Estaba muy nervioso, Agustín no podía quedarse quieto ni un segundo. Estaba en la fila que esperaba para ser curados por el don de Julieta. Era la quinta vez en la semana y aunque sabía que estaba mal se lastimaba a propósito simplemente para poder tener una excusa de verla y no ser regañada por Alma, ya que entendió de inmediato que esta le había prohibido verlo y si solo era para cumplir con su deber de ayudar no iba a llamarle la atención ¿No?

Cuando fue su turno de ser atendido Julieta arqueó una ceja y le dedicó una sonrisa ladina - ¿Ahora qué te sucedió? ¿Abejas?

- Reacción alérgica por hiedra venenosa

- Uy, eso es más grave, pero nada que una buena arepa no pueda arreglar - Le ofreció el alimento y este lo aceptó gustosamente - ¿Ya te sientes mejor?

- Mucho, gracias

Se perdieron en la mirada del otro por varios segundos, pero los demás habitantes se quejaron de que se diera prisa. La joven ventiañera le guiñó el ojo y le entregó una nota, Agustín con el rostro enrojecido se fue haciendo reír a la chica.
De repente notó a su madre a pocos metros de ella, no se le veía nada contenta. Después de cumplir con sus tareas del día, en cuanto llegó el atardecer Alma tomó a su hija de la muñeca y la llevó hasta la cocina.

- Te he dicho muchas veces que no te acerques a ese muchacho

- Él solo quería que lo curara y...

- ¿Y crees que no me iba a dar cuenta de que ya van varias veces que lo curas. Obviamente lo hace a propósito para poder estar cerca de ti y aprovecharse

- Agustín no haría eso

- Los forasteros son capaces de cualquier cosa para sentirse los amos de todo y abusar de personas inocentes. Si te vuelvo a ver cerca de Agustín Rojas verás que está vez no tendré piedad. Ahora en castigo no vas a salir de la cocina hasta que yo lo diga, ponte a cocinar la cena y adelantar lo del desayuno de mañana

Estando sola, Julieta aló su cabello en frustración, obviamente no sería fácil enfrentarse a ella, pero debía de intentarlo.

- Lo siento mucho, hermanita - Dijo Pepa apenas entró a la cocina - No debí haberte dicho esas cosas tan horribles, yo...

- No te disculpes, está bien

- No, no está bien, no se porque lo dije

- Habías guardado eso desde hace mucho tiempo, tenías que sacarlo en algún momento

La abrazó - No merezco tu perdón

- Ya olvida eso, todo está bien, tranquila

Se alejó del abrazo y sonrió - Eres tan buena hermana. Ok, permíteme ayudarte con la cena y así aprovecharemos para que me hables acerca de Agustín ¿Has tenido la oportunidad de hablar con él?

- No mucho, solo hemos intercambiado un par de palabras las 5 veces en que iba a sanarlo. Tan lindo, se provocaba ya sea una cortada, ser picado a propósito por las abejas o lo que fuera para verme

La pelirroja rió mientras colocaba tazones en la barra de la cocina - Oye, su significado del romanticismo es muy raro en ustedes, pero en cierta parte lindo. Ok ¿Y cuándo lo vas a invitar a una cita?

- Ya has oído a mamá, me tiene prohibido acercarme a él

- Yo te ayudo, hermana

- Yo también - Musitó Bruno, entrando - Agustín me cayó bien y creo que será un buen novio para ti

- Gracias Bruno

Pepa colocó su brazo en el hombro del chico - ¿Y tú hasta cuándo vas a presentarnos una novia, Brunito?

- Nadie va a enamorarse de un mal augurio como yo

- No eres eso no nada de lo que dicen

- De cualquier forma no me interesa eso de casarme

- Pues ya somos 2, creo que ambos seremos los hermanos solterones

Rieron y empezaron a cocinar y a pasar un rato entre hermanos, uno que deseaban pasar desde hace mucho tiempo.

...

