Capitulo 4: "El jefe", "Ben" o "La sombra"
Capitulo 4: "El jefe", "Ben" o "La sombra"
Un año y un mes después de irse.
La tarde acababa de caer y después de un largo día en la universidad, Valeria planeaba dormir hasta el otro día sin pausas, ni siquiera para levantarse a beber agua.
Sin embargo, ahora se miraba en el espejo, estaba agotada y su rostro lo decía. En ese momento, Iris entró a la sala y observó a Valeria en silencio. Sonrió de pronto y se puso ambas manos en la cintura.
—¿Qué piensas de Francisco?—Preguntó curiosa.
—Es simpático, pero por ahora solo somos amigos —respondió sin dejar de mirarse al espejo.
—¿Y si te digo que sus padres son millonarios? —Probó Iris, caminando por la sala del apartamento.
—Te seguiría respondiendo lo mismo.
—¡Por favor!, y está tan enamorado de ti. —Expresó cantarina.
—Iris, ¿qué es lo que quieres? —Valeria interrumpió la mirada a su reflejo y miró a Iris a unos metros de ella. Lucía cómplice de algo, Valeria sonrió esperando su respuesta.
—Yo siempre te digo las cosas. —Valeria rodó los ojos divertida—. Te lo diré ahora; —Iris alzó las manos en señal de rendición—. Francisco me prometió arreglar mi auto si tú accedes a ir a una cita amorosa con él. Ya puedes ver que el tipo derrocha dinero por los poros... y tú sabes que he estado muy triste con mi carro estropeado después de que ese auto lo haya chocado sin razón aparente... Y como tú eres la mejor amiga del mundo aceptarás, porque me amas y eres genial.
—Uh... no lo sé. —Valeria respondió luego de pensarlo. Miraba al piso. Luego se volvió a mirar en el espejo y se arregló los flequillos del pelo.
—Vamos, además una muchachita como tú necesita un novio como él. Es todo lo que cualquiera desearía. Y tú has estado sola desde que te conocí.
—Que no ha sido mucho.
Iris se incorporó, dejando las manos otra vez en su cintura.
—Bueno, al menos acepta solo para que me arregle el auto, después lo mandas al diablo, aunque querida, te aseguro, será difícil. Caerás enamorada de él.
Valeria mantuvo la mirada con la de ella.
—¿En serio crees que le debería de dar una oportunidad? Iris, fuera de que se ofreciera arreglar tu auto, ¿crees que él es alguien bueno para mí?
—No solo por hecho que pagará unos miles de pesos en arreglar el carro de la amiga de quien está asfixiado de amor, eso lo haría cualquiera con ganas de joder, sino que tú lo pones tan nervioso que lo haces mierda y no puede decir palabra ante ti, ni menos invitarte a salir. Creo que él es más que bueno para ti y claro que deberías darle una oportunidad de al menos demostrártelo.
○
—Es tan tierno mientras duerme... —Una voz conocida recitó, por poco pensó que del otro lado de la puerta ella se encontraba.
Aunque era remota la idea, su corazón empezó a latir fuerte. Pegó la oreja de la madera, puso la mano en la perilla. Solo podía escuchar un par de risas. Terminó de abrir la puerta, los tipos hicieron silencio.
Esos tipos trabajaban para Claudio en los Estados Unidos, Ben tenía que coordinar unos asuntos sobre cómo se enviaría el dinero a la República sin que llamara mucho la atención.
En esta fase del trabajo, Ben no estaba ensuciándose las manos con las drogas sino más bien con el dinero que estas producían.
En pocas palabras, tenía que lavar el dinero producido. Para esos tres tipos, Ben era el segundo jefe de todos ellos, no conocían a Claudio en persona y no estaban cerca de hacerlo. De alguna forma, Ben era lo único que verían de Claudio.
Eso, era exactamente lo que quería Claudio y para lo que quería a Ben. Con solo un año y meses en el negocio, y la extraña "desaparición" del antiguo segundo jefe de Claudio, Ben había empezado a darse a conocer muy rápido y con buena fama.
