
Capítulo 4: "Juego De Sábado"
Franco
Suena la alarma.
-¿Quién coloca una alarma un sábado a las 6:30? - me digo a mi mismo molesto.
Siguió sonando como por lo menos unas tres veces más, mierda se me había olvidado el entrenamiento juraba que me tocaba en la tarde. Si no hubiera ido a la fiesta de bienvenida no estaría atrasado ahora, pero no puedo ignorar esos ojos color mar, ella me va a odiar al darse cuenta que tengo razón en todo lo que le he dicho.
Llego justo a la hora. Miro alrededor como lo suelo hacer en cada entrenamiento. El ring al centro, dos murallas llenas de sacos rojos y negros, también están las máquinas como trotadoras, elípticas, pesas, en conclusión como un mini gimnasio, creo que no es necesario hablar del olor.
-¿Están son tu horas de llegar?- el entrenador me dirige la palabra.
-Marco lo siento, no me sonó la alarma- miento.
-Hoy pagas el atraso- me muestra la salida con su dedo índice.
Mi calentamiento consistió en una hora corriendo alrededor del estadio, cardio de 45 minutos, una hora de circuitos de pesas, barras, abdominales, piernas y culmina con media hora de cuerda con velocidad, eso es solo el calentamiento. Ahora comencé con calentamiento para el ring. Media hora de sombras- es luchar contra un rival imaginario-, luego velocidad de golpes, movimientos para esquivar y por último antes del ir al ring 6 sesiones de 10 minutos de saco.
Mencionando que siempre estoy con vendas -con o sin guantes-.
-Rubilar al ring- ordena Marco.
Comienzo a colocarme el bucal rojo, no me pregunten porqué rojo, pero en fin, no puedo tener aros al entrenar por lo que me los saco
-¡¡NO BAJES LAS PIERNAS!! - Marco me presiona con ello-. ¡¡TODO DE NUEVO!!- me grita-. Franco retírate, te quiero concentrado el lunes así no me sirves. Deja el trasnoche en las fiestas y el alcohol o no te quiero entrenando aquí. ¿Entendido?- asiento.
-Si Marco, no te preocupes- me dirijo a la salida.
Definitivamente las fiestas no las dejaré, el alcohol se puede pensar, pero del dicho al hecho hay harto estrecho.
El último año es donde hay más fiestas y alcohol.
-Franco, ¡espera!- Kelz se acerca jadeando.
-¿Qué quieres Kelz?- lo observo seriamente.
-Solo mira- me muestra su celular.
-Mierda...
Stephania
Por fin en mucho tiempo me levanto y salir a correr por la mañana con un top blanco, con un short negros y zapatillas deportivas.
Comencé con breves estiramientos y partí. El día en la ciudad estaba nublado, me encantan los días así, un trote continuo llegando a la playa estaba medio vacío exceptuando por las personas que hacen ejercicio con sus mascotas, en específico perros.
Sigo mi trote aumentando la velocidad pero no corriendo, cuando veo que hay una subida monstruosa, pero no me impide seguir. Comencé a tomar una diferente ruta de lo habitual, hasta llegar a una calle llenas de gimnasios y me paro en seco cuando lo veo, apoyado al lado de un gimnasio con Kelz. Aquel vestía con unos jeans negros, zapatillas blancas, camisa musculosa de tiras que deja entre ver sus tatuajes, su pelo mojado y exhalando humo de su cigarrillo.
Joder, qué sexy se ve.
Seriamente se me pasa la idea de ser su cigarrillo y sentir sus labios.
Qué envidia me da su cigarrillo.
Jadeando por mi trote sigo el mismo paso que llevaba y me sonríe exhalando el humo del cigarrillo dejando ver sus labios.
¿Qué? Sus dientes perdón.
-¿Siguiéndome muñeca?- me observa con picardía-. ¿Debería preocuparme por que seas de las novias celosas psicópatas?
-No, soy de las que prefiere castrarlos y hacerles comer sus bolas. Además, no soy tu novia.
Espera... ¿Qué mierda? ¿de dónde vino eso?
