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CAPITULO 7

CONOR

Esta vez, era yo quien la había regado, tenía que aceptar que esta vez, si era mi error, pero ya había pedido mis disculpas y aún así, no me sentía del todo bien, más bien, creo que me sentía peor.

El resto de la tarde, ni siquiera pude disfrutarla como quería, porque mi cabeza estaba una y otra vez pensando en que la había plantado.

—Vamos Conor, no es tan malo, además, es April. —y ¿de aquí a cuando me interesa si le duele o no lo que yo haga?

Me lavé el rostro y antes de que siguiera hablando con el espejo, como si me fuera su responder, salí de allí para volver a mi mesa, donde mis amigos me esperaban con la ronda de bebidas que imaginaba que April, había traído.

>>Espero y no se le haya ocurrido echarle algo a mi bebida<<

Me senté y respire hondo, tenía que volver a mi estado de ánimo normal o de lo contrario no estaría de buen humor.

—¿Y por qué no le hablas? —escuche entonces que mis amigos, o al menos dos de ellos, estaban hablando.

—No amigo, no creo que funcione. —el rubio soltó una risilla negando.

—Nunca lo sabrás si ni intentas. —respondió el moreno.

—¿De que hablan? —me atreví a preguntar llamando su atención.

—Ah, nada raro amigo, Ryan, quiere el número de la camarera y su nombre, es todo. —se encogió de hombros mirando al rubio.

Genial, ahora mis propios amigos hablaban de ella, jamás me iba a libras de no tratar con ella en esta ciudad, tendría que empezar a aceptarlo, le di un sorbo a mi bebida y mire a Ryan.

—Se llama April. —hable un tanto seco. —esta conmigo en la Academia.

Di otro sorbo mirando al frente, donde April, parecía reírse con ese chico que era su compañero aquí en el trabajo.

—¿Escuchaste eso? Baila con él. —Nate, se burló de mi en lo que me daba pequeños codazos.

Al instante, los demás empezaron con sus bromas y risas al respecto.

—Ya está, iré a pedirle el número a April. —remarcó su nombre a lo que yo rodé los ojos y di otro trago.

Me quedé mirando con atención para saber que sucedía. Ryan, camino hasta la mesa que April, estaba limpiando y llamó su atención, alcance a mirar que movía sus labios diciendo algunas cosas y que ella, solo asentía mientras escuchaba.

—diez dólares a que no consigue nada. —me hablo Nate, pero yo no estaba prestando atención a nada más que la conversación de April y Ryan.

Luego de unos minutos, que me parecieron eternos, Ryan, regresó con nosotros y casi llegando, agitó un pequeño papelito en sus manos, mostrando el número de diez dígitos que indicaban a la perfección que ella si le había dado su número.

Se sentó de nuevo y todos empezaron a joder una vez más, mi paciencia estaba llegando a mi límite, no quería saber más de April y su número por el día, así que con la excusa de tener que hacer cosas, me fui de allí y regresé a casa.

***

Era aún temprano para llegar a la Academia, pero en estas épocas de prácticas, era mucho mejor llegar antes y poder practicar más, así las técnicas y los pasos estarían mejor cada vez y llegarían incluso a ser perfectos.

Llegando al salón principal de prácticas, escuche música, si mis oídos no fallaban, era la misma canción que April y yo teníamos que ensayar para el concurso dentro de poco… y misma canción que hubiéramos bailado de no ser porque yo, no llegue jamás.

Deduje que la música de debía a que ella había llegado primero que yo y por razones un tanto lógicas, estaba ya practicando sola, como normalmente ya lo había hecho.

Camine hasta llegar a la puerta, efectivamente confirme que ella estaba allí, bailando. Entre y deje mis cosas a un lado, pareció no haberse dado cuenta de que yo había llegado ya o simplemente lo sabe, pero ahora me ignora por no haber cumplido mi palabra.

Me estiré un poco y calenté mis músculos, ella seguía ahí, sin prestarme ni la más mínima atención. Mire la hora, era temprano aún, bastante de hecho, así que podría practicar yo también.

—No podemos practicar cada quien por su lado. —hable acomodando mis zapatillas de baile.

Espere alguna respuesta, pero jamás llegó, solo silencio y la música de fondo.

Solté aire de manera fuerte, me irritaba ahora que no me prestará atención, pero ella sabia que teníamos practicar y si no era a las buenas, tendría que ser por la mala y eso hice, espere a que iniciará la coreografía de nuevo y me uní a ella justo antes de que hiciera el primer paso.

Por un momento estuve listo para el rechazo o un grito, como siempre, imagino que me grita o algo, pero no, simplemente sigue con la coreografía, como si nada. Espere a llegar al primer paso donde tendríamos contacto, quizá ahí si me ignorarla o me pasaría por alto y lo haría sola.

Preste mucha atención a sus actos hasta que tuve que quedar detrás de ella, poniendo mi mano en su cintura y deslizando la otra mano por su brazo libre, bajando un poco y haciendo que mi cabeza quedará apoyada en su hombro.

