—Maddi ya te dije que iba a ir por tí—me dijo mi madre al otro lado de la línea telefónica

—Lo sé mamá pero quede de reunirme luego de clases con Hil y Vid para ponerme al día con las clases—le insistí mientras Vid me observaba conteniendo la risa a mi lado y haciendome muecas

—Te he dicho que no—contestó calmada sin ninguna intención de discutir

Vid me observaba curioso cuando mencioné a Hil también, pues habíamos quedado en que lo le hablaría mentiras a mi madre, pero yo como siempre tenía que mentir... Ese era mi gran error.

—Ya casi me voy a graduar mamá, no quiero reprobar—dije dándole una advertencia que en parte era real

—Bien, pero paso a buscarte a casa de Hil luego—contestó mi madre y me colgó antes de que pudiera contestarle algo

—Bien y entonces que dijo—me cuestionó Vid cuando terminé de hablar con mi madre y sentí una punzada en la herida del pie

—Si, pero que irá a buscarme a casa de Hil después—puse cara inocente para persuadirlo, era obvio que no le había gustado que le hablara mentira a mi mamá

—Entonces tendré que llevarte a su casa luego—se acercó y me dio un beso en la frente—No vuelvas a mentir Maddi, quiero hacer las cosas bien contigo

—Lo siento es que es...—ni siquiera sabia que decir

—Descuida, anda vámonos que mi madre nos guardó comida

Caminamos agarrados de la mano en silencio mientras se me escapaba una pequeña sonrisa. El ya le había dicho a su madre que yo iba a su casa sin ni siquiera haber confirmado que yo iría, al parecer estaba seguro de que iba a suceder. Tomamos el bus, llegamos más rápido de lo que pensábamos, pasé el camino recostada su hombro suspirando y pensando en como mi vida había cambiado en estos años y pensando lo ridícula que había sido cuando solo unos añitos menor, tampoco es que haya cambiado tanto.

La última vez que estuve en su casa casi perdemos el control, de hecho cada vez que estamos solos así lo hacemos. No sé que tenía ese chico que despertaba esa parte de mí que no quería despertar...Pero quién podría resistirse a esa actitud tan sexy y ese aspecto tan malvado, pues yo no.

El autobús no dejaba una esquina por lo que tuvimos que caminar un poco, ahorita estaba un poco fuerte y  el titileo de mis dientes se empezó a escuchar porque que moría de frío y pasó su mano sobre mi hombro aferrándome a él para darme calor yo pero yo solo sentía que me iba a derretir.

No estábamos tan lejos de mi casa por lo que temía encontrarme a mi padre o a mi madre pasar en el auto, o a la loca de mi hermana caminando ya que a veces le daban esos ataques de salir a dar una vuelta por el vecindario. Luego de que terminaramos de almorzar y comparir un poco con su madre debería volver a la casa de Hil donde mi madre creía que estaba.

No estaba tan lejos pero sí un poco alejada en comparación a la distancia en la que estaba mi casa y la de él por lo que sólo quería llegar a tiempo.

Sé que estuvo mal que mintiera, no tenía necesidad de hacerlo pero sólo si mi madre así mi madre me daría permiso considerando la situación de mi pie, aunque ya me sentía muchísimo mejor pues estando con él sólo sabían salirme sonrisas.

—¿Todo bien?—me preguntó Vid al ver mi cara

—Si...Todo bien—contesté intentando darle mi mejor sonrisa, pero no funcionó

—Mmm vamos dime—se detuvo delante de mi justo cuando acabábamos de llegar a la puerta de su casa

—Es por tu madre—otra vez mentí, estaba así por mi remordimiento—¿Y si no le agrado?

—No seas tonta Maddi, a quién no le agradarías si eres la persona mas noble que he conocido

No le contesté y le di un abrazo, siempre tenía razón y este poco tiempo que llevo conociéndolo me ha ayudado a superar un poco mi crisis, ya que antes de conocerlo me cuestionaba todo el tiempo acerca de todo lo que había hecho en el pasado, y aunque ahora continuo haciéndolo  ya no lo hago tanto como antes y todo gracias a el porque él me había enseñado a ver la vida de una manera diferente. Así que respire hondo y me dije a mí misma que no iba arruinar este día con mis cuestiones, le regalé una sonrisa, esta vez sincera y con todo mi ánimo entramos a su casa.

Un agradable olor a tostadas y carne estaba que estaba muy organizada, su madre salió casi al instante de que cerramos la puerta de un pasillo que parece estar conectada a la cocina. Debía admitir que era una casa grande y hermosa.

Su madre de pelo rojizo que aparentaba unos 50 años y aún así se veía muy elegante y hermosa. Vid había heredado su sonrisa y su color de piel, ella venía con un vestido amarillo puesto y el cabello recogido en un moño, se acercó a mí y me saludó con un beso en la mejilla, es una señora muy amable y me dio la bienvenida a su casa.

—Que gusto verte Maddi—dijo señalando el sofá en donde Vid y yo nos habíamos besado apasionadamente cuando estuve aquí

—Muchas gracias—le contesté sintiéndome un poco más familiar ahora

Ella volvió al pasillo y desapareció de nuestra vista, respiré profundo para haber pasado la primera prueba y Vid sonrío al ver mi inquietud. Seguro parecía una niña tonta.