Quizá era el rastro de juventud debajo de las cicatrices y tatuajes. Tenía la cara con líneas de expresión marcadas en la frente, y la quijada dura de tanto apretar los dientes y dejarla pasar.
Tener la cara así, eso, era una profesión. Si se mostraba blando, que podía ser manipulable, entonces su reputación caería junto con la de Claudio. Claudio, socio de tanta gente, algunas más grandes que él, no podía darse ese lujo.
Por eso el silencio del momento, a través de esa puerta acababa de entrar "el jefe", el supuesto dueño de los millones de dólares que debían transportar a la isla caribeña, pero que en realidad, una realidad que ellos nunca conocerían, él no era dueño de nada.
Ben observó al tipo número uno. Cada uno de ellos tenían un número porque de tantas personas que conocía diario desde que pisó suelo norteamericano no podía permitirse memorizarse nombres... como sea, el tipo número uno, que sabía que era el uno porque era calvo y tenía una lagrima tatuada debajo del ojo, sostenía en sus manos una Tablet plateada valorada en unos quinientos dólares.
Detrás de él, tipo número dos, que sabía que era el dos porque tenía uno de los dientes frontales partido a la mitad, y a su lado, el tipo número tres, que tenía cara de niño y se la quería dar de que era hombre, y la razón porque estaba ahí era porque era superdotado, y podía hacer cálculos inimaginables con una increíble rapidez y solo utilizando lápiz y papel.
Los tres tipos miraban a Ben, que para ellos era "el jefe", "Ben" o "La sombra", pues no importaba mucho ya como lo llamaran.
Ben los miraba, medio confundido, pero con su rostro como si estuviera a punto de sacar la pistola que llevaba detrás en la espalda y empezar a repartir balas.
—Fue idea de Charlie —dijo tipo uno, señalando a tipo tres. Ben miró a tipo tres. El tipo, que era más bien un muchacho, se puso más pálido de lo que era naturalmente.
—Jefe, u-usted, me-e dijo-o —Tipo dos lo golpeó en la espalda, para que dejara de tartamudear, pues conocía a Charlie, y sabía que él no poseía discapacidad en el habla—. Jefe usted me dijo que podía buscar los datos en su aparato, que ahí estaban, entonces to-tomé el aparato, y cuando lo desbloqueé, estaba en la galería, y entonces vi la foto de una chica muy bonita, y yo le di clic pero resultó ser un video, y lo estaba viendo y después...
Ben caminó hacia tipo uno y le quitó el objeto.
—Y después... nosotros...
Ben siguió hacia fuera, sin escuchar lo que Charlie tenia para decirle y excusarse. Salió del apartamento hasta la primera planta y se subió en el vehículo en el que lo esperaba Eugenio.
—¿Ya hicieron el esquema de cómo saldrá el dinero?
—No. Estaban en otra cosa. Tal vez mañana lo tengan listo. Ahora vámonos.
Eugenio obedeció, encendió el auto.
Ben le dio play al video.
En primera plana estaba Valeria, con una blusa sin mangas y el cabello suelto, tenía puesto un brilla labios color rosa, que era extraño en ella, y al lado, se podía ver a sí mismo durmiendo. Los primeros segundos ella solo se miraba a sí misma, después miró a Ben.
—¿Ese? el amor de vida. No hay duda... es tan tierno mientras duerme... —Lo besa en la mejilla y la cámara se cae sobre su cuello, ella la levanta, vuelve a mirarse así misma por unos segundos—. Lo amo. —Se puso la mano cerrada en un puño en el pecho, cerca de su corazón—. Y eso da tanto miedo. Porque no quiero perderlo.
El video se corta y Ben se queda sin respiración.
***
El capitulo es corto y el próximo que viene también porque yo no los quiero mezclar, sería muy confuso. Además, como es una prueba piloto, me permito experimentar. Gracias por leer ♥
los quiero mucho.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro