CAPITULO 2
APRIL
Luego de que Conor me dejara caer bruscamente al suelo, tuve que pedir que me inmovilizaran el pie para no moverlo por accidente y así, sanar más rápido. Las horas pasaron bastante lento para mi, pero aún así, al llegar el momento de salir espere un poco más, no quería que nadie me hiciera preguntas al respecto de la caída.
—Te veo mañana April, descansa. —las chicas que se fueron antes que yo, se despidieron muy amables y sin comentar nada, sabían que probablemente no respondería.
Cuando quedé sola, tome mis cosas y pedí un auto antes de bajar, había traído algo de dinero, se supone que sería para alguna emergencia, pero viendo que caminar hasta mi casa me quedaba bastante difícil, preferí usarlo en ese momento. Aún me costaba creer un poco la situación, sabía que no le agradaba mucho, pero no pensé que fuera capaz de eso, técnicamente él sabía que nos caeríamos, yo se lo dije, le pedí incluso que me bajara y aún así, no lo hizo.
Lo culpaba de mi lesión si, pero tampoco lo culpaba de todo lo sucedido, después de todo, fui yo quien decidió audicionar aún sabiendo que era muy posible que él ganará el papel principal también, pude haber dejado que Anastasia, ganará ese papel, después de todo yo recién había llegado de una presentación importante y podía darle la oportunidad a alguien más de disfrutar un personaje protagónico.
No le di más vueltas al asunto en mi cabeza, mire mejor por la ventana del auto y espere llegar a mi casa, tome mi teléfono y busque alguna canción que logrará calmarme y distraerme, no me decidía así que mejor puse la opción de reproducir aleatoriamente y deje que sonarán las canciones.
La primera canción que inundó mis oídos, fue la composición francesa de lo que para mí era un clásico, “Parle À Ta Tête” cantada por; “Indila” (que así mismo como la canción, es francesa) en mi cabeza cante la letra y como siempre, una coreografía se vino a mi mente, ya se estaba volviendo bastante común el que mi cabeza creara bailes y rutinas para cada canción que escuchaba.
—Señorita, ya llegamos. —la voz del conductor me obligó a quitarme los audífonos, no supe cuanto tiempo había pasado, pero habíamos llegado bastante rápido.
—Gracias. —pague instantáneamente, justo antes de bajarme del auto.
Al asegurarme de que todo estaba bien, me despedí de aquel hombre y como pude, subí por las escaleras del edificio donde vivía hasta llegar a mi piso, que no era muy alto, es decir, el tercer piso no es algo muy lejano, pero cuando tienes una lesión de tobillo, es complicado.
Esperaba que mi nana ya se hubiese dormido, si me veía caminando de la forma en que lo estaba haciendo ahora, se podía preocupar y no quería eso. Encendí las luces de la sala, todo estaba en silencio y muy tranquilo, deje mis cosas sobre uno de los sofás y camine lo más lento que pude hasta la habitación de mi nona.
Abrí la puerta con cuidado, asome un poco la cabeza y logre ver su respiración tranquila, eso era una buena señal, significaba que ella había logrado dormir temprano. Cerré de nuevo su puerta y fui a mi habitación dejándome caer sobre mi cama, estaba bastante exhausta y el tobillo aún me dolía un poco.
Mi teléfono empezó a sonar de manera insistente, cuando mire el número, me extrañe un poco, no era algo normal que Jake (el mejor amigo de Conor) me estuviese llamando a esta hora.
—¿Bueno? —cuide que el volumen de mi voz, fuera lo más bajo posible, de manera que él me escuchará, pero mi nona no, no quería despertarla por accidente.
—¿April? Soy Jake. —escuche que respondió al otro lado de la línea.
—Si, se… se quien eres, hola.
—Lamento llamarte ahora, solo quería saber cómo estabas… supe lo de tu caída y las chicas me dijeron que no querías preguntas, así que esperé, pero quería saber si todo estaba bien.
