
XI. Acercamiento parte II
Una vez en el aparcadero, Lan XiChen se hizo en compañía del ama de llaves para recibir a WangJi. Su sonrisa fue amplia y su ropa de casa proporcionó una imagen menos profesional, y más doméstica.
Había comenzado a caer la nieve, aunque no fue nada de qué preocuparse. Hubo una mirada cómplice en su hermana mayor, que se congració del último mensaje en el cual informó sus intenciones de llevar a Wei WuXian a casa para evitar que se congelara.
Se ruborizó e intentó aplanar su expresión hasta un gesto aburrido, aunque fue inutil. La punta de sus orejas ardió en un intenso rojo, al igual que la punta de su nariz.
Sus manos permanecieron enganchadas a las de Wei WuXian durante todo el viaje acompañada, y se habló en voz baja con toda clase de elogios e historias de nieve.
Lan WangJi se refrescó e hizo un cambio por ropa de interior. Aquella fue una de esas ocasiones especiales en que se permitieron cenar juntos. El tiempo coincidió a la perfección con la hora de la cena y la presencia de su DaJie.
Lan QiRen tomó la cabecera y se mostró menos exhausto que el día anterior. Menos enojado también. Así que WangJi se relajó. Su sonrisa discreta no pudo ser contenida, a lo cual XiChen habló: "¿Ha pasado algo bueno hoy, WangJi? Estás radiante".
"Mmhm, ha sido un buen día".
Lan Huan no tuvo oportunidad de preguntar, pues la cena fue servida y ambas se obligaron a sofocar sus voces. No fue difícil de ninguna manera, estaban acostumbradas a las cenas silenciosas. Al culminar fue Lan QiRen quien cargó el ambiente con discusiones relacionadas al negocio familiar. Lan WangJi permaneció en su sitio, inmovil, taciturna. Escuchó el contenido de la conversación, pero fue incapaz de procesarlo en su cerebro. Sus pensamientos divagaron y se reenfocaron en Wei WuXian. En su forma atlética y firme, pero el toque suave. En esas sonrisas que formaban pequeñas lunas con sus ojos, y la devoción con la cual llamaba a su nombre.
Eso no podía ser una mentira.
Lan WangJi oró a los dioses para que no fuese una mentira.
Lan XiChen se esforzó por integrar a Lan WangJi a la conversación, pero los inventos fueron infructíferos. Esto frustró a Lan QiRen, ante el nulo espíritu de hacerse de conocimientos esenciales dentro del negocio familiar. Lan WangJi se disculpó y mantuvo la calma. Con diplomacia e inteligencia social, Lan XiChen redirigió el tema de conversación al día a día de WangJi. Sin embargo, el buen humor se agrió cuando su tío nombró a Wei Ying como una persona anómala, y recalcó que su descarriada manera de ser, partió de la dupla amistosa que formó con Nie Huiasang. Antes de que Lan XiChen pudiese argumentar en favor de Wei WuXian o su cuñado, el tío dio por terminada la cena y regresó a su trabajo pendiente.
"Hablaré con Shufu más tarde", prometió. Lan WangJi era consciente de la manera en que su tío se comportaba, y casi cedió en orden de mantener la paz en casa.
Ambas hermanas caminaron juntas hacía la segunda planta, al anexo personal de Lan XiChen, para tomar alguna de las nuevas mezclas que adquirió recientemente, y los dulces que Huaisang envió tan amablemente.
El salón de XiChen se destacó por los enormes ventanales y el minimalismo en la decoración. Se destacó el azul alba y tonos fríos; contrastando con WangJi cuya pieza se caracterizó por el blanco inmaculado y la madera.
Lan Huan dio un sorbo a su té y se iluminó. Sus mejillas adquirieron un tono rosado y se mostró más libre fuera de la presencia de Lan QiRen. Si bien ella ya era una mujer con la libertad de partir e instalarse en su propio hogar, se había quedado por WangJi. Al sentir que no podía dejarle atrás mientras lidiaba con el temperamento del tío, que, día a día se volvía más arisco y desdeñoso.
"El tío está molesto.... En la familia están prohibidos los chismes pero no se considera chisme cuando es información tan relevante, ¿cierto, WangJi?" La mujer le guiñó el ojo y sonrió con complicidad. Tras una risita baja, que recordó a un resoplido añadió: "Al parecer shufu es viejo amigo de la madre de tú amiga, tuvo sentimientos por ella alguna vez y se agrió cuando sus afectos no fueron correspondidos".
Lan WangJi se sorprendió, no había escuchado mucho al respecto. Conociendo el temperamento de su tío, debió ser un golpe poco agradable. Notó a su hermana contener una risa, ocultando sus labios con el dorso de su mano.
Contagiada con su buen humor, sonrió.
❖ ❖ ❖
Su día libre llegó, con ello los planes con Wei WuXian tuvieron lugar. Hubo un vaivén de respuestas vagas tratando de llegar a un acuerdo sobre el destino de su cita. Wei WuXian parecía tener algunas opciones contempladas. Y aunque muchas resultaron tentadoras, tuvo que negarse a algunas otras debido a cuestiones climatológicas o de distancia.
Hubo una amenaza de mal tiempo esa mañana, por lo que acordaron una salida corta en los alrededores. Estaba ese centro comercial a unas estaciones de distancia entre ambas. Fue un punto medio acertado, por lo que WangJi no presentó queja alguna.
Esa mañana había despertado aún más temprano de lo habitual. Realizó sus ejercicios de rutina, organizó su habitación, tomó su medicación y se presentó al comedor, donde yació su tío bebiendo una taza de té a la par, leía las noticias recientes. Apenas reaccionó a sus intenciones de salir fuera. De hecho se le había reprendido durante años su inhabilidad social. Así que no supo cómo sentirse al respecto.
En la seguridad de su habitación, se despojó de sus prendas y lavó su cuerpo sin prisas.
Le tomó más tiempo del esperado deliberar la elección de vestimenta a elegir. Normalmente no se interesaba en ese tipo de cosas. Su hermana le acompañaba con regularidad a abastecerse de prendas apropiadas a la temporada; destacando algunos conjuntos a espera de ser usados. Sin embargo, ninguno se sintió el correcto, o lo bastante práctico para vestir.
Pensó sus opciones y se inclinó por uno de sus tantos favoritos. Fue atenta y minuciosa en los detalles. En un maquillaje ligero pero que realzó sus tributos; secó y peinó su cabello en una cola de caballo alta, que anudó con una cinta de seda marfil. Se hizo con pendientes de su caja de accesorios y sólo cuando se sintió satisfecha con su apariencia, abandonó el anexo.
Aunque en sus intenciones radicó tomar el tren y encontrarse con Wei WuXian, a mitad de camino su tío dictó que fuese Xiao Zhuliu quien le llevase y recogiera a su destino. Aunque se sintió como un pesar, no expuso negativas.
Lan WangJi esperó cerca de la fuente tal como Wei WuXian se lo había pedido. Aguardó paciente durante los primeros minutos, después de todo había llegado con anticipación.
Cuanto más se acercaba a la hora en punto, más se inquietaba. Intentó serenarse, pero una voz maliciosa susurró desde lo profundo de su mente advirtiendo que Wei WuXian le había dejado plantada, que se había burlado de ella, y había sido lo suficientemente crédula para creer en sus palabras amables.
Pasaron dos minutos de la hora en punto, y trató de serenarse. Revisó su buzón de mensajes cada tantos segundo a espera de alguna notificación por parte de Wei WuXian. Más no obtuvo nada. A los diez minutos de ausencia llamó, y no tuvo respuesta. Sintió la ansiedad subir por sus extremidades como una colonia de hormigas venenosas.
'Se han burlado de ti'.
'Nadie te toma en serio'.
'Todos tenían razón, eres un asco, por eso nadie desea estar contigo'.
'Wei WuXian no es diferente al resto de personas'.
Descansó sobre el bordillo que daba lugar a la voluminosa fuente; y conteniendo las arcadas y la respiración engrosada. Doblándose sutilmente contra su estómago, pronto fue sacada del espiral oscuro de pensamientos.
"¡Lan Zhan!, mí Bunny, meimei, ¿estas bien?"
Con una mirada empañada, luchó por enfocar la forma difusa de Wei WuXian.
Le sujetó por el codo y su mano izquierda tocó el antebrazo para ayudarle a ponerse en pie. Al hacerlo, Wei WuXian le acunó y buscó el problema.
Lan WangJi no tuvo palabras para explicarse. Se hastío y se sintió avergonzada ante la falta de regulación a sus emociones. Fue la caricia de Wei WuXian a su mejilla tranquilizó su corazón.
"Ya está, ya pasó, Lan Zhan", arrulló. Lan WangJi no pudo hacer más que parpadear en su dirección, cediendo al toque gentil que le cepillaba el cabello y el olor picante en su ropa. Cuando su respiración ralentizó, Wei WuXian le susurró: "¿Mucha gente?"
WangJi mintió, y zumbó una respuesta, "Mmhm".
Abriendo paso entre el gentío, les guió a una zona poco transitada en la cual descansar.
Se habló de todo y nada. Del retraso en el tren, y el movil con bateria muerta de Wei WuXian. "No sabía que te incomodaban los lugares concurridos".
'No lo hace', deseó decir.
"No volverá a ocurrir", se disculpó.
"Hey Lan Zhan, Lan-meimei, me dirás cuando te sientas incómoda, ¿verdad?"
"Si".
Con eso dicho, permanecieron una a lado de la otra por largo tiempo, hasta que su estómago protestó exigiendo alimento.
Wei WuXian sugirió entrar a un restaurante poco atestado en el tercer piso, y así lo hicieron. Para WangJi una orden de fideos de sésamo sin carne y Wei WuXian pagó una pequeña fortuna por triple porción de picante para sus fideos al estilo sichuan.
Wei WuXian no contuvo el enamoramiento en su mirada, o la sonrisa que decoró sus facciones. Sus dedos buscaron toda situación en la cual pudiese tocar a WangJi. Arreglar el mechón desordenado de su cabello, una pestaña bajo el ojo, un pinchazo en la mejilla, dedos rozando entre sí. Un par de besos en las falanges.
Se preguntó: '¿Por qué Wei Ying es así?'
'No puedo entenderla', fue el pensamiento que más invadió su mente.
Al término de sus platillos, dedicaron bastantes minutos a la sobremesa. Fue en su mayoría Wei WuXian hablando sobre su vida, sus amistades, pensamientos sobre la exizstencia y personas extrañas que conoció en su trabajo. Se sintió como una sesión de descanso en la cafetería, solo, mucho más prolongado.
"Así que estás estudiando negocios, pero no es tú favorito. ¿Qué es lo que te gusta?"
"La música".
Con la emoción de una niña pequeña Wei WuXian chilló, y presionó con una sonrisa sincera. "¿Sabes tocar instrumentos? ¿Desde cuándo? ¿Tocarías algo para mí?"
Lan WangJi se tomó su tiempo en dar respuesta. Aún si tomó varios minutos formular diálogo coherente, Wei Ying esperó y no interrumpió frente a sus comentarios. Cuando la conversación apuntó a Wei WuXian, esta se mostró radiante por compartir una parte de sí misma a alguien especial para ella como lo fue Lan WangJi.
"¿Qué es aquello que Wei Ying estudia con tanto empeño?"
Jugueteando con un mechón de su cabello, hizo girar sus dedos de manera hipnótica y sopesó su respuesta.
"Diría administración, pero es un poco más complejo que esto".
"Escucho".
"Aiya, Lan Zhan. Solo no te horrorices por lo que te contaré".
"De acuerdo", dando un apretón a Wei WuXian, sus manos quedaron aprisionadas juntas y una sonrisa cómplice decoró su semblante.
"¿Puedes creer que esta atractiva jiejie estaba en camino para ser médico?"
Anonadada se repitió: "... ¿médico?"
"¡Si!, después de terminar los estudios de escuela media aplique para la facultad de medicina. Sin embargo en mí tercer año decidí dar la baja".
"... ¿por qué?"