Si me rechazaba, tendría que, de alguna forma, hacerle saber que tenía que trabajar conmigo en equipo, este o no enfadada por lo que hice ayer. Sin embargo, no pasó y en vez de hacerme a un lado, solo continuo, así sin más, haciéndome pensar un segundo que ya no estaba molesta.

Me concentre en la coreografía en cuanto tuve su aceptación, pues de allí para más adelante, tendríamos un poco más de contacto físico, intente mirarla a los ojos para buscar esa conexión que se necesitaba para que el baile se sintiera más y tras mito era algo, pero simplemente no lo logre en el momento.

—Se que estas molesta, pero si no me miras a los ojos, esto no se verá bien. —reclame, todo bailarín sabe que puedes saberte la coreografía al pie de la letra, al derecho y al revés, pero si no trasmite nada, es algo vacío, algo que no funciona.

En cuanto dije aquello, April me miro, pero no lo hizo de manera linda, más bien, me hizo notar que aún estaba enojada conmigo y que al parecer lo estaría.

—Vienés, me pides que haga esto bien, que te mire fijo como si nada. —susurró en cuanto tuvimos el rostro cerca uno de otro. —¿crees que se me olvidó lo que hiciste ayer?

Yo rodé los ojos, no era momento para eso, se supone que estábamos practicando no viendo quien hizo que a quién.

—¿Te crees que soy idiota? —volvió a hablar apretando un poco los dientes.

—No. Ya sé que no, pero por amor a esta Academia y por el bien del concurso, hay que hacer esto bien. —trate de razonar en lo que seguíamos bailando.

—Eres un cínico. —soltó mientras que yo le daba un giro.

—Repítelo. —la desafié, eso ya no me había gustado.

La canción estaba por terminar y solo quedaban algunos pasos finales, así que tenía que mantener la calma.

—Eres… un… —empezó a repetir en lo que yo daba el último giro. —cínico.

Terminó la frase y al tiempo término la canción, el final nos dejó con los rostros a centímetros, yo podía sentir su respiración cerca de la mía y mis ojos no se quitaban de los suyos, que se veían un tanto claros por la luz que les iluminaba, tenía la mirada fuerte, sus ojos lograban trasmitirme ese sentimiento de enojo.

Mientras que yo, recuperaba mi respiración luego de eso y me negaba a quitarle la mirada, me había dicho cínico, ahora yo tenía una razón para molestarme con ella. Pero entonces, sin pensarlo mis ojos bajaron por su rostro hasta llegar a sus labios, que saltaban un ligero aire por la misma agitación.
Regrese mis ojos rápido al inicio, notando ese ligero rubor en sus mejillas, me separe de ella y relamí mis labios sin decir nada, para luego ir a tomar agua, yo no entendía que había pasado, pero tampoco diría nada.

—No vuelvas a llamarme cínico. —solté sin quitar mis ojos de mi botella de agua.

—Es lo que eres. —respondió. —eres el único idiota, que planta a una persona por horas, sin avisar y luego de excusarse de la manera más estúpida posible, llega como si nada si practicar exigiendo cosas, como si tuvieras el derecho.

Ella hablaba, pero tampoco me miraba a los ojos, simplemente mantenía la vista fija en el suelo o en su bebida.

—Ya te dije que lo sentía. —bufé cansado del tema.

—Mentiroso. —susurró con agresividad.

—¿Qué dijiste? —levante la mirada y me acerque a ella con pasos decididos, primero me llama cínico y ahora mentiroso. Que gran inicio de día.

Ella se quedó en silencio, estaba sería, pero aún no me miraba, le daba igual que yo estuviera acercándome molesto o eso parecía.

En cuanto estuve lo suficientemente cercano, empezó a retroceder aún sin mirarme, a veces en serio me hacía pensar que me tenía miedo. Cuando chocó contra la pared fue el momento en que puse mis brazos apoyados en la misma pared, para evitar que tratará de escapar.

—Mírame a la cara y repite lo que dijiste, si eres tan valiente. —solté con algo de fuerza en mi voz, aun no decía nada, así que baje mi rostro al nivel del suyo y me acerque hasta quedar a una distancia considerable. — repítelo April. —susurre aún con fuerza en mis palabras.

Entonces, ella me miro a los ojos finalmente, aun tenía las mejillas rojizas y la respiración algo agitada.

—Eres un mentiroso. —dijo firme y lento. —hipócrita, cínico, desagradecido, orgulloso, narcisista, engreído, odioso, molesto e inmaduro.

Eso era más de lo que había pedido que me dijera… ¿realmente pensaba eso de mi? Bueno, no puedo negar que algunas cosas pueden ser ciertas, pero en su mayoría no.

—Solo estas dolida porque te deje sola ayer. —hice una mueca leve.

—Pero que imbécil eres Conor. —movió leve la cabeza y también hizo una mueca, solo que de disgusto. Levante ambas cejas, ya estaba siendo un poco exagerada, no dijo nada más, pero no tenía que hacerlo, porque sus ojos lo hacían.

