18/07/2022

Éramos tan inmaduros en aquel momento, (el siempre lo fue) teníamos miedo, teníamos dudas, no sabíamos hacia donde se dirigía el tiempo y en donde se ocultaban nuestros sentimientos.
Solo sabíamos que al vernos algo estaba sucediendo. Conexión tan mágica, conexión tan fugaz, tú me diste un poco de aliento y en mi mente lo retengo.

Que impredecible fue mi actuar en ese entonces, qué manera tan absurda de evadir la realidad, te tuve y te perdí antes del amanecer y las estrellas que iluminaban mi anochecer ya no las encontré.

¿Cómo del firmamento se pudo borrar tu sonrisa?, ¿Cómo la lluvia vino a sacudir tu vida por la fatalidad de un corazón herido?

Y aún cuando me pedias perdon por como eras, yo no entendía porque lo hacias, sabiendo a ciencia cierta que eras lo que más quería.
Y aún cuando me decías que eras un desastre
Yo repetía: somos, de manera explícitamente poética, un puto desastre.
Somos el vaso medio lleno, medio vacío echo añicos contra el suelo.

Y quién podría pensar que éramos tan frágiles, que bastaban tan solo un par de palabras, para destruir todo lo que construimos.