Todo paso en San Valentín
J-hope sentía que todo su mundo se venía abajo cuando su amigo Jin le mostró las fotos y vídeo dónde vió a su novia Shinhye besándose con Nam el jefe de ella.
Lágrimas salían mientras apretaba con fuerza una pequeña caja de terciopelo rojo en forma de corazón, todos sus planes y deseos se fueron en segundos.
Esa misma noche decidió verlo con sus propios ojos.
La esperó a unos cuantos metros del local, la vio salir junto al jefe de ella, al terminar de cerrar el local ellos se besaron, él se acercó a paso rápido —¡Park Shinhye!— Los dos lo miraron, la chica se puso nerviosa y su jefe solo subió sin decir nada dejándola para que afrontará sola la situación —Yo…yo iba decírtelo pronto, J-hope la verdad es que me cansé de tu forma de llevar la vida, queriendo controlar cada segundo que pasa sin dejar que uno tome un respiro, todo debe ser como dices y estoy harta, necesito algo de espontaneidad, algo que no esté en una agenda, ya no puedo seguir así contigo lo siento— fue lo último que escuchó de ella antes de que se subiera al auto y se marcharan de ahi sin que él pudiera decir algo.
Se quedó unos minutos ahí con la mente revuelta, ¿Cómo es qué una relación de dos años terminaba así abruptamente?
Cuando reaccionó tomó su celular y con las manos temblorosas logró llamar a Jin —Hyung puedes venir por mí, estoy afuera de la tienda.—
Jin lo llevó a su departamento, la noche fue larga y tortuosa, lloraba mientras miraba las fotografías de ambos que guardaba en su móvil.
Al día siguiente despertó con la sensación de un vacío en su pecho, se miró al espejo y tenía los ojos aún hinchados, se dió un baño, se alistó para ir a la universidad, pero cuando Jin le dijo que subiera al auto, se detuvo y le dijo que no iba a ir, no quería encontrarse con Shinhye, su amigo comprendió.
Se sentó en el sofá, ahí estaba su chamarra y busco en sus bolsillos, una caja con el anillo y un par de boletos para la obra que tanto le gustaba a ella, nada salió como lo había planeado pensaba que después de la obra irían al restaurante favorito de los dos y ahí le pediría matrimonio así su historia de amor tendría una nueva etapa, en su mente ya sabía dónde sería la boda, la luna de miel, la casa donde vivirían incluso el nombre de sus hijos, todos sus sueños se habían ido al carajo de un día para otro.
Fue ahí dónde se dió cuenta de que ella tenía razón, cada cosa que hacía era planeado meticulosamente, ¿Acaso era tan malo tener cierto control?
Le costaba trabajo salir de su itinerario , pero también se dió cuenta de que ese día había decidido de improviso no ir a la universidad, le costó tomar la decisión pero también llamó a su trabajo y avisó que no iba.
Ese día se lo pasó intentando hacer cosas que jamás había hecho sin antes planearlas, como ver una película entre semana tomando Soju y comiendo ramen.
Pasaron dos semanas de lo ocurrido, llegó a encontrarse un par de veces con Shinhye en los pasillos de la universidad pero lo supo sobrellevar.
Había vuelto a su rutina diaria solo que sin ella, vio su agenda y aún estaba marcada como el día especial "El día de San Valentín", de nuevo las palabras de ella diciendo que necesitaba espontaneidad en su vida le taladraban en lo más profundo.
Por la noche se cambió de ropa, llamo a un taxi para que lo recogiera y lo llevará Itaewon, muchas veces Jin y su novia les habían invitado en varias ocasiones a Shinhye y a él, pero siempre renegaba de esos lugares, si iba a empezar a salirse de su itinerario empezaría con ir a uno de esos famosos bares.
Leyó algunas reseñas en el camino, hubo un bar que llamó su atención "Anti Social Social Club" el nombre irónico y las buenas reseñas lo llevaron hasta ahí.
El lugar estaba casi lleno, la música electrónica iba de acuerdo al lugar, casi la mayoría eran parejas que habían ido por San Valentín, por un momento pensó que había sido mala idea salir precisamente ese día, pero decidió afrontar aquello dirigiéndose a la barra del bar.
Había tres chicos atendiendo, iban de un lado para otro sirviendo varias bebidas a la vez, J-hope levantó la mano para pedir el suyo, el chico que se acercó traía cabello largo y su mirada le hizo recordar a un gato, se quedó sin habla por unos segundos porque extrañamente sintió que ya le conocía.
—¡Hey! ¿Qué vas a querer? Sabes no me digas, voy adivinar— cerró los ojos y con su mano hizo como si tratara de leer la mente de J-hope —Un Sprite y si me lo permites te sugiero combinarlo con Vodka— Se le quedó mirando con asombro, realmente atinó a su bebida favorita, —¿Cómo hiciste eso?— el chico sonrió y enseguida le preparó su bebida, —Veo que no me recuerdas— J-hope sabía que si lo había visto pero seguía sin saber de dónde se conocían.