"Oh, bueno, no terminaba de satisfacer mis intereses. Me di cuenta demasiado tarde que mí afinidad radicó en los muertos y no en los vivos. Así que mientras ponía en orden mí vida me alié a Huaisang en el café de los conejitos. Me matriculé en la facultad de ciencias forenses; de momento estoy en medio de la especialidad de tanatoestética", añadió.
Lan WangJi se impresionó por dicho extracto de información, sus ojos se abrieron por la trayectoria de Wei WuXian. Sobre lo fácil que hizo sonar el cambio de matrícula al no ir acorde a sus intereses. Sintió un poco de envidia, y felicidad en igual medida por aquella mujer algunos años mayor.
"¿Qué es tanatoestética?", inquirió con evidente duda. Wei WuXian no dio una respuesta larga, y en su lugar se encogió en hombros y picoteó la tarta compartida con una cucharilla para el café.
"De manera resumida, embellecer a los muertos para presentarlos a sus familiares y allegados más cercanos".
Lan WangJi quedó con el bocado de tarta a medio camino, sus labios se apretaron en una línea fina y buscó el remate a una broma. Wei WuXian comenzó a reír a carcajadas, hasta que resultó difícil mantener la pose erguida, y se dobló abrazando su estómago.
"... Es... ¿Es una broma?", tanteó.
"Claro que no, Lan Zhan. Realmente estoy especializándome en eso. Es solo, ¡tú bonita cara!, nunca te había visto hacer ese tipo de expresión".
"Ridículo".
"Ow, meimei, no te enojes con tú Wei Ying, solo me rio porque eres adorable".
'No lo soy', quiso decir. Pero la vergüenza obró en ella y luchó por ocultar el enrojecimiento en sus orejas. Wei WuXian no fue ignorante al hecho, y pinchó las puntas sin intención maliciosa.
Después de algunas amonestaciones ligeras del encargado por el alboroto, decidieron pagar la cuenta compartida e irse. Aún era temprano. Demasiado pronto para dar término a su cita. Wei WuXian debió pensar lo mismo, pues se las ingeniaba para añadir más y más tiendas que considero propicias visitar antes de volver a casa.
Mientras paseaban por el corredor de la cuarta planta, sintió el agarre cálido de algo en su mano. Al apartar la vista, se fijó en sus manos juntas; en la unión de sus dedos y el agarre sólido. Wei WuXian apenas tuvo problema en sostenerle, caminando por los alrededores como si fuese lo más habitual a hacer.
De esta manera recorrieron el quinto y sexto piso. Se detuvieron a comprar algo de té caliente para lidiar con el frío invernal y dieron un vistazo a los cachorros en adopción en la tienda de mascotas. Lan WangJi sintio su corazon calentarse, sin embargo, no pudo discernir si se debió a los cachorros, al té dulce o la presencia constante de Wei WuXian a su lado.
"Deberíamos comprar esto", dijo en el gran almacén, mientras veían opciones de ropa invernal.
Lan WangJi desvió la mirada de la mesa de exhibición, y reconoció un juego de broches de resina con la forma de una pareja de conejos.
"¿A Wei Ying le gustan?"
"Me gustan... yo creo que te verías muy linda con ellos".
"..."
"Sé que te gustan las cosas bonitas. Lo he notado en las últimas semanas. Aunque, no pareces externarlo mucho".
"El tío dice que es absurdo e inmaduro".
"Ah", se desanimó. "Lo lamento. Tú tío está equivocado, Lan Zhan. Tus intereses no tienen porque estar ligados a la madurez o entendimiento del mundo. Solo te gusta y ya".
"Es un pensamiento muy adecuado", estuvo de acuerdo.
Wei WuXian comenzó a llenar su canasta con artículos de interés que proporcionaran una sensación, Siempre que encontraba algo adorable, se inclinaba sobre WangJi y le preguntaba si era de su gusto.
Pese a negarse, lo fueron. Fue todo de su interés. Desde el inmaculado en la tela del peluche, hasta las formas divertidas para accesorios y dijes.
A Wei WuXian no le acomplejó la opinión de otros, y se hizo con todo lo que amó.