He de admitir, que Jake, siempre fue más amable conmigo que Conor, a diferencia de su amigo Jake, me ayudaba a veces cuando lo necesitaba (y cuando lo déjala hacerlo) me hablaba normal e incluso alguna vez me dio regalos de cumpleaños y otras fechas especiales, Anastasia y otros de clase, piensan que es porque quizá le gusto de hace mucho, pero prefiero creer que solo es amable y que no quiere ser tan egoísta y antipático como Conor.
—Esta bien, entiendo. Gracias por preguntar, aun me duele un poco, pero estará bien. —lleve mi vista a mi pie, no estaba inflamado y podía moverlo un poco, así que supongo que es buena señal.
—Eso es buena noticia. Por otro lado, lamento mucho lo que pasó, Conor, me dijo que no lo había hecho a propósito, pero teniendo en cuenta todo su expediente contigo, es probable que su ego le ganará. —en eso tenía bastante razón. — de todos modos, me sorprende mucho hasta donde llegó si fue así. —eso último, lo dijo en un susurro, no quería que yo lo escuchará.
—Ya pasó. Y no es tú culpa, así que quien debe disculparse es él, no tu.
—Tienes razón… —dio un leve suspiro.
—Agradezco tú llamada Jake, pero debo irme, necesito dormir y aunque no iré mañana a entrenar en la mañana, debo ir al trabajo. —no quería sonar grosera, pero era cierto.
Me gustaba entrenar y bailar, pero el sueldo que me daban en las presentaciones pequeñas no me alcanzaba para mucho, quizá para mi sola si, pero no soy yo sola, también está mi nona y a ella le tengo que dar lo mejor que pueda. Es por eso que trabajo en una cafetería cerca del estudio de danza, así tampoco me pierdo mucho de los entrenamientos.
—Esta bien April, cuídate.
—Lo haré, hasta mañana. —y sin decir nada más, colgué la llamada y dejando a un lado mi celular, me dispuse a prepararme para dormir.
Esperaba que mañana pudiera mover mejor el pie, de otro modo tendría complicaciones para poder trabajar y eso era realmente lo que más me preocupaba, no poder ser rápida como normalmente lo soy.
Respiré hondo y cerré los ojos para dormir, tenía que dejar de pensar en eso o me estaré dando un dolor innecesario de cabeza.
—Calma April, todo saldrá bien. —me dije a mi misma y desconecté mi mente del mal recuerdo.
A cambio de lo que había pasado, mi cerebro empezó a recordar otras cosas; mi niñez, para ser exacta el día en que llegue aquí con mi nona, recordaba que era el día más feliz de mi vida en ese entonces, nos habíamos venido a esta ciudad para poder concursar en algo grande por primera vez. A pesar de que fue difícil entrar porque no contaba con una agencia de baile o al menos una Academia de la ciudad que me representará, mi nona (quien realmente era mi abuelita) estuvo haciendo muchos papeles para que me dejaran participar.
Cuando lo logró, tanto ella como yo, estuvimos lo más alegres que se podía estar, si ganaba este concurso, muchas cosas buenas pasarían para nosotras y nos mejoraría la vida, aunque ella me insistía en que lo importante era cumplir mi sueño, yo tenía en mente el que finalmente después de la muerte de mis padres, podríamos volver a vivir mucho mejor que como en ese momento.
Fue una completa sorpresa para nosotras, cuando gane ese primer lugar, había ganado en mi primer concurso grande de baile, todas las veces que practique y participen en cosas pequeñas del lugar de donde venía, había válido totalmente la pena. Claro que, no sólo había ganado algo para mi abuela, si no que también, le había ganado a ese chico que era una celebridad en todos las presentaciones del baile, así es, Conor, él siempre me pareció un chico con talento, alguien que tenía pasión por lo que bailaba, que de verdad trasmitía algo especial en sus pasos. Haberle ganado a él, me hizo sentir grande y además importante, pensé incluso que, si éramos amigos, seríamos un dúo grandioso de baile, pero entonces todo eso se estrelló al momento en que me hablo.