—No te quiebres la cabeza, yo sirvo en la cafetería de tu universidad, siempre pides un Sprite con tu almuerzo— J-hope comenzó a reír, cuando al fin lo reconoció, a su mente vino el nombre del chico, —Min Yoongi ese es tu nombre, sabía que te conocía de algún lugar.—
Mientras el chico servía y él tomaba su bebida sintió que incluso ese pequeño detalle de que Yoongi supiera su bebida preferida le hizo sentir mal ya que hasta en eso era predecible.
Yoongi se acercó y le dijo si quería otra igual, a lo que negó con la cabeza, —Prepárame tu mejor bebida quiero probar algo nuevo— el chico puso manos a la obra e hizo malabares con los shakers, la bebida parecía más una especie de té helado —Aquí tienes un Long Island disfrútalo— dió un pequeño sorbo y el sabor le inundó el paladar, cuando la terminó sintió su cuerpo más relajado, no estaba acostumbrado al alcohol pero la sensación le estaba agradando.
Todo el tiempo se la paso sentado frente a la barra, moviéndose de vez en cuando al ritmo de la música, mirando de vez en vez a las parejas o amigos que se reunían ahí, sus pensamientos de nuevo le recriminaban su fallida relación.
Tres Long Island, un Mojito y un Bloody Mary después lo tenían en un estado en el jamás creyó llegar.
El bar ya estaba por cerrar, en lugar ya solo quedaban contadas seis personas incluído J-hope, Yoongi se acercó a él, por su experiencia como barman sabía que ese chico ya estaba borracho —¿Oye tienes quien te lleve a tu casa? O ¿quieres que llame a un taxi?— con dificultad trato de decirle que estaba bien, que él se iba por su cuenta, sacó su cartera y sacó varios billetes dejándolos en la barra, se levantó de golpe, mala idea ya que esto lo hizo marearse y el chico de la barra lo alcanzó agarrar.
Yoongi decidió llevarlo en su auto, le busco el celular para ver quién le podría dar su dirección y llevarlo pero la batería se había agotado, así que su única opción era llevarlo a su departamento y dejarlo descansar ahí.
En el camino J-hope iba balbuceando y se movía de vez en cuando en el asiento del copiloto, al llegar a su hogar trato de despertarlo y este reaccionó apenas abriendo los ojos tratando de enfocarlo, —Oye sírveme otro de esos tragos, como dijiste qué se llamaba Mortijo?... Morito?— Yoongi río al escucharlo hablar así, —Se llama Mojito, pero es todo por hoy, no debí servirte esos últimos tragos, anda tienes que descansar.
Hizo que J-hope pasará su brazo sobre su hombro y así guiarlo hasta el sofá, pero los dos terminaron cayendo ahí dejando a Yoongi abajo y J-hope encima —Oye…amigo tienes que moverte— el otro intentó levantarse pero se quedó ahí y dijo —¿En verdad soy tan predecible?— el chico tardó un poco en comprender la pregunta pero recordó —¿Te refieres a lo del refresco?— Hoseok se quitó de encima de él y se tumbó en la esquina del sofá.
—Yo solo…yo solo quiero que todo salga bien, pero…dicen que mi obsesión no es buena— realmente no tenía idea de qué hablaba, solo sabía que era el alcohol ayudándolo a sacar algo por lo que estaba pasando, él amablemente le siguió la conversación —Bueno es que la verdad ninguna obsesión es buena, solo nos trae problemas, pero hay maneras de equilibrarlo, te lo digo por experiencia— J-hope se llevó las manos a su cara y comenzó a llorar.
Yoongi se acercó y le dió palmaditas en la espalda —Realmente no se por lo que estés pasando pero como dicen todo tiene solución menos la muerte, así que esto va a pasar, si fue por lo del refresco lo siento, es solo que me fijé que es tu bebida favorita, de hecho cuando me enteré de que la sacaban de la cafetería hice lo posible para que está siguiera, pero me dijeron no, así que yo he estado llevando algunos para que no te quedes sin tu bebida— J-hope se limpió las lágrimas y miró atónito al chico.
—Tú has, ¿Tú has llevado esas bebidas para mí?— aún en su estado se cuestionó aquella confesión, el chico con mirada gatuna se levantó de inmediato y dijo —Mira tienes que descansar en un momento te traigo una frazada— salió corriendo de ahí dejando a un J-hope borracho y confundido.
Se recostó en el sofá porque el mareo aún estaba presente, cuando Yoongi regresó lo encontró dormido y lo cubrió, soltando un suspiro y esperando que al día siguiente su invitado no recuerde la conversación.