Al finalizar las compras, empujó algunos de los artículos que Lan Zhan vio curiosa durante sus andanzas. E incapaz de negarse a lo que se le es regalado, aceptó.
Sus labios se curvaron ligeramente con una sonrisa.
Lan Zhan caminó en dirección de la salida, mientras Wei WuXian terminaba de pagar por el nuevo organizador para su desordenado espacio de oficina. Sus pies dolían y las pantorrillas pulsaban por el caminar de horas y horas. Entonces, sus ojos apuntaron a un afiche colocado en los cristales, y se detuvo a apreciar el contenido del mismo durante un minuto.
Los colores oscuros manejaron las formas neón de algunas medusas del acuario local.
Wei WuXian apoyó su barbilla contra WangJi, y leyó por encima del hombro. "¿El acuario?"
"Mmhm".
Wei Ying: "¿Alguna vez fuiste al acuario?"
Lan Zhan negó, absteniéndose a añadir que fue su tío quien mostró gran indisposición a esa clase de encuentros durante su infancia.
"¿Wei Ying?"
"¡Lo hice!, con algunos compañeros para una excursión de escuela secundaria".
Después de un minuto de quietud y contemplación, Lan WangJi aconsejó continuar.
Hicieron una última parada en la heladería. La tarde ya había caído, y el exterior distó del interior cálido de las tiendas. Fue incluso risible encontrar postres fríos cuando se alertó de una tormenta helada durante la madrugada.
Wei WuXian mantuvo el agarre a sus manos en todo momento, como si supusiera un gran martirio apartarse. WangJi se dedicó a comer su barquillo cuando sintió el golpe del flash por encima de su cabeza. Alarmada, Wei WuXian se apresuró. "Ay, mieda. No se suponía que tuviera flash".
"¿Por qué Wei Ying me tomó una fotografía?"
"¿Por qué no querría hacerlo? Luces muy bonita así. Solo quería tener una imagen tuya".
"..."
"¿Quieres ver?", WangJi asintió a tientas, y notó la fotografía. Tuvo un ángulo adecuado; no registró a Lan Zhan haciendo algo vergonzoso o punitivo, por el contrario, emanó una sensación de calma y serenidad. Le gustó. Porque Lan WangJi difícilmente podía interpretarse con tanta quietud.
Wei WuXian acortó un poco más la distancia. Presionó iconos en su pantalla y volvió el cristal a Lan WangJi.
"Hay orejas de libre", señaló.
"Claro que sí, Lan Zhan. ¡Es un filtro! ¿Quieres ayudarme a elegir el más lindo?"
"¿Por qué?"
"Para tomar una fotografía juntas".
"..."
Sin titubear en su sonrisa, buscó la mejilla de Lan WangJi, solo entonces Wei WuXian acarició su cabello y le dijo: "La pondré de fondo de pantalla, y la veré cuando tenga un mal día".
❖ ❖ ❖
"¿Te estás divirtiendo?", preguntó Wei Ying en su siguiente salida.
Horrorizada ante la idea de que Lan WangJi jamás había visitado el acuario, tomó como meta personal planificar una buena cita de acuario.
Lan WangJi solo fue informada de los planes esa misma tarde, por lo que apenas pudo contener la emoción pulular en su pecho.
Inicialmente dieron una vuelta por la tienda de música, y notaron modelos en exhibición. Wei WuXian preguntaba de esto y lo otro, a lo que WangJi comentaba con base en su conocimiento. Vislumbró algunos de las formas recientes de su compañía e instrumentos tradicionales protegidos de manera recelosa detrás de una vitrina de cristales dobles.
Compraron bocadillos de paso, ya que tenían demasiada hambre y Wei WuXian sugirió dar un paseo, hasta que sus pasos les redirigieron al acuario.
Como estrellas iridiscentes en el cielo nocturno, WangJi resplandeció. Fascinada por la franqueza de su expresión, Wei WuXian le besó en los labios y guió al interior sin soltar su mano.
El interior destacó por la ausencia de personas. Debido al horario y el día de la semana se entendió que no hubiesen demasiados visitantes. Wei WuXian mencionó la desafortunada situación de la cita anterior, y siguió pensando que Lan WangJi tenía alguna especie de ansiedad social, por lo cual buscó alternativas poco concurridas para pasar el rato.
"Mmhm, me gusta", zumbó.
Caminaron por la sección que presentó a las criaturas del pacifico sur, y leyeron algunos afiches de información sobre las criaturas de las profundidades. Wei WuXian se notó incluso más extasiada que la propia WangJi, lo que fue divertido de ver. Le gustaba cuando Wei Ying sonreía con desenfado y el calor de su piel con cada sutil toque casual.
Tomaron fotografías con la cámara de Wei WuXian, que prometió solemne enviar un duplicado para que pudiese guardarlas en su computadora. De hecho, Lan Zhan ya había registrado una carpeta en su escritorio donde se almacenaron las fotografías compartidas, aún si se trató de un vistazo a su comida o una fotografía en conjunto.
Lan WangJi se acercó al muro de cristal donde una familia de nutrias jugueteó entre sí. Una de ellas notó su presencia, y se acercó al cristal con sus pequeñas patas apoyándose contra el vidrio, y olisqueó. WangJi sonrió a la criatura, que le observo con adorables y redondos ojos negros.
Aburrida, corrió lejos y se hundió en su piscina. Solo entonces, distinguió la forma desenfadada de su novia, que le rodeó con el brazo, y guió hacía el siguiente estanque.
En la estación de pingüinos, yació un puñado de pequeñas criaturas. Buscando alimento por parte de sus cuidadores, otros más, empeñados en conseguir piedras para sus nidos.
"La encargada dijo que esas dos son pareja".
"¿Dos?", repitió.
"Si, el pingüino con la marca de identificación bermellón y estaño son pareja. ¡¿No es lindo, Lan Zhan?!"
Lan WangJi redirigió su atención a las criaturas mencionadas. Una de ellas se recostó sobre un puñado de rocas, mientras su compañera iba de un lado a otro con un guijarro en el pico. Wei WuXian se abrazó por detrás, y dejó caer su barbilla sin ser demasiado tosca. El cuidador al otro lado de la sección, se dedicó a limpiar parte del desastre y no obstaculizo en su ritual de cortejo.
Sintió la risa ronca de Wei Ying contra su piel, divertida por la escena. Tomando fotografías esporádicamente, y pese a no haber contestado su pregunta anterior, Wei Ying habló: "La chica del recorrido dijo que están muy enamoradas".
"¿Enamoradas?"
"Si", su cálido aliento golpeó contra el oído de Lan WangJi, por lo que se obligó a mantener la calma. "El pingüino más joven incluso puso un huevo para su novia".
"¿Cómo es posible?", balbuceó la segunda joven Lan de manera automática. Solo un segundo más tarde, se percató del error en su discurso.
"Es inviable, Lan Zhan. Nada saldrá de ahí", antes de que WangJi pudiese externar su desdicha, fue acariciada por la risa de Wei Ying, quien tomó sus muñecas haciéndole girar sobre su eje un par de veces. "Escuché que les darán un huevo de acogida en primavera".
"Mmhm, eso es bueno", dijo. Sus puños se aligeraron hasta convertirse en un toque suave e inseguro contra la cintura estrecha de Wei WuXian, la mujer aguardó paciente, dando una ligera inclinación al leer las intenciones de Lan WangJi, antes de besarle en la boca.
La oscuridad fue tierna y acogedora. Cálida. Por primera vez en mucho tiempo, WangJi no sintió inquietud por aquello que no podia ver, caminaron como en un tunel que guiaba al inframundo, hasta que la oscuridad se convirtió en un negro perpetuo en donde fue casi imposible caminar. Su brazo se enroscó en el de Wei WuXian. Y por un instante, se dio el tiempo de acariciar la firmeza de sus músculos, como una fuerza sólida que le permitía mantenerse a flote en una tormenta.
Un segundo más tarde, el suelo se iluminó con hilerillas de luces de neón, muy similar a las salas de cine, y, habiendo atravesado un largo pasillo, se presentó ante ella grandes acuarios donde medusas de todo color y forma, nadaron sin contención.
