No llevaba la cuenta de los shots que tomado, pero sabía que estaba bastante borracha, no sabía donde había ido Jake, pero me había dejado a cargo del barman el cual no me dejaba ni parar para el jodido baño.

—Me voy a mear encima —dije por quinienta vez.

—Te paso una botella —dijo a modo de burla el maldito calvo, se creía muy gracioso.

—Iré al baño —le informé —, y vete a la mierda, no tengo que hacer todo lo que me digan, mucho menos voy a estar a tu cargo porque un niño de dieciseis años te lo dijo.

—Tú eres otra niña, no sé porqué te quejas —se encogió de hombros, yo puse los ojos en blanco.

—Como digas —sonreí falsamente.

Por supuesto que cuando se giró salí corriendo, no iba a orinarme allí sentada solamente porque Jake se tardaba. Al llegar al baño solté un suspiro de alivio, me senté en el retrete con cuidado de no tocar los bordes.

Me sobresalté cuando escuché una puerta cerrarse estruendosamente.

—Quítamela ya —escuché en el baño de al lado, no pude apreciar bien los zapatos de la mujer, solo sabía que eran de un tono rojo oscuro y demasiado altos.

—Sé silenciosa —esa voz sí que la reconocí, maldito imbécil enfermo, pero vamos: yo también sabía jugar.

Salí del baño con cuidado de no hacer ruido y rápidamente me integré entre las personas de la fiesta, mirando caras para buscar un chico que no se me hiciera conocido encontré a uno mirando su celular en un rincón, estaba solo al parecer, al menos no tenía pareja o eso suponía, al final le toqué el hombro.

—Oye... ¿puedes hacer algo por mí? —le pedí con discreción, él levantó su vista y vaya que me pegué de cara con un ángel, su cabello negro casi castaño se veía sedoso y hacía juego con sus ojos avellana, él sonrió haciendo notar sus hoyuelos.

—No se le dice que no a una señorita tan hermosa —yo me reí mientras lo tomaba de la mano para tirar de ella hacia el baño.

Había calculado perfectamente el tiempo de entrada, vigilar a Jake en tantas fiestas me había dado la ventaja de saber hasta cuanto se demoraba en un polvo rápido, así que cuando entré, él ya estaba cerrando su cremallera.

Las náuseas surgieron de pronto pero las ignoré.

El chico pelinegro ya tenía el celular en su bolsillo y seguía tomado de mi mano cuando entramos a los baños, eso fue lo primero que Jake observó.

—¿Qué haces, Annie? —preguntó mirando a el tipo, yo le sonreí de la manera más angelical que encontré.

—Nosotros solo queríamos pasarla bien —el chico me pasó un brazo por los hombros.

Era obvio que era mucho mayor que Jake, al menos tendría unos diecinueve o veinte, aún así Jake solo era un poquito más bajo que él.

—Pues como sabrás estoy a cargo de ella —le dedicó la mirada más fría que pude haber visto jamás, dirigí a mi mirada a la chica que salió detrás de Jake.

—Déjala amor —fue Sasha la que habló —, también tiene derecho a disfrutar de su vida sexual.

Pude observar como ella lo tomó por la espalda y lo hizo a un lado.

—Este baño está limpio —me dijo ella con una sonrisa sincera —, utilízalo para que no pesques una infección.

El chico con el que estaba tiró de mi mano hacia el cubículo, mi corazón latía frenético porque ni yo sabía que era lo que estaba haciendo, pero al final entré con él y cerré la puerta a mi espalda, mirando por un espacio pequeño pude notar que el chico que me tenía en la friendzone no quitaba la mirada de la puerta.

Escuché la llave del lavamanos abrirse, pero hice caso omiso.

—Quítame todo —susurré fuerte mientras le guiñaba un ojo al chico que tenía enfrente, él por supuesto no me tocó ni un solo pelo, al contrario, sonreía con diversión mientras yo me quitaba el vestido.

La tiré sin tener cuidado que se viera en el suelo, pues era mi plan.

—Annie —Jake tocó la puerta —, no hagas esto más...

—Bajame las bragas —le dije al chico frente a mí, él de nuevo ni se movió.

—Jake, vamos...

—No Sasha, déjame —volvió a tocar la puerta.

—Que rico —susurré de nuevo. Ni siquiera estábamos haciendo nada.

—Oye Annie, sal de ahí para que ha...

—Vete a la mierda Jake —dije fuertemente1.

—¡Bien! —respondió antes de que lo escuchara salir, pues pude notar Cómo cerró la puerta de manera violenta

Él quería jugar, yo también sabía hacerlo. ¿Él se acostaba con cualquier chica y yo no podía hacerlo con cualquier chico?.

