PRÓLOGO
CONOR
Los aplausos al final de la presentación me hacen sentir vivo de nuevo, pero al mismo tiempo sé que aún me siento vacío. Hay un dicho, que dice que, si amas algo o a alguien, debes dejar que sea feliz, pero yo nunca creí en ello.
Me parece que es una estupidez dejar ir tan fácil lo que amas, si yo me creyera eso que dicen, entonces no estaría tan alto como ahora. Mi problema no fue hacerle caso a eso que dicen, mi problema, fue ignorar por completo el otro lado de la moneda, el lado que te dice que, si lo amas, pero nunca lo aceptas, se irá de tu lado.
Justo eso fue lo que me pasó, hace casi un año, April se mudó a California para empezar de nuevo, en el último minuto yo quise evitar que el fuera de mi lado, pero jamás lo logre y lo entiendo por completo, fui un idiota con ella, estaba claro que no tendría por qué quedarse.
Ella tuvo todo el derecho de dejarme como un perro empapado en el aeropuerto, pero yo, tengo todo el derecho, de intentar una vez más que se quede conmigo, no importa que, lo haría, porque, así como hay primeras veces, hay segundas oportunidades.
—¡Eso fue genial! —Jake choco los cinco conmigo en cuanto llegue a los camerinos.
—Si, sirvió el esfuerzo. —tome agua como si no hubiese un mañana para mí.
—Pues claro que sí. ¿Sabes todo lo que acabas de ganar? —claro que lo sabía, porque el objetivo siempre fue ese.
—¿Tengo que responder a eso? —lo mire obvio.
—Claro, claro lo olvide, tu querías ganar esto, para poder ir a California y encontrarte con April. —me lanzo otra botella de agua.
—Exacto. —tome una toalla para secar mi sudor.
—¿Y crees que ella te va a recibir con los brazos abiertos?
—Bueno, si no lo hace, entonces haré lo que esté a mi alcance para que vuelva a amarme. —parecía sencillo, pero no lo era.
—Claro, ahora harás todo por April.
El premio que gane fue mucho efectivo, bastante en realidad, lo suficiente de hecho para mudarme a California al menos unos meses, en los que estaría de intercambio con el edificio de California.
Con Ryan había perdido contacto, él ahora viaja por todos lados, así que no tiene tiempo de nada, dice que lo hace para divertirse, pero todos sabemos que no, todos sabemos que lo hace, porque tampoco ha superado a April.
Jake, me acompaño hasta el aeropuerto cuando llegó la hora de irse, él se quedaría, pues a diferencia de mí, tenía una vida en New York, así que no tenía por qué irse.
—Recuerda que esta es tu casa amigo. —me dijo cuando nos separamos del abrazo.
—Lo recordaré… —asegure sonriendo, mientras que anunciaban que mi avión ya estaba listo para abordar.
Tome mis maletas y termine de despedirme de Jake, para subir al avión, donde me conecte con mis audífonos un rato hasta que empezamos a volar.
—California, April, allá voy.
°°°
"Nunca sabes lo que tienes, hasta que lo das por perdido"
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro