Capítulo Quince
LUISA
Los llantos de mi bebé me despertaron, haciéndome levantar de la cama, a pesar de haber hecho todo lo qué hice no me arrepiento por qué todo ha sido por mi bebé.
-Hola mi amor. -Susurré sacándolo de la cuna en la qué solía dormir. -Mamá va a darte mucha leche. -Lo cargué en mis brazos y el inmediatamente dejó de llorar.
Me parecía tan hermoso mi pequeño, él pequeño Matthew era tan dulce.
Lo llevé conmigo en brazos hasta la cama, sonriendo en el acto, lo puse en aquella y me acosté a su lado para amamantarlo.
-Eso mi bebé, come. -Puse uno de mis pezones en su boca y empezó a succionar de él cómo si nunca en su vida hubiese comido.
Mi vida nunca fue perfecta cómo todos pensaban, había tenido que pasar por muchas cosas al rededor de mi vida, nunca me faltó nada por parte de mis padres y eso siempre fue de lo mejor.
-Tu papá te quiere mucho, él es muy lindo conmigo. -Le hablé al bebé, claro que no entendía y yo era consciente de ello. -Pero por ahora, no podemos decir qué tu papá es él.
Liam le compraba todo a Matthew, era lo mejor qué había sacado de mentirles a todos, Mateo, el papá biologico de mi bebé no tiene los recursos para mantenerlo, en realidad el si quería hacerse cargo del bebé, pero no quería que creciera al lado de alguien que no tiene ni en qué caerse muerto.
Al menos el golpearme a mi misma había servido de algo, necesitaba dinero, necesitaba que Liam me amará por que esa era la mejor manera de producirlo, Alanna no me quitaría mi futuro, esa perra no haría que perdiera por lo que tanto he tenido que luchar.
-Cuidado precioso, hazlo más despacio, podrías ahogarte. -Susurré.
Hace unas semanas al padre de Liam casi le da un infarto, la noticia de que tenía dos nietos más, le hacía tanta ilusión qué piensa poner una demanda a Alanna, necesitaba que pusiera esa demanda para qué ella no amarrara a Liam con esos mugrosos.
Si Harry ponía esa demanda no tendría que darle nada de dinero a ella y todo sería para mí, Liam viviría aquí por sus hijos y yo podría seguir triunfando como lo estaba haciendo.
Yo quería a Liam, pero una cosa es querer y otra la necesidad y yo prefería aferrarme a la última, en realidad no me importaba qué él se acostara con ese pedazo de puta ofrecida, si no que era más por qué ella solo estaba detrás de su dinero.
...
En la mañana, tenía qué hacer mi rutina de siempre, bañar a mi hijo, vestirlo, y luego asearme yo, vestí con unos shorts y una franela, algo ligeramente normal. Hoy iría a ver a Mateo, Liam estaba de viaje no sé en dónde, pero debe ser por asuntos de trabajo.
Me miré en el espejo una vez más y salí con el coche, Luis estaba trabajando así que ni se daría de cuenta
Caminé y caminé hasta su casa, tenía color rosa por fuera, cómo de costumbre toqué el timbre.
-¿Quién es?. -Preguntaron al otro lado.
-Lou. -Murmuré, observé como Martina abría la puerta poniendo una cara de asco.
-Oh, tú. -Susurró.
-Tú. -Puse cara de asco también. -¿Mateo?. -Pregunté.
-Adentro. -Me miró de arriba a abajo descaradamente.
-Mueve el culo. -Protesté y ella se hizo a un lado.
-¡Matt!.-Gritó ella aún con la mirada puesta en mi.
-¿No te da pena venir a la casa de un hombre comprometido después de meterse en sus sábanas?.
-Es su hijo. -Me encogí de hombros.
-Hijo que te recuerdo y no dejaste que lo reconociera.
-Vieja metida, más bien piense en sus cosas y...
-¿Luisa?. -Preguntó con una sonrisa al ver el bebé que cargaba en brazos.
-Mateo. -Exclamé llendo a ponerle el bebé en sus manos.
-Hola bebé. -Le habló de forma consentida, observe a Martina girar los ojos.
-Me voy primo. -Afirmó ella mirando a Mateo.
-Saludos al abuelo Leo. -Contestó el y ella asintió antes de salir de la casa.
-¿Tienes la mensualidad?, sabes que él niño necesita cosas y..
-Ya lo se Luisa, en realidad eso es lo qué estaba juntando ahora, trabajé horas extras para qué puedas tener para todo. -Me ofreció un sobre blanco que abrí con una sonrisa.
Saqué el dinero de aquella, sonreí más cuando vi qué estaba la cantidad que le había pedido. Me quité la franela y los shorts, él estaba tan distraído con Matthew que ni lo notó.
-¿Qué haces?. -Preguntó frunciendo el ceño al verme en una pequeña lencería de hilo.
-Quiero follar. -Solté agarrando al niño de sus manos dejándolo en el coche en él que lo había traído.
-No voy a follar contigo Luisa. -Él se cruzó de brazos intentando no mirarme.
-Sé que quieres. -tomé su mano poniéndola en uno de mis senos, me habían crecido bastantes por el bebé.
-Estoy... Comprometido Lou. -Murmuró cerrando los ojos para tomar aire.
Sabía mis dotes en los hombres, si Liam siendo tan difícil logré que se enamorará de mí con éste idiota será igual.
-La última vez. -Susurré besando su mejilla.
-Eso dijiste la otra vez y..
-Shh. -Puse un dedo en sus labios. -Déjame amarte. -Susurré besando su pecho.
Cayó de espaldas sobre el sofá y me monté encima de él empezando a desabrochar su pantalón, Mateo era sexy, a pesar de todos los problemas con él dinero que tenía, debía aceptar que era un moreno muy guapo y tenía la verga tan grande qué apenas y podía entrar en mí.
Sonreí cuando mordió mi cuello separando mi cabello, su tacto sobre mi cuerpo era increíble, sí tuviera él puesto de Liam sería el hombre perfecto, me miró con la respiración entrecortada para besarme como solo el sabía, de un giro el quedó sobre mí, obligándome a abrir las piernas para que pudiera tener más accesibilidad a mi sexo, bajó rápidamente mis panties y metió sus dedos en mi.
N/A:Lo siento me dio asco jajajaja sigamos con el otro chisme más bien.
***
ALANNA
-Vamos Alanna, habíamos acordado algo. -Sus golpes volvieron a sonar en la puerta.
Lo ignoré una vez más, pero Jake y Emma estaban tan atentos qué me dio miedo lo rápido qué captaron todo.
-¿Es... Papá?. -Preguntó Jake frunciendo el ceño, suspiré antes de asentir, noté cómo se levantaba del lugar y agarraba la mano de Emma. -Tenemos que saludar a nuestro papá.
Emma me miró esperando mi autorización, los niños tenían muchas ganas de verlo, así que asentí con la cabeza.
Metí la cabeza en la revista cuando escuché el sonido de la puerta abrirse.
-¡Papi!.-Escuché la voz de Jake, levanté la mirada de la revista.
La escena más hermosa estaba ante mis ojos, Liam estaba agachado a su altura abrazándolo, Emma estaba a su lado cruzada de brazos sonriendo, noté cómo Liam limpiaba sus ojos.
-¿Tú eres mi papá?, te imaginaba más guapo. -Bromeó Emma poniendo cara de asco, aquello me hizo reír.
-Ven aquí. -Murmuró Liam abriendo más sus brazos para apretarlos a los dos.
-Oye, más despacio Liam. -Habló Emma, Jake no se le despegaba del cuello.
Cuando el por fin los soltó dirigió la mirada hacia mí, se giró para tomar lo qué era una bolsa y le ofreció aquello a los niños.
-Les traje regalos. -Anunció y a Jake se le expandió la sonrisa.
-A cómo me hayas traído juguetes... -Amenazó Emma levantando una ceja.
-Libros, traje libros. -Afirmó, juro que le vi los ojos brillar a Emma.
-Dame eso. -Tomó la bolsa empezando a correr.
-Hey, son mis juguetes. -Protestó Jake corriendo detrás de ella.
-Espera Jake, tengo que sacar mis libros primero. -Murmuró ella tumbandolo en el sofá.
-Siempre es lo mismo. -Se cruzó de brazos enojado, Emma tatareaba una canción mientras sacaba los libros.
-Demonios.... -Susurró sacando los libros de la bolsa.
-Emma sin groserías. -Le reproché.
-¿Sabes cuanto tiempo he estado pidiendo éstos libros?. -Le preguntó a Liam, el negó con o cabeza. -Gracias troglodita mayor. -Le metió un puño en el hombro.
-¿Cómo qué troglodita?. -Preguntó Liam con el ceño fruncido.
-Ella le dice así a todo el mundo. -Murmuró Jake tomando la bolsa para empezar a sacar sus dulces y juguetes de ella.
-Hola.-Saludó Liam, opté por ignorarlo. -Oh,¿Vamos a ignorarnos?.-Se sentó en el sofá a mi lado, sus manos se situaron en sus rodillas.
Vestía un esmoquin negro, era tan sexy qué sentí la necesidad de tirarme encima de él.
-No habló con él enemigo. -Susurré pasando la página de la revista.