La cabeza le dolía y el cuerpo le pesaba, se asustó un poco cuando vio que no era su departamento, pero pequeños flashback vinieron a su mente, recordando el bar, las bebidas y por supuesto al chico que ahora tenía de frente llevando un par de aspirinas y un vaso de agua.
—Muchas gracias, lamento los inconvenientes, sabes no suelo ser así, es solo que, quise intentar algo nuevo en mi vida— Yoongi se sentó a su lado —No te preocupes no fue nada, ¿Te gustaría desayunar algo? Tengo fruta, panques y jugo— J-hope asintió.
Después del desayuno Yoongi llamó a un taxi para que llevaran al chico a su departamento, porque no aceptó que él lo llevará.
El fin de semana pasó rápido, el lunes por la tarde se dirigió a la cafetería, ahí divisó a Yoongi sirviendo los almuerzos, —Hola, gracias por lo del otro día— El chico inclinó la cabeza, después le sirvió su almuerzo colocando una lata de Sprite —¿Me dejarías pagarte todas las molestias que te cause si te invito a cenar?— Yoongi se quedó sorprendido pero al final aceptó diciendo que mañana era su día libre en el bar, intercambiaron números y se despidieron.
Fueron a un puesto callejero que Yoongi recomendó, comieron un poco de Tteokbokki y Twigim junto con unos Sojus.
Conversaron de todo un poco, después de la cena se fueron caminando y continuaron la plática donde Yoongi preguntó —¿Por qué te preocupa ser predecible?— J-hope detuvo su andar y con la mirada hacia al frente contestó —Sabes hace poco mi novia me engaño con su jefe, dijo que necesitaba espontaneidad en su vida y que conmigo no la tenía, cuando me dijiste que sabías mi bebida favorita, bueno lo confirmaste, a veces no me permito salirme demasiado de mi zona de confort, por eso termine en el bar tratando de cambiar un poco mi vida, pero creo no funcionó mucho— Yoongi pudo ver en la tristeza del chico.
—Yo solo pensé que sería buena idea preparar tu bebida favorita con algo de alcohol, pero una bebida no te vuelve predecible, solo es un gusto que tienes por ese sabor, aún así lo siento si te hice sentir mal— se inclinó pidiendo disculpas.
—No hagas eso, tú no tienes porque disculparte, además si te invite la cena fue porque quería agradecerte no lo del bar si no lo de la cafetería—
La cara de Yoongi se puso roja, esperaba que no recordara nada de esa conversación pero no fue así, no sabía qué contestar además de que le ardía la cara de vergüenza.
J-hope notó el rubor de las mejillas de Yoongi, —No quise incomodarte, es solo que me sorprendió que sin conocernos más que solo por saludo a la hora del almuerzo tuvieras ese gesto hacia mí— El chico se encogió de hombros, pero su nerviosismo lo hizo caminar cerca de unos arbustos del parque por dónde pasaban, lo que lo hizo tropezar llevándose a J-hope de paso los dos cayendo al suelo.
Un pequeño deja vu vino vino a la mente de Yoongi cuando el otro quedó encima de él como en su sofá, el momento fue algo extraño ya que J-hope no hizo nada por quitarse de inmediato y ambos solo se miraban a los ojos sin decir nada hasta que el de encima dijo — ¿Estás bien?— el de mirada gatuna asintió.
El corazón de Yoongi latía sin control, un impulso lo llevó a hacer eso que por meses llevaba pensando e imaginando y era el cómo sería probar esos labios carnosos, sin más lo besó aprovechando la oportunidad.
J-hope tardó en reaccionar, el contacto le tomó por sorpresa, al poco tiempo se levantó dejando a Yoongi aún tirado, —Lo…lo siento, es solo que, sabes me gustas— dijo sin más el chico levantándose del suelo, J-hope trataba de asimilar todo lo que estaba pasando.
Yoongi lo miraba esperando alguna reacción, —Perdón no debí hacer eso, pero es la verdad me gustas desde hace tiempo, pero nunca me acerque ya que tenías novia, bueno será mejor que me vaya, comprendo si no quieres saber de mí— cuando esté le dió la espalda a J-hope sintió como le detenía del brazo.
—Oye aguarda, no esperaba que algo así pasara está noche, no lo malinterpretes, me tomó de sorpresa es la primera vez que un hombre me… besa y confiesa que le gustó, solo dame tiempo de asimilarlo ok, vamos te acompaño a tu casa—
Los dos caminaron en silencio, tomaron un taxi y se dirigieron al departamento de Yoongi, este le agradeció la cena y volvió a disculparse por lo que había hecho.
—No estoy molesto con lo ocurrido, así que no te preocupes, nos vemos— J-hope se dió la vuelta pero a mitad del camino se detuvo, regresando hacia donde aún estaba Yoongi y sin más le dió un beso está vez sus bocas se exploraron.
—Te parece si mañana volvemos a salir…—
Está vez J-hope no dejaría pasar oportunidades.
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