Lan WangJi sintió su mirada empañarse de puro asombro. Sin darse cuenta, se aferró con fuerza a Wei WuXian. Ella reaccionó al instante girando en dirección de WangJi, y trató de comprender que estaba mal. Cuando percibió la sonrisa en labios, se ablandó y se quedó a su lado en silencio.
Después de varios minutos en pie, Wei Ying aconsejó tomar un lugar en un asiento cercano, y así lo hicieron. Su mirada osciló entre Wei WuXian y el estanque.
"Me gustan".
"¿Qué cosa?"
Lan WangJi: "Las medusas".
"¿Hay alguna razón de ello o solo son de tú interés?"
"Ambos, probablemente", Wei WuXian no forzó la conversación, ni pidió detalles al porqué, sin embargo, Lan WangJi sintió la necesidad de hablar. De compartir con alguien su propia vulnerabilidad. "A mí madre le gustaban".
"... Tú madre..."
"Murió".
"Lo siento".
"Esta bien, fue hace mucho tiempo".
Sin afán de ofender, Wei WuXian buscó en su cabeza la manera amable de abordar sus dudas. Partió de un vago: "¿Es por ello que te hiciste esas heridas? [...] si no te sientes cómoda para decirlo, entonces solo ignora mí comentario, Lan Zhan"
Lan WangJi se ensimismó durante un tiempo. Su atención se clavó en la forma de sus manos unidas. El contraste en el esmalte de uñas negro y la manicura simple en los palidos dedos de WangJi.
"No fue por mí madre, ... fueron múltiples factores".
"Endiendo".
Lan WangJi no ahondó en detalles, pero ahí, sentadas una al lado de la otra, supo que si deseaba abrir su corazón, Wei WuXian escucharía. No juzgaría, valoraría cada palabra y sería comprensiva. Sin embargo, el miedo en su interior la paralizó. Así que sus dedos juguetearon con el orillo de su abrigo y contuvo sus palabras. Contuvo hasta que un pensamiento escapó de entre sus labios por voluntad propia, dijo: "Han habido momentos difíciles".
Wei WuXian sostuvo su mirada y no se apartó. "¿Incluso hoy?"
"Mmhm", el silencio llenó el espacio. Fueron ellas dos sentadas en una sala casi vacía, sin nadie que escuchase su conversación, en la oscuridad iluminada por las formas libres y hermosas de las medusas al otro lado del estanque. Wei WuXian dio una tierna caricia en el dorso de la mano y los nudillos, y fijó su atención a las criaturas nadando a escasos metros. "Estoy trabajando en ello".
"¿Miras a un profesional?"
Lan WangJi no supo cómo abordar el asunto, era demasiado largo y tedioso. Una historia que requirió de contexto, historia previa y complicada. Acontecimientos que intentó proteger en lo profundo de su mente y situaciones que le hicieron sentir vergüenza. Por ello, se limitó a hablar de manera vaga, pero con sinceridad. Sobre medicamentos prescritos, y dosis que se ajustaban ocasionalmente. Se relató de manera breve las dificultades que experimentó a lo largo de las semanas y lo plena que le hizo sentir haber conocido a todos en la cafetería.
"Ya veo", fue su única respuesta.
El agarre en Wei WuXian nunca se apartó. No le soltó, ni miró en su dirección con pena y lastima como un juguete roto. Ante sus ojos siguió siendo Lan WangJi y todos los apodos tontos con los que le llamó. Su sonrisa fue comprensiva y entendió que Wei WuXian también tenía sus luchas internas, razón por la cual siempre se mostró tan empática y leal.
Lan WangJi notó las figuras etéreas nadando, libres, hermosas, ajenas de todo asunto mundano. Solo existiendo.
Lan WangJi pensó que el presente era hermoso.
Deseó a los dioses que le concedieran ese instante para siempre. Solo por ese momento deseó que el mundo se limitará a Wei WuXian y ella sentadas juntas, sosteniéndose, en una pequeña sala iluminada por las débiles luces de neón.
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