CONOR

El baile para mi lo es todo, creo que desde que tengo uso de razón me gusto moverme al ritmo de diferentes melodías, mis padres notaron esto cuando tenía casi ocho años de edad, así que como cualquier padre que de verdad apoya a sus hijos, me dejaron entrar en una Academia de danza, si me lo preguntan, la mejor que hay en el país.

Yo no quería dedicarme solo a un género musical, yo quería más que eso, quería ser invencible a la hora de estar en el escenario, quería que todos me vieran y sintieran un “eso” con mis pasos de baile.

Logre mi cometido rápido, a los ocho años de edad, antes de cumplir los nueve, gane mi segundo premio de primer lugar en una competencia nacional, en la categoría infantil. Esa victoria fue la que más me impulso a seguir con lo que amo, bailar para ganar.

Así fue como me gradué en el área de la danza, como bailarín profesional, aunque me había costado bastante, porque también tenía que terminar la escuela y entre las tareas y las coreografías, no tenía tiempo de nada más. Aun así, el esfuerzo valió la pena, pues me volví el mejor de mi Academia, alguien a quien aplaudían siempre que se presentaba en los escenarios.

Me daba energía saber que todos me tenían en ese lugar de ser el mejor, durante toda mi adolescencia nunca me sentí más pleno que escuchando mi nombre en los primero lugares de cada competencia.

Pero como todo tiene su final, pues mis victorias también, mi racha ganadora se vio afectada desde la primera vez que fui su rival, el día ese en que por primera vez alguien me quito el triunfo y las ovaciones se quedó en mi memoria hasta el día de hoy.

Un nombre, dos palabras: April Dibrina, una niña mimada que se encargó de hacerme perder cuando tenía dieciséis años y participaba en la categoría juvenil, como premio, le dieron una maldita corona, mi medalla y cuantas flores pudiera tener en sus manos.

“Es competencia de baile, no certamen de belleza” me queje con uno de mis compañeros cuando estuvimos detrás de escenario. Él solo se río de mi.

Trate de olvidar todo eso y de centrarme en que la próxima vez, sería yo quien ganaría. Pero mi suerte cambio de nuevo, como si ese día se hubiese puesto en mi contra, pues al volver a la Academia, el maestro de todos nosotros, presentó a alguien más para el equipo, una chica más, ya que nos hacia falta para poder quedar todos completos.

Pensaría que era cualquier chica menos ella, sin embargo ahí estaba de nuevo, con esa sonrisita, April, había llegado a joderme todo, así que desde entonces, ha sido mi némesis en el escenario y creo que en general.

Hoy, era justo ese día pero con un año actualizado, nadie sabía lo bien que recordaba el momento en que perdí por primera vez.

—¡Conor! —el grito de mi mejor amigo me hizo poner los pies en la tierra de nuevo.

Lo mire, y él solo me hizo una señal con su mano para que me acercara.

—¿Qué pasa? Llevas en otro mundo como desde hace diez minutos.—frunce el ceño levemente.

—Nada, solo pensaba en la práctica de hoy, es todo. —me excuse, pero se que no es suficiente para convencerlo.

Aun así, no dijo nada más y ambos cruzamos al otro lado de la calle, ese día el sol estaba brillando demasiado, tanto que el calor dentro del estudio de danza era como estar en la playa en verano.

El aire acondicionado no tenía más niveles para enfriar así que tuvimos que abrir todas las ventanas a nuestro alrededor para poder practicar  sin sofocarnos.

—¡Y uno! ¡Y dos! ¡Y uno! —las indicaciones de la maestra de ballet eran precisas, por ahora sólo calentábamos para lo que seguía.

Teníamos un recital para abrir con broche de oro el Festival de Artes que hacían cada seis meses en la ciudad, normalmente nos turnamos en academias para poder abrir y cerrar dicho festejo.

Esta vez, teníamos que abrirlo y lo haríamos con una obra clásica que la mayoría conoce; el lago de los cisnes y el cascanueces, la primera, se haría con los jóvenes de edades entre los catorce y dieciocho años. En cambio, la segunda sería hecha por nosotros, que estábamos preparando todo.

—El día de hoy, elegiremos a nuestras estrellas de tan clásica obra. Como saben, los personajes principales consisten en el cascanueces y Clara. Hemos decidido con todos los maestros, en escoger hoy, a esos dos personajes para después, repartir los papeles que falten. —esta vez, fue el maestro más antiguo quien habló, Jesse Di Lovato.

Quien ha manejado este lugar desde tiempos inmemoriales.

—Tendrán estas dos primeras horas, para practicar sus mejores pasos, luego, audicionaran para dichos papeles. Aclaró que no es una obligación. —la maestra de ballet; Lara, nos da una sonrisa y seguido se marcha con Jesse, dejándonos solos.

Yo por supuesto (como muchos aquí) quería el papel principal del cascanueces, por lo que, sin perder más tiempo me dispuse a ensayar, Jake, mi mejor amigo y compañero de prácticas estaba a mi lado.

—¿No piensas ensayar? —pregunte mientras me estiraba en la barra de metal frente al espejo.

—No para ser el cascanueces, el ballet no se me da muy bien, ya sabes. —se encogió de hombros y prefirió hacer algunos ejercicios básicos.

No entiendo como es que no quiere ser el principal, aunque bueno, siempre me ha dicho que esto de bailar lo ve más como hobby, lo de él es la programación. No le di más importancia y lo deje pasar.

Unos minutos luego, se escucharon algunas risas llegar, mire la hora en el reloj de pared del salón y rodé los ojos, las chicas habían llegado.

No me molesta que lleguen en si las chicas en general, lo que me molesta es que en ese grupo llega April, que para ser exacto recién aparece después de su papel como Aurora en el último musical de la ciudad.

Yo iba a audicionar para el príncipe Felipe, pero lo descarte casi de inmediato cuando supe que ella sería Aurora, no porque me afectará profesionalmente, más bien, porque entre menos me la encontrará mucho mejor para mi.

—¿Ya viste? —Jake, se acerca a mi y señala con la cabeza hacia la peli negra.

—Si, ya la vi. —no miro a donde señala y digo con lo mío.

Me tomo unos minutos para respirar y olvidar la presencia de la chica que de seguro también estaría practicando.

No tengo en cuenta el tiempo, pero las dos horas que nos habían dado, se pasan rápido y siento que pude haber hecho más.

—Jóvenes, acérquense.—la voz de Jesse, llama la atención de todos los presentes.

Chicos y chicas, nos acercamos y hacemos un círculo frente al hombre, con la mano, nos da la indicación para que nos sentemos en el suelo, así que lo hacemos sin refutar.

—Como verán, ya han pasado dos horas, así que ahora, pasarán uno por uno, al salón siguiente y harán su audición. Quienes no vayan a participar, pueden ir a ver a sus compañeros. —y dicho esto, muchos de nosotros se levantaron.

—Cuando les de la indicación, Irán pasando en orden de llamado. —esta vez es la maestra Lara.
—Mucha suerte a todos y todas. —el maestro nos sonríe. — y no olviden felicitar a la señorita Dibrina, que nos dio un nuevo logró con el papel de la princesa Aurora en el musical del teatro.

Ya se había tardado en hablar sobre ella. Cuando escuche lo que dijo sobre ella, no hice más que mirar a otro lado, como siempre, no tardaron en llover aplausos y felicitaciones de parte de la mayoría, en especial de Jake, que por alguna razón le tenía demasiado aprecio a esa chica, y con demasiado, de verdad me refiero a demasiado, llegaría a creer que le gusta.

—Sin más para decir, los veo en un rato. —Jesse, como siempre, hace un saludo con la cabeza y se va al salón siguiente.

Lara, empieza a organizarnos a todos en un círculo por separado, a un lado: las chicas, al otro: nosotros, los chicos.

Pase mi vista por todos los que estaban allí, cada uno era buen bailarín y a pesar de ser compañeros míos, ahora eran mi competencia por ese papel. En cuanto al lado de las chicas, bueno, había bastantes talentosas y claro no podía faltar April, nunca se pierde una audición de nada.

Cualquiera diría que aquí la odian, pero no es así, al contrario siempre la ovacionan, como si fuera lo más increíble que hayan visto en sus vidas.

—No se para que estamos aquí, todas sabemos que April será Clara. —escuche que una de ellas estaba comentando.

—No es cierto, no sabemos eso. —escuche que respondió la misma Dibrina.

—Lo dice porque ganas casi siempre los principales, por no decir que siempre. —otra de las chicas habla.

Jake, me dio un leve empujón y me miro con negación, claro, estaba escuchando una conversación ajena.

—¡Conor Masters! —resonó mi nombre por todo el lugar.

Me levante y camine a la puerta, era mi turno de audicionar, me pare a pensar un momento antes de pasar por la puerta, si me ganaba este papel, sería increíble, pero, si April, también ganaba, tendría que bailar junto a ella y esa idea no me agradaba.

—Conor, te toca. —la maestra me miraba aún sonriendo.

Asentí y me hice la idea de que April esta vez no ganaría el papel, no quería trabajar con ella aquí, toda la vida hemos estado en una constante competencia, porque aunque suene ilógico, se que esta también me tiene fichado de la misma forma.

Camine hasta el centro del lugar, en un lado estaban todos los demás sentados preparados para verme, por el otro, estaban los maestros listos para evaluar lo que hiciera falta.

Encendí la música desde mi teléfono, era algo clásico un poco parecido al ambiente de la obra original, me posicioné como había planeado inicialmente y la coreografía empezó.

Los movimientos eran ligeros, no quería algo sobre cargado cuando el ambiente del baile era leve, di algunos giros cambiando el nivel con el talón de mi pie.

Maneje la distancia de mis brazos al momento de avanzar por el suelo, no tenía que quedarme quieto en un solo lugar. Cuando fue el momento exacto, di un gran Ballonné Pas, aterrizando como una pluma sobre la punta del pie.

Seguí con otros pasos más, unos simples y algunos más complicados, como sabía que la coreografía no debía durar mucho, finalice con un Jeté, Grand.

La música hizo silencio y yo una reverencia dando a entender que ya había terminado. Cuando levante la cabeza de nuevo, los aplausos no tardaron en llegar, yo no pude evitar sonreír, me sentía en mi zona segura.

—Maravilloso Conor, como siempre he dicho, tienes gran precisión en los saltos. —Lara, es la encargada de dar el veredicto final, por lo que un cumplido de su parte, es como ganar puntos.

—Bien hecho joven Masters, ahora puede regresar al salón de práctica y esperar allí. —Jesse, me da su más plena sonrisa clásica y yo, obedezco su orden.

Regresó al salón principal y me quedo en la barra practicando algunas poses iniciales, me doy tiempo de hidratar mi cuerpo y voy escuchando uno a uno, los nombres de los demás que van para la audición.

Toda la tarde la dedican justo a eso, a elegir los personajes principales para la obra.

—¡Conor! —el grito de mi amigo me desconcentra de lo que estoy haciendo.

Le doy una mirada, dándome cuenta de que esta casi corriendo en dirección a mi, tiene una gran sonrisa y cuando llega da un respiro grande.

—¿Qué pasó? ¿Acaso April ya te hablo? —me burle, pero a él no pareció darle risa. Sigo creyendo que si le gusta.

—No dan risa tus bromas Masters. Mejor escucha, ya se cuales son los resultados de las audiciones. —miro a los lados y se aseguró de que nadie más escuchará.

—¿En serio? —lo mire un poco incrédulo.

—Te lo juro. Amigo, eres el cascanueces. —susurro con los ojos bien abiertos.

Espere unos segundos, no quería reaccionar tan rápido porque podría ser una de sus malas bromas, pero al ver que no dijo nada más y aún mejor que seguía con la misma expresión, me emocione.

—¡Si! —célebre y baje la voz al instante. —¿Y sabes quien será Clara?

Una parte de mi, estaba inquieto por saber eso, necesitaba que me dijera cualquier nombre menos el de April.

—No, nos sacaron en cuanto las audiciones de las chicas acabaron.

Asentí comprendiendo lo que decía, no todo lo iba a saber a detalle.

Pronto, todos ya estábamos de nuevo en el salón principal, sentados frente a los maestros que traían un par de hojas de papel entre manos.

—Antes de revelar a los personajes principales, quiero felicitarles a todos por sus bailes, veo que han mejorado cada vez más y estoy orgullosa de todos y todas. —la señorita Lara, inició una oleada de aplausos que se contagio por todo el lugar.

—Después de hablar con todos los maestros, hemos llegado a una conclusión final. —Jesse, dio un par de pasos para quedar frente a Lara. Antes de seguir hablando, recibió los documentos de la maestra y volvió a mirarnos a todos. —Como el intérprete del cascanueces, tenemos a; el joven Conor Masters, un aplauso por favor.

Aunque ya sabía que era yo ese personaje, no pude evitar volver a emocionarme y esto aumentó gracias a todos los aplausos de mis compañeros.

—Bien jóvenes… Ahora, como intérprete del personaje de Clara; la joven April Dibrina. —de nuevo todo estallo en aplausos cuando escucharon el enunciado de Jesse.

Mi sangre se congeló, si ella era Clara, eso quería decir que yo debía bailar con ella, algo que jamás había hecho y algo que no quería hacer.

Busqué con la mirada a esa niña escurridiza, cuando la encontré, solo sonreía y agradecía a sus amigas que seguían felicitándola.

En un momento, sus ojos encontraron los míos y su sonrisa se borro, estaba casi seguro de que pensaba igual que yo con respecto a trabajar juntos.

—April, Conor. Los estaremos esperando en el gran estudio, allí veremos que tal salen las maniobras aéreas y los giros en conjunto. —Lara, interrumpe el momento de miradas que hablan solas y llama nuestra atención.
—Si señorita. —ambos respondemos al mismo tiempo.

Todos los maestros se marchan y nosotros nos levantamos del suelo, sabía que tendría que dirigirle la palabra en algún momento, pero no quería hacerlo, simplemente no me nacía.

—No es tan malo amigo, ella baila bien y tú también. —Jake, pone su mano en mi hombro. —Es algo profesional y ya, no te lo tomes personal.

Lo miré un poco de reojo y asentí, tenía algo de razón en sus palabras.

No escuche que dijera nada más, en cambio, solo palmeo mi hombro un par de veces y se alejo.

Yo tome mis cosas y me dirigí al pasillo para ir al otro lado, no espere a April para nada, de todos modos, no tuve que hacerlo, ella también estaba camino al gran estudió.

—Tampoco me agrado la noticia. —rompió el silencio que había mientras caminábamos lado a lado. —Pero tengo suficiente madurez y autocontrol como para saber que esto, es algo profesional.

Fruncí el ceño al escuchar lo que decía, ¿me había dicho inmaduro? Si, estaba seguro de que si lo había hecho.

No respondí a ese comentario pasivo agresivo, solo la vi adelantarse unos pasos más y llegar primero al estudió. Yo llegue un par de pasos después y deje mis cosas a un lado de la silla larga que había en un rincón.

—Como sabrán, es importante que puedan hacer en sincronía los giros y por supuesto, los pasos aéreos. —Lara, quien estaba acomodando sus zapatillas, se levantó para vernos a los dos. —Iniciaremos con un levantamiento estático. Conor, deberás sostener a April. La posición será en estrella y el tiempo es de al menos diez segundos consecutivos, si logran hacer eso, será fácil el resto.

Asentí, estire un poco mis brazos y me prepare para la elevación, en mi cabeza empecé a recordar como era el proceso de esta pose.
Repase los pasos y los repetí: ella tomaría algo de impulso hacia mi, daría un salto leve cuando estuviera a los centímetros adecuados y yo la tomaría de la cintura con ambas manos, con el impulso que ella traía sería suficiente para yo elevarla hasta arriba de mi cabeza y dejarla estática, mientras, ella debía estirar sus brazos y piernas, formando una estrella con su estiramiento. A simple descripción, parecía fácil, pero la clave era el equilibrio y ahí, es donde entra lo difícil.

—Cuando cuente tres, April, tomaras el impulso y entonces ambos iniciaran la posición. —la maestra se hizo a un lado de manera que pueda vernos a ambos.

Camine hasta el otro extremo y tome la posición de alcance para estar listo de recibirla.

—Uno, dos… —Lara, miraba con atención a ambos. —Y… ¡tres!

En cuanto dijo tres, April se acercó con el impulso perfecto, pero mi cabeza no quería hacer esto con ella. Cuando su cintura estuvo a la altura correcta en el salto, la tome rápidamente y la eleve, pero la elevación fue demasiada y mis brazos temblarían con esa posición.

Traté de mantenerla en alto, solo eran diez segundos, tenía que aguantar, mantuve la mirada fija al frente y como temía mis brazos temblaron.

—Conor, bájame. —pidió ella, sabía que estaban mal mis brazos.

Pero hice caso omiso, solo faltaban unos segundos más.

—¡Conor que me bajes! —no alcance a reaccionar con su insistencia, cuando en un momento de segundos, mis dos brazos se doblaron.

Como reacción yo me quite de allí cayendo al suelo por alcanzar a chocarme con ella mientras caía. Ambos acabamos en el suelo y yo me enoje conmigo mismo por no haber sido precavido.

Lara, se acercó para ayudarnos a levantar, yo me levanté sin problema y me sacudí un poco, moví mis brazos, ambos estaban bien.

—Auch… —un quejido llamo mi atención, cuando mire hacia April y Lara, logre darme cuenta que mi compañera estaba cojeando.

Me acerque a ella, puede que me caiga mal, pero mi intención no era lastimarla.

—¿Puedes caminar? —Lara, se arrodilla y mueve el pie de la chica.

Ella se queja con algunas muecas de dolor, es entonces que me doy cuenta de que si provoque que se lastimara.

—Ya regresó, llamaré al enfermero. —la maestra se levanta y me da una mirada de que me quede con ella a lo que asiento.

Sigo con la mirada como sale del lugar y se encamina por el pasillo, me atrevo a mirar a April, quien toma su tobillo sobándolo un poco.

—¿Te duele mucho? —esto era un poco incómodo para mi.

—Si de verdad no querías bailar conmigo, solo tenias que decirme y ya. —me da una mirada de muy pocos amigos.

Tenía razón, no quería bailar con ella, pero tampoco sería capaz de hacer que se lastime a propósito.

—Por eso es que nadie baila contigo… —habla entre dientes, como si no quisiera que yo la escuchará. —Serás un bailarín solista, pero como compañero, no sirves.

—No era mi intención ¿si? —respondo a sus comentarios frustrado. —Si no te hubieras movido, había podido aguantar, pero tenias que gritar.

—¡Claro que grite! ¡Era yo la que estaba por el aire! —se reincorpora mirándome severamente.

—¡Eso fue lo que me desconcentro!

—¡Admite una sola vez en tú vida que no tienes la razón! —exaspera con algo de disgusto. —Pero que inmaduro.

Abro de nuevo la boca para reclamar, pero Lara, entra finalmente con el enfermero que nos saluda a ambos y enseguida se acerca a revisar el tobillo de April.

Le di espacio para no estar ahí encima de todos y esperé por respeto a que dieran el diagnóstico.

—Tienes suerte, solo ha sido un desguince, pero, aunque no es grave, necesitarás descansar al menos dos semanas. —al escuchar al enfermero, me temí saber que pasaría ahora.

—¿No podrá bailar antes? —pregunta Lara.

—No, eso podría provocar algo peor y entonces no podrá bailar por más de dos semanas. —asegura el enfermero.

—Lo siento April, tendremos que optar porque baile otra de tus compañeras. —Lara, suspira y respira hondo.

—Entiendo… Esta bien. —Dibrina, le da una sonrisa, pero cuando me mira a mi, su rostro cambia a uno de odio.

El horario de prácticas termina y con ello mi energía, tomó mis cosas después de cambiarme y salgo de la Academia, no espero a nadie y tampoco quería hablar ahora con Jake. El rumor de que deje caer a April, ya se había esparcido por todos mis compañeros y aunque la mayoría creía que fue accidental, Jake, y otros, pensaban diferente.

Camine por las calles hasta llegar a mi departamento, deje caer el bolso en la sala y yo me tumbe en el sofá, cerré los ojos y me relaje, mañana sería un día pesado, de hecho, toda la semana lo sería con las prácticas de la obra.

Holiwis, aquí les traigo el primer capítulo de esta bella historia. Para el próximo fin de semana, será capítulo de la otra historia y así sucesivamente,recuerden que actualizo cada fin de semana.

Espero les guste.

<3