-¿Si sabes qué está al revés?, nunca te ha gustado lo cliché pero tu distracción lo hace. -Murmuró y hasta apenas lo noté.
Que vergüenza.
-Oh, esa es la nueva moda. -Dije en forma de burla.
-Lo siento. -Susurró. -Nunca he querido levantar esa denuncia.
-Pero lo hiciste. -Aseguré mirando sus ojos.
-¿Qué?, claro que no, mi padre lo hizo pero se supone que era a su nombre. -Afirmó, fruncí el ceño confundida.
-Hace dos semanas me llamaron, me dijeron que tú habías hecho una denuncia sobre algo de secuestro y privación de derechos, ¿se puede secuestrar a mis propios hijos?.
-Claro qué no te quitaré los niños.
-Está bien igual... -Me vi interrumpida cuando sonó el timbre en la puerta, me levanté para abrirla y le pedí al Dios de las bragas qué no fuera..
-Hola señorita. -Él tipo frente a mi me ofreció unas rosas rojas, yo tensé mi mandíbula.
Lo que me faltaba.
-Oh. -Solté una risa nerviosa. -Fernando, no esperaba que vinieras.
-Pero si.. Teníamos una cita. -Murmuró decepcionado y yo abrí los ojos.
-Si lo siento es qué he estado un poco distraída.
-¿Puedo pasar?.
-¡No!. -Dije demasiado rápido para intentar cerrar la puerta. -Ven otro día, ¿si?.
-Pero señorita usted me dijo qué saldríamos.
-No tengo con quien dejar los niños. -Mascullé entre dientes.
-Por eso le digo que si puedo pasar. -Susurró.
-¿Quién es?. -Preguntó detrás de mí y cerré fuertemente los ojos deseando desaparecer de ese lugar.
Llévenme a Narnia.
-Ah, una... ¿cita?. -Me encogí de hombros cerrandole la puerta en la cara.
-¿Cómo que cita?. -Liam volvió a abrir la puerta y yo me apresuré a cerrarla antes de que Fernando dijera algo.
-Es solo algo tonto. -Excusé.
-¿Tonto?. -Él Volvió a abrir la puerta.
-Si me permite... -Levantó un dedo Fernando tratando de hablar pero volví a cerrarle al puerta en la cara.
-¿Pueden dejar al pobre hombre en paz?. -Intervino Emma.
-¿Cómo dejas qué tu mamá tenga citas con feos?. -Preguntó Liam cruzandose de brazos y Emma se encogió de hombros.
-Ya, vamos a seguir charlando, ¡Fer vete!.-Grité para qué el tipo del otro lado de la puerta me escuchara.
-¡Fer vete!. -Imitó Liam haciendo reír a Jake.
-Cuando yo imitó a mamá ella me regaña. -Siguió riendo en el piso sosteniendo su estómago.
-Deja de darles mal ejemplo. -Reclamé.
-Tengo que darles una buena impresión a mis hijos si a partir de ahora conviviré con ellos.
-¿Y ser un gilipollas ayuda en algo?.
-¿Cómo quieren que sea?. -Preguntó hacia los niños.
-Un papá cabrón. -Protestó Jake.
-Con qué sigas siendo mi troglodita mayor todo está bien. -Le siguió Emma.
-¡Ya llegam... -Mi vista se clavó en la puerta por la qué estaban entrando Karol, Luke, Connor, Annie y Luz.
-Hola. -Solté una risa nerviosa cuando todos dirigieron su mirada a Liam y luego a mí.
-¿Que hace Liam aquí?. -Preguntó Karol soltando las bolsas y quitándose los zapatos.
Oh oh.
-El vino a hablar conmigo, escucha Liam no levantó ninguna...-Deje de hablar cuando la observé tirarsele encima.
Lo tumbó al suelo sentándose en su espalda y agarró su cabello empezando a zarandearlo de aquí para allá y de allá para acá.
-¡Karolina!. -Intervino Connor con ayuda de Luke, intentando quitársela de encima.
-¡Maldito! ¡¿Cómo te atreves a venir después de demandar a nuestra Lana?!. -Murmuró aquella pateandolo cuando Connor logró quitársela de encima.
-¡Él no me demandó!. -Grité y Karol paró de pegarle.
-Je je. -Río nerviosamente. -Lo siento Liam. -Murmuró ofreciéndole su mano, él se levantó sacudiendo su ropa. -No me caes mal, nunca fue mi intención pegarte.
-¿Así debo hacerle a la gente, mami?. -Preguntó Annie con una sonrisa.
-¡No!, nunca golpees a nadie. -Sugirió Karol, Luke sostenía su barriga riendo.
-Qué lindo, haré un video musical con ésto. -Murmuró Luz y por primera vez la miré, había grabado todo con su celular.
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