-No parece que quieras eso, te va doler no serlo- mirándome a los ojos profundamente.
Imbécil.
Suena mi teléfono con el timbre de notificación.
Osito
Me gustaría verte, ¿te parece a las 8 en mi apartamento? Recuerda que tienes llaves solo entra y sorpréndete. Te extraño.
Miro el mensaje y sonrío. Quiere decir que haremos el delicioso. Observo a Franco mientras me mira con inseguridad y me encanta.
-Lo siento- le sonrío a mi celular y luego a él-. ¿Qué me dij..- despisto el timbre de llamada.
Es Eduardo.
Miro a Franco, le guiño un ojo y contesto el celular. Me voy caminando dejándolo atrás. Fue inexplicable su rostro.
Jura que voy a querer su novia, ¡ja! eso quisiera. Quiera o no va a bajarse de las nubes el piñufla ese.
(...)
Entra la llamada de Ale.
-No puedo con esto necesitas venir ahora, ¡es grave!- ella dice a través del celular.
No lo pienso dos veces, corto la llamada y voy a su casa. En el trayecto le envío un mensaje a Eduardo.
Osito
No podré ir, lo siento. Después te lo explico. Te quiero.
(...)
Tengo llaves de todas las casas, literal. Al entrar escucho música a todo volumen, me dirijo por dónde proviene directamente el sonido y me encuentro a Alejandra bailando con todo su closet en la cama.
-¡¿QUE MIERDA TE PASA?! ¡ME DIJISTE QUE ERA ALGO GRAVE!- le grito.
-Claro que es grave, hay que salir. Ya me está dando fiebre de no salir. Joder qué pijama feo tienes amiga no lo lleves.
-¡¡SALISTE AYER ALEJANDRA!! Iba ir al apartamento de Eduardo ¡Y HACER EL MEJOR DELICIOSO, LO NECESITO. YA ME SIENTO VIRGEN!- la miro con rabia-. Le cancelé por pensar que te pasó algo grave.
-¿Así ibas hacer el delicioso amiga? Lo hot se apaga con verte así- me observa de pies a cabeza-. Aparte no coge rico, lo veo en tu rostro.
-Me bañé- no estoy dispuesta a responder lo último-, estoy puesta con una lencería que hace que se le pare hasta un viejo de 70.
-Amiga no te engañes, no eres feliz ni tu, ni la amiga de abajo- me desafía con sus ojos.
-No voy hablar- miro a otro lado.
-Cógete a Franco, está bueno- me sorprende su respuesta.
Buena idea.
-Estoy de novia- excuso.
Suena un timbre de notificación.
Fran
Amiga hay una fiesta en la cabaña en la playa de Francisco. Avísame si vas, también irá Nacho, ah y dijo que no puede Makarena. Ahí está la ubicación bb
Me envía dicha ubicación.
Yo
No creo poder ir, iré donde mi novio, te aviso.
-Amiga recién me envió un mensaje Fran, hay una fiesta en la cabaña de Francisco en la playa, estará Nacho- digo.
-¿Y tú?- pregunta, frunzo el ceño.
¿Mi amiga será sorda?
-Iré donde Eduardo a tener la mejor cogida de nuestra relación- repito.
-¿Ah sí?- me vuelve a mirar de pies a la cabeza.
-¿Qué tiene?- pregunto mientras miro mi aspecto.
-¿Cómo que qué tiene? Estás horrible. Yo te paso ropa.
-Bueno te dejo mi moto y yo me voy en Uber
-Te amo- me abraza.
En dirección a la casa de mi novio, recuerdo que me dijo que lo sorprendiera, y eso voy hacer.
Uso un vestido rojo intenso, con unos tacos color plateado. Lo que él no sabe, aparte de mi llegada sorpresa, es mi lencería Victoria Secret's blanca con transparencia, el sostén que llevo es un bralette.
Reitero que tengo las llaves de todas las casas.
Entro y no veo a nadie, voy directamente a su cuarto mientras me acerco se hace más fuerte unos gemidos, no miento me estoy asustando, espero que sea porno...