Asentí relamiendo una vez más mis labios, buscando palabra alguna para responder, pero no se me venía ninguna a la cabeza, en cambio observé como término por morder su labio en un intento de no decirme quizás algo mucho peor.

—No soy imbécil realmente. —dije finalmente sin despegar la vista de su labio, necesitaba una respuesta. —así que no lo digas de nuevo, suena mal. No es educado.

Ella elevó una ceja y soltó su labio que pareció haber apretado bastante, porque estaba rojizo e hinchado.

—Conmigo lo eres, siempre lo has sido, así que metete tú educación por… —no la deje terminar, no iba a permitir que dijera una atrocidad como la que planeaba.

Puse mi mano sobre sus labios y negué en señal de que se callara, estaba yendo demasiado lejos.

—Relájate, estas histérica. —reproche.
Ella entonces me empujó para poder irse hacia sus cosas y dejarme ahí de nuevo. Al menos, no había dicho una barbaridad. En estos días la gente parecía no tener buen lenguaje y una cosa eran los prejuicios odiosos que decíamos, pero otra, las palabrotas.

—Mañana podemos practicar. —cambie de tema o entonces me tiraría sus zapatos enojada.

—No puedo. —dijo fríamente.

—Estaré aquí temprano… por si vienés. —no la iba a obligar, pero aún así cumpliría con decirle.

—Aja… como quieras. —pareció no darle importancia y solo término de acomodar sus zapatillas y guardar el agua.

Solté un suspiro y traté de relajarme, olvidando que me había dicho de todo ese día… Solo le faltó decirme exactamente, como y cuando, iba a morir.

Pronto, los demás chicos empezaron a llegar, por lo que Jesse y los demás maestros, también debían estar cerca del lugar, así que aproveche para estirar un poco más.

Jake, llegó a mi lado pronto y entreno conmigo en lo que todos esperábamos.

—Ryan, me contó que consiguió el número de April. —corto el silencio él.

—Ah si, ese idiota. Pues si, lo hizo. —me encogí de hombros.

—Y, que te fuiste en cuanto él regresó a la mesa con el número. —ya decía yo, que no todo podía ser una simple anécdota. —¿te molestaste?

—No por eso, más bien, ya no soportaba que hablaran de eso, de repente se volvió tema de conversación y sabes que lo mío con April, viene siendo personal, así que claro que me iba a ir. —explique negando por el recuerdo, lo orgullosamente ridículo que se veía el idiota de Ryan, regresando y agitando el número como si nada. ¿Quién se creía o que?

—O… no soportaste que April le diera el número. —esta vez hablo bajo, pero logre oírlo.

—¿Qué carajo insinuar Jake? —lo mire.

—Nada, nada. Solo digo, porque fue muy raro de tu parte, que aguantaras la conversación de April, pero cuando Ryan regresa justo con el número, te vas, así sin más.

—No me gusta, si es lo que estas tratando de insinuar. —respondí, aunque no me lo preguntara.

—Jamás dije eso… —me miro burlón y yo le di un golpe en el hombro con fuerza, que le hizo quejarse.

Seguí con mi práctica hasta que vimos cómo Jesse, cruzó la puerta seguido de los demás maestros. Nos pidió que hiciéramos un círculo a su alrededor y así lo hicimos.

—Jóvenes… —empezó a hablar dejando las manos dentro de sus bolsillos del pantalón. —traigo noticias del gran concurso de la señorita Louder.

Todos empezaron a susurrar entre si y yo solo esperaba que no fuera algo malo, o algo que diera problemas, porque ahora mismo no me sentía con las capacidades suficientes de lidiar con otro lio más.

—Escuchen todos, escuchen por favor. —una de las maestras nos pidió silencio.

—En tres días, es la etapa principal de la competencia. —terminó de hablar Jesse, que, a su vez, nos daba una mirada a April y a mí. —así que aquellos que tienen como misión participar, tienen tres días más, para perfeccionar la coreografía.

Genial, apenas habíamos podido bailar una vez y porque decidí acercarme y ahora sólo teníamos tres días, para que todo estuviera listo… estábamos en un caos.

—Mientras los demás, trabajarán con el maestro de la clase de baile Urbano, para montar una coreografía que posiblemente usaremos en un festival fuera de la ciudad. —asintió sonriendo. —sin más para decir… a bailar.

Y así mismo, salió del salón dejándonos su todos allí, el maestro de Urbano, pidió el cambio de salón a los demás, dejándonos su April y a mí, solos una vez más, con la incertidumbre y la presión, de que teníamos el tiempo contado.

Y como dije, aquí el capítulo, estuvo tensionante a mi parecer.

Creo que April, ya no se anda dejando de Conor eh.

Pero bueno, fíjense que hoy se me ocurrió tremenda escena, pero para hacerla me toca estar más adelante marce :c

En fin, sentí la tensión y vine tan rápido como pude. Pelea, pelea!

Jaja
<3



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