Su primera palabra me hizo ver lo egocéntrico y orgulloso que era, ni siquiera me conocía y simplemente ya le caía demasiado mal, su mirada me reto a ser su competencia y aunque yo no entendía porque, decidí que sería mejor herir su orgullo que darle la razón. Ese momento fue el que me destino a ser su némesis en el baile, él piensa que me cae mal, que lo odio, que simplemente no lo soporto y realmente no es así, me da bastante igual lo que piense, de todos modos, no ha cambiado nada.
Mi abuela al verlo, me insistió mucho en que hablará con él, en que lo conociera mejor porque ella le ve bondad a todo, pero yo no lo hice, y aún no lo hago, mi pensamiento de él, es que es competitivo y eso de ganar siempre le tiene lavado el cerebro, tiene que aprender que no siempre se gana y que incluso cuando se gana, no siempre se gana solo. Pero no pienso ser yo quien se lo enseñe.
En algún momento, uno que es inexacto para mi, me quedé dormida y me desconecte de todo dejando que mi cuerpo y mi cabeza tuvieran el descanso que tanto les hacía falta.
***
—¡April! ¡Mija tú alarma ya está sonando! —mi abuelita me sacude con algo de fuerza.
—¿Nona? —me froto los ojos y la veo ahí frente a mi. —Nona no deberías estar fuera de la cama, el doctor nos dijo bien que debes guardar reposo.
—Si mi niña, pero es que se te va a hacer tarde para ir a la academia. —si, ella no sabe que trabajo como camarera para tener ingresos extras y es mejor así.
—Ya voy nona, no te preocupes, regresa a la cama, en un momento te llevo el desayuno y tus medicinas.
Ella como siempre, me da una de esas bonitas sonrisas y a su paso lento, regresa a su habitación, sabe que puedo preocuparme demás si no está en reposo, así que se asegura de reposar cuanto pueda para estar bien. Desde que le diagnosticaron taquicardia, es más difícil de sobrellevar a su edad, la primera vez que tuvo un ataque en su corazón, quedó demasiado débil y fue una tortura para mi, así que decidí que ella no debería preocuparse por nada más, que por su salud y cuidarse.
No quería perderla tan rápido, no ahora que estoy avanzando tanto en mi carrera como bailarina.
Me levante y ordene la cama tan rápido como pude, fui hasta la cocina y como dije, prepare su desayuno y lleve sus medicinas, mientras yo me alistaba para salir, ella comería y tomaría sus medicamentos. Cuando por fin estuve lista, recogí los platos y dejé un beso en su frente asegurándome de que todo estaba bien.
Sin más, partí del departamento y antes de llegar a mi lugar de trabajo, pasé por un par de pastillas que me ayudarían con la situación de mi tobillo. Para cuando llegue, apenas estaban abriendo la cafetería por lo que respire de alivio, pues no había llegado tarde como pensé que llegaría.
—Buen día April. —Toby, mi compañero de trabajo me saluda en cuanto entro para cambiarme.
—Buen día. —paso con rapidez y me cambio casi en tiempo récord.
Tomo una de las toallas para limpiar las mesas y me recojo el cabello en una coleta empezando así mi día de trabajo.
—Oye. ¿Tú pie esta bien? —me pregunta Toby, que señala mi tobillo.
—Si, esta bien, ayer tuve un incidente en la Academia, pero no te preocupes, esta bien.
—¿Segura? Porque puedes quedarte en la caja hoy y me encargó del resto si prefieres. —se apoya a un lado de la mesa esperando mi respuesta.
Lo pienso unos segundos, no sería mala idea y si lo vuelvo pensar, eso me ayudaría mucho con la recuperación del pie.
—Si, esta bien, pero si necesitas ayuda avísame. —lo mire esperando a que me dijera que si.
Él asintió no muy convencido y en cuanto tuve su aprobación yo terminé de limpiar las mesas y me quedé detrás de la caja para cobrar en cuanto empezarán a llegar los clientes.
Mientras esperaba, veía como algunos de mis compañeros pasaban por la calle de enfrente, listos para empezar con todos los entrenamientos, en algún momento quise dejar de trabajar aquí y enfocarme en el baile todo el tiempo, pero no lo hice, aunque era agotador el quedarme algunas horas demás practicando para llegar al mismo nivel que todos, prefería eso, a bajar la ayuda que le estaba dando a mi nona.
—Buenos días April. ¿Cómo está la señora Emilia? —una de las clientas más frecuentes del lugar, ella conocía a mi abuela de hace algunos años y siempre preguntaba por ella.
—Buen día señora, esta bien, ya sabe, como siempre. —y es que para nadie era un secreto que mi nona desde hacía ya casi tres años, estaba algo mal de salud.
—Bueno linda, espero mejore. ¡Ten lindo día!
—¡Igual usted! —sonreí leve y seguí con mi trabajo.
Cuando pasaron algunas horas, en el momento justo del receso de los chicos de la Academia, pude ver que Jake y Conor, se sentaron a desayunar en una de las mesas de allí, no todos sabían que trabajaba allí y no le tomaba importancia tampoco, así que seguí con mis cosas hasta que mi nombre se escuchó en su conversación.
—Vaya exageración. —la voz era inconfundible, Conor, estaba hablando.
—Amigo, no sabes realmente que tan mal estuvo la lesión.
—Si lo se, estuve en el diagnóstico, no fue tan horrible, como para que no llegará hoy. Además, si le importa tanto, ¿por qué no ha venido en toda la mañana?
Me quedé quieta escuchando, tenía razón, no había llegado en toda la mañana, pero era simplemente porque tome el turno completo, como a veces hacia, pero claro, él jamás sabe de eso, porque nunca se percata realmente en lo que hago.
—Conor, no sabes exactamente porque es que no llega aún, además no es el único día, solo que nunca le tomas importancia y te da igual. —si, así mismo, Jake, le dijo justo lo que pensé.
—Eso es irresponsabilidad, si tanto ama bailar, debe saber que esto no es a la ligera y que debe tomarse tiempo completo. Insisto, es que ella, no merece todo el reconocimiento que ha tenido.
Ya estuvo, me levante de donde estaba limpiando una de las vitrinas vacías y me acerque a ellos, estaba harta de sus comentarios para hacerme quedar mal y desvalorizar lo que hago, solo porque él, no tiene las mismas obligaciones que yo.
—Para tú información Masters, tengo más cosas que hacer. —su rostro cambio cuando me vio frente a él. —no soy niña de mami y papi, así que cierra la boca y deja de decir cosas de mi que no sabes, si tanto te doy igual, demuéstralo y madura un poco.
—¡Oye! Solo digo que debes tomarte más en serio esto, si no tienes tiempo de bailar como nosotros, no lo hagas y ya.
Su respuesta sonaba demasiado patética, él jamás entendería que no todos tenemos sus estúpidos beneficios. No respondí.
—Sabes que tengo razón Dibrina, por tú bien, te aconsejó que le des la oportunidad a alguien más competente. —quito su mirada de encima mío.
La rabia que sentía ahora, era algo que no iba a explicar, sabía que me odiaba, pero jamás pensé que a tal punto. No me resistí, tomé la taza de café que estaba tomando y la derrame desde su cabello, hasta donde llegará, ensuciando todo su uniforme de danza.
—No se que demonios tienes contra mi, pero te lo digo, no sabes nada de mi, no tienes derecho de decir lo que no te conviene. Te he tenido paciencia por años Conor, concéntrate mejor en cambiar ese estúpido orgullo que traes, porque te aseguró que no llegaras a nada. —apreté los puños para no hacer algo peor, como empujarlo fuera del lugar. —y no te preocupes, la casa invita.
Y antes de que Toby, me dijera algo, volví detrás de la caja y deje parte de mi dinero en ella, pagando así, el café que recién había desperdiciado.
Buenas, ya se que fue un poco tarde, pero juro que llevo 3 horas trabajando en este capítulo, salió la verdad bien generoso, aquí conocemos más de April y su punto de vista con Conor.
Déjenme saber si les esta gustando, si les esta pareciendo bastante bien y claro, sus opiniones y demás, que la verdad ver sus comentarios me llena de alegría.
Gracias por leer, no olviden que actualizó cada finde, así sea tardecito.
Besos.
<3
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