-¡¿QUÉ MIERDA EDUARDO?!- lo miro con asco.
Están cogiendo, están cogie.., ¡¡MIERDA ESTÁN COGIENDO!!
-Lo siento Steph, no querías que te enteraras así- dice mientras está dentro de ella-, te lo iba a confesar hoy. Te presento a Valentina mi vecina de piso, llevo con ella tres meses.
Me va a dar algo.
-¡¿QUE MIERDA?! ¡¡TRES MESES!! ¡¿QUE TE PASA IMBÉCIL?!- me acerco a él.
-Puedes cerrar la puerta, entonces. Nos interrumpiste- Eduardo aparte de estar cogiéndose a la perra esa, ¡ME ESTA ECHANDO A MI!
-O puedes unirte- Valentina se dirige a mí.
Perra.
Esto es un chiste, la mierda de mi novio está follándose a su vecina y me invitan, esto es un descaro.
Corrijo es mi ex.
-Me encantaría- sonrío con cinismo-, sería un placer estar ahí- me acerco triunfal-. Pero para reventarte las bolas, imbécil.
En ese preciso momento mi puño chocó tres veces en la cara de ese imbécil. Después, jalo del cabello a la perra esa quitando sus extensiones.
¡Qué perra tan falsa y fácil!
Arreglo mi vestido.
-Ahora- me volteo y camino como toda una perra empoderada hacia la puerta del cuarto- no los interrumpo- me detengo antes de salir-, tortolitos- escucho a con quejidos detrás de mí.
Música para mis oídos.
Yo
Voy a la fiesta
Envío un mensaje a Fran.
¿Creían que iba a llorar? Entonces se equivocan de historia, porque no me rebajaré a eso, el orgullo siempre está en mí.
Llego a la cabaña en la playa. Entro y me encuentro a Fran con su hermano en la barra de la entrada de la casa.
-¿Y tu novio no quiso venir?- pregunta Fran.
-Ya no tengo novio, Fran- la miro-. Prefirió coger a la puta de su vecina, cuando le tenía preparado la mejor cogida de nuestra relación- digo tomando el shot de la barra.
Me voy digna donde mis amigos al living. Ellos bailan y luego se me acercan.
-Amiga, ¿no que estabas follándote a tu novio?- pregunta Ale mirándome extrañada.
-¿En serio? Creo que se confundió mi novio porque se estaba follando a su vecina y me pidió que no los interrumpiera- la miro como la más estúpida que soy.
-¿ESPERA QUÉ? Bastardo hijo de...- Alejandra se altera por la noticia.
-Le voy a reventar la...- Nacho habla furioso.
-No se molesten porque ya se la reventé yo y a la perra esa.
Bailamos y tomamos.
No pasen sus penas en alcohol, lloren y bótenlo todo. Lo que sucede, es que yo no lloro y tengo que botar de alguna u otra forma y en este momento exacto es el alcohol o si no, lo haría trotando hasta matar mis piernas.
-¿Así que soltera sin compromiso?- pregunta Franco detrás mío. Siento sus cálidas manos en mi cintura- pensé que lo estabas, cuando te insinuabas a mí.
-¿Quieres saber lo que es insinuarse?
Sin dejarlo responder o pensar, fui directo a sus labios y lo beso. Si, lo besé.
Yo creo que al principio estaba en blanco y luego lo respondió con fuerza o deseo, ya no lo sé con el alcohol ingerido ya no pienso ni siento.
Extrañamente siento contacto con su cuerpo, su mano se posa en mi cadera y la otra, en mi cabello.
Me alejo y le sonrió.
-Eso es insinuarse muñeco -le guiño el ojo pero antes de irme el me detiene
-Yo no te hubiera dejado por otra, hubiera querido esa cogida de la vida- sus palabras me dejan anonadada.
Mi única reacción es huir. Sinceramente no me importa besarle luego de todo lo que vi hoy.
No se te olvide la ley del pinocho, ¿o te la sabes? No te preocupes yo te la digo, es así; se va uno y llegan ocho.
El bartender me entrega 2 shot y tomo como agua.
-Amiga, ¿te encuentras bien?- pregunta Alejandra, me mira preocupada.
-¿Debería estar bien cuando mi novio que ahora es mi ex se folla a una chica frente tuyo? Y lo más genial es que te dice que va entablar una relación con ella y que interrumpes su follada.
-Es un puto, no te merecía- esa tristeza me invade.
-Claro que no me merecía Ale, pero no me echare a morir por él. Tengo cosas mejores que hacer, como ahora bailar contigo.
Bailo con ella, Nacho baila con Fran. Se ven tan lindos juntos. Tendré que interrogarlos por separado. La verdad es que disfruto botando todos los sentimientos.
Luego de un rato de bailar con Nacho, me apena que lo haga para hacerme sentir bien, por lo que miro a mi alrededor y veo a Franco bailando con una chica y no me importa interrumpirlos.
-¿Me permites bailar una con él?
¿Qué estoy haciendo?
-Sí, tranquila- la chica con amabilidad me lo da en bandeja.
-¿Así que quieres bailar conmigo Stephania? eso sí me sorprende- me sonríe.
-La verdad es que voy aprender- coloco mi cara más sexy.
La música que suena es salsa.
Así estuvimos bailando, sus manos son cálidas, su perfume me inunda, esa sonrisa, esos ojos y sus hoyuelos. Sólo le sonrío.
-Ya se me hizo tarde Franco, que llegues bien- le doy la despedida.
-Yo igual me voy, te llevo de pasada.
Acepto, así nos vamos en su moto, yo estoy abrazada a él nuestras palmas están juntas.
-Sana y salva a su castillo princesa- se estaciona frente a mi casa.
-Gracias Franco- me despido por fin.
Voy a entrar.
-Steph...- Franco me llama.
Me giro y encuentro sus perfectos ojos verdes, con pizca de destellos azules.
-No te merece Steph- carcajea.
-¿Crees que no lo sé Franco? Estamos con quien se cree merecemos estar, no te confundas yo quise estar con él y no necesito a nadie que me venga a salvar.
-Todos necesitamos alguien que nos salve Steph- me pierdo un poco en su mirada.
-No te confundas conmigo Franco, tengo harta cola que me pisen- digo con molestia-. Que tengas una buena y placentera noche.
Giro a entrar.
-¿Sabes qué Stephania?- me detengo en seco-. Me quedo rondando algo que dijiste...
-¿Que te dije?- me doy la vuelta.
-Me enseñaste qué es insinuarse, pero eso no es verdad- dice mientras mira mis labios.
-¿Cuál es la verdad entonces?- miro los suyos.
-Que esto es insinuarse.
No me sorprende su beso, si no su mano en mi cintura y la otra en mi mejilla, algo lento pero fogoso. Se siente tan genial.
Ese ojiverde que me derrite.
-¿No que te tenía que rogar para besarte?- pregunto sonriéndole, mientras me sonríe con sus dientes perfectos y esos hoyuelos de infarto.
-Buenas noches Stephania- se despide.
Ahí me digno a entrar. El sonido de la moto se escucha cada vez más lejos.
Suena mi celular y me extraño.
Número desconocido
Desde que te fuiste ya te extraño, hoy estabas hermosa, lo siento por no disfrutarlo de una mejor manera.
Que se joda Eduardo, su momento conmigo ya pasó.
Desvistiéndome en mi cuarto me miro en ropa interior, la que utilizaría con él. Creo que le mostraré de lo que pierde.
Colocando una pose media rara levantando las manos y sacándome una foto en el espejo de mi habitación, le doy a capturar y lo subo a mi estado de WhatsApp con un mensaje.
"Pensando que tenía muchas cosas preparadas para hoy..."
Le agrego unos emojis de fuego para que se vea mejor
(...)
¿Qué les pareció el capítulo editado de hoy?.
Dejen sus votos y comentarios para tener saludos en el próximo capitulo.
Saludos desde Chile ❤️❤️
Capítulo editado por Nanamagitamenciona un usuario
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