—¡Mira dentro!

Vuelve a chillar un enfermo Logan. Abro uno de los compartimientos de la mesita de noche con temor pero me encuentro con un montón de pequeñas cajas rectangulares. A lo lejos se puede deducir que son mazos de póker. No puedo creer que Logan posea tantas barajas de póker, y después preguntan el porqué lo llamo ludópata, esto va más allá de la obsesión.

—Oh, vaya.

—Busca la caja con el continente americano—balbucea cerrando sus ojos.

—¿Cómo?

—Si quieres tú carta, busca la caja.

Con el ceño fruncido procedo a buscar entre las cajas, la que tiene el continente americano. Es muy extraño, cada caja de barajas de póker tiene estampado un dibujo. Ya me he topado con un perro, un trébol de cuatro hojas, un billete de cien dólares y hasta una casa. Lo más hermoso de aquellos dibujos es que están elaborados solo con puntos, tanto sus bordes y relleno están hecho de puntos de todos los colores, cosa que hace una ilusión óptica fascinante.

Me cuenta conseguir la caja del continente americano pero al fin la tengo en mis manos. La diferencia de esta caja con las demás es que ésta es negra y América esta de color verde. Las demás cajas son rojas y los dibujos son hechos de todos los colores. Lo admito, está genial.

—Ya la conseguí—le informo a Logan.

Él abre lentamente sus ojos, como si fuera un reto hacerlo.

—Puedes abrirla y sacar toda la baraja, necesito que tomes la carta que indique.

—De acuerdo.

Hago lo que me dice, saco las cartas y las mantengo juntas en mi mano.

—En ese mazo solo hay cartas de corazones. Ahora necesito que las voltees y no veas su valor—Volteo las cartas dejándolas en la palma de mi mano. Ya me había dado cuenta que solo es un palo, son muy pocas cartas—. Muy bien, quiero que sepas que las cartas no tienen un orden específico, así que quiero que las pases en quince ocasiones. La número quince será tu carta para este viernes.

—Logan, ¿seguro que todavía no estás alucinando?

—Señorita continente, has lo que te digo.

Pongo los ojos en blanco para después empezar a contar.

Uno.

Dos.

Tres.

Dame paciencia, señor.

Cuatro.

Cinco.

Seis.

¿Alguien más piensa que esto es estúpido?

Siete.

Ocho.

Nueve.

Verdaderamente estúpido, diría yo.

Diez.

Once.

Doce.

Cuando Logan se recupere igual lo mandaré aun psiquiatra.

Trece.

Catorce.

Quince.

»Observa tu carta y luego muéstramela.

Volteo la carta número quince encontrándome con un siete de corazones.

—Creo que no es una carta muy especial—menciono mientras se la muestro.

—Al contrario—Logan muestra una sonrisa perezosa—. Es una gran carta. ¿Te consideras valiente, América?

—¿Disculpa?

—Pregunté que si te consideras valiente.

—Uhm, no lo sé, eso creo.

—El siete de corazones indica la falta de valor en ti. Te autoconvences de que no te importa lo que digan los demás o de que vas a terminar alguna de tus metas. Lo lastimoso es que si te importa el qué dirán y nunca terminas lo que inicias. Dejas de escuchar a tu corazón, ese es el peor error que puede cometer una persona. No le pones amor a las cosas, no permites dar o recibir amor.

»Si no hay amor en la vida no hay vida, América.

Observo con los ojos como platos a Logan. ¿Cómo puede decir todas esas cosas gracias a una carta?

—Eres extraño.

—Lo extraño es lo mejor.

Espacio para dejar tu teoría. Go!  

Aunque no lo crean, ese es uno de los tantos significados de la carta de 7 de corazones. Estudiar las cartas de póker, o baraja francesa o inglesa, o simplemente cartas, es algo esencial en este libro. ¿Nunca se han preguntado porqué Logan es tan bueno con las cartas? Asdfghjklñ, Simy está emocionada por leer sus teorías. 

¡Hoy le toca a REPÚBLICA DOMINICANA! ¡QUÉ GENIAL! No sabía que me leían desde ahí :O Este capítulo es para ti Naomi, espero que te haya gustado.

Nos leemos mañana, intocables.