Pasé el resto de la semana sin complicaciones. Me puse al día con las clases, Alana no me volvió a molestar y no volví a hablar con el chico misterioso, nuestros encuentros mi primer día solo quedarían cómo una anécdota de la que en algún momento hablaré por encima con Mia.

El sábado por la tarde Elisa tuvo que atender unos asuntos de trabajo y se fue. Me dejó algo de dinero por si quería salir a dar una vuelta.

_¡Son las 16 y es una cuidad nueva! Sal a explorar aunque sea para buscar un lugar donde leer. - Me suplicaba Mia al otro lado de la línea.

_Estoy bien acá... además ¿y si me pierdo? - Le pregunté simulando preocupación.

_¡Es la idea! Además eso es una terrible escusa, se que prenderías el GPS de tu celular. - Rodee los ojos, ella me conocía bien. - Te voy dejando... Alex vendrá en cualquier momento y no me he calzado.

_Muy bien, que te diviertas con tu novio. - Comenté provocadoramente. Alex no era su novio pero tampoco su amigo, a ella le gustaba y todos sabíamos que ella a él también, entonces ¿Cuál era el problema? muy fácil, eran muy buenos amigos, ambos eran populares en mi antiguo bachillerato y por ende tenían el mismo circulo de amigos. Alex me caía bien y era muy dulce con Mia, siento que él es la única persona además mío que podría soportar escucharla hablar por horas. En fin, el punto era que temían perder su amistad por lo que sentían y por eso no decían nada.

Mia bufó antes de colgar y yo me tumbé sobre mi cama, estaba realmente aburrida y ya me había terminado el único libro que me quedaba sin leer, no tengo que volver a repetir cual era. Quizás mi amiga tenía razón y debía salir un poco, aún me daba curiosidad la librería y la cafetería así que podría ir a ver que tal estaban.

El día estaba despejado y templado así que opté por ponerme mis desgastadas Converse blancas, una pollera corta floreada y por debajo de esta un short de licra, amaba las polleras pero me incomodaba salir sin nada mas que la ropa interior bajo de ellas. Finalmente me puse una top blanca simple y una chaqueta de jean. Como siempre deje mi cabello suelto, pese a que no le prestaba mucha atención mi cabello realmente me gustaba, estaba largo hasta el inicio de la cintura y era en su mayoría lacio.

Me colgué una mochila pequeña donde puse mi celular con mis auriculares y una bolsa que adentro tenía una manzana, una vez me aseguré que no me faltaba nada, me fui no sin antes marcar la ubicación del apartamento en Google Maps.

Me encaminé hacia la librería, si mal no recordaba, estaba sobre la misma acera de donde vivía pero a unas dos cuadras. Así que todo lo que tenía que hacer era caminar derecho.

Tal y cómo esperé, tardé unos cinco minutos en encontrar el lugar. Entré sin mas, el lugar claramente era un librería, estaba limpio y ordenado, al frente del todo tenía un pequeño mostrador, una muchacha de unos veintitantos años se encontraba leyendo una revista detrás de este. Al verme dejó lo que estaba haciendo y me sonrió.

_Buenas tardes ¿Estás buscando algún libro en particular? ¿o subirás a la biblioteca? - Me preguntó.

_¿Biblioteca? - Pregunté confundida, pensé que era una librería.

_Eres nueva por aquí ¿no? - Sonrió cómo sí mi pregunta hubiera sido demasiado tonta para ser de por aquí. Yo asentí a su pregunta.

_Se nota... - Sonrió divertida. - Aquí abajo es una librería pero allí arriba tenemos una biblioteca publica, fue todo idea de mi abuela de hecho es ella la que atiende allí. - Señaló con un dedo las escaleras.

_¿De verdad? Genial entonces ... pero ahora me gustaría comprar un libro... - Respondí, aunque el hecho de saber que había una biblioteca también me resultaba increíble.

_Tu eres de las mías, es aburrido leer encerrada aquí con este día... - Comentó, claramente ésta mujer no quería estar allí y a mi si me gustaba encerrarme a leer pero bueno, no se lo iba a decir. - Bueno... entonces te dejo escoger.

Me adentré entre los estantes, en busca de algo que no haya leído, como siempre una tarea difícil. Finalmente encontré uno que no había visto jamás, al parecer era de hombres lobo y luego de leer a Poe necesitaba algo mas actual para variar.

Me acerqué de nuevo al mostrador y puse el libro sobre él.

_"Aguas Oscuras"... es un buen libro. - Se quedó mirando la portada de éste antes de pasarlo por caja y decirme cuanto le tenía que dar.