Me acerque a el y lo besé, realmente tenia muchas ganas de besarlo y su correspondencia me demostró que el también quería. Amaba como enrredaba mi largo cabello entre sus dedos y como acariciaba y tomaba con pasión mis mejillas, me aleje de el antes de perder el control.

—Tu madre puede vernos—le susurré como si las paredes tuvieran oídos

—Descuida conozco a mi madre, traerá algo de comer, se sentará un rato a charlar con nosotros y luego dirá que tiene mucho trabajo—dijo de manera jocosa—Luego se irá a su cuarto y no saldrá

Me quedé pensativa un momento y su mamá regresó con una bandeja en la mano la cual tenía tostadas con carne y una salsa un poco extraña, supongo que se receta secreta, acompañada de unos refrescos. La puso en la mesa frente al sofá y se sentó con nosotros tal y como Vid me había dicho.

Ahora que se supone de que hablaré con ella. Respiré profundo y pensé en lo que mi madrina una vez me había dicho, —No hay mejor manera de tratar con alguien siendo tú misma, siendo auténtica y siempre tratar a la persona con el debido respeto que se merece—pero yo en mi mente sólo pensaba... sí voy a hablar con un niño pues le hablaré de caricaturas, si hablo con un adulto le hablo del clima? o de la política... realmente no lo sé asi que decidí romper el hielo agradeciéndole por las tostadas y dejando que las cosas fluyan.

—Están deliciosas, muchas gracias—realmente estaban deliciosas, tenía mucha hambre. Últimamente no había comido muy bien y estas tostadas me abrieron el apetito, pero intenté disimular para que no pensaran que era una glotona. Que tonta Maddi

—No hay de que querida—contestó la madre de Vid al tomar una tostada—Y van juntos a la misma clase?

—No, ella está en el otro centro—dijo Vid

—Ohh y como se conocieron—preguntó curiosa

—Tenemos una clase en común,  se les imparte a a los de último año de ambos centros—le contesté mientras me daba un trago de refrescos

—Oh interesante...—su celular que estaba al lado de la bandeja empezó a sonar—Disculpen debo contestar, estas en tu casa Maddi—se levantó del sofá y se fue de la sala

—Gracias—respondí aliviada, realmente me sentí cómoda 

—Soy adivino—dijo sonriendo, con esa sonrisa que me ponía de mil maneras

—Hahaha si así es, pero es muy simpática

—Igual que yo cierto

—Mmmm claro—dije sarcasticamente

—Quiero mostrarte algo—dijo levantándose del sofá—Ahora vuelvo

Esperé tranquila en el sofá hasta que regresara, aproveché para mirar mi celular y escribirle a Hil para recordarle que iría su casa pronto y que si mi madre la llamaba algo ella sabría que decir. Espero que todo este bajo control, miré mi herida que había dejado de doler y en cuestión de segundo Vid volvió con lo que parecía un cuaderno en mano.

—No me digas que es tu cuaderno del mal—le dije pero lo noté un poco tímido lo que era muy extraño en una persona como el  

—Son textos, poemas, frases, canciones y todo lo que me llegue a la mente que escribo—dijo tocando la portada color negro

—Wao no sabía que hacías esas cosas —dije con voz de tonta enamorada

—Para que veas que las apariencias engañan—lo extendió y me lo paso—Quiero que lo leas, no había dejado que nadie lo lea ni siquiera mi mejor amigo

—Y por qué quieres que lo lea yo

—Porque las ultimas cosas que he escrito se tratan de ti

—De verdad...—dije sin saber que decir

Era increíble, había entendido el verdadero significado de que las apariencias engañan. Jamás imaginé que una persona como él iba a ser así, me sentía muy afortunada ya que era evidente que no todos tenían el privilegio de conocer esa parte de él tan hermosa... Quizá sea su faseta enamorado? Ya saben lo que dicen, no hay nada mas lindo que un mujeriego enamorado.

Mi celular empezó a sonar interrumpiendo la magia de momento, me dijo que no contestara pero debía hacerlo, no sabía quién era hasta que vi la pantalla el nombre de Hil y supe que algo no andaba bien.

—Hil? Qué sucede?

—Es tu madre Maddi, llamó a la casa y le dije que estabas en el baño. Me ha dicho que viene de camino a buscarte

—Qué?... Esta bien voy para allá

  —Es tu madre?

—Si, debo irme ya —me levanté del sofá desesperada—Debo despedirme de tu madre

—No te preocupes le invento algo, aquí están las llaves del auto yo te llevo vamos

Recogí mis cosas y entré su cuaderno en mochila y nos fuimos de su casa. Me subí al asiento del copiloto y nos fuimos rumbo a casa de Hil mientras le indicaba como llegar.. solo esperaba llegar a tiempo antes que mi madre. El estaba conduciendo rápido por lo que puse nerviosa, no quería que tuviéramos un accidente.

Para mi pesadilla ya se había cumplido pues al llegar a la casa de Hil, Vid no parqueo bien su auto y ya me había desmontado pero el carro de mi madre ya estaba en la cera. cuando estaba abriendo la puerta del jardín para entrar mi madre apareció en la puerta mirándome con una cara sorprendida... Qué que se supone que debía decirle ahora?.