Alma tuvo que salir de emergencia y que era muy probable de que no regresara hasta muy tarde , por lo tanto Julieta y Bruno vieron la oportunidad de hacer un plan para que Julieta estuviese con Agustín.
El vidente se quedó con su hermana mientras Pepa iba por el joven.

- Humm... Pepa ya se tardó en conseguirme ese ingrediente ¿Dónde estará?

- S-Seguramente no lo encontró en la tienda de siempre y se fue a otra, o tal vez se distrajo en la boutique de la señora Castillo, o...

- ¿Ustedes planean algo?

- N-No

- No eres bueno mintiendo, Bruno

En ese momento Pepa volvió con un invitado.

- Hola, buenas noches

Al escuchar la voz del chico que la ha traído loca desde hace 1 semana y media se le cayó una taza que por suerte no se había roto y se peinó con los dedos - H-Hola, Agustín, ¿Qué...

Su hermana jugueteaba con su cabello y sonreía pícaramente - De nada hermanita. Ok Bruno dejémoslos solos

El mencionado asintió y ambos hermanos salieron de la cocina... O más bien se ocultaron para poder verlos, ya que se sentían tan felices y curiosos de aquellos tortolos.

El joven investigador se acercó tímidamente a la chica - Tu hermana me dijo que tu madre salió y que podría ayudarte

- ¿Ayudarme en que?

- En preparar la cena y comer con ustedes, digo, si te molesta...

- ¿Qué si me molesta? Al contrario, estoy tan feliz de estar contigo... Digo, yo... Ay no que vergüenza - Rió nerviosamente

- Descuida, está bien

- En fin, ya habíamos terminado de hecho, solo hace falta probar a ver si todo está bien

Dicho eso el de lentes tomó un buñuelo de la canasta y al probarlo hizo una expresión de gusto - ¡Está delicioso! No me cansaré de decir que eres una excelente cocinera

- ¿Encerio? Gracias

Estaban por tomarse de la mano cuando un ruido los alertó, era un jarrón que había tirado por accidente Bruno, Pepa lo golpeó en la nuca y un poco avergonzados les ayudaron a poner la mesa.

...

La cena estuvo de lo más agradable para los 4 ventiañeros, sin la presencia de Alma era fácil ser si mismos, no tener miedo a decir o hacer algo "tonto"
Al terminar de levantar la mesa, Agustín y Julieta salieron al patio para poder charlar con más tranquilidad y sabiendo que no iban a ser molestados para nada.

- Tus hermanos son muy agradables, me cayeron muy bien, aunque admito que Pepa me da miedo

- Descuida, cuando terminas de conocerla te va a dar más miedo

Rieron y se sentaron en el césped, Agustín se quedó embobado viendo a trenenda mujer, tal vez aún debían conocerse más, pero ya estaba completamente seguro de que se había enamorado profundamente de ella y que a pesar de que Alma podría hacer hasta lo imposible para que no estuviesen juntos iba a luchar contra viento y marea para poder estar con Julieta.

- ¿Qué tanto me ves?

- Eres un angel, Julieta

- Y tú eres todo un caballero. Aunque no hemos podido convivir mucho y que solo tenemos una semana y media de conocernos debo de admitir que tú... Bueno, me interesas de esa forma

- Tu también me interesas de esa forma... Me gustas mucho

Se quedaron en shock, ninguno había experimentado un amor antes por lo tanto estaban tan temerosos por lo que podía pasar.
Para dejar los nervios de lado un rato después de estar en completo silencio, la femina le pidió volver a dentro. Agustín en cuanto vió el piano en la estancia se sentó frente al instrumento y miró a la chica.

- Escribí esto... Para ti

Julieta sentía que se derretía de amor, nadie antes le dedicó una canción y escucharlo cantar y la dulce melodía de su instrumento favorito se dió cuenta de que no solo le gustaba, lo amaba con todo su corazón.

- ¿Y bien, te gustó? - Dijo él luego de terminar la canción

Limpió sus lágrimas y aplaudió - Me encantó, eso estuvo precioso

- No tanto como tú, linda

Y sin esperar a más se besaron, todo se volvió de color de rosa y un momento tan mágico.