Finalmente salí del lugar. Enfrente estaba el parque, habían muchos árboles así que me dije que no habría nada mejor que sentarse bajo uno de estos a leer mi nueva adquisición. Me adentré un poco mas en el parque, habían bastantes personas realizando diversas actividades, trotar, sacar al perro, habían algunos grupos de amigos y etc.

Encontré un árbol un poco alejado del bullicio y me senté, saqué el libro y la manzana que había guardado con anterioridad. El aire me agitaba suavemente el pelo, era agradable, era una lastima haya dejado mi libreta en sobre la cama.

Le di un gran mordisco a la manzana y me adentré en mi lectura, la historia se veía interesante. De repente, algo me hizo abandonarla por completo, mi libro había volado por los aires y la manzana ya no estaba en mi mano sino que en la boca de un gran Golden Retriever.

_Upss... Creo que es demasiado tarde para decir "¡Cuidado!" ¿cierto? - Una chica se acercó a mi. Tenía aproximadamente mi edad, se veía unos pocos centímetros mas baja que yo y su estilo era novedoso, su cabello era lacio, largo y oscuro con mechas turquesas, sus ojos eran verdes y estaban delineados de negro, su piel era muy clara. Vestía como una punk de inicios de la década del 2000, unos pantalones negros holgados y una camiseta de tirantes blanca simple.

_Si, creo que es bastante tarde... - Dije mientras me levantaba para quitarme la tierra que el perro me había dejado sobre la falda.

_Siento lo de tu libro... y lo de la manzana... - Me contestó apenada mientras miraba como el can se la terminaba de comer. - ¡Scar, eres una plaga! - La chica reprendió al animal pero no pudo evitar reírse.

_¿Se llama Scar? ¿Cómo el del Rey León? - Pregunté divertida.

_No lo sé... supongo que si... no es mío, es de un amigo... - Me respondió mientras lo acariciaba y se acercaba a mi libro. - Ten, creo que sobrevivió. - Me lo extendió y yo lo iba a tomar cuando de repente lo volvió a llevar hacia sí misma. - ¡Me encante éste! Es genial muy buena elección. - Me sonrió mientras me lo volvía a extender.

_Que bien, la de la librería dijo lo mismo... - Dije mientras tomaba, esta vez si, el libro.

_¿Quien? ¿Sora? Lógico, tiene una muy buen gusto. - Me respondió mientras señalaba hacia la librería/biblioteca.

_Así que así se llama... - Pensé en voz alta.

_Si... bueno, no... se llama Sonia pero le decimos Sora, no le gusta llamarse como su abuela ¿ya sabes? - Explicó divertida.

_Por cierto... Yo soy Olivia. - Me extendió la mano y solté una corta risa ¿Quién saluda así?

_Soy Nina. - Estreché su mano, aunque seguía sosteniendo lo raro que era.

_Nunca te había visto por aquí Nina. - Comentó mientras le ponía la correa a Scar.

_Me mudé hace unos días... - Le expliqué.

_Ya veras que este lugar es genial, si sabes bien donde buscar la genialidad, por ejemplo, mi amigo Evan estudia en Saint Lorriene y créeme que ese reclusorio no es nada genial. - Se carcajeó luego de decir esto.

_Si, me di cuenta... yo también estudio ahí... - Dije y la risa de Olivia cesó.

_Oh... mi mas sincero pésame... - Me miró con una falta lastima. - En cualquier caso, sí has notado que ese lugar es una mierda es porque probablemente tu eres genial. - Me sonrió y yo dudé unos segundos antes de devolverle la sonrisa.

_Bueno... los chicos me esperan así que me tengo que ir... Espero encontrarte algún otro día, Nina... - Se despidió dubitativa.

_Lo mismo digo... - Contesté mientras volvía a mi lugar. Creí que se había ido pero volvió a hablar.

_¿Quieres venir conmigo? - Me miró interrogante. - Es que... como eres nueva y probablemente no conoces a muchos por aquí y... me has caído bien... no lo sé... - Se rascó la nuca un poco avergonzada.

_No lo sé... no me gusta mucho los grupos grandes de personas... - Comenté un poco apenada.

_Tranquila, a mi tampoco. Solo somos tres. - Me sonrió de oreja a oreja. - Además soy la única chica y me vendría bien otra, ya sabes como son los chicos, son divertidos pero no pueden evitar hablar de futbol y autos.

_Bueno... está bien... - Dije desconfiada, Olivia me iba cayendo bien pero yo era muy reservada a la hora de conocer nuevas personas.

_¡Cool! - Me tomó del brazo que tenía libre, ni bien agarré mi mochila.

Caminamos hasta llegar a unas mesas de piedra, en el trayecto hablamos de cosas triviales y nos burlamos de mi colegio.

_¡Al fin! ¡Creí que habías desaparecido con Scar, Oliv! - Un chico alto, de cabello rubio y un poco ondulado se dirigió a ella y detuvo su mirada en mi.

_¡Lo siento! Es que tu plaga volvió a hacer de las suyas, Rem. Y acá está la prueba, Nina fue su victima del día de hoy. - Me señaló con la pera mientras le daba la correa al chico que se llamaba ¿Rem?

_Así que mira lo que nos trajo Scar... - El chico me sonrió seductoramente y me besó una mano, Olivia rodó los ojos. - Me llamo, Julián ¿y tu?

_¡Rem! ¡Dile Rem! Nadie le dice por su verdadero nombre y ella es Nina, ya te lo dije... - Olivia lo miraba enfadada y luego miraba su mano que seguía agarrada a la mía. La retiré enseguida.

_ Un gusto... - Le contesté al tal Rem y Olivia me volvió a tomar del brazo para alejarme de él.

_Y este es Evan... - Miré a la persona que me estaba presentando y me quedé boquiabierta.

_Tu... - Él me miró anonadado y a mi no me salían las palabras. Era él, él chico enigmático del colegio.

_¿Se conocen? O sea, si se que van al mismo colegio pero como Evan no habla con nadie ahí... - Olivia dijo confundida.

_Bueno es que yo... él... - No me salían las palabras.

_Ella es la que casi se lleva un piñazo de Alana la semana pasada. - Respondió Evan por mi.

_¿Ella? - Preguntó Olivia sorprendida.

_¡Ev nos contó! Estuviste genial. - Rem me dijo sonriente.

_¡No lo puedo creer, así que te eres la heroína sin capa que se atrevió a contestarle a Alana! - Exclamó la chica.

_¿Cómo es que saliste viva de eso? - Rem me preguntó y Olivia me miró interrogante.

_¿Cómo? Bueno, Evan evitó que ella me golpeará. - Lo miré y él desvió la mirada hacia otro lado.

_¡¿Evan?! - Ambos miraron al susodicho.

_¿Que? - Preguntó molesto.

_Lo tenías oculto ¿eh? - Rem le dio un codazo para provocarlo.

_ No me oculté nada... tampoco iba a dejar que le pegaran.

_Pero tu... - Rem se vio interrumpido por Olivia.

_¡No iba a dejar que la golpearan ¿oíste?! Ya cállate Rem. - La chica lo jaló de la camisa a cuadros.

_¡Está bien! Me callo... - Miró molesto a Olivia.

La conversación se desvió a otros temas menos incomodos. Rem y Olivia me preguntaron cosas como donde vivía y de donde venía. También me enteré de cosas muy interesantes, Rem y Olivia iban a un bachillerato público, el cual ambos afirmaban que eso si era un buen sitio y no el "reclusorio" al que íbamos Evan y yo, aunque no mencionaron porque él no iba al mismo lugar que ellos.

También me enteré que Rem tocaba la guitarra eléctrica muy bien "Lo único que sabe hacer bien" comentó Olivia pero Rem aclaró que solo era un hobbie y aunque no lo pareciera, era bastante bueno en los estudios. Olivia por el contrario tenía un gran sueño, quería viajar por todo el mundo para luego estudiar geografía, "la experiencia hace la ciencia" dijo, ya que aclaró que no estudiaría sobre algo que aparezca en un libro sino en sus recuerdos.

Evan por su parte, seguía siendo un misterio, en toda la charla, jamás habló de él, solo se limitaba a reír o agregaba algún que otro detalle sobre lo que contaban sus amigos pero en su mayoría guardaba silencio.

No voy a mentir que me hubiera gustado saber mas sobre él pero aún así no me decepcionó, era callado pero agradable, parecía un poco frio pero alguien confiable. Sus amigos parecían quererlo mucho pero a mi aún me seguía intrigando, había tantas cosas que me gustaría saber acerca de él que no podría enumerarlas. Jamás me había intrigado alguien tanto, es más, jamás me había interesado nadie, ni siquiera mi propia madre quien probablemente tuviera las respuestas de mi propia vida. Definitivamente Evan había despertado en mi con una mirada, lo que nadie nunca había despertado ni con mil palabras.

Hasta ese momento, solo me alegraba de que mi "chico misterioso que se sienta atrás" ahora tendría un nombre en mi libreta y eso ya era un gran avance.