siete.
Querido Kenneth
Hoy descubrí que eres inevitable casi tanto como hablar, eres el viento del destino que se desliza entre mi falda.
Me duele no gritar tu nombre en libertad, te done piel con piel pero como lo sospeche fue mejor fuera de mis sueños. Llore en silencio, extrañando tu presencia cuando todo término.
Dejaste tu marca en mi antes de irte, sólo es cuestión de que digas mi nombre para que todo se detenga.
Es curioso como no te quiero como un mejor amigo, pero tampoco quiero nada formal contigo. Estoy segura que se debe a que tu no eres de esos, en cambio Adrián, el sería capaz de poner un anillo en mi dedo sin dudar en caso de que se lo pidiera.
Lo que paso esta noche, no volverá a suceder jamás.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro