijo en brazos, quién tenía los ojos abiertos, tan azules como el mismo cielo, e incluso parecía haber crecido un poco.

—¿Por qué se ve más grande?

—¡Puiule! —en ángel caído arrebató al niño y beso sus mejillas, haciendo que Charles soltara leves quejidos.

—Crecerá con rapidez en algunas ocasiones, ahora tiene el tamaño de un niño de aproximadamente tres meses, se debe a su procedencia.

—No sabemos cómo se desarrolla realmente, una cosa es que la gente hablé del anticristo, pero otra muy diferente es llevar a cabo la crianza y el registro del crecimiento de este niño.

Alastor sonrió un poco, escuchando a Lucifer decir cuánto amaba a sus hijos.

—¿Entonces será bebé por poco tiempo?

—No lo sabemos con exactitud —fue Dios quien habló está vez—. Podría darse el caso de que sus primeros años de vida fueran acelerados, podría pasar de tres meses a seis años en una semana, o podría transcurrir su vida con naturalidad y llevar el mismo proceso que Charlie.

—Diez años en la tierra es apenas uno para Charlie —Azrael miro su lista, dándose cuenta que tenía trabajo atrasado.
—Me encantaría quedarme, pero debo revivir a un ángel y continuar con mis labores. ¡Oh, incluso quedé de verme con unos amigos!

Todos soltaron una ligera risa.

—Luzbel —Azrael acaricio el rubio cabello de su hermano—. Espero seas muy feliz.

Lucifer sonrió ampliamente y observo que un pequeño ángel con el cabello rubio esperaba a su hermano.

—¿Y ese de allá?

El azabache se giro para mirar a Leroy.

—Ah, ¿Una conquista? —ambos rieron—, si necesitas ayuda, sabes que siempre tendrás al ángel de la muerte a tú disposición.

—Gracias, hermano, por todo lo que haz hecho por nosotros.

Azrael acaricio las mejillas de Charles, riendo cuando el pequeño le sonrió primero.

—Debo irme —miró a Alastor—, intenta no morir, no tengo permitido revivir a las almas más de una vez.
Haría excepciones, pero se vería el favoritismo.
En fin... —extendió su mano—, hasta luego, Alastor.

El demonio Radio tomo la mano de su contrario—. Hasta luego, Azrael.

En el hotel, Charlie reía divertida, Vaggie negaba totalmente divertida, mientras el hijo de Husk y Ángel y su propia hija corrían por la sala junto con Niffty.

Su abuelo, les había concedido la dicha de poder formar una familia con seres creados de luz pura a base de su propia sangre. Así que ahí estaban, Francis y Neha persiguiendo bichos junto a Niffty.
Todo había salido muy bien durante muchos años. Desde que Dios había vuelto a tomar su cargo, la paz entre los tres mundos se había recompuesto.

Un golpe en las puertas hizo a la rubia levantarse de su lugar y dirigirse a abrir, para toparse con su padre, Alastor y un pequeño Charles que saltaba de emoción y que corrió a abrazarla apenas la vio.

—Wow, a veces olvidó lo fuerte que eres —cargó al menor, viendo que esté reía ampliamente.

—¡Char, adivina qué! —tomo la cara de su hermana.

—¡No lo sé!

—Charles —Alastor tomo al niño de aproximadamente seis años en brazos—, tú madre y yo te hemos dicho que no debes hacer eso, Puiule.

—Tranquilo Alastor, sabes que mi adorado hermanito menor es muy cariñoso —se acercó para besarle la mejilla—, ¡Oh, Neha estará encantada de verte!

—¡Yo quiero verla! —Lucifer le dio un abrazo a su hija— ¡¿Dónde está la nieta más hermosa de toda la existencia?!

—¡Mamá! —el joven príncipe movió las manos y piernas con molestia, una especia de berrinche que hizo sacar sus alas de ángel y transformar sus adorables orejas en cuernos de carnero.

—¡Wow, ¿Que es eso?! —la rubia lo miro sorprendida.

—Ah, sí —Lucifer agitó la mano—, solo es un berrinche.

—Podria ser peor —Alastor acaricio la espalda del niño—, vamos Puiule, entremos y le cuentas a tú hermana tú nueva gran azaña.

Y llegamos al penúltimo capítulo de toooooooodo el fanfic.
Aún falta pues, el grandioso final y el final alternativo :3

La verdad es que, la idea de que Vaggie y Charlie tengan una hija de me hizo lindo, al igual que el hijo de Husk y Ángel.

Neha, el nombre que elegí para la hija de Charlie, significa amor.
Francis, el nombre del hijo de Angel, significa libertad en latín. Y, le han puesto así porque, ese pequeño significa que ambos son libres y felices.

Puiule, es una palabra rumana, significa bebé, y es muy utilizado por las madres tradicionales rumanas.

Sin más que decir, nos vemos el próximo viernes pecadores, hasta la próxima.

Susan el que se me vaya sin votar.