Capitulo 4
Oigan pequeña... advertencia antes de empezar el capítulo, resulta que la familia materna de Sam es de Rusia, así que en momentos quizá hablen en ese idioma, pero al final de cada capítulo vendrá la traducción, además intentare explicarlo de inmediato del dialogo.
...
—Esto debe ser una broma —murmuro para mí misma releyendo el titular asegurándome de que no enloquecí y me estoy imaginando el nombre —maldita estupidez.
Enserio que la gente inventa cada cosa por hacer un chisme, en letras grandes y llamativas encabezando la noticia se encuentra la mayor tontería que he leído.
¿Nueva pareja o nuevos enemigos?
Y debajo del título una foto del pequeño encuentro, que bien pudo ser la pelea de unos niños prescolares, que tuve con Caleb, él se encuentra riéndose mientras yo tengo clara molestia reflejada en el rostro.
Frunzo el ceño al darme cuenta de que Caleb tenía razón, me veo ridícula molesta y llena de espagueti, que vergüenza.
Comienzo a leer curiosa de que habrán inventado para respaldar el título y un par de risas se me escapan sin poder evitarlo.
La llegada del chico nuevo no pudo traer menos que un gran drama con una alumna del último año, Samantha, aunque quizá la conozcan como la de la familia inmensa...
Por dios eso que, como si hubiera más Samanthas de último año que se metieron en una discusión tonta, llena de comida.
...los dos tuvieron un enfrentamiento durante la hora del almuerzo esta tarde, donde vimos varias veces la sonrisa del lindo chico nuevo y muecas de molestia por una cascarrabias Samantha, aunque se veía más tierna y graciosa que intimidante, pero esto pareció llamarle la atención a Caleb quien no le pudo quitar la vista hasta que salió de la cafetería y aunque su discusión fue de lo más inocente los dos se encontraban perdidos en el otro, sin darse cuenta del drama que protagonizaban.
Ok, pero esto es incluso algo ofensivo, porque Diane quería que leyera como alaban hasta por respirar a Caleb y yo soy un conejito que no asusta ni a una mosca. Además yo no me perdí en nadie, estaba totalmente cuerda, que tonterías dicen solo por leídas.
¿Sera que nacerá un romance digno de película? ¿o tendremos un dúo divertido de enemigos?, todo parece posible en este momento y por acá en el periódico escolar estamos ansiosos de saber cuál será el siguiente paso en esta nueva relación, la chica normal y el chico nuevo guapo, ya sentimos un interesante cliché de película...
Bufo cerrando la pestaña con el periódico escolar sin querer leer más tal tontería, no puedo simplemente discutir con un chico porque arman una historia sin sentido solo para atraer más gente al noticiario escolar, para su mala suerte me encargaré de que no tenga segunda parte, no me interesa estar más cerca del edificio burlón.
Aviento mi celular a alguna parte de mi cama dispuesta a olvidarme de lo que acabo de leer y las miradas que seguro llamaré por lo menos toda la semana en la escuela. Yo estaba bien siendo completamente indiferente a todos, siendo solo la chica con varios hermanos o solo una alumna más, pero no y todo por el desperdicio de oxigeno que es Caleb.
Salgo de mi pequeña crisis interna cuando alguien grita mi nombre desde la planta baja.
— ¡Samantha ven! —me llama mi tía Niki sorprendiéndome.
¿Y ella en que momento llego? Bueno oficialmente, adiós tranquilidad.
— ¡Ya voy! —grito de regreso bajando hasta donde escuché mi llamado.
—Ida syuda, Sam, pozdorovaysya s tetey, ty dazhe ne predstavlyayesh', kak ya udivlen —hace gestos exagerados indicando que me acerque cuando aparezco en su campo de visión.
Mi tía Sofía es más rusa que Rusia en sí, a pesar de los años viviendo en Canadá no suelta el acento y nos obliga a hablar solo en ruso en su presencia, esta negada que la familia olvide de donde son nuestros antepasados, o sea la familia de mamá.
Mientras mi madre y mi tía son de Rusia, mi padre es de Suecia, así que bueno, es una historia larga como terminamos viviendo en este pequeño pueblo de Canadá y siendo la familia que somos.
— ¿Chto tebe nuzhno, tetya?—indago queriendo saber la razón de su presencia.
— Bozhe moy, vy ne predstavlyayete, chto ya uspel vam kupit', vy soydete s uma ot schast'ya, uveryayu vas —da saltitos emocionada contándome que me ha comprado algo que me emocionara.
— Skazhi mne, chto eto, tetya, ya uzhe pogoryachilsya —le pido me diga lo que es casi dando saltitos como nena pequeña olvidando mi mal humor de hace cinco minutos.
— YA ne prinesu seychas, dorogaya, ya otdam tebe pozzhe –me dice tranquila dejando en suspenso el regalo y de pronto se da la vuelta y empieza a caminar a la puerta.
— No tetya, ty ne mozhesh' etogo sdelat', eto zhestoko, davay, skazhi mne, chto eto — pido mientras intento hacer que se detenga.
— Net, konechno, net, eto syurpriz, chto ya privez vas iz poyezdok, kotoruyu ya sovershil neskol'ko dney nazad, u vas budet do voskresen'ya, chem dol'she vy zhdete, tem interesneye —se niega a darme más nada de información hasta el domingo que vendrá de nuevo, despeina mi cabello con una sonrisa despreocupada, pero le hago a un lado la mano. — ¡Hasta luego familia! — se despide con un grito de mis hermanos en sus cuartos y mi padre sentado en el sofá mirándome divertido
Tras una última sonrisa se va dejándome a medias, maldita.
—Eso fue cruel y despiadado y ruin, es un jodido ser del mal — me quejo casi tirándome al suelo frustrada.
— ¿Qué significa jodido? —cuestiona una tierna voz detrás de mí que hace que pare mi berrinche dando un salto del susto.
— ¿Qué es eso? —cuestiono apuntando al pequeño niño que salió de la nada.
—No lo sé, ¿qué podría ser Sam?, quizá un perrito o un enano de la tierra de las hadas —responde con ironía en la voz — ¿qué eres Justin? —le pregunta al niño poniéndose de cuclillas frente a él.
—Soy un superhéroe —responde emocionado y empieza a correr por la sala como si su vida dependiera de ello.
—No pero enserio, ¿de quién es?
—Es nieto de la vecina de enfrente, tenía algo que hacer, los padres del niño no podían recorjerlo así que lo dejo aquí, prometió no tardar, no vi problema —explica mirando al niño que bien podría tener cuatro o cinco años.
—Entonces ¿qué es jodido? —vuelve a preguntar el niñito deteniendo su corrida.
—Nada bueno Justin, ignora a la mal hablada de mi hija —contesta mi padre y no tardó en verlo ofendida.
—El burro hablando de orejas —me defiendo.
—Al menos yo me las guardo para cuando no está presente un niño pequeño.
—Si me vas a raspar, te raspas conmigo.
—Yo quiero rasparme con ustedes, mamá me prepara galletas cuando me raspo, así que... jodido, jodido, jodido —empieza a medio gritar una y otra vez emocionado.
Mi padre le tapa la boca con su palma regañándome con la mirada.
—No, no digas esa palabra, sigue siendo un superhéroe, no necesitas decir groserías, un conejito muere cada que dices groserías, tú no quieres que pase ¿es así, Justin? —el niño asiente sorprendido ante la mentira que le dijo papá, siendo tras unos segundos otra vez feliz de la vida corriendo hacia Sky en cuanto entra a la sala.
Al final le dejan a papá al niño hasta casi media noche, por lo que papá me obligo a cansar al niño cuando nos dimos cuenta que la señora tardaría mucho y que mejor forma que dejarlo suelto en el parque, para las siete de la tarde Justin ya estaba profundamente dormido.
Cansada de hacer de niñera sin poderle sacar ni una moneda a mi padre, ya que fue un favor, y por ser mi padre resulta que no está obligado a pagarme por ser amable, ahí tiene un error si se trata de algo que normalmente paguen no lo haría por pura caridad, no fue voluntario, esperaba una paga.
Cuanta crueldad hay en esta familia.
Salgo de mi casa hasta sentarme en el porche para descansar un momento de tan cansado día, cierro los ojos recargando mi cabeza en mis rodillas, al fin paz.
— ¿Puedo? —me cuestiona alguien rompiendo el silencio, confundiéndome.
Levanto la cabeza encontrando a ¿Caleb? mirándome con una sonrisa un poco tensa.
— ¿Qué puedes? —le pregunto sin comprender.
—Sentarme.
— ¿Me pides permiso para sentarte?
—Eso parece.
Lo observo extrañada y sin muchas ganas de descubrir el trasfondo de porque esto está sucediendo asiento no muy convencida, paso de armar una huida solo por no estar cerca de él, seria patético y más considerando que ni siquiera parece recordarme.
— ¿Qué haces por aquí, a estas horas? —indago estirando mis piernas.
—Pasaba por aquí, estaba con Logan, supongo sabes quién es el —me mira con la pregunta en el aire, asiento— se nos fueron las horas pensé en quedarme a dormir por no salir a estas horas a la calle hasta casa, pero me ha dicho es súper seguro por aquí, así que bueno, en fin te vi aquí sentada creí que llorabas o algo así, pero pareces estar perfectamente.
—Lo estoy solo quería un poco de aire y si, aquí el crimen más horrible es pisar el pasto de la Señora Josephine, vive a dos cuadras, te voy avisando para que tengas cuidado o saldrá con su bastón a quererte corretear hasta que te alejes de su preciado jardín.
—Tomo nota —responde con una pequeña risa.
Nos quedamos en silencio un momento, yo porque prácticamente me estoy quedando dormida aquí sentada, tengo las defensas abajo, no me quiero ni mover y el silencio resulta cómodo, supongo los dos estamos bien así.
—Ya recordé quien eras, luego de meditarlo desde que te vi en clase —habla de la nada trayéndome de nuevo al momento, por dios enserio voy a caer dormida en cualquier momento.
Sacudo la cabeza intentando centrarme en vez de dejarme llevar por el cansancio pero lo que acaba de decir está volando revuelto en mis pensamientos.
— ¿Qué?
—Eres la pequeña Sam, nos conocimos un verano hace ya mucho tiempo.
—Lo sé —murmuro tallándome los ojos.
— ¿Tu si me reconociste?
—Eres el único primo Ingles que conozco de Logan y soy buena con los rostros solo era atar cabos.
—Nada mal, yo tarde un poco más.
— ¿Acaso el vecindario no fue muy obvio?, literalmente Logan vivía a un lado de mi casa y tú te quedaste ahí, no eres muy rápido.
—No me fijo en los pequeños detalles, además hasta ahora no sabía que aquí vivías —oh, cierto— en realidad fue Logan quien me dijo quien eras cuando noto que no te reconocía, aunque no sé porque debería, fue un verano y nada digno de recordar —comenta mirando las casas como si fuera lo más interesante del mundo.
—Fue un verano horrendo —susurro lo suficientemente bajo para que no me escuche frunciendo el ceño.
— ¿Tienes varios hermanos, cierto? Aún recuerdo siempre sentirme rodeado de personas, Logan y tú se la pasaban juntos, así que yo era el único extra, pero tus hermanos siempre me hicieron sentir cómodo a pesar de ello.
—Sí, ellos son así, un montón de goldens retrivers, la mayoría de las veces —decido ignorar la parte de Logan pero él insiste.
—No los vi hablar hoy en la escuela, supondría que se sientan juntos o algo, ¿está todo bien con Logan?
—Ya no somos amigos, no nos llevamos para nada, pasaron muchas cosas...—paro al darme cuenta que estaba a punto de soltarle toda la historia, vaya, estoy tomando demasiada confianza.
—Siento preguntar, él es un poco idiota, debí suponerlo —bromea cuando se da cuenta que me incómodo.
Sonrió levemente, convivir con él no fue tan detestable como pensé, supongo que me equivoque al pensarlo como el pequeño desagradable que conocí de niña, quizá podamos ser buenos amigos.
—Vaya, ¿me estas sonriendo? Así que solo necesitaba ofender a mi primo para que te hicieran gracia mis bromas ¿Dónde quedo la chica desafiante que conocí? –cuestiona risueño y siento su mirada fija.
—Se fue a dormir, ahora solo queda esta chica, pero me cae bien la otra así que, buenas noches, voy a recuperarla —digo apresuradamente levantándome de mi lugar, sacudiendo el polvo que estoy segura no tengo.
—Antes de que te vayas —me detiene su voz— quería disculparme por lo de hoy, no era mi intención tirarte mi comida, iba distraído, fue mi error, enserio lo siento.
Abro los ojos sorprendida, no esperaba que se disculpara.
—Intenta no parecer como que acabo de decirte que soy Hannah Montana —bromea levantándose.
—Lo siento, solo no esperaba...bueno nada de esto, pero no te preocupes, disculpa aceptada, Hannah Montana —rio recargándome en el marco de la puerta.
—Bueno, guárdame el secreto —me guiña el ojo con una sonrisita— anda ya descansa –hace un gesto apuntando mi puerta.
Tras una pequeña sonrisa de despedida mutua abro y cierro la puerta tras de mi sin mirar atrás.
...
—Ya déjalo Sam, a este paso, te va crecer la cabeza como megamente si no dejas el tema —me regaña Vanessa dándome un manotazo en el brazo.
—Sabes como soy de curiosa y lo peor que le puedes hacer a la mente de alguien curioso es darle misterio, porque ahora tengo mil ideas y preguntas en mi cabeza.
—Solo aprecia la sorpresa y déjalo ir, te estas emocionando por un regalo de tu tía Nikita, viniendo de ella puede ser hasta una muñeca de esas rusas que se encajan una tras otra y mientras que para ella es el regalo de la década, tus expectativas de estar allá —murmura apuntando el techo del salón discretamente, intentando no llamar la atención de la profesora —van a tener una horrenda caída hasta acá —ahora apunta el suelo y luego pisa mis expectativas.
Decidí dejar olvidado mi pequeño y sorpresivo acercamiento a Caleb de anoche, que si no fuera porque Dani me pregunto quién era en la mañana, supondría lo soñé.
Así que decidí cortar el relato del día anterior hasta mi momento de niñera, como me prometí ayer no le daré segunda parte al drama que intentaron formar de la nada y no le quiero dar tanta importancia, solo fue una pequeña conversación, agradable lo acepto pero no me interesa que se hagan ideas del inicio de una amistad, no.
— ¿De qué hablan chicas? —nos pregunta Diane volteándose hacia nosotras. —Suena más interesante que la dinosaurio hablando de sabrá que ecuación de blah blah blah —comenta con cara de sueño por la ultima hora y media de mate.
—Estamos viendo geometría Einstein —la corrige Vanessa.
—Para mí está hablando en griego —bromeo con una sonrisa divertida que se convierte en mueca tras un manotazo en la cabeza por parte de la morena a mi lado —auch ¿y eso por qué?
—Deberían prestar atención a la clase, o que harán para pasar el examen del lunes.
—Ok primero, tú has estado hablando conmigo media clase, como vas a pedirme tal cosa, ni tú has escuchado y segundo en todo caso podremos pedirte las respuestas a ti —respondo encogiéndome de hombros.
—Soy multitareas, se me da la mate, y no les ayudaría.
—Qué mala, en fin cuéntenme de que hablan o lo más seguro es que caiga dormida —nos pide Diane con un puchero y escucho a Vanessa bufar fastidiada del tema.
—Solo habla de lo cruel que fue su tía al dejar como sorpresa un regalo que le compró y se está saturando la cabeza de ideas sobre que será.
—Yo pienso que te dará algo que se pondría mi abuela, lleno de flores o algo que se pondría una nenita —opina la rubia provocando una cara de horror de mi parte.
—Tal vez te dará un chaleco feo como el del dinosaurio —murmura Vanessa y las tres se nos sale una carcajada al imaginarlo.
— ¿Hay algo que nos quieran compartir a la clase señoritas? —Nos cuestiona la maestra cruzada de brazos caminando seria hasta nuestros lugares —así nos reímos todos.
—No, nada de nada, solo eh... —empieza a explicar Diane.
—Es que...
—Sucede que Sam...
—Les conté un chiste sobre...
—Sobre las ecuaciones —completa por fin la frase Diane.
—Geometría —la corrige de nuevo escondiendo su comentario tras un estornudo Vanessa.
—Si eso, geometría, triángulos, cuadrados, nos dio mucha risa —termino la oración con una sonrisa forzada.
—Ya conoce usted, el humor matemático.
—Tan divertido —decimos a la vez provocando alguna risa floja por el salón.
—Claro, solo les advierto que si vuelven a usar mi clase para su momento de bromas y platica, las enviare a contar sus chistes con el director —nos amenaza sonriente — ¿queda claro?
—Muy.
—Bien ahora sus miradas al pizarrón, no quiero más interrupciones —nos ordena a todos pero la campana de salida la silencia y no tardamos en salir casi corriendo del salón.
—Esa anciana, nos tiene algo en contra, nos odia desde el primer día —habla Diane recargándose sobre mi mientras caminamos al patio.
Vanessa se separó en cuanto salimos para ir a su siguiente clase mientras Diane y yo tenemos hora libre.
—Culpa a Vanessa, se encargó de que la detestara tras corregirla cada día por un mes y al ser sus amigas, el odio se pasó —respondo.
—Aun no me creo que una chica de diecisiete le haya corregido a la mejor maestra de mate de toda la escuela, esa chica es la idola de todo el club de algebra.
—Poco falta para que le hagan un mural en el salón —comento divertida —está rozando la obsesión.
—Ni que lo digas —responde.
Nos sentamos en el pasto recargando la espalda en el tronco del árbol al que llegamos.
Pero cualquier tranquilidad con la que planeábamos pasar las siguientes dos horas desaparece al ser cubiertas por dos sombras, genial.
— ¿Qué? —cuestiona Diane mirando a los chicos esperando sus razones para irrumpir nuestra conversación.
—Supongo leyeron el gran drama de ayer, bastante entretenido ¿verdad Sam? —las miradas se centran en mí tras el comentario del pelirrojo, del que aún no se ni su nombre y que no veía desde nuestra única cruzada hace pocos días.
—Bastante inventado y exagerado si me permites, como sea que te llames.
—Es cierto, ¿quién eres? —le cuestiona mi amiga.
—Carter, soy nuevo, llegue cuando mismo que Caleb, pero este chico se robó toda la atención —responde recargando su brazo en el hombro de Caleb, quien es un poco más alto que él.
— ¿Ya se conocían? —continua su cuestionario mi amiga.
—Nuestros padres son compañeros de trabajo, digamos que uno alentó al otro a cambiar de aires y ahora estamos aquí —cuenta, feliz de la atención que le estamos brindando.
—Ah ya, volviendo al tema a mí me resultó muy de película el drama que protagoniza mi amiga aquí presente.
—Repito, completamente exagerado y ficticio, algo que ojala no hubiera pasado, así como esta conversación.
—A mí me resultó agradable, ¿acaso no disfrutas que te relacionen conmigo? –cuestiona Caleb con una sonrisa presumida en su rostro mirándome, ignorando la parte de mi oración donde intentaba se fueran.
Sin poder evitarlo una carcajada se me escapa seguida de otra y otra logrando que me duela el estómago en cierto punto donde me miran raro los chicos y Diane solo sonríe divertida por mi reacción.
— ¿Qué te ocurre? —pregunta Caleb.
—Tienes el ego del tamaño de un elefante, ¿por qué me emocionaría esa estupidez?, ni que fueras Chris Hemsworth —me burlo.
—Interesante —habla el tal Carter distrayéndome.
— ¿Qué?
—Al fin alguien baja de su nube a mi amigo, te aplaudiré esta vez Sam, acabas de rechazar al roba suspiros —comenta burlón pero esta vez contra su amigo —no te será tan fácil Caleb.
—Eso cambiará —murmura mirándome con una sonrisa torcida a lo que frunzo el ceño.
Ayer él fue tan agradable y hoy me resulta tan molesta su personalidad, ¿acaso es bipolar?
—Ok, no sé de donde salió esta repentina confianza rara, apenas y hemos cruzado palabra, ni siquiera sé porque se acercaron o porque empezó esta conversación, pero paso, si nos disculpan queríamos pasar un rato solas –digo levantándome sintiendo a Diane seguir mi movimiento.
No sé qué le pico, pero lo que sea que acaba de pasar no me cayó muy bien, no sé qué intenta Caleb o a que viene su, eso cambiara, ¿de qué habla? Una conversación a media noche le afecto la neurona.
— ¿Exagere? —le pregunto cuando nos detenemos en unas mesas aun en el patio, pero lejos de ellos.
—Quizá un poco, te pusiste como si te hubiera dicho algo horrible, solo te coqueteaba, creo, no sé, fue raro, ¿hace cuánto se hablan?
—Ayer, conversamos cosa de nada, se disculpó de lo de la cafetería y ya, no se a qué venia sus ganas de conversas y acercarse de la nada, si ayer ni sabía quién era, ¿ahora que se piensa? ¿Qué por saber quién era y que hace años convivimos ahora seremos los mejores amigos? —Diane me agarra de los hombros obligándome a parar y respirar.
—Ya, tranquila, solo es extrovertido, si no te beso, intenta ser tu amigo, tu quedaste claramente afectada mentalmente por aquel verano, pero recuerda que fue hace muchísimo, los dos cambiaron, él ni se ha de acordar, estas sobre pensando.
—Lo sé, solo...no lo sé, estoy portándome como una nena dramática.
—Tranquila, lo entiendo, fue un choque verlo de nuevo, considerando, bueno todo, pero tu olvídalo, empiecen de nuevo.
—Claro, tiene sentido —la abrazo suspirando, avergonzada de mis sobresaltos estúpidos.
Pero nuestro pequeño momento es interrumpido por Jace, quien está caminando hacia nosotras y tras darse cuenta de ello Diane sonríe despidiéndose rápidamente de mí dejándome sola prometiéndome buscarme en un rato, bueno gracias amiga.
Indignada por el abandono vuelvo a donde estaba sentada ya que los chicos se habían ido pero me equivoque de nuevo una sombra tapa mi vista, esta vez solo Caleb.
—Empiezo a creer que te obsesionaste conmigo, déjame en paz —pido rodando los ojos, solo pido tranquilidad y este chico es todo lo contrario.
...
Traducciones, (puede haber errores, por inventada quise agregarle estos temas extra de idiomas y nacionalidad a Sam, pero intento lo mejor que puedo)
1 Anda ven acá Sam, saluda a tu tía, no tienes idea de la sorpresa que te tengo
2 ¿Qué necesitas tía?
3 Oh cariño, no tienes idea de lo que logre comprarte, te volverás loca te lo aseguro
4 En serio lo crees, ¿qué es? enseña anda
5 No lo traigo ahora, Sam cariño, te lo daré más tarde
6 Pero tía, no puedes hacerlo, es cruel, vamos, dime qué es
7 No, claro que no, es una sorpresa que hice hace unos días, cuanto más esperas, más interesante
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro