Narra Leyre

Al oír la voz de Cesar mi cabeza dice que siga andando y siga mi plan, pero las piernas no me responden, por eso cuando me cojen suavemente de la muñeca me giro sabiendo que me encontraria al capitán del Chelsea, y no me equivocaba

No puedo evitar poner una mueca de dolor cuando aprieta un poco su agarre y él enseguida mueve las pulseras que llevo, viendo algunos moratones que empezaban a formarse, supongo que serán de la discusión el otro día con Alejandro

Cesar: Dime que no es lo que creo que es
Leyre: Nada preocupante, no volverá a repetirse
Cesar: Como estas tan segura???
Leyre: Porque no somos nada, ha cruzado dos límites y no hay vuelta atrás

Me suelto lentamente y recoloco las pulseras para dejarlas como estaban

Leyre: Tus hijas están esperándote Cesar
Cesar: Han ido a felicitar al vasco, tengo tiempo para hablar contigo
Leyre: No creo que sea el momento, estás de celebración
Cesar: Porque has venido???? No tenías entrada ni pase
Leyre: Tu hermana tenía 3 de tu parte y uno por la de Kepa, simplemente le cogí uno
Cesar: Podías habermelo pedido
Leyre: Supuse que no querías ni verme
Cesar: Entonces porque viniste????
Leyre: Quería arreglar las cosas contigo, me equivoque en aquello, empecé a discutir con Alejandro y no pensé lo que decía
Cesar: Y tampoco sabías que la llamada seguía
Leyre: Aunque hubiera colgado no tenía que haberlo dicho, porque no lo pienso
César: Debí colgar, lo sé, pero algo me decía que no lo hiciera

Lo miro a los ojos y respiro profundamente antes de abrazarlo, él duda un poco pero corresponde al final, así que cierro los ojos apoyando la cabeza en su hombro

No sé cuanto tiempo estamos abrazados hasta que él se separa un poco haciendo que nos miremos a los ojos y él poco a poco empieza a acortar la distancia entre nuestros labios. Pero viendo que no termina de decidirse, llevo mis manos a sus mejillas y soy yo quien une nuestros labios. Él corresponde rodeando mi cintura con los brazos y no necesito más para saber que no me he equivocado viniendo

Nos sepamos por la falta de aire dejando las frentes juntas y le acaricio las mejillas sin apartar la mirada de sus ojos

Cesar: Leyre, tengo que decirte una cosa
Leyre: Creo que sé lo que vas a decirme
César: Mi hermana, no???
Leyre: Si, pero te escucho, si es lo que pienso quiero oírlo de tí

Baja la mirada sin separarse de mí y suspira, quizás sea mejor decirle que no le quiero solo como mi mejor amigo y punto, pero no sé, quiero oirlo

Cesar: Estoy enamorado de ti, desde hace mucho tiempo aunque haya tardado una eternidad en darme cuenta. Sé que mis sentimientos no son correspondidos, pero...
Leyre: Quien ha dicho que yo no siento lo mismo por tí????

El capitán del Chelsea vuelve a subir la mirada fijandola en mis ojos y veo un destello en ellos que hacia tiempo no le veía

César: Estás diciendo lo que creo que estás diciendo????
Leyre: Me conoces, sabes que no jugaría contigo ni tus sentimientos, eres un chico maravilloso que no se lo merece. Fuiste el primer chico que me gustó, cuando me di cuenta y quise contarte estabas con Adriana, te vi tan feliz que no quise meterme. Pensé que te había olvidado pero no, nunca he dejado de estar enamorada de tí

Sonríe y no pasa ni un segundo cuando tengo sus labios sobre los mios, gesto al que yo correspondo y rodeo su cuello con los brazos. Nos sepamos cuando empiezan a llamarlo desde el campo pero él me coje de la mano y tira de mí saliendo del túnel de vestuarios

No me gusta mucho ser el centro de atención, pero no puedo evitar sonreír cuando Azpi rodea mi cintura con su brazo mientras escucha las palabras que el entrenador está dedicando a sus jugadores y a los familiares de los mismos, sintiendo como algunos ojos y cámaras se fijan en mí, tengo la sensación de que deberé acostumbrarme a que tengan un ojo puesto en mí porque es un precio que estoy dispuesta a pagar por estar con César