—Oye, entiendo si no quieres hacer nada —empezó diciendo el tipo que me miraba fijamente.

—Tal vez luego de conocernos un poco más —le sonreí, acostarme con cualquiera no era mi tipo, prefería tener confianza con esa persona antes de quitarme las bragas en frente.

—Concuerdo —apoyó una mano en la puerta, al lado de mi cabeza.

—Bien... —el silencio incómodo quería hacerse presente — ¿Cómo te llamas? —el chico soltó a reír.

—Ethan —me sonrió —. ¿Y tú?.

—Annie.

—¿Es algún sinónimo? —me miró confundido.

—No, es así.

—No te ves de más de dieciocho años —sentenció apartando un cabello rubio de mi cara.

—Tú no te ves de más de cincuenta —me crucé de brazos.

—No tengo cincuenta pero apuesto a que podría ser tu padre —se apartó un poco de mí.

—¿Que edad tienes?.

—Los agentes camuflados no pueden dar su información real —frunci el ceño.

—¿Qué?.

—Estoy buscando a una chica —soltó sin más.

—Yo también busco a una chica.

—No pareces un agente en cubierto.

—Ni tú tampoco.

—Pero lo soy.

—Y yo solo soy una universitaria con problemas emocionales.

—Vaya... ¿Qué carrera estudias?.

—Estoy en mi año de repaso.

—¿Y luego?.

—Quiero tener mi propia tienda de ropa —le confesé —, amo diseñar, cuando era niña me encantaba dibujar bocetos. Mi madre quiere que estudie modelaje, no es una mala idea pero yo quiero estudiar diseño y es lo que haré.

—Eso es increíble —la impresión en su mirada era cierta y notoria.

—¿Y tú que estudias? —él me miró como si yo fuera un extraterrestre.

Justo cuando pensé que iba a responder su celular sonó. Se sobresaltó antes de ponerse tenso.

—Espero que tu plan haya salido como esperabas, se acomodó el cuello de la camisa, pero, si me permites —hizo una reverencia a modo de broma.

Me moví de la puerta para que él pudiera pasar.

—Hasta luego —dijo antes de desaparecer.

Yo por otro lado, me puse mi vestido y salí del baño con cara de "acabo de follar".

Divisé a Jake en una esquina con Sasha, aquella está pasándole la mano a él por la espalda, mientras el chico tiene cara de querer matar a alguien.

Claro que me les acerqué, quería prender el juego. Si Jake quería jugar a los amigos que se besan, se dicen que se gustan y luego están con otras personas sería una experta en ganarle.

—Hola chicos —le hice una seña al barman de que me trajera un trago —, que calor.

Agité mi mano con el fin de simular. Podía sentir la mirada de Jake sobre mí.

—¿Estás celosa? —preguntó de un momento a otro, Sasha me miró expectante.

—¿Quién? —finjo demencia.

—¿Quién más? Estás vengandote del que esté con Sash.

—Yo no le doy importancia a eso —Sasha bajó la cabeza —, a diferencia de ti, a mi no me duele nada de lo que tu hagas —mentí.

—Bien —terminó su coñac.

El mesero me trajo el mio.

—Estás muy acostumbrado a esto, a estar con la una y con la otra...

—Eso es lo que acabas de hacer tu también.

—Al menos no lo inicié —le sonreí antes de beber un poco de mi trago.

—Yo creo que es mejor dejarlos solos...

—No Sasha, no hay necesidad. ¿Si abortaste? Digo, era lo que querían.

Ella asintió.

—No creo que hubiese sido conveniente traerlo.

—Bien, no te juzgo porque tienes razón. Igual tienes derecho a elegir sobre tu cuerpo, solo no quería que lo hicieras porque él te lo pidió.

—Creo que estás un poco muy tomada —ella habló, riendose.

—A Jake le gusto más así, diciendo las cosas como son. ¿No es así señor mujeriego indeciso? —él me miró mientras fruncia el ceño.

—Me gusta más cuando me besas —se encogió de hombros, Sasha se rió un poco.

—Ustedes dos son demasiado complicados —dijo sacando su celular.

—Yo diría que él es el complicado —me terminé de beber el trago —, iré a bailar, disfruten la...

—O bailas conmigo, o no bailas con nadie.

—Mira Jake, no quiero ser grosera contigo, pero prefiero que tomes distancia, justo como querías que yo hiciera hace unas horas. No sé si sufras de bipolaridad o tengas algún problema mental, me importa un pepino tu desestabilidad mental y déjame tranquila, tuviste oportunidad, no la aprovechaste y estar conmigo no es una opción, es un privilegio.

Observé como Sasha le golpeó la cabeza antes de decir :

—Eres un imbecil, te lo advertí.

No entendí absolutamente nada, pero de igual forma no presté atención, tenía mi mirada fija en el chico del baño de hace un momento.

—Pídele su número —escuché a Jake decir al darse cuenta lo que estaba viendo.

—Creo que tiene novia —murmuré tomando el brazo de cualquier chico que pasaba por mi lado —. ¿Bailamos?.

Pero vamos, no todo podía ir tan perfecto. Cuando el chico se volteó casi me pegué una cachetada. Era Mateo.

—Claro que si, nena —se me acercó, no noté el momento en el que Jake me tomó de la cintura y tiró de mí hacía él.

—Jake... —susurré en forma de advertencia.

—Oh, vienes con el norteño —bromeó.

—No hagas que te rompa la cara ahora, Mateo. Lárgate, no te quiero al lado de mi...

—¿Mi prima? ¿Mi amiga? ¿Mi casi hermana? ¿Mi ligue? —preguntó el moreno mientras enumeraba con sus dedos —, no serias capaz de darle un título, por eso es que no la mereces, no le das su lugar.

—Ni que tu lo fueras a hacer...

—No soy tan cobarde como tú.

—Quiero ver que intentes algo con ella, a ver lo valiente.

Y con Jake aún sosteniendo mi cintura, el moreno tiró de mis mejillas. No me esperé el beso que me estaba dando, sus labios se movieron encima de los míos, que seguían inmóviles.

No tenía mal aliento pero...

Sentí que me apartaron con brusquedad, y observé la escena a continuación.

Jake se había abalanzado sobre el chico, golpeandole el rostro como podía. Sasha gritaba que parara, mientras yo seguía petrificada.

—¡Haz algo! —el grito de la chica de cabello morado me trajo a la realidad.

Me apresuré a tomar a Jake del brazo, eso lo distrajo al mirarme y Mateo aprovechó para golpearle la mandíbula.

—¡Seguridad! —gritó uno de los meseros.

—Cállate soplón —resoplé alterada.

—¡Ayudame! —Sasha seguía batallando para separarlos.

Estábamos dentro de una bola de personas amontonadas, me palpitaba la cabeza.

En medio del desespero no lo soporté.

Caminé a paso apresurado hasta el lugar donde se había movido los dos hombres forcejeando, levanté mi mano y con toda la fuerza que pude encontrar abofetee a Jake, cosa que lo dejó desubicado.

—Uhhh —abuchearon a mi alrededor.

Mateo soltó una fuerte risa, pude notar que su labio sangraba.

—¡Suficiente! —exploté —, parecen un par de animales, deberían darle vergüenza...

—Si, son ellos —hablaron a mis espaldas.

Giré lentamente, no me había dado cuenta que había entrado la policía.

Jake y Mateo se levantaron rápidamente, el primero miró a todos como si no le importara nada, el segundo estaba mucho más preocupado.

—¿Podrían acompañarme a la comisaría? —sentenció uno de los agentes —, llamaremos a sus madres y resolveremos este asunto —explicó el otro.

—Verán policías, no quiero ir a la cárcel siendo tan joven.

—Es por eso que serán detenidos, son menores de edad, en una discoteca para mayores y tras de eso, buscando pleitos.

—Nuestras madres se odian, será peor —dijo Jake cruzando sus brazos.

—Estaban peliando por esa chica —una mujer en la multitud me señaló.

—Vendrá usted también —confirmó de repente —, peleas por faldas...

Luego de susurrar esto último le hizo señas a sus amigos para que nos tomaran de los brazos.

—Déjala —habló Jake al ver las intenciones del policía al tocarme —, sabe caminar sola.

La ley lo fulminó pero aceptó su petición, yo solo podía pensar en una cosa.

Estaba en problemas.

Notita :) LEANLA.

Hola, como el sábado antepasado no actualicé, tienen dos capítulos nuevos, con el de ayer.

Quería decirles una cosita, como saben apenas retomé de nuevo esto de la escritura, mis libros no son perfectos, más sin embargo quiero pedirles que si tienen amigos que les guste leer compartan con ellos.

Quiero escribir para que me lean, para que opinen.
Tengo algunos lectores fantasma (o personas que simplemente entran al capítulo y salen sin leerlo).

El caso es que últimamente he perdido gente, sé que eso sucede muy a menudo con todas las escritoras, pero es deprimente.

Terminaré el libro y no sacaré más partes, se quedará así, como una trilogía. Tenía planeado más para el futuro pero simplemente siento que sería mucho.

Espero que comprendan a que se debe mi cambio de opinión. Los quiero.

Pau.