~06~
Viernes en la noche, ahora ni siquiera sus hermanos estaban así que estaba completamente sola... O algo así.
- Buenas noches, linda - La saludó el joven
Julieta estaba cocinando, se tensó al oírlo - H-Hola, Agustín, no esperaba tu visita, pero me alegra mucho que estés aquí
Sonrío y se dedicó a verla, esta cambió de la estufa a cortar pimientos, podía sentir la mirada de su novio en todo momento.
- ¿Tus hermanos no están?
- No, Pepa está con Félix y Bruno con una ¿Amiga? La verdad no se que son
- ¿No te da miedo estar sola?
- No, casita es muy buena compañía
De repente él tomó el cabello de su amor, haciendola sentirse confundida.
- Te ves tan linda con ese mandil
- Pero si siempre uso este
- Te ves hermosa con lo que sea. Ok ¿Puedo probar lo que hiciste?
Asintió y le ofreció con su dedo un poco de la crema de champiñones que hizo, no se dió cuenta de que era una "mala" idea de haberle ofrecido su dedo en lugar de una cucharada, hasta que sintió la lengua del joven repasando su dedo una y otra vez mientras la veía con tanto amor... Y deseo.
- ¿Y-Y bien?
- Está delicioso - Apegó su cuerpo al suyo y colocó sus manos en la cintura de esta - ¿Qué más harías así de... Rico?
Por primera vez Agustín era atrevido con ella y le fascinó oír aquello. Sintió como este se "emocionaba" y de repente ya estaba restregandose contra él y jadeando.
- ¿Te gustaría averiguarlo?
Rápidamente se dió la media vuelta y lo besó con fogosidad, siendo correspondida de la misma manera. Tenía las manos en el trasero de la femina mientras ella lo empujaba hasta una silla cercana y lo hizo sentarse. Se colocó encima suyo y volvió a restregarse, solo que está vez era su sexo con el suyo.
- ¡Ah Julieta! ¿Quieres matarme de placer?
Se separó un poco para poder quitarse la ropa interior, quitarse la parte de arriba de su vestido , mientras el de anteojos desabrochó su pantalón y lo bajó junto a su ropa interior y después desabotonó su camisa. Su pecho fue besado y poco a poco sintió como los labios de su novia bajaban hasta su miembro que de inmediato fue atendido.
Echó su cabeza hacia atrás ante la increíble sensación, pero la hizo detenerse, no quería venirse tan rápido. Le pidió que se sentará nuevamente sobre él, se atrevió a tocarla directamente y sus gemidos se volvieron música para sus oídos.
De pronto comenzó a entrar en ella, besó sus párpados cuando comenzó a llorar debido al dolor. Esperó un poco a que se acostumbrara y cuando dió indicio de que el dolor había pasado a placer comenzó a moverse, fue cabalgado poco después y solo podían escuchar el sonido de sus cuerpos chocando y sus gemidos. Un placer tan maravilloso.
El climax fue simplemente maravilloso, no terminó dentro, logró salir a tiempo y su semilla fue esparcida en la chica.
Al recuperar el aliento y volverse a ver Julieta se dió cuenta de lo que habían hecho. Rápidamente se volvió a acomodar su ropa y salió corriendo hasta su cuarto donde se encerró.
- ¡Julieta, por favor abreme! - Tocaba Agustín con miedo - Lo siento, no quise presionarte, yo...
¿Él creía que la había presionado? Nunca, de hecho el día anterior había llegado a la conclusión de que iba a entregarse por amor cuando llegara el momento y ese momento era ese.
Cuando el joven estaba por irse, la puerta se abrió y fue atacado por besos demandantes.
- No me arrepiento de nada. Te amo - Lo jaló del cuello de la camisa y lo hizo entrar al cuarto donde lo depositó sobre la cama - Hazme el amor de nuevo, las veces que sea necesario recuérdame lo mucho que me amas y me deseas
Asintió con una sonrisita y comenzó a desvestirla.
...
Amaneció, Julieta se movió y al darse cuenta de que Agustín seguía ahí, durmiendo plácidamente abrazando su cintura sonrío y recordó lo bien que la pasaron anoche.
Había perdido la virginidad antes del matrimonio y con el hombre de su vida.
Logró separarse de este y se levantó de la cama, sus piernas fallaron un poco, pero logró sostenerse. Sonrío pícaramente al pensar en la posición que le había dado ese resultado tan... Placentero.
Bajo a la cocina, aquel lugar en el que tanto había pasado y que justo ahora se ve volvió aún más especial.
En cuanto llegó notó a sus hermanos sentados frente a la mesa.
- Buenos días ¿Cómo amaneciste? - Saludó Pepa a su hermana
- Buenos días ¿Cuándo volvieron?
- Hace media hora, bien ¿Quieres un poco de crema de champiñones helada?
Al escuchar eso se dió un facepalm - Rayos, olvidé que estaba haciendo la cena por estar...
- Por haber tenido acción con Agustín, es obvio ¿Y cómo pasó, dónde sucedió?
- Justo en donde estás sentada - Sonrío
La pelirroja se levantó rápidamente - Eww, no debí preguntar
- ¿Y no te arrepentiste? - Ahora habló Bruno - ¿Te sientes bien después de haberlo hecho?
- Emm... No me arrepiento, él es el amor de mi vida
Ellos intercambiaron miradas, querían advertirle, pero no sabían como empezar, en ese momento entró su madre y pensaron que los iba a regañar, pero esta simplemente les dió los buenos días para después subir a su cuarto.
Pepa no pudo quedarse callada - ¿Vieron? Parecía más relajada, bueno eso se debe a que se la pasa demaciado bien con el señor Fuentes ¿Por qué creen que se va todos los viernes por la noche?
- ¡No pongas imágenes de ese tipo en mi mente! - Se quejó el vidente
De repente Agustín apareció, con su ropa totalmente arreglada como si anoche no hiciese sido arrancada hasta casi romperla - Buenos días
Pepa sonrío pícaramente - Buenos días, "cuñadito" ¿Te gustó tu estadía aquí anoche?
Julieta tomó a su novio de la muñeca y lo llevó a la salida - Lo siento, mi hermana a veces no tiene tacto
- No te preocupes, me voy a acostumbrar. En fin, ya debo irme - Rozó su nariz con la suya - Me la pasé increíble anoche
- Si, yo también
- Gemias tan delicioso y lo mejor fue como pasé mi lengua por tu...
- ¡Agustín! - Rió nerviosa y lo golpeó jugetona en el pecho - A mi también me gustó esa parte, pero más cuando me cargaste y me empezaste a embestir con dureza y me hablas cosas sucias al oído - Acarició su espalda - Mis uñas clavandose en tu piel. Me hiciste el amor tan maravillosamente
- Quisiera volver a repetirlo
- Hum... Entonces te veré mañana en la noche en el río, solo estaré disponible en ese momento
- Esperaré ansioso - La besó por última vez y se fue no sin antes de decirle "Te amo"
Lo veía irse mientras sonreía de oreja a oreja y se sentía la mujer más afortunada del mundo.
...
Y en martes en la noche, en otro de sus encuentros en el río, Agustín salió rápidamente de su hogar, estaba más que emocionado de volver a ver a su amada en el lugar acordado. En cuanto llegó al río notó a la chica que estaba cubierta con una capa de su color favorito, apenas si podía ver su rostro, esta en cuanto lo tuvo enfrente lo tomó del cuello de la camisa y lo besó. Pero el joven se separó segundos después en cuando se dió cuenta de que ella no era su amada Julieta sinó Cristina la cual se quitó la capucha.
- ¿Qué, no te gustó mi beso?
- Tu...
- Emm, tu amada novia está viéndonos
Dicho eso, se dió la media vuelta y ahí estaba Julieta, con la mano cubriendo su boca de la impresión y sus ojos llorosos.
Cristina se burló - Al fin descubres que tu querido Agustín está también conmigo, pero a diferencia de ti, yo si tengo oportunidad de estar a su lado
El de lentes intentó seguir a la pelinegra, pero esta salió corriendo. Quería seguirla, pero de repente la perdió de vista.
Cristina se fue con una sonrisa burlona dejándolo solo. Ahí mismo Agustín lanzó un grito de frustración y golpeó un tronco, de inmediato abejas salieron y como era costumbre lo picaron, aquello lo sintió como una burla del universo ya que no podía ser curado por su amada.
Julieta llegó a su casa, sus hermanos al notarla llorar obviamente se preocuparon.
- ¿Qué sucedido, estás bien?
- Ay Pepa, ví a Agustín besando a otra chica
En cuanto lo dijo Bruno no resistió más y habló - ¡Debí haberte advertido desde antes que eso iba a pasar?
- ¿Qué, ya lo sabias? Tonta, obviamente ya lo sabias
- Bobo, no debiste decirle
- ¿Tu también lo sabias Pepa?
- Yo...
- ¿¡Por qué no me dijieron que Agustín resultó ser un estúpido!?
- Julieta...
- No, cállense los 2, debieron decirme desde el momento que lo supieron y así me hubiera evitado esto. No sé si sea capaz de perdonarlos
Se encerró en su habitación y lloró la mayor parte de la noche. Se sentía tan tonta, tan triste.
Alma tras la puerta del cuarto sonreía
- Ahora vamos a comprometerte con alguien digno de conservar el milagro
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro